LO SIGUIENTE ES UN INFORME ESPECIAL DEL PROYECTO DE ESTUDIOS SOBRE TERRORISMO Y JIHAD DE MEMRI (http://www2.memri.org/jihad.html ). EL INFORME ES PARTE DE LA INICIATIVA DE MEMRI EN MONITOREAR LOS PORTALES ISLAMISTAS Y JIHADISTAS. [1]

El Jeque ‘Abd Al-Mun’im Mustafa Halima, conocido como Abu Basir Al-Tartusi, un expatriado sirio quien vive en Londres, es considerado ser un prominente teórico de la corriente jihadista salafi en el Islam. El 24 de agosto del 2005 anunció en su portal eponymous, un artículo que incluyó un fatwa en contra de los ataques suicidas.

En su artículo, Al-Tartusi escribió: «Estas acciones están más cercas al suicidio [intihar] que al martirio [istishhad], y están prohibidas… Los combatientes del jihad quienes sabiamente emboscan y están a la espera de causarle al enemigo el mayor daño y pérdida posible, en términos de calidad y cantidad, a lo que se logra en las cuestionables operaciones de atentados suicidas – qué siembran discordia entre los musulmanes y su ‘ulama…» [2]

El artículo de Al-Tartusi y el fatwa encendieron muchas reacciones, entre ellas un editorial principal del Director General de Al-Arabiyya Tv Rahman Al-Rashed, en el diario en idioma árabe de Londres Al-Sharq Al-Awsat. En este, Al-Rashed se burló de Al-Tartusi, diciendo que había cambiado su posición sólo por temor de que fuese expulsado de G. Bretaña como le sucedió a otros siguiendo a los atentados terroristas del 7 de julio, 2005 en Londres. [3]

El fatwa de Al-Tartusi también enfureció a los partidarios de los ataques suicidas, quienes le exigieron explicaciones, y lo bombardearon con preguntas y objeciones respecto a este asunto de la ley islámica.

Al-Tartusi respondió a los que lo desafiaron en dos artículos adicionales, también anunciados en su portal. El primero, fechado el 3 de septiembre del 2005, respondió al editorial de ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed y acusó a Al-Sharq Al-Awsat de publicar «mentiras y malicia». En este, Al-Tartusi escribió: «No le tememos a ningún ser humano – ni a Blair, ni a su gobierno, ni a sus leyes, ni a Bush, su gobierno, y sus locas guerras contra el Islam y los musulmanes, ni a sus amos, los déspotas de la herejía y la apostasía [e.d. el régimen saudita]. Solo le tememos a Alá, y cuando decimos o escribimos algo no intentamos ganar el favor de nadie… Lo único que tomamos en cuenta es la voluntad de Alá…» [4]

En la segunda, el 23 de septiembre del 2005, Al-Tartusi trató en grande con las denuncias y pruebas en contra que había recibido concernientes a su fatwa, declarando: «Debería saberse que yo no acepto y no aceptaré que la juventud [que está consagrada a] la unidad de Dios y al jihad, especialmente mientras sean pocos y separados, se conviertan en sacrificios de las operaciones suicidas, y que por [tales operaciones] deberíamos alegrar a [nuestros] enemigos y darles el más precioso de los regalos – y esto sin ningún tipo de pago… como si no hubiera ninguna otra manera de combatir el jihad y de reavivar la obligación de ella que este cuestionable comportamiento, que siembra el desacuerdo y la división entre los musulmanes». [5]

El 10 de noviembre del 2005, un día después del atentado al hotel en Amán, Jordania, Al-Tartusi condenó los ataques: «Esta operación es ilegítima y está prohibida [por las leyes del Islam], y no sólo hace esta más daño que bien, sino que no hace nada bueno en lo absoluto, y no puede ser considerado islámico… ni tampoco puede ser categorizado como un acto de jihad según el shari’a». [6]

En una declaración del 11 noviembre, Al-Tartusi condenó el silencio que rodea a los ataques suicidas: «Él quién aprueba un pecado es igual al que lo cometió». [7] En una subsiguiente declaración, del 12 de noviembre, condenó a aquéllos quienes ciegamente apoyaron a los combatientes del jihad: «Por un buen tiempo, he notado una tendencia engañosa entre algunos de los jóvenes que son súper celosos de la causa del jihad. Ellos – fuera de la intolerancia, fanatismo, y la ignorancia – rechazan cualquier opinión, aun cuando sea correcta, eso va en contra de lo que algunos de los combatientes del jihad están haciendo». [8]

Este informe resume, en base a estas seis publicaciones, Los puntos de vista de Al-Tartusi que se oponen a los ataques suicidas:

A. Fatwa de Al-Tartusi en contra de los ataques suicidas

El 24 de agosto del 2005, Al-Tartusi publicó un artículo incluyendo un fatwa contra los ataques suicidas titulado «Sospechas de Pecado en el Martirio [istishhadiya] o Ataques Suicidas [intihariya]». Lo siguiente son extractos:

«Hace más de cinco años, hablé varias veces sobre la ley concerniente al martirio o a las operaciones suicidas desde varios puntos de vista, [pero] hasta el día de hoy los hermanos siguen haciéndome las mismas preguntas, ya que no pueden entender lo que he dicho sobre este asunto, mientras que está esparcida entre más de 1,000 respuestas. Por consiguiente, me he visto en la necesidad de repetir las cosas que he dicho en esas varias respuestas en un solo artículo, en detalle, para hacerlo más fácil a aquéllos interesados en leerlas y entenderlas.

«Yo dije, y digo: Estas acciones están más cerca del suicidio [intihar] que del martirio [istishhad] y están prohibidas debido a pecados que puedan potencialmente traer consigo, tal como sigue:

«1. El mayor [pecado potencial] es que el significado [de estos ataques] es que alguien necesariamente se quita la vida por si mismo, lo que contradice a cantidades de textos inequívocos y conclusos del shari’a que prohíben que uno mismo se de muerte, por cualquier razón. Entre estos textos están las palabras de Alá [Corán 4:29-30], ‘No se quiten la vida ustedes mismos, ya que Alá ha sido misericordioso con ustedes. Cualquiera que lo haga por enemistad e iniquidad, será quemado en fuego; esto es fácil para Alá’, y Sus palabras [Corán 2:195], ‘Inviertan en el camino de Alá [fi sabil Alá] pero no se lancen a si mismos a la destrucción’, y las palabras del [Profeta] en el auténtico hadith… ‘Quien se quite la vida en este mundo con un objeto dado será torturado con este en el Día del Juicio Final…’

«En cuanto a los argumentos que se han usado para demostrar que se le permite a alguien quitarse la vida para infligir graves bajas al enemigo, como pruebas de que se permite ser valeroso y lanzarse sobre las líneas del enemigo [inghimas]… este [permiso] no le permite a uno quitarse la vida por si mismo, sino más bien le [permite a uno entrar en situaciones dónde] uno es muerto por el enemigo o por alguien más…

«2. Confiar en pruebas ambiguas sobre esta materia es equivalente a la abolición o suspensión de lo que está basado en pruebas claras e inequívocas que prohíben el quitarse la vida por cuenta propia. Se prohíbe el tener recurso a tal cosa [e.d. la confianza en pruebas ambiguas], y esto por varias razones:

«A. Lo qué ha sido clara y firmemente demostrado no puede ser refutado o abolido por eso que es ambiguo.

«B. Lo qué es ambiguo debería ser interpretado y clarificado en luz a lo que está claro, y no al contrario…

«C. Los principios del shari’a obligan a uno a trabajar desde la integridad de los textos [pertinentes]… y le prohíben a uno el tener un recurso en decir que [los textos han sido] abolidos o suspendidos, o que los textos de aplicación general deberían ser restringidos, excepto en circunstancias en las que es imposible reconciliarse con todos los textos… En cuanto al asunto en mano, esta clase de imposibilidad no surge, mientras no haya ninguna contradicción entre los textos. Estos pueden ser reconciliados, y es posible trabajar desde la integridad de los textos sin tener que suspender ninguno de los textos relevantes. Por otra parte, usamos las pruebas y los textos llamando a la valentía y penetrando el [iqtiham] y atacando las líneas enemigas [inghimas] – pero esto sin ser temerarios – y [esto se permite] aun cuando lleve a que a uno sea muerto por el enemigo, mientras uno esté atacando [las líneas enemigas] un beneficio atropellador al jihad, al Islam, y a los musulmanes. Por otro lado, tenemos las pruebas y los textos que prohíben que uno mismo se quite la vida. La reconciliación [de estos dos grupos de textos] es posible y fácil, y no hay absolutamente ninguna necesidad de ayuda en limitar [la aplicación] o de abolir [los textos]! En resumen: Mi opinión en el asunto está basado en todos los textos que son pertinentes al asunto, considerando que la opinión de aquéllos que discrepan conmigo está obligada a suspender la aplicación de los textos inequívocos del shari’a que prohíben que uno mismo se quite la vida. Esto es temerario y tiene consecuencias peligrosas!

