Gamila Isma’il, la esposa de Ayman Nour, líder del Partido Reformista de Egipto Al-Ghad quien fue sentenciado a cinco años en prisión, fue impedida por las autoridades egipcias de asistir a una conferencia entre el 5-7 de marzo, 2006 sobre mujeres y democracia celebrada en Washington D.C. Isma’il está actualmente bajo investigación, junto con su marido, por la corte civil del Cairo. [1] Ayman Nour ha sido acusado de «difamar y maldecir» al Presidente Hosni Mubarak y a su régimen y de asaltar a un miembro del gobernante Partido Democrático Nacional (PDN), y Gamila Isma’il ha sido acusada de asaltar a un oficial de policía y de «incitar en contra» del régimen de Mubarak. Según Isma’il, todas las acusaciones contra su marido y contra ella son calumnias.
El discurso de Gamila Isma’il en la conferencia, que trató con el estatus de la mujer egipcia, fue anunciado en el portal del partido Al-Ghad www.elghad.org.
Lo siguiente son extractos de su discurso:
Los problemas de la mujer egipcia no pueden estar separados de los problemas de la nación egipcia: [la necesidad de] una verdadera libertad y una nueva constitución democrática
«Yo creo con toda sinceridad que los problemas de la mujer egipcia no pueden estar separados de los problemas de la nación [en conjunto], y particularmente [la necesidad de] una verdadera libertad y [una] nueva, moderna y democrática constitución que establezca un mecanismo genuino y flexible para el cambio de gobierno.
«Creemos que la libertad para las mujeres es parte de la libertad de la patria… La mujer egipcia no puede asegurar su propia libertad y la libertad de su familia sin un mínimo [grado] de libertad política o a menos que las leyes de emergencia [sean abolidas]… Ella no exige la libertad para si misma, sino le da [prioridad] a los derechos de su nación: [el derecho a] la dignidad, a la libertad, al crecimiento, a la justicia y a la manera apropiada de gobernar. Ella cree que, a través de la nación, puede restaurar muchos derechos que a ella le falta, ambos [en términos a] la adecuada representación política y [en términos a] los derechos económicos y sociales por igual.
«La mujer egipcia cree que las dictaduras tiránicas necesariamente llevan al extremismo, y producen terrorismo como resultado de la desesperación [sentida por] gente desvalida. Nosotros reconocemos la amenaza de la violencia, pero creemos que la única manera de oponérsele es comenzar eliminando sus causas. La primera y más importante [causa] es la falta de libertad, la falta de mecanismos para el cambio de gobierno apropiado, y el rechazo al derecho del pueblo para elegir a su gobierno libremente!»
«[Manteniendo] a las mujeres en una situación retrograda y colocándoles grilletes afecta a cualquier nación que se esfuerza por el progreso y la libertad»
«[El rechazo] a los derechos de las mujeres y de las libertades en sociedades en vías de desarrollo hacia la democracia no sólo perjudica las vidas y el futuro de la mitad de la sociedad, sino a la sociedad en conjunto. [La política de mantener] esclavizada a las mujeres y colocarle grilletes afecta a cualquier nación que se está esforzando por el progreso y la libertad…
«En discutir el estado de las mujeres en Egipto, debemos señalar que, desde sus primeras fases, nuestra cultura islámica, y antes de esta la cultura faraónica – una cultura más antigua y distinguida – ambas establecieron la igualdad entre los sexos y mejoraron la condición social de las mujeres. Suficiente como para decir que los antiguos egipcios, antes del [advenimiento del] monoteísmo, imaginaron a los dioses de la justicia, agricultura y a los del cielo en femenino, en lugar de la forma masculina. Es más, las mujeres [en el egipto antiguo] llegaron al poder a través de los mismos mecanismos que les permitieron a los hombres a que lograran el poder…»
«Un régimen tiránico destruye la dignidad de ambos hombres y mujeres, [ya que] este [no respeta] nada más que el poder»
«Qassem Amin [fue] un escritor, filósofo y juez egipcio quien escribió a favor de la liberación de las mujeres. Sus declaraciones en su libro sobre mujeres, publicado a principios del siglo 20, capturó mi atención mientras me volví para [investigar] las raíces de la crisis [experimentada por] la mujer egipcia, y quizás por todas las mujeres en el [mundo] oriental.
«Qassem Amin declaró que las [dificultades experimentadas por] las mujeres en Oriente brotan de la falta de democracia. Un régimen tiránico apoya cada forma de tiranía en la sociedad, y fomenta la violencia y la discriminación en contra de las mujeres… Él también declaró que la relación entre los hombres y las mujeres está influenciada por la relación entre el régimen y los individuos en la sociedad. Un régimen tiránico destruye la dignidad de los hombres y las mujeres, [ya que] este [no respeta] nada sino el poder. Cuando el poder se convierte en un valor social, los miembros [de la sociedad] llegan a evaluar el poder en todas sus formas, y esto es lo que le permite a los hombres tratar a las mujeres de una [manera] tiránica». [2]
[1] Véase MEMRI Despacho Especial No. 1075, «Reacciones de los Medios de Comunicación Árabes al Encarcelamiento de Ayman Nour, Líder del Partido Liberal Egipcio Al-Ghad», 24 de enero del 2006, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP107506.
[2] www.elghad.org, 8 de marzo, 2006.