El día 26 de febrero, 2021 Estados Unidos lanzó un ataque en represalia contra las milicias pro-iraníes en Siria en el área de Abu Kemal (a lo largo de la frontera sirio-iraquí). Según lo dicho por el portavoz del Pentágono John Kirby – «Específicamente, los ataques destruyeron múltiples instalaciones ubicadas en un punto de control fronterizo utilizado por varios grupos militantes respaldados por Irán, incluyendo al grupo Kata’ib Hezbolá y a Kata’ib Sayyid al Shuhada».[1]
El ataque estadounidense fue en respuesta a los ataques perpetrados contra las fuerzas de la coalición en Irak, incluyendo un ataque realizado con cohetes el 15 de febrero cerca del aeropuerto internacional de Erbil en la zona del Kurdistán iraquí que puso fin a la vida de un contratista civil e hirió a otras nueve personas. En otro ataque el mismo día, fueron disparados 14 cohetes contra las fuerzas estadounidenses y de la coalición en Erbil.
La postura oficial rusa es a la presencia estadounidense en Siria es en contraposición a la presencia rusa e iraní, respondió el canciller Sergei Lavrov al ataque estadounidense.
«Nuestros líderes militares fueron notificados sobre ello cuatro o cinco minutos antes del ataque. Incluso si hablamos de reducir el riesgo a una colisión de fuerzas, lo cual es habitual en las relaciones entre el personal militar ruso y estadounidense, este tipo de notificación, cuando un ataque se encuentra literalmente en proceso de suceder, no ayuda mucho en lo absoluto. Esto le concierne a la parte militar del asunto. Pero en ningún caso debería considerarse de forma aislada al hecho de que la presencia de Estados Unidos en Siria es ilegal y viola todas las normas de las leyes del derecho internacional, incluyendo las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre el acuerdo sirio.
Nosotros hemos expresado repetidamente nuestra preocupación por las acciones de los Estados Unidos en Siria, incluso en el área de Al-Tanf en la frontera con Irak y a la orilla oriental del río Éufrates al noreste de Siria. Ellos continúan jugando su carta de separatismo y bloqueo, presionando a otros países, todos los suministros (incluyendo las ayudas humanitarias y ni hablar del equipo o los materiales necesarios para reconstruir la economía) en las áreas controladas por el gobierno sirio. De todas las formas posibles, alientan y obligan a sus aliados a invertir en las regiones que no están controladas por Damasco. Al mismo tiempo, utilizan ilegalmente recursos de los hidrocarburos sirios…
Recientemente, hemos recibido información de varias fuentes (aún no podemos confirmarlas y queremos preguntarle a los estadounidenses directamente) que supuestamente están en el proceso de tomar la decisión de no salir nunca de Siria e incluso dividir dicho país.[2]
Rusia cree que es Estados Unidos quien ha impedido que Rusia logre un acuerdo en Siria que rehabilitaría a Siria y le permitiría reducir sus esfuerzos militares y cosechar los beneficios de su presencia en el país. Incluso antes de producirse el ataque estadounidense, un análisis en Ria Novosti culpó al paraguas estadounidense por el resurgimiento de las actividades del EIIS en el país. La agencia citó fuentes militares rusas que denunciaron que «la oportunidad de esconderse en el área de Al-Tanf es la posible explicación a la pregunta del por qué los militantes pueden moverse en secreto dentro del área desértica. Al-Tanf está controlado por la coalición internacional (liderada por los Estados Unidos) y por bandas compuestas por el antiguo Ejército Sirio Libre siendo estos leales a la coalición».
Según el embajador ruso en Siria Alexander Yefimov, «la ocupación estadounidense no solo impide el desarrollo natural de los recursos que legítimamente posee Damasco, sino que también impide la restauración de la autoridad del gobierno legítimo en el territorio sirio en particular, conspirando con las aspiraciones separatistas».[3]
Sin embargo, además de oponerse a la presencia de los Estados Unidos en Siria en general, Rusia trató de captar las conclusiones de la primera acción militar realizada por Joe Biden desde que asumió la presidencia. Algunos sintieron que esto calibró la frustración estadounidense por la incapacidad de lograr atraer a Irán nuevamente al acuerdo nuclear que la Administración Trump abandono y esta frustración pudiera conducir a una guerra. Otros creían que la reanudación del trato se encontraba en las cartas jugadas y que ambas partes se cuestionaban mutuamente.