«3. Una de las prohibiciones en que la violación a la cual esta acción puede traer consigo es que generalmente causa – tal como cualquiera puede ver – la muerte de civiles inocentes cuya muerte injusta está prohibida por el shari’a, así sean musulmanes o no-musulmanes. Éste es un peligro que no debe tomarse a la ligera, sino más bien, uno debería tomar muy en serio el estar claro sobre esto. Un hombre está en una buena situación respecto a su religión mientras no haya derramado la sangre de inocentes, tal como [Alá] dijo [Corán 4:93], ‘Quien intencionalmente da muerte a un creyente, el Infierno es su eterna recompensa, y la ira y la maldición de Alá están sobre él, y un gran castigo le es reservado’, y [Corán 17:33], ‘No tomes una vida que Alá ha hecho inviolable sin justificación’…

«Y existe una tradición auténtica que el Profeta dijo ‘Cuídense de no cometer los siete pecados cardinales’ uno de los cuales es el ‘tomar una vida que Alá ha hecho inviolable sin justificación’…; y que él dijo ‘Le está prohibido a cualquier musulmán el quitarle la vida, la propiedad, o el honor a cualquier musulmán’, y: ‘La muerte de un creyente es más grave a la visión de Alá que el fin del mundo’, y ‘es posible que Alá pueda perdonar cualquier pecado salvo por él que muere incrédulo y quién intencionalmente da muerte a un creyente’, y ‘Alá no le permite arrepentirse a quién haya matado a un creyente’… y: ‘Él quién le haga daño a un creyente, su jihad no es considerado un mérito’. Esto se dice de alguien quien le hace daño a un creyente – sólo le hace daño – y todo lo demás sí uno le da muerte, e intencionalmente le da muerte por eso!…

«Éstas son pruebas que son claras y conclusas, ambas conciernen su significado y conciernen su autenticidad la cual es imposible de refutar, o suspender, o minimizar su significado a través del uso de pruebas ambiguas que están sujetas a varias interpretaciones, o a través de pretextos débiles y frágiles que son incapaces de enfrentarse a los textos inequívocos antes mencionados. Por ejemplo, el pretexto de que [los no-musulmanes] están usando a [los musulmanes] como escudos [humanos], el cual es menudo traído como una prueba en estos días!

«El [hecho de que] alguien esté usando a otra persona como escudo [humano], lo cual hace permisible el matar a gente a quienes normalmente se les está prohibido darle muerte – [requiere de ciertas] circunstancias y condiciones, y si incluso una sola condición está ausente, la ley concerniente al uso de otros como escudos no es aplicable, e igualmente el uso de este como prueba!

«Entre las condiciones están:

» – que la única manera de rechazar el ataque del enemigo sea desde la dirección del escudo [humano], ya que si hubiera una manera de rechazar el ataque del enemigo desde otras direcciones además del escudo [humano], estaría prohibido matar al escudo [humano] o exponerlo al peligro y confrontar al enemigo desde el lado del escudo;

» – que dejando al enemigo tranquilo como para [no dañar] el escudo [humano] le hace más daño y propone un mayor riesgo al país y a los musulmanes que combatir y matar al enemigo y repelerlo desde la dirección del escudo [humano]. Sin embargo, si matar [al enemigo] y combatirlo desde la dirección del escudo [humano] le produce más daño y propone un mayor riesgo que dejarlo tranquilo – por ejemplo, si docenas de personas inocentes cuya muerte está prohibida son muertos sólo [para darle muerte] a un combatiente no-creyente – entonces está prohibido combatirle desde la dirección del escudo [humano] o exponer el escudo [humano] al peligro. Esto es debido a que los principios del shari’a nos instruyen a todos a que rechacemos el mayor daño a favor de un daño menor, y preferir el menor de los dos males cuando no haya manera alguna de evitar ambos.

» – que el beneficio atropellador del matar al escudo [humano] sea definido e indiscutible, y no simplemente probable o posible…

» – que no es posible aplazar el darle muerte al enemigo…

«Si se han reunido todas las condiciones precedentes, entonces se le permite al combatiente del jihad repeler al enemigo desde la dirección del escudo [humano], con su intención y objetivo siendo la del enemigo y no la del escudo [humano], y si luego el escudo [humano] debiera sufrir, Alá lo prohíba, cualquier tipo de lesión, entonces [el combatiente del jihad] no ha hecho nada malo, y el daño se considera que ha ocurrido involuntariamente…

«La pregunta que surge, y que requiere una respuesta franca y valerosa, es: Conforman las así llamadas, ‘[operaciones] de martirio’ las condiciones precedentes y limitaciones, tales que uno podría justificarlas legalmente a través del caso del escudo [humano]…?»

«4. Otra de las posibles prohibiciones [que las operaciones suicidas pueden traer consigo] que merece ser mencionando es para que un combatiente del jihad logre el nivel dónde él sacrifica su vida, su propiedad, y todo lo que posee por la causa de Alá es [pagar] un precio muy alto lo cual es raro en nuestra época… No es correcto para él el ser condenado a muerte – en una operación de atentado – con el mismísimo primer paso que él toma hacia los campos de batalla del jihad. Esto es lo mismo que haría que el enemigo se regocije!… Nosotros no tenemos ningún derecho en acelerar activamente a este singular joven individuo en su forma de reunirse con Alá, y menos en el Día del Juicio Final: ‘Mi sirviente me apuró al darme su vida, [por consiguiente] el Paraíso está fuera de los límites para él y para aquéllos que le apresuraron en su camino a reunirse Conmigo’. Es esencial que este joven se le dé una amplia oportunidad de conducir el jihad de una manera verdadera y apropiada…

«Ha llegado a mi atención de que en algunos de los actuales campos de batalla del jihad a los cuales la juventud combatiente musulmana del jihad de todas las esquinas dirigen sus pasos… al joven que llega ahí se le otorgan exactamente dos opciones: O está de acuerdo en llevar a cabo una operación de atentado de martirio – en el cual coloca todo su jihad, ni hablar de su vida, se reduce a una sola operación que quizás tendría éxito y quizás fracase – y muchos de ellos fracasan; o regresan desde donde partieron, y esto después de que haya sufrido el mayor de los peligros y tribulaciones para llegar a esos campos de batalla!

«Esto es erróneo por cualquier medida y por cualquier actitud normal. Es erróneo en términos del shari’a, ya que forzar a la juventud y obligarla a que se suicide en una sola operación de atentado, sobre cuya validez en el shari’a no le convence, o alberga algún tipo de duda acerca de la magnitud de su validez y su permisibilidad, o piensa que es más como un suicidio que martirio… en este caso si les obedece y se vuela a si mismo, sería obedecerles desafiando a Alá, y esto está prohibido… y si muere mientras él todavía se aferra a esta opinión y alberga esta duda, entonces él está en la categoría de aquéllos que se suicidan, y todas las advertencias concernientes al pecado cardinal del suicidio le aplican.

«[También] es erróneo militar y estratégicamente, ya que significa que el combatiente del jihad sólo se lanza en una sola batalla – qué puede tener éxito y qué puede fracasar – y esto puede asustar a un número grande de jóvenes de la nación islámica que [por otra parte habrían] querido unirse en los campos de batalla del jihad por la causa de Alá!

«También es equivocado con respecto al hermano [e.d., la juventud], mientras malgasta su valor, su seguridad, y su bienestar… después de que hubo arriesgado y sufrido tales peligros. Esto está prohibido!

«Tomados juntos, estas cuatro prohibiciones potenciales [que las operaciones suicidas traen consigo] es lo que me llevó a concluir de que ésta es una acción prohibida. Y si una persona ignorante, o alguna otra, me dijera, ‘Quiere usted un jihad de rosas. Cómo [puede ser esto]? No podríamos llegarle al enemigo si no fuese por vía de éstas operaciones de atentados de martirio’, yo le diría: ‘Ustedes están mintiendo. Los combatientes del jihad que tienen a su disposición bien diseñadas las emboscadas y quedan a la espera del enemigo, llegan al enemigo, y le causan el mayor daño y pérdida posible, en lo que se refiere a la cantidad y en la calidad, de lo que es logrado por medio de las cuestionables operaciones de atentados suicidas que siembran discordia entre los musulmanes y su ‘ulama

«En esta materia existen dos opiniones muy conocidas: Un grupo de estudiosos ve a aquéllos que llevan a cabo estas acciones como el haberse suicidado, y [así] ellos serán reprimidos y castigados [en el más allá]. Y existe otro de grupo de estudiosos que los ven como mártires, y [así] como aquéllos a quienes les han sido prometidos los deleites del Paraíso. A mi manera de ver, ambas opiniones son débiles e inconclusas, tal como explicaré a continuación.

«A pesar de ser de la opinión de que estas operaciones están prohibidas, y que están más ceca de ser suicidas [que el martirio], no obstante si el que las llevó a cabo lo hizo en base a una cierta interpretación y en la confianza en las pruebas de aquéllos que lo permiten, y si pensara que estas pruebas son definitivas, y cumpliese sus condiciones y limitaciones, entonces yo espero que sea [aceptado como] un mártir y que estará entre aquéllos que le han sido prometidos los deleites del Paraíso y que Alá le perdonará.

