La Secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton anunció recientemente la intención del gobierno de Estados Unidos de renovar oficialmente el diálogo con la Hermandad Musulmana en Egipto. Ella dijo que la decisión se produjo como parte de la disposición del gobierno para hablar con cualquier grupo pacífico que desee participar en las elecciones egipcias y que este diálogo sería una continuación de un contacto limitado e intermitente que ha existido entre los Estados Unidos y la Hermandad Musulmana durante los últimos seis años.

En respuesta a las declaraciones de Clinton en un artículo publicado en el portal oficial de la Hermandad Musulmana, su secretario general en el Cairo, el Dr. Muhammad Al-Biltagi, escribió que el movimiento no tenía ningún interés personal en participar en el diálogo con los Estados Unidos, excepto como parte del diálogo entre los Estados Unidos y Egipto en conjunto. Este añadió que la postura de apoyo de los Estados Unidos hacia Israel, su política de agresión en Irak y Afganistán y su apoyo a las políticas anti-Hermandad Musulmana no podía ser ignorada.

A continuación se presentan extractos del artículo: [1]

Los Estados Unidos deben cambiar su política hacia Egipto

«Tras las declaraciones de Hillary Clinton sobre los contactos con la Hermandad Musulmana, les digo: En sus declaraciones, la Secretario de Estado estadounidense [utilizo] una nueva expresión, ‘los contactos limitados [que existían] con la Hermandad’, que indicaban de que existían contactos anteriores – una declaración falsa. No hubo contactos entre las partes, ni antes de la caída del régimen de [Mubarak], ni después de este, ni ahora.

«No entendemos lo que se entiende por ‘contactos limitados con el movimiento’ de los cuales Clinton habla. Entendemos [la expresión] de un diálogo abierto sobre las relaciones egipcio-norteamericanas, pero no sobre las relaciones entre la Hermandad Musulmana y los Estados Unidos, ya que no tenemos una agenda de problemas o intereses que se refieran a la Hermandad Musulmana en concreto, que deben ser discutidos con la administración estadounidense. Lo que necesitamos de la administración estadounidense es que cambie la naturaleza de sus relaciones con Egipto, que, en el pasado, estuvieron basadas en la dependencia, en concederle a la autoridad estadounidense intervenir directamente en los asuntos internos de Egipto a través de la ayuda [estadounidense], en el contacto personal con el régimen tiránico y en mantener [a este régimen en el poder] a cambio de [su] protección de los intereses estadounidenses, donde se encuentran centrados los intereses de la entidad sionista – [ninguno de los cuales] podemos permitir que continúe.

«Por otro lado, le damos la bienvenida a las relaciones basadas en la generosidad y el respeto mutuo, en el respeto a las características especiales [de cada bando] y los intereses comunes de los pueblos egipcios y estadounidenses y en el respeto al individuo, cualquiera que sea su nacionalidad. Estas relaciones no pueden ser separadas de las posturas estadounidenses en la región árabe e islámica, [posturas] que han conducido al odio hacia los Estados Unidos. Esto se debe a la ocupación de Irak y Afganistán y a la postura ciega de los [Estados Unidos] a favor de las posturas de la entidad sionista en contra de los derechos del pueblo palestino.

Cuando escuchamos las declaraciones de Clinton sobre democracia, los derechos humanos y los derechos de las minorías, no hay que olvidar que el gobierno estadounidense solía coordinar con el régimen egipcio anterior y le otorgaba e este luz verde y una cobertura internacional en todas las formas de violencia, opresión hacia los opositores políticos, fraude electoral e ignoraba los derechos políticos y civiles de la mayoría, por no hablar de los de la minoría. Además, no debemos olvidar que la postura de la administración estadounidense a favor de la revolución egipcia fue [sólo] después de que el balance de poder se inclinó hacia la revolución y los revolucionarios».

No acordaremos que los Estados Unidos se inmiscuyan en la política egipcia

«Aunque Clinton habla de respetar el mapa político en Egipto y [todas] sus partes (incluyendo a la Hermandad Musulmana y las fuerzas islámicas), siempre y cuando no adopten la violencia, es claro que el gobierno estadounidense sabía desde hace décadas que la Hermandad Musulmana se opone a la violencia y lucha por el cambio de manera pacífica. A pesar de ello, la administración estadounidense coordinó con el régimen anterior y dejó que continúe su política de exclusión, opresión y violencia contra la Hermandad Musulmana.

«Ahora que acepta el nuevo mapa político de Egipto, exigimos que el gobierno estadounidense se abstenga de inmiscuirse con el fin de alterar el mapa y tratar de modernizarla o crear polarización en la arena egipcia apoyando material y políticamente a determinadas fuerzas y partidos – en el marco de apoyar la democratización, con la intención [actual] de luchar contra la corriente islámica. Queremos un pluralismo egipcio que dará voz a todas las corrientes y tendencias, siempre y cuando sean de origen egipcio puro…

«No nos oponemos a un diálogo con el gobierno estadounidense, pero no lo anhelamos tampoco. Lo más importante es la base para el diálogo, su contenido, su seriedad y su relevancia a los intereses del pueblo egipcio. La pregunta principal que queda por hacer es si el gobierno estadounidense está dispuesto a realizar sus intereses mediante la construcción de un enlace justo con los pueblos de la región, después de tener relaciones construidas sólo con regímenes corruptos y tiránicos, que nuestro pueblo ha expulsado y nunca más permitirá que regresen».


[1] Ikhwanonline.com, 2 de julio, 2011. Para más información sobre un contacto previo entre la Hermandad Musulmana y los Estados Unidos, véase la serie de informes de MEMRI Investigación y Análisis Nº 373, «Controversia entre los reformistas en el mundo árabe sobre el diálogo con grupos islamistas», 18 de julio, 2007, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA37307.