El 19 de agosto, 2019 el Presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud ‘Abbas, ordenó el despido de todos sus asesores, sus contratos fueron cancelados y revocados todos los beneficios que acompañaban sus cargos. También les ordenó a todos los miembros del gobierno anterior de la Autoridad Palestina el reembolso a la tesorería de la Autoridad Palestina los fondos ilegales que recibieron en la forma de bonos salariales, subvenciones o reembolsos por gastos de vivienda.[1]

Las acciones de ‘Abbas parecen ser una respuesta al resentimiento en la calle palestina sobre el cómo opera la Autoridad Palestina ante su profunda crisis económica y parálisis política. Este resentimiento también fue expresado en artículos escritos en los diarios institucionales de la Autoridad Palestina que critican la ineficiencia económica de ello, la ausencia de democracia en esta y la ausencia de una estrategia política junto al incumplimiento de tomar decisiones políticas – tales como la decisión del liderazgo de la Autoridad Palestina de «dejar de actuar de conformidad con los acuerdos firmados con Israel».[2]

Críticas particularmente mordaces fueron expresadas por el ex-ministro de Asuntos de los Prisioneros de la Autoridad Palestina Ashraf Al-Ajrami, quien el 7 de agosto, 2019 escribió en el diario Al-Ayyam sobre la existencia de brechas y mucha desconfianza entre la población palestina y el liderazgo palestino y que funcionarios palestinos se han convertido en una clase separada con derechos y privilegios adicionales que se ha distanciado del pueblo y ya no responde a sus necesidades expresó críticas particularmente mordaces.

En su artículo, Al-Ajrami criticó el fracaso en la celebración de elecciones y la falta de procesos democráticos además de afirmar que los ciudadanos comunes sienten que no tienen camino para reemplazar a líderes fallidos o corruptos. La población palestina, agregó, está cada vez más frustrada por el estancado proceso político y el liderazgo palestino reitera constantemente sus consignas sobre los principales objetivos nacionales, pero no cumple con sus promesas ni implementa sus decisiones.

El ex-ministro de Asuntos de los Prisioneros de la Autoridad Palestina Ashraf Al-Ajrami (Fuente: samanews.ps, 16 de septiembre, 2017)

Lo siguiente son extractos traducidos del artículo de Al-Ajrami:

«Recientemente ha habido una notable disminución en la capacidad de respuesta de las masas palestinas a los llamados de varios líderes y facciones [palestinas], de todo el espectro político e ideológico, [para que participen en cualquier actividad sugerida por sus líderes]. Por ejemplo, [la mayoría] no participó en una protesta importante en Ramala contra el peligroso taller en Bahréin [del 25-26 de junio – Paz a la Prosperidad] [organizado por la administración Trump para avanzar en el aspecto económico del Acuerdo del Siglo] – hubo menos manifestantes que periodistas y fotógrafos [en la manifestación]. Incluso en la Franja de Gaza hay un notable descenso en la participación en las marchas semanales [en la valla fronteriza israelí]…

«Existen muchas razones por el descenso en las actividades populares [en cumplimiento a] los llamados y decisiones por parte de las facciones. Una razón es que existe un gobierno que ha creado una clara diferenciación entre los ciudadanos y los funcionarios, a tal punto que los funcionarios se han distanciado de la población [común] y se han convertido en una clase separada con beneficios y privilegios adicionales… mientras que los ciudadanos permanecen en un nivel diferente. Lo peor es la falta de comunicación [entre este gobierno] y las masas, incluso con aquellos que disfrutan de salarios [pagados por el gobierno], de bienestar social y servicios…

«La mayoría de la población no piensa que lo que este gobierno les da es un logro que puede ser acreditársele al gobierno. Al contrario – ellos creen que el gobierno les está dando menos de lo que debería darles. Existe una abrumadora corriente constante de quejas contra la Autoridad Palestina y sus funcionarios. Esto es cierto no solo con respecto a la Autoridad Palestina y el cómo maneja la angustia y las demandas de los ciudadanos en Cisjordania y Gaza, sino que también es cierto respecto al gobierno de facto [Hamas] en Gaza, que se destaca en tomar y no dar nada a cambio y en beneficiar a un partido en particular [es decir, a sí mismo] a expensas de la gran mayoría de la población.