«Pero si él supiera que esto estaba prohibido… o si dudaba de si fue permitido, y no obstante llevó a cabo la operación, por cualquier razón, luego él es uno que se ha suicidado, y él que se quita su propia vida está entre aquéllos que serán amonestados y castigados [en el más allá]…

«Esto es por si su acción sólo le afecta a si mismo. Pero si su acción provocara la matanza injusta de aquéllos a quienes se les está prohibido matar, entonces esto ejerce presión en los derechos de otros y en el pago de las indemnizaciones y del dinero de sangre. La elaboración en este asunto es demasiado larga para ser incluida aquí, y cualquiera que quiera estudiarlo puede encontrarlo escrito en los libros de jurisprudencia…» [9]

B. Al-Tartusi niega cambiar sus puntos de vista, acusa a Al-Sharq Al-Awsat de «mentiras y malicia«

Siguiendo a las noticias y comentarios en Al-Sharq Al-Awsat declarando que Al-Tartusi había cambiado su opinión de un extremo al otro por temor a que sería expulsado de G. Bretaña, el 3 de septiembre del 2005 Al-Tartusi anunció en su portal un artículo titulado «El Diario Al-Sharq Al-Awsat y la Continua Mentira», en el que negó las declaraciones atribuidas a él. Lo siguiente son extractos del artículo:

«Eso que fue publicado sobre mí el 27 de agosto del 2005, bajo el título ‘El Teórico del Movimiento Jihadi Salafista Cambió de Parecer sobre Al-Qaeda de Un Extremo al Otro y Publica un Fatwa desde Londres Prohibiendo los Ataques Suicidas’, es un enlace en una serie de continuas mentiras a los que Al-Sharq Al-Awsat nos ha acostumbrado…

«El periódico publicó un artículo, ‘De Al-Khudayr [10] a Al-Tartusi’, por su escritor secular, ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed, el 29 de agosto del 2005. En este, Al-Rashed dijo (y en mi opinión él no es nada «arcaico» [Lit: uno que sigue el camino correcto]): El gobierno de G. Bretaña apenas había anunciado su decisión de expulsar a activistas radicales, y ya cada uno de ellos estaban dando vueltas tratando de mejorar su posición. ‘Umar Bakri huyó al Líbano y desde allí declaró su amor a la moderación y rechazó la violencia. El Jeque Abu Basir [Al-Tartusi] cambió su posición y anunció que él considera que las operaciones de martirio son herejía, y sostuvo su nueva posición con pruebas del hadith que animan a la paz. Parece ser que Al-Tartusi – pueda Alá perdonarlo – no estaba consciente de éstas [pruebas] antes de la decisión del gobierno de Blair de expulsar a [gente] como él de su país’…

«Usted dijo acerca de mí, por vía de su escritor, Rashed: ‘Sheikh Abu Basir Al-Tartusi cambió su posición y anunció que él considera que las operaciones de martirio son una herejía’. Esto es mentira, ignorancia, y pura invención, mientras mi declaración de que las operaciones están prohibidas no significa que yo las considero herejía o que convierten a aquéllos que las llevan a cabo en herejes…

«Las denuncias de que yo me retracté de [una posición anterior] y cambié mi opinión, y luego regrese y cambié mi opinión por temor a Blair y sus leyes y por temor a ir a prisión y de ser expulsado… son una invención que la primeras líneas de mi artículo refutan, ya que dije [en este artículo], ‘En el pasado, hace más de cinco años, ya hablé varias veces sobre la ley concerniente a las operaciones suicidas de martirio desde una variedad de puntos de vista’, y estas palabras fueron anunciadas en mi portal para ese momento, y mi posición sobre esta pregunta ha sido dada a conocer a todos desde hace algún tiempo…

«La pregunta que surge es el por qué Al-Sharq Al-Awsat y su mentiroso escritor escogieron ignorar esta frase que refuta su denuncia… La respuesta es conocida a todos y es esta: [por] la animosidad hacia nosotros, hacia nuestro camino, y [hacia] nuestros hermanos, y el deseo obstinado de tomar venganza y embarrarnos, aun cuando sea a través del uso de mentiras y de malicia…

«No le tememos a ningún ser humano – ni a Blair, ni a su gobierno, ni a sus leyes, ni a Bush, su gobierno, y sus locas guerras contra el Islam y los musulmanes, ni a sus amos, los déspotas de la herejía y la apostasía [e.d. el régimen saudita]. Solo le tememos a Alá, y cuando decimos o escribimos algo no intentamos ganar el favor de nadie… Lo único que tomamos en cuenta es la voluntad de Alá…

«Cualquier artículo de noticias que el periódico de basura Al-Sharq Al-Awsat publica sobre mí no me representa, ni refleja mi verdadera posición… y cualquiera que quiera saber la verdad sobre algo que he publicado debería ir a mi portal o escucharlo directamente de mí…» [11]

C. Al-Tartusi reacciona a las respuestas de su fatwa

El 23 de septiembre del 2005, en respuesta a las reacciones y preguntas siguientes a la publicación de su artículo sobre los ataques suicidas, Al-Tartusi anunció una declaración adicional en su portal, titulada «Un Argumento Contra las Demandas y Desafíos de Aquéllos Que Discrepan [con Mi Opinión] sobre los Ataques Suicidas». Lo siguiente son extractos:

«Antes de que conteste a las preguntas de los hermanos y discuta las denuncias de aquéllos que discrepan conmigo, me gustaría relacionar varias cosas:

«Estas así llamadas operaciones de martirio son consideradas, hasta donde el método y los medios fueron usados, de ser un fenómeno moderno, y [así] es posible que referente a ellas haya espacio para la opinión legal religiosa individual [ijtihad] y diferencias de opinión [ikhtilaf] entre los estudiosos. [Estas operaciones] están entre los asuntos prácticos no apropiados que deberían llevar a [la clasificación de gente en] fieles y puros [contra] aquellos acusados de traición, pecado, y de error.

«Mi declaración de que estas operaciones no están permitidas es una declaración antigua con la cual todos estamos familiarizados, [ya que] fue publicada en mi portal hace más de cinco años, entre los fatwas, y no es una declaración nueva, tal como fue publicado en algunos medios de comunicación hostiles y de incitación…

«La verdad y la justicia son misericordia para este mundo y el próximo, y ellas benefician a hombres y a jinns [seres espirituales], no-creyentes y creyentes. Incluso las bestias, insectos, y plantas derivan beneficios de una decisión justa. Así, no estamos obligados a negar cada justicia o verdad que pueda ayudar al no-creyente de alguna manera, o forma, y que renuncie a esta, la esconda, y la haga desaparecer. No, eso no está en nuestra naturaleza. Ésa es la naturaleza del Pueblo del Libro, los judíos y los cristianos que escondieron lo que estaba escrito en el Libro [Divino] y la verdad que Alá reveló a sus profetas. La grandeza de nuestra correcta religión es que prescribe la justicia y el hacer la bondad con aquéllos que creen en esta y con sus enemigos de la misma manera…

«Es posible que aquéllos que se han ido por el camino equivocado, y los no-creyentes, tomaran para si mismos lo que estoy diciendo y su sutileza mientras se apropiaron de lo que otros han dicho en el pasado, lo sacará de su contexto e intención [original], y lo usará para sus malvados propósitos. Pero esto no lo hace legítimo a nosotros el estar callados y no obedecer a la llamada de la verdad… La solución a tales situaciones es que la gente reciba la información o el fatwa de fuentes fiables y de aquéllos que lo emitieron, y no de fuentes que pertenecen a aquéllos que se han desviado del camino correcto…

«En lo siguiente, responderé a las preguntas que se me hicieron, y discutiré las pruebas de aquéllos que discrepan [con mi opinión], uno tras otro:

«Argumento #1: Una de las pruebas más fuertes [usadas para] permitir las operaciones de martirio y uno mismo quitarse la vida para infligir fuertes bajas al enemigo es [Corán] verso 6:151: ‘No tomes injustamente la vida que Dios ha prohibido’. [Aquéllos que hicieron esta denuncia] citaron al Jeque ‘Abd Al-Qadir Ibn ‘Abd Al-‘Aziz diciendo que él creía que las operaciones de martirio no eran permitidas porque no había encontrado una prueba explícita entre los textos que la remueven de la categoría de suicidio. Él luchó con esto durante mucho tiempo hasta que encontró una prueba que las permite en el verso, ‘No tomes la vida que Dios prohibió injustamente’, ya que el jihad en contra del enemigo y el hacerles daño es la mayor justicia [y por consiguiente se le permite a uno quitarse su propia vida para este propósito].

«Respuesta: Juzgando de lo que fue informado en el nombre del Jeque ‘Abd Al-Qadir, podemos decir que el jeque está de acuerdo con nosotros en que el resto de los textos – qué discutiremos en breve – no permiten las operaciones de martirio y no los remueven de la categoría de suicidio; esto, aparte del verso que fue mencionado, de qué el jeque era el único que entendía de esta manera. Él era el único en usarlo como prueba sobre este asunto. ¿Pero contiene este verso realmente una prueba que permite [éstas] operaciones?