A continuación, se muestra una encuesta de las reacciones rusas ante los ataques aéreos estadounidenses:
Ataque aéreo estadounidense en Siria (Fuente: Gulftoday.ae)
Ryabkov: Un intento de sabotear las negociaciones con Irán
El vice-canciller Sergei Ryabkov dijo que Estados Unidos lanzó un ataque aéreo en territorio sirio en el momento en que se realiza una intensa preparación para una reunión entre las delegaciones estadounidense e iraní. «Indudablemente, fuerzas influyentes en Washington han tomado medidas para interrumpir dicho evento», razonó Ryabkov.[4]
Pushkov: De vuelta a las políticas fallidas de Obama
El senador Alexei Pushkov atribuyó dichos ataques a la felicidad mostrada por los demócratas que acaban de retornar al poder:
«Los demócratas que llevan demasiado tiempo estancados dentro del «establo» político patean rudamente. Ayer mismo estaban bombardeando Siria y hoy ya están anunciando la introducción de nuevas sanciones contra Rusia, prometiendo adoptarlas muy pronto», en semanas y no meses».
«Tienen prisa, por así decirlo, por complacer al mundo (o, para ser más precisos, a la población rusa) tal como lo hizo su gurú Obama, que cometió todos los errores posibles y fracasó estrepitosamente en su política exterior. Biden debería haber aprendido de los errores cometidos por Obama, pero no quiere. Esta es una decisión bastante errada.[5]
La administración deseaba sentar las bases para engatusar a los iraníes y llevarlos a un acuerdo nuclear mejorado: un Estados Unidos clásico. Esta es una señal para Moscú, Teherán, Damasco, China, así como también para Tel Aviv y Riad. El objetivo del ataque en sí es insignificante, sin embargo, el hecho mismo de un ataque militar contra objetivos sirios a menos de 40 días desde que los demócratas ingresaron a la Casa Blanca es muy importante.
En cuanto a Irán, hasta ahora, Estados Unidos no le ha ofrecido una «rama de olivo» a Teherán. Las aceitunas no transmiten el mismo mensaje que las bombas, especialmente cuando estas últimas son arrojadas sobre militantes cercanos a Irán en Siria. Lo más probable es que Estados Unidos desee volver al «acuerdo nuclear» con nuevas condiciones, en primer lugar: un cambio en la política regional de Irán y la terminación del programa de misiles. Los bombardeos encajan perfectamente en esa política.[6]
Otro influyente senador Konstantin Kosachev, jefe del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación, expresó su preocupación de que los ataques estadounidenses puedan «interrumpir el diálogo emergente entre Estados Unidos e Irán dentro del marco al acuerdo PIDAC».[7]
Suchkov, observador de los Estados Unidos: El ataque fue calculado para enviarle un mensaje a las audiencias nacionales y extranjeras
En una entrevista con el diario Kommersant Maxim Suchkov, director del Centro de Estudios Estadounidenses Avanzados creía que el ataque enviaba un mensaje tanto a la población nacional como a la extranjera:
«Al atacar a Siria, Biden se atribuyo varios objetivos a la vez: primero, le mostró a los iraníes (a bajo costo) que él, al igual que Trump, no tolerará ataques contra los estadounidenses. Al mismo tiempo, no atacó las posiciones de los grupos chiitas en Irak, para no perjudicar a las autoridades iraquíes, quienes deben mantener un equilibrio político tanto interna como externamente… Adicionalmente, a nivel interno, Biden fortaleció la postura de su administración en la disputa con los republicanos, quienes temían que la nueva administración haría concesiones con el ayatolá. Como efecto adicional, Biden pudo mostrarle a Rusia que Moscú no controla todo en Siria», dijo el experto.
Agencia Federal de Noticias Riafan: Una descarga de artillería en una próxima campaña de la OTAN contra las milicias pro-iraníes
Riafan.ru conectó el ataque aéreo al anuncio hecho por el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg el 18 de febrero, de que el contingente de la OTAN en Irak será incrementado a petición oficial de Bagdad. «El ataque aéreo de la coalición contra militantes de Kata’ib Hezbolá» y Kata’ib Sayyid al-Shuhada puede indicar que la verdadera razón detrás de un aumento en el número de tropas aliadas de la OTAN es una lucha contra los agentes-estados pro-iraníes, que están a la vanguardia de la lucha contra la clandestina organización terrorista del Estado Islámico».
Para ver el resto del despacho en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/russian-experts-debate-whether-military-exchanges-between-us-and-iranian-proxies-herald-war
[1] Cnn.com, 26 de febrero, 2021.
[2] Mid.ru, 26 de febrero, 2021.
[3] Ria.ru, 22 de febrero, 2021.
[4] Lenta.ru, 1 de marzo, 2021.
[5] T.me/alexey_pushkov, 27 de febrero, 2021.
[6] T.me/alexey_pushkov, 26 de febrero, 2021.
[7] Kommersant.ru, 27 de febrero, 2021.