«Tal vez la Autoridad Palestina no sabe cómo comunicarse con las masas ni tampoco como promocionarse a sí mismo como si estuviese preocupado por sus intereses y sus demandas legítimas y [demostrar] que, a pesar de la difícil y compleja situación en la que se encuentra Palestina, puede lograr algo [que le permitirá] a la población perseverar en la lucha contra la empresa de asentamientos y el desarraigo impulsado por el gobierno de extrema derecha que Israel haya tenido. La Autoridad Palestina tampoco ha [logrado] convencer a la población de que [ofrece] un mecanismo para castigar la corrupción y que los ciudadanos son iguales ante la ley. Parece ser que la ausencia de un proceso democrático es una de las razones en el descenso de confianza [pública] en el liderazgo. La población siente que no existe forma alguna de saldar cuentas con aquellos que piensan que no cumplen con sus obligaciones, son corruptos o se aprovechan de sus cargos y posición.[3]

«El problema [del liderazgo] se refiere a las grandes facciones que sostienen las riendas de la empresa: Fatah en Cisjordania y Hamas en la Franja de Gaza. De una forma u otra, el resto de las facciones siguen el mismo camino que las dos grandes. Parece no haber ninguna posibilidad en un futuro cercano de establecer una tercera corriente influyente junto a estas dos facciones. Esto se debe a que la izquierda [palestina] ha sido aplastada y es débil y en el mejor de los casos, ha sido arrastrada [detrás de Fatah o de Hamas] – incluso si algunas de [las facciones de la izquierda afirman que su postura es diferente e independiente, y los otros movimientos [palestinos] no están en su mejor forma.

«La segunda razón importante [por la que la población no confía en el liderazgo palestino] es la frustración causada por la situación general, ya que no existen desarrollos en el proceso político y en el camino para alcanzar los principales objetivos nacionales, al contrario, las cosas están empeorando. Las crisis a nivel nacional siempre han motivado a las masas a salir a la calle y llevar a cabo operaciones de lucha, en su mayor parte, esto ha salvado y ha ayudado al liderazgo. Pero eso ocurrió en un momento en que la relación entre los líderes y el pueblo era buena y había confianza entre ellos. En la realidad actual, la frustración es reflejada en la regresión y pasividad más que en las aspiraciones de cambio…

«Una tercera razón que impacta negativamente las actividades en la calle [palestina] es la reiteración de las consignas de los líderes que ni siquiera son actualizadas parcialmente. Nuestros líderes se han acostumbrado a [realizar] declaraciones grandilocuentes y poéticas que la población no puede ver como viable. Esto vale para todos, en Cisjordania y en Gaza. Si los líderes se enfocaran en consignas y posturas específicas, incluso aquellas menores y las implementaran, se ganarían la confianza del pueblo… La mejor prueba de esto es [el incumplimiento de] las decisiones del Consejo Nacional y del Consejo Central de la [OLP] en los últimos años, entre ellas la decisión de detener la coordinación de seguridad conjunta con Israel[4] y la reciente decisión de [‘Abbas] de dejar de actuar de conformidad a los acuerdos firmados con Israel.

«Sería mejor para nosotros haber [implementado] las decisiones en pasos graduales, por lo que la implementación pudo haber comenzado de inmediato, comenzando con [problemas] menores en el camino hacia la implementación de [aquellos que son principales]. Esto pudiera reconstruir la confianza entre el liderazgo y el pueblo, al mismo tiempo que lleva al enemigo [israelí] a entender que somos serios [sobre el] llevar a cabo todas nuestras decisiones. Incluso las marchas en Gaza, que comenzaron como marchas por el derecho a retornar y se convirtieron en marchas para quebrar el cerco, se han convertido recientemente en [marchas para] obtener unos fondos miserables [provenientes de Qatar] que no tienen poder para quebrar el cerco o resolver los grandes problemas de la población [en la Franja de Gaza] – y [también se han convertido] en apoyo para Hamas más de lo que estos son [una forma de] lograr [cualquier tipo de] demandas a un nivel nacional…»[5]


[1] Wafa.ps, 19 de agosto, 2019. Un mes antes de emitir estas órdenes, ‘Abbas anunció la jubilación obligatoria para todos los jueces mayores de 60 años, disolvió el Consejo Superior Judicial de la Autoridad Palestina, disolvió a su tribunal supremo y estableció un consejo de transición temporal para operar durante un año, siendo su tarea más importante restablecer la restauración de la confianza pública en el sistema judicial. Véase: wafa.ps, 18 de julio, 2019.

[2] Wafa.ps, 25 de julio, 2019.

[3] Es importante señalar que en un artículo anterior el escritor llamó a elecciones para las instituciones palestinas: Al-Ayyam (Autoridad Palestina), 19 de junio, 2019.

[4] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 5986 – El Comité Central de la OLP hace un llamado a suspender la coordinación de seguridad con Israel además de apoyar a la resistencia popular y la Intifada de Jerusalén, 6 de marzo, 2015.

[5] Al-Ayyam (Autoridad Palestina), 7 de agosto, 2019.