«No, no contiene una prueba que permite las así llamadas operaciones de martirio, porque todos los expertos están de acuerdo en que este verso es sobre la imposición de la pena de muerte, la cual es llevada a cabo por un gobernante musulmán en contra de criminales que, según la ley islámica, merecen esto. También se relaciona a la matanza y a emprender la guerra contra esos combatientes enemigos infieles que merecen ser muertos según la ley islámica. El asesino [en el verso], quién es directamente responsable por llevar a cabo la pena de muerte y el dar muerte, es el gobernante musulmán… y el que es matado y contra quien la pena de muerte es llevada a cabo es otra persona, alguien que ha cometido un crimen que, según la ley islámica, le hace merecedor a ser muerto. [Así el verso no tiene nada que ver con que uno mismo se quite la vida].

«Además, la muerte de alguien que mata injustamente, y la imposición de la pena de muerte sobre él, es la justicia más grande; no obstante, se le prohíbe al asesino, según los estudiosos, quitarse la vida o ejecutar la pena de muerte en contra de si mismo.

«Además, el Jeque ‘Abd Al-Qadir, y solo él, entendió [este verso] de esta extraña manera. Nadie que se sepa ante él o después de él lo entendió de esta forma. Esta clase de individuo y la extraña interpretación no pueden refutar las pruebas inequívocas ni [permitir] el quitar vidas u otras tales acciones extravagantes.

«[Este] verso y sus significados no tienen nada que ver con el tema al cual intentaron aplicarlo. [Este] verso, con el que intentaron permitir las operaciones [suicidas] – y qué aquéllos que discrepan conmigo me ven como una de las pruebas más fuertes, si no la más fuerte de todas – no es nada más que una prueba ambigua, y no es ciertamente una prueba clara… permitiendo las así llamadas operaciones de martirio. ¿Puede esta prueba, la cual es demasiado débil [incluso] ser [considera] una prueba ambigua, proporcionando una respuesta a las pruebas inequívocas que prohíben a alguien quitarse la vida y ver esto como suicidio y uno de los más graves pecados? [Ciertamente que no.]

«Argumento #2: [Hay aquéllos que plantean] la historia del joven devoto y el rey déspota, en el que [el joven] le mostró al rey de qué manera podría morir, y así es similar a alguien que se quita su propia vida. Esto [supuestamente muestra] que las así llamadas operaciones de martirio son permitidas. [La historia del joven devoto y el rey déspota es un hadith que cuenta de un joven que sanó a leprosos, ciegos, y a otras personas enfermas. Él fue convocado por el rey, que le preguntó quién es el que le da los poderes curativos. Él contestó, «Alá.» El rey preguntó, «Refiriéndose a mi?» El joven contestó, «No.» El rey preguntó, «tienes otro dios aparte de mí?» El joven contestó, «Alá es mi Dios y el tuyo». El rey exigió que se disculpara por lo que dijo, pero se negó, y el rey le ordenó a sus hombres que lo mataran, pero no pudieron, y en cambio murieron. El joven le dijo al rey que él no tenía poder sobre ellos, y que él y sus hombres no podrían matarlo salvo de una manera muy particular. El rey preguntó, cual es esa manera?» El joven contestó, «Congrega a tus hombres en cierta llanura, crucifícame en un tronco, toma una flecha de mi estuche y di, «En el nombre de Alá, Dios de este joven». Cuando digas esto, podrás matarme. El rey lo hizo así y el joven fue muerto, y todos los hombres dijeron, «Nosotros creemos en el Dios de este joven».]

«Respuesta: Esto es [de hecho] una de las mejores pruebas que aquéllos [quiénes se oponen a mi opinión] han traído en apoyo a su posición sobre la pregunta, pero no obstante está inconclusa en su indicación a la permisibilidad de las así llamadas operaciones de martirio. Esta inconclusividad es debido a los siguientes puntos:

» – La historia del joven y el rey déspota es una historia especial y excepcional que nunca se repitió en toda la historia. El joven hizo lo que hizo de una clase de inspiración divina o revelación que le instruyó lo qué debía hacer. No creo que cualquiera que no haya recibido tal revelación le pudiera decir a un déspota opresor: «Tu no tienes poder sobre mí, y no puedes matarme, no importa lo que hagas y no importa cuánto tu ejército cargue sobre mí, salvo de una manera particular y específica’. Éste no es el caso de las operaciones suicidas!

» – Uno de los objetivos y metas de la manera en que el joven le mostró al rey [a que matara] era demostrarle al rey, a su séquito, y a sus ministros, y al pueblo, de que el rey no era un dios, tal cuando él exigía, y que era impotente y débil y que no podía ayudar ni herir; que era incapaz de matar a quien quisiera, a pesar del poder y del poderío que se le había otorgado; de que [todas] las almas están en manos de su Creador y su Rey, Él quién concede la vida y da muerte; y que el rey, si quisiera matar [al joven], no tenía ningún otro recurso sino el pedir permiso del Creador y del Rey por [su] alma y de cada alma. El pedir permiso del Creador es hecho por el rey después de que haya congregado a todo el pueblo junto para atestiguar la escena: ‘En el nombre de Alá, Dios del joven’. Si él hace esto, [puede] darle muerte a l joven, y si no lo hace, entonces no puede matarlo, y no tiene ningún poder sobre él, no importa cuantas veces intente. Ésta es la suprema e importante meta [de las acciones del joven], ya que por esos días la gente pensó que el rey era su dios y que tenía el poder sobre las almas del pueblo y que podía conceder la vida, y dar muerte, a cualquiera que él quisiera. Éste no es el caso con las operaciones suicidas, y sus metas no tienen nada que ver con esto.

» – La manera en el que el joven fue muerto provocó que una nación entera fuese guiada hacia el camino correcto, y que el pueblo fuese conducido fuera de la opresión de la idolatría y del culto de ídolos a la luz de monoteísmo y el culto al Creador. El joven, a través de la revelación que [él recibió], estaba consciente de esto y sabía sobre los altísimos resultados que serían logrados. Por esta razón, insistió en la sola manera en la cual él instruyó al rey, y a través del cual estos altísimos e incomparables beneficios fueron realizados. Según un auténtico hadith, cuando el joven murió, el pueblo dijo: ‘Creemos en el Dios del joven, creemos en el Dios del joven, creemos en el Dios del joven’. Cuando el rey llegó, le dijeron: ‘Ves a lo que tenías por que preocuparte? Alá te entregó una advertencia, y el pueblo creyó’. Éste no es el caso de las operaciones suicidas.

» – A pesar del hecho de que la nación islámica es una nación de jihad y de deseo por el martirio – y ha ido a miles de batallas a lo largo del curso de su historia – no obstante los estudiosos del Islam nunca han sacado de la historia del joven y el rey la conclusión que ha sido sacada por varios de nuestros contemporáneos – a saber, que esta historia constituye una prueba de la permisibilidad de que uno mismo se quite la vida para infligirle daños al enemigo. Todo eso es bueno y todo lo que suena será encontrado siguiendo en los pasos de las anteriores generaciones virtuosas y entendiéndolos, y no en proponer innovaciones infundadas – y especialmente si estas innovaciones están en relación a lo que es inviolable y a los asuntos de vida y muerte.

» – Además del procedimiento, también se puede decir que realmente el joven no se quito su propia vida, sino que fue muerto por el rey déspota, donde en las operaciones suicidas uno mismo se quita la vida.

» – Si un asesino que se merece la pena capital especificado en el Corán es traído ante una corte del shari’a por ellos para llevar a cabo la pena capital contra él, uno no diría de él que se quito la vida y que es como alguien quien se ha quitado la vida, y que en consecuencia se le permite quitarse la vida, y que puede llevar a cabo la pena capital contra él mismo por si mismo. Lo mismo es cierto en la historia del joven. Simplemente porque le mostró al rey la manera en la cual él podía morir – para lograr los beneficios mencionados – esto no significa, y no puede decirse, que él se quito la vida, y que su caso es el caso de alguien que se quita la vida, tal como algunos lo han entendido.

«De todo lo precedente, podemos ver que la historia del joven y el rey, y sus implicaciones, es una cosa, y que las operaciones suicidas que han sido justificadas por este son algo distinto. Lo más que puede decirse acerca de la historia del joven y el rey es que está inconclusa en su indicación a la permisibilidad de las operaciones suicidas. A lo cual es inconclusa, tal como señalé en mi ensayo «Pecados Potenciales…», no puede tomar precedencia, ni rival, ni refutar, o limitar la extensión o la aplicación de lo que es determinante, qué en nuestro caso le prohíbe a uno mismo quitarse la vida.

«Argumento #3: [Algunos han] arrastrado una analogía entre uno mismo en quitarse la vida por la causa del jihad a la muerte de un musulmán que está siendo usado como un escudo humano para la causa del jihad, lo cual es permisible. Ellos dicen que los estudiosos religiosos determinaron que es permisible matar al escudo humano, quien es un musulmán cuya vida es inviolable, para repeler la agresión del enemigo. Si luego se le permite matar al escudo humano [musulmán] por la causa del jihad, entonces a uno [también] le es permitió quitarse la vida, como [por ejemplo] las así llamadas operaciones de martirio, por la causa del jihad, ya que las dos [e.d. el escudo humano y el que se quita su propia vida] es igual en santidad y en valor.

