El 7 de enero del 2010, un foro jihadista en Internet publicó un nuevo artículo escrito por el terrorista suicida de la base Khost de la CIA, Abu Dajana Al-Khorasani poco antes de que se embarcara en su misión suicida. En el artículo, titulado «Cuando Beberán Mis Palabras de mi Sangre? – Estoy en Forma Para ser Publicado» Abu Dajana, quien era conocido por sus brillantes escritos pro-jihad, revela su conflicto interno, como un defensor del jihad que no practica lo que predica.

Él escribió:

«Ya no puedo escribir, y quiero jubilarme anticipadamente… estos sentimientos, que me agobian – ya no los puedo soportar»

«He decidido evitar la publicación de este artículo, como medida de precaución, de conformidad con el Hadith ‘En tiempos de prueba, busca la clandestinidad’. Sin embargo, la visión de la sangre de los musulmanes en Gaza, los niños pequeños, las mujeres y la gente sin poder, que fueron asesinados por las bombas de los engendros de los monos y cerdos, me alentaron a publicar el artículo, para que este pueda consolidar la resolución de [incluso] un solo musulmán en el frente, y de que obtendré la recompensa de Alá.

«Ya no puedo escribir, y quiero jubilarme anticipadamente. He ido a la quiebra. Me he marchitado. Estoy cansado, harto. Trato de escribir este o aquel artículo, y luego, cuando he escrito sólo una línea o dos, mis palabras se convierten en algo incoherente, como si sufriera de ceguera mental o confusión emocional. Mis líneas escritas pesan mucho sobre mis hombros, y mis palabras son para acosarme siempre que cierro los ojos. Estos sentimientos que me agobian – ya no los puedo soportar. Siento que mis palabras han palidecido y no tienen ningún efecto. Se están muriendo frente a su autor, y creo que me he convertido en una persona anciana sobre el cual la gente susurra: este es un anciano cuyos contemporáneos han muerto. Cada día que pasa, mientras me mantengo alejado del jihad, me priva de una parte de mi vida, mi salud y mi determinación, y la brecha continúa creciendo entre lo que sueño y donde realmente estoy…»

«Lo que más temo es que [cuando muera] me encuentre con algún hombre que haya muerto como mártir bajo el efecto de mis palabras, mientras que yo moriré en la cama”

«Mi corazón arde en cenizas a causa de mi amor por el jihad. Oh, aquel que escribe sobre el jihad y le urge a la gente a este, tengan cuidado de caer en la misma trampa que yo. Lo que más temo es que [cuando muera] me encuentre con un hombre que murió como mártir bajo el efecto de mis palabras, en tanto que yo me voy a morir en la cama. Esto es una pesadilla que no me deja dormir y esta acabando con mis nervios. Temo que en el día de la resurrección, de pie ante una montaña de [mis] pecados, se me pedirá en cuenta todos y cada uno de ellos, y será una lista larga, y estaré cubierto en sudor, mientras ellos [e.d. los mártires] se moverán por las habitaciones del paraíso en un eterno placer. Uno de ellos le dirá al otro: ‘Qué dices de él quien solía llamarse Abu Dajana Al-Khurasani, quien solía instar a la gente a ir a la guerra santa?’ Y el otro responderá: «Pero él murió en la cama, una muerte despreciable, habiendo permanecido alejado del jihad. Quisiera para él que se haya beneficiado de sus propias palabras. El fue como una mecha que ardía por sí mismo en darle luz a los demás’…

«Temo a la exposición vergonzosa en las cortes el día de la resurrección si no soy asesinado por el arma de mi enemigo. Tengo miedo de ser marcado como un mentiroso, y que mis palabras serán las pruebas de mi convicción. Cada vez que escucho de alguien que murió yo muero, y con cada enfermedad que escucho – me enfermo. Con cada año que pasa envejezco diez años más. Este es el juicio de Alá respecto a los que se apartan del jihad… Mis palabras se van a morir si no las salvo con mi sangre y mis emociones se extinguirán si no las enciendo con mi muerte. Mis artículos testifican en contra de mí, si no les doy prueba de que estoy libre de hipocresía…

«O soy yo o ellos [mis artículos]. El mundo no puede tenerlos a ambos en este. Uno de nosotros debe morir, para que el otro pueda continuar viviendo, y quisiera que fuese yo quién deba morir».

«La recompensa [por el martirio] incluye también el Paraíso supremo… en compañía del profeta Mahoma»

«Por Dios, si la recompensa del martirio por la causa de Alá hubiese sido sólo el perdón de los pecados y el estar exento de ser llamado a rendir cuentas de los pecados de uno, debería sacrificar mis propiedades y mi vida por ello. Tanto más, ya que la recompensa incluye también el paraíso supremo. ¿Cuánto más ya que también incluye el estar en la compañía del Profeta Mahoma. Tanto más, ya que incluye estar a salvo de la gran ansiedad [el Día del Juicio Final]. Tanto más, ya que incluye el derecho a intervenir en nombre de setenta miembros familiares… Yo observé a mi extensa familia y conté más de 100 personas, tanto muertos como vivos, pero no he encontrado entre ellos a ningún mártir, o el padre o la madre, o el hermano de un mártir. No conozco a ningún mártir entre cuyos setenta familiares, por el cual interceder y pueda contar. Entonces, ¿cómo no me voy a preocupar y cómo no debería yo alarmarme? ¿Cómo no se va a agitar mi corazón ya que la gran puerta de intercesión es cerrada ante mi cara.

«Oh Dios, te ruego que no te me dejes morir como un mártir por Tu causa. Oh Dios, te ruego que se me de [la oportunidad de] masacrar a Tus enemigos y luego ser muerto bajo las ruinas de un edificio destruido por los judíos y los cruzados, y que la gente que venga a rescatarme no se lleve mi cuerpo, para que este se convierta en abono humano que dará paso al fruto por el cual un niño musulmán sea alimentado y se convierta en un combatiente del jihad cuando crezca».

«[Quiero] ser un coche bomba que hará el trabajo al igual que un taxi llevando el mayor número posible de judíos al Infierno»

«El martirio – cuan extasiado en este yacen los hombres libres! Este ocupa todo su ser, por lo que piensan en obtenerlo antes de dormirse, y después de que se levantan e inclusive en sus sueños…

«En el pasado yo no quería estar en Gaza, pero hoy lo deseo. Quiero ser una bomba mortero que los creyentes disparan con su arma mortero diciendo Allahu Akbar cuando me disparan. O [quiero] ser un coche bomba que hará el trabajo igual que un taxi llevando el mayor número posible de judíos al infierno… Siento como si oliera la fragancia del paraíso en dirección a Gaza, como si las puertas del cielo se han abierto para darle la bienvenida al pueblo de Alá y a sus elegidos en primera fila… La fila del frente espera a iguales tales como Abu Musab Al-Zarqawi, Abu Layth Al-Libi, ‘Omar Hadid e ‘Imad Akel. Oh, ese martirio por la causa de Alá será tu deseo».