En un discurso en una concentración en Beirut conmemorando el 72 aniversario del establecimiento del Partido Kata’ib y el segundo aniversario del asesinato del ministro de industria y comercio libanés Pierre Gemayel, el padre de Gemayel Amin Gemayel, quien es ex presidente del país y quién actualmente es el jefe del partido Kata’ib así como también líder de las Fuerzas 14 de Marzo, condenó severamente al Hizbullah por posesión de armas y llamó a que las armas sean devueltas al control del estado.

A continuación extractos del discurso de Gemayel. [1]

El Líbano no puede tolerar una presencia militar ilegal dentro de sus fronteras

«La lealtad al Líbano… debería manifestarse cortando las relaciones con las [fuerzas] externas, respetando la soberanía del estado, poniendo fin con el separatismo, deponer las armas ilegales, oponerse a la naturalización [de los refugiados palestinos], evitando el fanatismo y el extremismo y [promoviendo] la armonía social y el respeto por el otro…

«El país no puede tolerar ninguna presencia militar ilegal dentro de sus fronteras. [No puede tolerar] las armas de las organizaciones palestinas; es hora de recolectarlas [dondequiera que se encuentren], dentro y fuera de los campamentos de [refugiados] palestinos. [Similarmente, el Líbano no puede tolerar] las armas del Hizbullah en el Sur, en el Valle Beqa, en Beirut, en Dhahiya etc., y éstas deberían ser devueltas por igual al [control] del estado [libanés].

«[Lo mismo es cierto para] las armas que pertenecen a las organizaciones fundamentalistas en varios vecindarios – es hora de desarmarlos e ir en contra de ellos. Los libaneses se oponen a la naturalización de [los refugiados palestinos], así como también a todos los planes [por establecer] un estado dentro de un estado en el Líbano que poseerá un carácter religioso propio. Los libaneses sólo quieren el estado del Líbano, y sólo para los libaneses…

«Cual es el punto es buscar una estrategia de defensa si esta nunca erradicará estas tres amenazas [e.d. las armas de los palestinos, Hizbullah y las organizaciones fundamentalistas libanesas]? Buscamos una estrategia de defensa para proteger a nuestra patria, mientras otros [buscan una estrategia] para proteger sus armas. Queremos un estado que protegerá el suelo libanés y a la gente por medio de su ejército y las fuerzas de seguridad, [y sólo entonces] se abstendrán los libaneses de buscar ayuda de las [fuerzas] externas, quiénes tarde o temprano traerán catástrofes sobre ellos».

La posesión de armas por las organizaciones libanesas es una amenaza al estado

«Una estrategia de defensa tiene el [propósito de traer] paz, no la guerra. Los países se arman con el fin de asegurar su seguridad y prosperidad económica, no para comenzar guerras fútiles y traer de vuelta la era de la ocupación. Para el Líbano, la única verdadera defensa es la paz. Una patria no puede [tolerar la existencia de] dos estados [dentro de sus fronteras], así como un estado [no puede tolerar] dos ejércitos, y un ejército no puede tolerar [armas en las manos de otras fuerzas] o decisiones sobre temas de las armas hechas por [otros cuerpos].

«La posesión de armas por las fuerzas libanesas y no-libanesas – que usurpan [la autoridad del Líbano] para decidir en asuntos de guerra y paz – expone al Líbano al riesgo de un ataque israelí en cualquier momento, ya que [Israel] no diferencia entre las fuerzas agresivas dentro del Líbano [por una parte] y el estado libanés y el pueblo [por el otro]…

«Todos nuestros esfuerzos para tratar con los problemas económicos son desechados mientras que la seguridad del [Líbano] es rehén de las autoridades que se oponen al gobierno oficial, y mientras no haya estabilidad política porque algunos [libaneses] continúan formando alianzas a expensas del régimen oficial. ¿Qué [compañía] libanesa se atreverá a expandir sus actividades, incrementar su producción, o crear nuevas oportunidades de trabajo, a menos que esté segura de que el estado extiende su soberanía sobre todo el país? Qué financista extranjero se atreverá a invertir dinero en el Líbano, a menos que la paz prevalezca [en el país] y la soberanía del estado se extienda por todo su suelo?»

Aquéllos que poseen armas ilegales no se preocupan por el pueblo libanés

«Lo que es verdad para las inversiones y las oportunidades de trabajo también son ciertas para las ayudas y la concesión de divisas [extranjeras]. En otras palabras, el hecho de que el estado no tiene el control exclusivo de las armas evita que los países árabes, y [otros] países amistosos [al Líbano], honren sus compromisos hacia este. Las resoluciones de París 1, París 2 y París 3 [conferencias sobre la ayuda económica al Líbano] no van de la mano con [los misiles iraníes] Zilzal 1, Zilzal 2 y Zilzal 3.

«Las armas ilegales han sido usadas en el Líbano no sólo para propósitos militares, durante los enfrentamientos del 7 de mayo en Beirut, Trípoli y el Valle Beqa… [2] sino también en el dominio económico: estos han causado que los proyectos de producción sean movidos a otros países y los grandes fondos sean transferidos al exterior, y [estos han] ahuyentado a compañías grandes que energizan la economía, crean empleo y previenen la emigración de nuestros ciudadanos.

«Aquéllos que poseen estas armas, y sus aliados, no se preocupan por el pueblo libanés, ya que estos están bien alejados de la crisis económica y social del Líbano… [Esto es debido] a que operan su propio presupuesto, sus fondos, donaciones y seguridad, y porque el esquema de trabajo en el cual existen es, en esencia, un estado dentro de un estado, separado del Líbano, la cual tiene sus propias infraestructuras vitales. [Su existencia] crea una fisura que contradice el contenido y espíritu de todos los acuerdos y cartas constitucionales por el cual el Líbano fue establecido…»


[1] Al-Mustaqbal (Líbano), 24 de noviembre, 2008.

[2] Una referencia a la toma de Beirut, Trípoli y el valle del Beqa el 7 de mayo del 2008, por Amal y las fuerzas del Hizbullah, en respuesta a la decisión del gobierno libanés de desmantelar las redes de comunicación de la organización, y también en respuesta a su decisión de despedir al jefe de seguridad del aeropuerto de Beirut Wafiq Shuqair, quien está asociado con el Hizbullah.