«Respuesta: Esta es una analogía sin base debido a la incompatibilidad [de los dos elementos de la analogía], y no encaja en el ser usado como una prueba para la permisibilidad de operaciones suicidas, por varios razones:

» – La muerte del escudo humano [musulmán] está sujeta a las condiciones y estipulaciones que no están reunidas el [el caso de] las operaciones suicidas. Al-Qurtubi, en el 8:563 de su comentario al Corán, dijo: ‘La muerte del escudo humano [musulmán] está permitido, y nadie disputa esto, si el beneficio [derivado de darle muerte] es necesario, comprensivo, y definitivo. El significado de este siendo necesario: de que es imposible llegarle de forma alguna a los no-creyentes sino dándole muerte al escudo humano. El significado de este siendo comprensivo: de que sea de importancia decisiva para la totalidad de la nación islámica, tal como darle muerte al escudo humano sea un beneficio para todos los musulmanes, y si uno no actúa, [entonces] los no-creyentes [mismos] matarán al escudo humano y dominarán la nación islámica. El significado de este en ser definitivo – que este beneficio sea logrado definitivamente dándole muerte al escudo humano’. A esto se le debe agregar la condición de que es imposible rechazar el ataque del enemigo de una dirección otra que la del escudo [humano]. Bajo estas condiciones y estipulaciones, se permite actuar de acuerdo con la ley del escudo humano. Las operaciones suicidas – las así llamadas operaciones de martirio – no cumplen ninguna de estas condiciones o estipulaciones, así de lleno, y así continua en que es imposible delinear una analogía entre ellas y la cuestión del escudo [humano].

» – Al escudo humano otra persona le da muerte, y la [permisibilidad de] ser muerto por alguien más de ninguna manera significa que es permisible para él quitarse la vida de una manera directa para privarle al enemigo de la posibilidad de usarlo como un medio de ejercer presión sobre los musulmanes – considerando que en las operaciones suicidas uno mismo se quita la vida [y de esta manera estas no están permitidas].

» – A pesar del hecho de que para la nación islámica existe una gran demanda por aprovecharse de cada parte de las leyes del jihad – mientras sea nación de jihad y de guerra – no obstante, sus virtuosos antepasados no introdujeron esta ley y esta extraña analogía a la pregunta del escudo [humano]. Esto no significa que su habilidad de comprender y juzgar propiamente los significados de los textos fuera deficiente, Dios lo prohíba. Esto significa, más bien, que este entendimiento [del asunto] que ha sido adoptado por una minoría de los últimos [estudiosos] contemporáneos, es extraño y débil.

» – La denuncia de que el escudo [humano] que otra persona le da muerte, y quién se quita la vida por la causa del jihad, son ‘iguales en santidad y valor’ es completamente incorrecto. Mientras es verdad que son iguales en términos a su santidad como gente cuyas vidas son inviolables, ellos difieren en nivel, grado, y valor, y en otros contenidos. El combatiente del jihad que lucha en los campos de batalla del jihad no es el mismo que esos evasores que se quedan detrás, o esos plebeyos que evaden el jihad y que podrían ser usados por el enemigo como un escudo [humano], tal como Alá dijo [Corán 4:95]: ‘Aquéllos de entre los creyentes que se quedan detrás – aparte de los inválidos – no es igual a aquéllos que combaten el jihad por la causa de Alá con sus posesiones y sus vidas. Alá le ha otorgado a aquéllos que combaten el jihad con sus posesiones y sus vidas un nivel más alto que a aquéllos que se quedan detrás. Alá les ha prometido lo bueno a todos, pero Alá ha otorgado un premio mayor a aquéllos que combaten el jihad que a aquéllos que se quedan detrás’. Esto fue dicho sobre aquéllos que tenían una excusa para quedarse detrás, así que cuánto más referente a aquéllos que no tienen una excusa para quedarse detrás. El combatiente del jihad merece la pena! También se dice [Corán 57:10]: ‘Él que gaste [el dinero] y combata antes de la victoria no es igual a aquéllos que gastaron [el dinero] y lucharon después; él está en un nivel más alto. Alá ha prometido lo bueno para todos, y Alá conoce bien tus acciones’. Esta diferencia en el nivel, grado, y el valor está entre aquéllos que gastaron y combatieron antes de la victoria y aquéllos que gastaron y combatieron después de la victoria, y así involucrando a uno que no gastó y no combatió en absoluto por la causa de Alá, y prefirió estar con los evasores, la preferencia [para el combatiente del jihad] es todo lo mayor. Igualmente, el sunna ha indicado que [la vida] y el honor de uno que combate el jihad por la causa de Alá es de una santidad mayor que la de aquéllos que se quedan detrás en sus casas. Así sabemos que no debemos aceptar la opinión de aquéllos que discrepan [conmigo] y que dicen que están en el mismo nivel en lo que se refiere al valor y la santidad y el grado en todo los aspectos, y por esta razón [exigen que] así como está permitido matar a uno por lo bueno del jihad, así se le permite al otro quitarse la vida para lo bueno del jihad, y delinear una analogía entre las dos. Por consiguiente, cuando dije que esta prueba es equívoca y no está en pie… [Yo estaba en lo correcto].

«Argumento #4: Muchos de aquéllos que respondieron evidenciaron las pruebas que le permiten a uno atacar [inghimas] y penetrar [iqtiham] las líneas del enemigo [en lograr] un beneficio arrollador para el jihad, y luego delinear una analogía entre el que se quita la vida en un ataque suicida y estas pruebas.

Respuesta: Las pruebas que permiten atacar las líneas del enemigo para lograr un beneficio arrollador en el jihad son correctas, y es correcto actuar de acuerdo con ellas. Sin embargo, atacar [las líneas del enemigo] es una cosa, y uno mismo quitarse la vida, como en los ataques suicidas, es otra, y es imposible deducir una analogía de una a la otra, y esto por varias razones:

» – Uno que ataca [las líneas enemigas] es muerto por el enemigo, considerando que uno que lleva a cabo un ataque suicida por si mismo, y así en esto no son iguales.

» – Que el que ataca las líneas enemigas sea muerto es probable, pero no cierto, ya que muchos de aquéllos que atacan las líneas del enemigo dispersan su ejército y tienen éxito en su misión sin que sean muertos. No existe mejor testigo a esto que la historia del jihad en el Islam. En contraste, alguien que se vuela a si mismo en un ataque suicida se ha quitado la vida con seguridad, y así en esto no son iguales.

» – Esta analogía es una innovación legal que nunca fue presentada por ninguno de nuestros antepasados. Y uno no puede decir que [esto es debido a] que nuestros antepasados no tenían explosivos a su disposición como para poder deducir la analogía, ya que no escaseaban maneras para que uno mismo se quite la vida, y estas son abundantes en cada época y lugar. Si fuera permisible para uno mismo el quitarse la vida para lograr uno de los objetivos del jihad, es imposible que nuestros virtuosos antepasados no hubieran dicho algo sobre esto, especialmente mientras no exista detalle alguno en las leyes del jihad, sin importar cuan pequeño y discreto, en el que no discutieran y elucidaran.

«Así vemos que las pruebas que [respaldan el caso de] atacar a [las líneas enemigas] no son fuertes y no tienen éxito en demostrar la permisibilidad de que uno mismo se quite la vida para uno de los objetivos del jihad. Lo que estas pruebas tienen que decir sobre el asunto es ambiguo, y Alá lo sabe todo.

«Otra objeción: Alguien que se quita la vida en una tal operación de martirio no se quita la vida a si mismo porque está cansado de este mundo o para escaparse de una aflicción fugaz que le ha ocurrido, sino que más bien lo hace para infligir fuertes bajas en el enemigo y porque busca el martirio por la causa de Alá, y por consiguiente los versos y los hadiths que prohíben a uno mismo quitarse la vida y califican al que lo hace como un pecador aplica al anterior y no al último [y así los ataques suicidas no están prohibidos].

«Respuesta: Cualquier acto religioso a través del cuál uno busca acercarse a Alá debe necesariamente cumplir dos condiciones, y ninguno de ellos es suficiente sin el otro: 1) que el acto sea en su totalidad por la causa de Alá y nada más, y 2) que esté de acuerdo con el sunna y siga con el shari’a y sus leyes…

«Cualquiera que le sirva a Alá de manera otra que la que Él permitió, y legisló, y ordenó – su veneración es rechazada, aun sí cumpliese la condición del acto que sea completamente [por la causa de Alá], tal como Alá dijo [Corán 18:110], ‘Quien desee reunirse con su Señor, permítanle hacer buenos hechos…’ – es decir, hechos que están de acuerdo con el sunna y las leyes del shari’a – ‘y no le permiten en su culto asociar a nadie más con su Señor’ – es decir, él tiene que cumplir la condición del acto que es totalmente [para Alá] cuando hace un buen hecho. Y Alá dijo [Corán 67:2]: ‘Él quién creó la vida y la muerte, para probarte y ver quién entre ustedes es el mas correcto en sus hechos’. Los estudiosos dijeron: Esto significa, cual de ustedes es el más virtuoso [en los actos] y el más puro [en intención] en sus hechos. La actuación del jihad no está exenta de estas dos condiciones. No es suficiente que este dedicado totalmente a Alá, sino que también debe estar de acuerdo con el sunna y con las leyes del shari’a, y si ambas de estas condiciones no se cumplen, la acción es lanzada de vuelta en contra de quien lo hizo…

«Otra objeción: Algunos han dicho: Tu decisión en este asunto no beneficia al jihad y a los combatientes del jihad; al contrario, beneficia a tus enemigos.

Respuesta: Lo importante es, primero y por encima de todo, lo que la ley dicta acerca de este asunto, y lo que sea que la ley dicte, es decir el beneficio predominante; y siempre que haya algo que esté en conflicto con lo que la ley dicte, entonces no hay beneficio alguno, sólo el detrimento, así lo sepamos o no [tal como dice en Corán 2:132]: ‘Alá sabe, y tu no sabes’. Al contrario, mi decisión sobre este asunto, además del preceder, es precisamente lo que contiene el beneficio predominante para el jihad y para los combatientes del jihad y para el buen nombre del jihad y erigirse como uno de los grandes pilares del Islam. Esto es lo que creo, y ésta es una de las razones que me llevaron – ya hace algún tiempo y no sólo recientemente – a ensartar esta pregunta. Debería saberse que yo no acepto ni aceptaré que la juventud [quiénes están consagrados a] la unidad de Dios y del jihad, sobre todo mientras sean pocos y estén separados, deberían convertirse en sacrificios de las operaciones suicidas, y que haciendo esto deberíamos alegrar a [nuestros] enemigos y darles el más precioso de los regalos, y esto sin que haya ningún pago de que hablar – así lo sepamos o no – como si no hubiera ninguna otra manera de combatir el jihad y reavivar la obligación del jihad otra que esta manera incierta que siembra disensión y discordancia entre los musulmanes.

«El cierto sacrificio en un ataque suicida de un joven [consagrado a] la unidad de Dios y el jihad – de quienes existen no más de algunos centenares, o algunos miles – a cambio de darle [muerte] a una o dos personas, o el herir a un numero de fuerzas enemigas que pueden ser contados con los dedos de una mano, mientras las fuerzas enemigas numeran cientos de millones – ve usted algún beneficio predominante militar-estratégico al jihad y a los combatientes del jihad en esta acción y este resultado, en un análisis de beneficios de costo…? Son los jóvenes [quiénes están consagrados a] la unidad de Dios y al jihad, la élite de la nación islámica, de tan poca importancia para ustedes? ¿Considera usted que son de tan poco valor?

«… Aquéllos que discrepan [conmigo] permitieron estas operaciones, sujetas a condiciones y estipulaciones bien-definidas:

» – que sean excepcionales, y que uno no tenga recursos para estas excepto cuando sean una necesidad urgente hecha obligatoria por un beneficio predominante necesario al jihad, en alguna circunstancia específica dada;

» – que el beneficio derivado de ellas sea predominante y definitivo – o en otros términos, no [sólo] presuntivo;

» – que el beneficio derivado de estas debería ser de importancia general para todos los musulmanes;

» – que sean infligidas bajas extremadamente fuertes al enemigo;

» – que sea imposible infligir estas fuertes bajas de otra manera que a través de esta acción;

» – que no lleve a la muerte de personas inocentes cuya muerte prohíbe el shari’a y a quiénes no están en la categoría de la gente gobernada por la ley del escudo [humano]…;

» – además de todo el precedente, que la motivación para este acto de sacrificio sea puro en intención, y de jihad por la causa de Alá, y hacer de la palabra de Alá suprema, y no para cualquier otro objetivo o motivo.

«Éstas son las condiciones [impuestas por] estos estudiosos contemporáneos que permitieron estas operaciones,, y las permitieron condicional a que fuesen cumplidas. La pregunta que surge es: ¿Se adhieren y cumplen aquéllos estas condiciones y estipulaciones que llevan a cabo los ataques suicidas – tal como los vemos, y vivimos con ellos, y escuchamos sobre ellos? ¿En cuántos y en qué porcentaje de las operaciones [suicidas] se adhirieron a estas estipulaciones y condiciones?

«La respuesta es muy frustrante: Quizás en más del 90% de estas operaciones, no todas estas condiciones y estipulaciones fueron cumplidas. Uno no puede atribuirle la opinión de que estas operaciones son permitidas y legitimas a esos ‘ulama y jeques contemporáneos que permitieron estas operaciones, [ya que sólo las permitieron] de acuerdo con sus condiciones y estipulaciones.

«Así existe la causa para el grupo de estudiosos contemporáneos que decidieron a favor de la permisibilidad [de estas operaciones], de acuerdo con sus condiciones y estipulaciones, a remontarse y revisar su fatwas dondequiera que encuentren que el fatwa podría ser mal interpretado, o ser mal usado, o implementado en un contexto impropio, o ser empleado por aquéllos que no tienen ningún conocimiento de sus estipulaciones y condiciones y de esta manera no las toman en cuenta, así como vemos es a menudo el caso.

«Ésta es mi respuesta y mi refutación a las pruebas y objeciones de aquéllos que discrepan conmigo, alabado sea Alá, Señor de los mundos…

«‘Abd Al-Mun’im Mustafa Halima

[A.K.A.] Abu Basir Al-Tartusi

23 de septiembre, 2005″ [12]

D. Al-Tartusi: «Las operaciones de Aman son ilegítimas y prohibidas, y hacen más daño que bien»

Siguiendo a los ataques del 9 de noviembre, 2005 en varios hoteles en Aman, Jordania, Al-Tartusi condenó los ataques en un anuncio del 10 de noviembre en su portal. Lo siguiente son extractos:

«Los medios de comunicación informaron en la tarde del miércoles, 9 de noviembre, que un ataque en tres hoteles en Aman fueron llevados a cabo, por medio de operaciones suicidas. Sin tener en cuenta quién era el que estaba detrás de esta acción, y desde la posición de confianza puesta en mi y la responsabilidad que descansa en mis hombros, y por la cual yo le respondo a Alá, enfatizo que esta operación es ilegítima y está prohibida [por las leyes del Islam] – y no sólo hace más daño que bien, no produce nada bueno en absoluto, y no puede ser considerado islámico ni puede ser considerado jihad… ni puede ser categorizado como un acto de jihad según el shari’a. Yo lo repudio ante Alá, y no lo reconozco o lo apruebo. [Digo esto] porque hay tres tipos de víctimas de estas explosiones:

«A. Musulmanes, que comprenden la mayoría de las víctimas, y a quienes se les prohíbe asustar o abusar de su vida, su propiedad, u honor de forma alguna – esto según el Corán, el sunna, y el ijma‘ [acuerdo general obligatorio legal].

«B. Los empresarios no-musulmanes extranjeros, turistas, y funcionarios que trabajan en los hoteles. Ellos tienen el estatus de aliados protegidos [mu’ahad] – tal como he explicado en todas partes – e igualmente está prohibido asustarlos o abusar de su vida, su propiedad, u honor de forma alguna, según el Corán, el sunna, y el ijma’.

«C. La gente en misiones militares o de espionaje hostiles a los musulmanes. Yo me supongo que estaban presentes, aunque no puedo declararlo positivamente. No obstante, su presencia no es excusa para un ataque intencional en contra de las dos primeras categorías que yo mencioné, ni según la ley [islámica] ni según la razón.

«Ya he explicado esta posición mía una y otra vez… para cumplir mi obligación ante Alá y ante el hombre, y para que mi silencio no sea interpretado como un tipo de acuerdo o aprobación de este tipo de operaciones.

«En el pasado, cuando condené y repudié los ataques en Londres, los propagadores de falsos rumores, incitadores y las personas rencorosas que intentan buscar cualquier paso en falso dijeron que éste era un fatwa político que yo emití [sólo] porque vivo en Londres y temía por mi vida y la de mi familia, y menos que fuésemos dañados por las leyes del gobierno británico concernientes a lo que se presume ser terrorismo, y que lo emití por miedo y sólo para salvarme.

«A aquéllos y a los otros yo les digo: Yo por la presente enfatizo la misma posición respecto a las explosiones en Aman, a pesar de haber ocurrido a una distancia de miles de millas de aquí, y a pesar del hecho de que las autoridades jordanas me obligaron a salir de Jordania y que me han prohibido entrar en su territorio durante décadas, y no tengo nada que esperar o ganar de Jordania. Por consiguiente, todo lo que pueda decirse es que esta posición deriva solamente de lo que yo creo, de la religión, y de la moral, y [del deseo] de acercarme a Alá – y no [del deseo] de acercarse a los seres humanos…

«‘Abd Al-Mun’im Mustafa Halima

[A.K.A.] Abu Basir Al-Tartusi

10 de noviembre, 2005″ [13]

E. Al-Tartusi: «Él que aprueba algo es como si él lo hubiese hecho»

Al día siguiente, 11 de noviembre del 2005, Al-Tartusi publicó un fatwa titulado «Él Que Aprueba Algo es Como si lo Hubiese Hecho». Lo siguiente son extractos:

«Sepan que él que aprueba algo es como si lo hubiese hecho, y quién aprueba una abominación o un pecado, y aplaude, alaba, y lo eleva – lleva su propia responsabilidad y la responsabilidad de quién cometió [el pecado], aunque él [el que lo aprobó] no lo haga personalmente y estuvo sentado en su sofá en casa [para ese momento]. Y él que aprueba un hecho bueno recibe el premio por este y el premio de quién lo realizó, aunque él [el que lo aprueba] no lo haga por si mismo, y se le impidió hacerlo por incapacidad o debilidad…

«Alá dijo [Corán 4:140]: ‘Él te ha revelado en el Libro que si escuchas que Sus señales son negadas [yukfar biha] y ridiculizadas, no te sientes con ellos hasta que cambien de tema, ya que eso haría que te agraden. Alá reunirá a los hipócritas y a los no-creyentes en el Infierno’.

«El Jeque Suleiman ibn ‘Abdallah ibn Muhammad ibn ‘Abd Al-Wahhab dijo: El puro significado de este verso es que si alguien escucha que las señales de Alá están siendo negadas y ridiculizadas, y se sienta con los no-creyentes [al-kafirin] y los que ridiculizan sin que él haya sido forzado a hacerlo, y sin repudiar [lo que están diciendo], y sin dejarlos hasta que hayan cambiado de tema, entonces él es un no-creyente [kafir] como ellos, aun cuando no haya hecho lo que ellos hicieron, ya que esto es en efecto aprobación de incredulidad, y la aprobación a la incredulidad es la incredulidad.

«Los estudiosos de la ley [islámica] han concluido, en base a este verso… que él que aprueba un pecado es igual al que lo cometió, y si él clama que lo repudia en su corazón, [su clamor] no puede ser aceptado, ya que uno [sólo] juzga [en base a] lo que se puede ver. Él hizo un despliegue de incredulidad, y así él es un no-creyente…

«Al-Qurtubi dijo en su Al-Jami’ 418/5, ‘[El Corán dice:] «ya que eso haría que les agrades» – [Esto significa que] cualquiera que no este claro de ellos expresa la aprobación de sus acciones, y la aprobación de la incredulidad es la incredulidad. Así, todos los que se sientan [con otros] en una reunión de pecadores y no los reprenden llevan la misma responsabilidad al igual que ellos. Si él no puede reprenderlos, debería intentar encontrar una manera de dejar su compañía para no caer en la categoría de gente que es discutida en este verso’.

«Algunas personas que estaban bebiendo vino fueron traídas ante [el Califa Umayyad] ‘Umar ibn ‘Abd al-‘Aziz, y él ordenó a que fuesen azotados. Se le dijo que había uno entre ellos que se abstuvo [de beber vino], y dijo, ‘Comienza con él, ya que has escuchado las palabras de Alá: «Él te ha revelado en el Libro que si tu escuchas que Sus señales son negadas y ridiculizadas, no te sientes hasta que cambien de tema, ya que eso haría que les agrades…»‘

«Si alguien da testimonio de un pecado que está siendo cometido y lo desaprueba, es como si no estuviera allí, y él que no estaba allí y lo aprueba, es como si él diera testimonio de esto… Lo esencial es la intención de uno…

«Un fenómeno extendido ha atrapado mi atención entre mucha gente que no toman a la religión en serio. Ellos no sólo meten sus narices en [los versos del Corán] cuya interpretación es incierta, a menudo se entrometen, sin que tengan ningún conocimiento [sobre este], con [los versos del Corán] cuya interpretación es clara y que claramente indica que algo está prohibido o es permitido, y luego ellos se separan en partidarios y opositores…

«‘Abd Al-Mun’im Mustafa Halima

[A.K.A.] Abu Basir Al-Tartusi

11 de noviembre, 2005″ [14]

F. Al-Tartusi acusa a la juventud fanática pasional de apoyar automáticamente todo lo que los combatientes del Jihad hacen

Al día siguiente, 12 de noviembre del 2005, Al-Tartusi anunció un artículo adicional en su portal, titulado «Una Falacia Extendida que Necesita ser Corregida.» Lo siguiente son extractos:

«Por algún tiempo, he notado una tendencia engañosa entre algunos de la juventud que sienten pasión por la causa del jihad. Ellos – fuera de la pasión, el fanatismo, y la ignorancia – rechazan cualquier opinión, aun cuando sea correcta, que va en contra de lo que algunos de los combatientes del jihad están haciendo. Lo correcto, hasta donde les concierne, es cualquier cosa que los combatientes del jihad estén haciendo, aun cuando esto contradice los textos explícitos del Corán y el sunna… En su opinión, los combatientes del jihad son infalibles… No aceptan ninguna opinión de alguien que no combata – aun cuando este en lo correcto – concernientes a alguien que combate, aun sí el que no combate le teme a Dios y es de gran conocimiento, mientras que el que combate es ignorante y este equivocado…

«A veces ellos rechazan los textos explícitos del Corán y el sunna de una manera arbitraria, y por un deseo de distorsionar la verdad, bajo el pretexto para ellos de seguir la escuela y la opinión de los combatientes del jihad. Su pretexto para todo lo que he mencionado es su entendimiento engañoso del Corán 29:69: ‘Aquéllos que combaten [jahadu] por Nuestra causa, Nosotros los guiaremos a Nuestros caminos, ya que Alá está con aquéllos quienes hacen lo correcto’.

«Ellos dicen que esto es evidencia de que Alá promete guiar a los combatientes del jihad hacia los caminos de la verdad y guía y lo qué es correcto, [y que Él lo hace para ellos] en exclusión de otros, o más de lo que él hace para los otros, y así dijeron que sólo los combatientes del jihad serían guiados debidamente, y no los otros. Se deduciría de esto que si [los combatientes del jihad] discrepan con alguien, entonces es cierto que los combatientes del jihad están en lo correcto, y que aquéllos que discrepan con ellos están equivocados. Ellos dicen esto sin examinar cuidadosamente la evidencia que los dos bandos [traen para apoyar sus casos], y sin examinar cuidadosamente cual de las dos opiniones o lados está más cerca de la evidencia del Corán y del sunna y sus intenciones.

«Éste es un entendimiento engañoso de este noble verso y su intención. La mayoría de los expertos están de acuerdo que Sus palabras ‘aquéllos que combaten [jahadu] por Nuestra causa’ significa aquéllos que combatieron sus propias almas [jahadu] en un intento por complacer a Alá, y trajeron sus almas a la sumisión y obediencia y a la resistencia al deseo y a las opiniones erradas y a la búsqueda del conocimiento, y aquéllos que dedujeron la verdad y ordenaron lo correcto y prohibieron lo equivocado. [Los expertos] dijeron: El hecho de que este verso es Meccan [e.d. lo que Muhammad recibió durante el período cuando todavía vivía en la Meca] indica que éste es el significado, ya que fue revelado antes que el combatir fuese permitido en la ley islámica.

«Yo no niego que algunos de los estudiosos y expertos interpretaron las palabras ‘aquéllos que combaten por Nuestra causa’ como una pelea en contra del enemigo. Y en hacerle la guerra a este por la causa de Alá, [y yo tampoco hago] lo que dijeron nuestros primeros antepasados: ‘Si ves a gente discrepando, ponte del lado de aquéllos que combaten el jihad.’ Pero lo que yo rechazo, y no puede aceptar, es la restricción del verso refiriéndose sólo al jihad en el sentido de la guerra, a la exclusión de cualquier otro tipo de lucha y de jihad – en especial desde que el verso fue revelado en la Meca, es decir, antes del jihad [en el sentido de la guerra] fue permitido en la ley islámica.

«Otra cosa que indica que el significado del verso es como cuando dijimos son Sus palabras [Corán 2:282]: ‘Teman a Alá. Alá te enseña. Alá lo Sabe Todo’.

«El temerle a Alá incluye más que sólo el jihad en contra del enemigo. Este incluye el jihad contra el enemigo, [pero también incluye] el jihad del alma y hacerlo arrodillar, y a la obediencia y la sumisión a los textos del shari’a, en lo que es manifestado [en hechos] y en lo que está oculto [en el pensamiento]. Este lo sigue al grado en el cuál uno mantiene el miedo a Alá en un sentido más amplio, en el alma de uno, a ese mismo grado Alá le enseña, y él adquiere mayor conocimiento y erudición. Este [verso] se mantiene como una prueba concerniente al otro [verso, e.d., que el primer verso no sólo era acerca de los combatientes del jihad.]

«Otra prueba son las palabras de Alá [Corán 9:122]: ‘Los creyentes no deberían salir todos a combatir. De cada grupo de entre ellos, una parte solo debería ir hacia adelante, de que ellos [quiénes son dejados atrás] pueden estudiar religión [yatafaqqahu], y que pueden advertir a su gente cuando regresen a ellos, para que puedan tener cuidado’. Este noble verso muestra que la parte que se quedó con el Profeta aprendió el conocimiento y las leyes [tafaqquh] de la religión de él… y no salió a batallar ni condujo ataques, ellos son los que informan y enseñan lo que aprendieron del Profeta a aquéllos que salieron a batallar y dirigieron ataques, cuando regresen a ellos. En otras palabras, es el que se abstiene del jihad para estudiar quién informa y enseña a aquéllos que salieron en redadas y en jihad, cuando regresan de su jihad.

«También, los cuatro Imams Abu Hanifa, Malik, Al-Shafi’i, y Ahmad, [15] pueda Alá tener misericordia en ellos, no eran combatientes del jihad – es decir, ningún jihad en el sentido de la batalla – ni eran combatientes en la frontera, y no obstante eran autoridades para la nación islámica en jurisprudencia y en el conocimiento religioso. Sus escuelas y sus opiniones todavía son autoritarias para la nación islámica en todas sus fronteras, y todos, incluyendo los combatientes en la frontera, van de acuerdo a su jurisprudencia y conocimiento religioso. Nadie habla sobre ellos: ‘Su opinión será rechazada porque nunca pasaron un solo día como combatientes del jihad y combatientes de frontera!’

«En contraste, Hajjaj bin Yusuf Al-Thaqafi [16] fue un combatiente del jihad y un combatiente de frontera, y conquistó mucha tierra enemiga, pero no obstante él es recordado como una persona mala, y es acusado de haber sido un opresor y un tirano, y nadie dice que debería aprender del conocimiento religioso o la jurisprudencia de él, y para más, nadie dice que él es superior en jurisprudencia y en conocimiento religioso a aquéllos que no son combatientes de frontera – por ejemplo, los cuatro Imams, pueda Alá tener misericordia en ellos, y en otros.

«Igualmente, debería decirse que nuestro Profeta es el único que es infalible. Los otros, así sean combatientes de frontera o no, yerran [a veces] y están en lo correcto [a veces], [a veces] su opinión es aceptada y [a veces] rechazada. En un caso dónde las personas argumentan y son de opiniones diferentes, qué es lo que es infalible y cual es la autoridad según el cuál uno juzga y a la cuál uno refiere el argumento y la diferencia de opinión?

«La respuesta es conocida por todos – es el libro de Alá [es decir el Corán] y el sunna de Su Profeta…

«En el curso de mis viajes por el mundo y en las fronteras, a menudo me encontré con combatientes del jihad con numerosos amaneramientos y conductas que contradicen las enseñanzas del Islam… En 1981, vi a combatientes del jihad en Afganistán de cuyos cuellos colgaban talismanes llenos de fotos politeístas, símbolos, y palabras que – fuera de la ignorancia – los combatientes creían que los ayudaban y protegían de algún daño, e igualmente, irían a las tumbas a orar y tocar [las tumbas] para recibir una bendición, así como otras conductas mal encaminadas.

«La pregunta que surge es si se permite, desde el punto de vista de la ley islámica, el permanecer callado cuando se enfrentan a esta gente, y no condenarlos y a estas conductas mal encaminadas suyas, bajo el pretexto de ser sus combatientes del jihad, y que lo saben todo, y que son más sabios, y que aquéllos que se quedan detrás y no tienen su nivel en el jihad y en la guerra no se les puede aconsejar y ordenarles a hacer el bien y prohibirles a que hagan el mal.

«No pienso que ninguna persona de pensamiento aceptaría eso, especialmente ningún estudioso de la religión de Alá y sus leyes que se respeta a si mismo, a su religión, y a su inteligencia. Nosotros hemos encontrado que la evidencia del Corán y el sunna es absoluta en su insistencia en [el deber de] dar consejo, y en el ordenar el bien y prohibir del mal, y no han singularizado a ningún grupo de personas a la exclusión de otros, o cualquier grupo de entre los estudiosos religiosos a la exclusión de otros. [En cierto sentido], cada [musulmán] está en una de las fronteras del Islam, y cada uno debe hacer su deber a Alá en la frontera a la cual se le ha confiado…

«En resumen, la opinión que yo encuentro conclusiva, y que está apoyada por la totalidad de los textos [relevantes] del Corán y el sunna, es al grado de que un hombre está consagrado a temerle a Alá, y a llevar a cabo lo que Alá ha enseñado, y se opone a sus impulsos, y se aparta de lo prohibido y de violar las prohibiciones. Y hace que su alma se esfuerce en eso que es manifestado [e.d. en los buenos hechos] y en lo que está oculto [e.d. en pensamiento] para estar de acuerdo con los dictados de la religión en todo lo que él hace y en su vida plena – y esto incluye combatir al enemigo con armas, si él puede – y al grado al cual su vida [está dedicada] en su integridad a Alá, el Señor de los mundos. Y [al grado en que] él ordena el bien y prohíbe el mal, y otorga el buen consejo a [otros] musulmanes, y habla la verdad abiertamente, y se aparta de los gobernantes idólatras y opresivos y de sus castillos y sus consejeros, y junto con todo esto lo trae a si mismo para buscar el conocimiento de fuentes fiables – a ese mismo grado, él es el más instruido y el más sabio. Y a ese mismo grado tiene una mayor porción de entendimiento y jurisprudencia y conocimiento que otros que están en un nivel más bajo que él en las cualidades arriba mencionadas…» [17]

* El D. Hazan es director de la Iniciativa del Portal Islamista-Jihadi en MEMRI.


[1] Para más desde esta iniciativa véase: * Caricaturas Jihad en Portales Islamistas Presentan Coches Bomba Suicidas, Asesinatos Políticos, y Ataques Terroristas http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP105605

* Mensajes Terroristas y de Incitación en Yahoo http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP103905

* Portal Islamista Diseña Concurso: El Ganador le Dispara Proyectiles a Base del Ejército Americano en Irak http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP103805

* Now Online (Ahora En Línea): Juren Lealtad a Líderes de Al-Qaeda http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP102705

* Sobre Portales Islámicos: Una Guía para Preparar Armas Nucleares http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP100405

* Nueva Transmisión del Semanario de Noticias de Al-Qaeda en Internet Celebra los Huracanes en los Estados Unidos y la Retirada de Gaza, Informes sobre la Campaña Anti-Chiita de Al-Zarqawi y los Morteros Químicos en Irak http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP99305

* Niños Entrenan con Armas en Documental de Al-Qaeda http://www.memritv.org/Search.asp?ACT=S9&P1=971

* El Jeque de Al-Qaeda Abu Yahya Al-Libbi quién Escapó de la Prisión Bagram: La Nariz de América será Restregada en el Fango; Palestina está Ocupada por la Descendencia de Monos y de Cerdos http://www.memritv.org/Search.asp?ACT=S9&P1=970

* El Canal de Transmisión de Noticias en Internet de Al-Qaeda Expresa Solidaridad con Reportero de Al-Jazeera Tayseer ‘Alouni Quien fue Sentenciado a Siete Años de Cárcel por una «Corte Infiel de las Cruzadas Españolas» http://www.memritv.org/Search.asp?ACT=S9&P1=869.

[2] http://www.abubaseer.bizland.com, 24 de agosto, 2005.

[3] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 29 de agosto, 2005.

[4] http://www.abubaseer.bizland.com, 3 de septiembre, 2005.

[5] http://www.abubaseer.bizland.com, 23 de septiembre, 2005.

[6] http://www.abubaseer.bizland.com, 10 de noviembre, 2005.

[7] http://www.abubaseer.bizland.com, 11 de noviembre, 2005.

[8] http://www.abubaseer.bizland.com, 12 de noviembre, 2005.

[9] http://www.abubaseer.bizland.com, 24 de agosto, 2005.

[10] El Jeque ‘Ali Khudayr Al-Khudayri fue arrestado por las autoridades sauditas el 28 de mayo del 2003, junto con los Jeques Nasir Al-Fahd y Ahmad Al-Khalidi y nueve de sus estudiantes. En una entrevista presentada en la televisión del estado saudita el 17 de noviembre del 2003, Al-Khudayr dijo que había estado inmerso en maldad, y se retractó de fatwas pro-jihad que había emitido en el pasado. Seguido a la entrevista, los otros dos jeques siguieron su primacía.

[11] http://www.abubaseer.bizland.com, 3 de septiembre, 2005.

[12] http://www.abubaseer.bizland.com, 23 de septiembre, 2005.

[13] http://www.abubaseer.bizland.com, 10 de noviembre, 2005.

[14] http://www.abubaseer.bizland.com, 11 de noviembre, 2005.

[15] La referencia es a los fundadores de las cuatro escuelas ortodoxas de jurisprudencia en el sunni Islam: Malik Ibn Anas (d. 796), Abu Hanifa Al-Nu’man Ibn Thabit (d. 765), Muhammad Ibn Idris Abu ‘Abdallah Al-Shafi’i (d. 820), y Ahmad Ibn Hanbal (d. 855).

[16] Al-Hajjaj Ibn Yusuf Al-Thaqafi (d. 714) fue un gobernador Umayyad en Irak conocido por su fuerte mandato.

[17] http://www.abubaseer.bizland.com, 12 de noviembre, 2005.