La fisura religiosa entre sunnis y chiítas en el Medio Oriente, y la tensión entre los países árabes, particularmente en los estados del Golfo y Egipto por una parte, e Irán en la otra también se manifiesta en las relaciones Sudán-Irán. Mientras el régimen sudanés mantiene lazos cercanos con Irán, algunos sudaneses, especialmente aquéllos que residen fuera del país, han expresado preocupaciones de que Sudán pueda unirse a los países bajo influencia iraní. Durante los últimos años, ha habido varias manifestaciones en la prensa árabe sobre intentos percibidos por Irán para esparcir el chiísmo en Sudán, cuya población musulmana es predominantemente sunni. [1]

A continuación se presentan extractos de dos artículos que advierten sobre la chiización de Sudán.

Artículo en el portal sudanés: «Desde cuándo existen chiítas en Sudán?»

En un artículo publicado en el portal sudanés en Internet (www.sudaneseonline.com ), el cual es el principal portal de la diáspora de Sudán en el extranjero ‘Ali ‘Abdallah Hassan, periodista sudanés quien reside en los Estados Unidos, criticó los esfuerzos de Irán por esparcir el chiísmo en Sudán:

«Mi corazón estalla de dolor y pena cuando leí en los diarios expresiones como ‘Chiísmo en Sudán’, ‘el esparcir del chiísmo en Sudán’, o ‘un libro chiíta de un editor chiíta sudanés’. Debo preguntar: ¿Desde cuándo hay chiítas en Sudán, que se sabe ha sido un país enteramente sunni por centenares de años?

«[Es más], ninguno de los países que limitan con Sudán son chiítas. Entonces cómo cruzó el credo chiíta los ríos y mares, para infiltrarse en un país sunni en el corazón de África?

«Debemos enfrentar la amarga verdad y reconocerla: Nosotros los sudaneses hemos rechazado nuestra fe y los principios de nuestra religión. [Hemos] permitido al país chiíta más grande del mundo, [es decir Irán], aprovecharse de nuestras [buenas relaciones diplomáticas] con este y nuestra naturaleza amable y tolerante para llevar a cabo sus planes malvados, los cuales son exportar su revolución ideológica y esparcir su fe chiíta entre los sudaneses musulmanes sunni, justo bajo la nariz de nuestro gobierno, jeques y estudiosos [religiosos]».

«[Irán] ha convertido su Embajada en Khartoum en un centro para esparcir… el chiísmo»

«[Irán] ha convertido su embajada en Khartoum en un centro para esparcir… el chiísmo, apuntado a incitar a los sudaneses a que abandonen el [Islam] sunni y abracen [en cambio] el chiísmo Imami. [2] Para asegurar el éxito de este plan, se han establecido varias instalaciones financiadas por Irán alrededor de la capital, incluyendo centros culturales, bibliotecas, instituciones y escuelas. Estos establecimientos son actualmente los centros para esparcir el chiísmo…

«Muchos sudaneses han [de hecho] abrazado el chiísmo como resultado de este malévolo asalto chiíta a la que nuestra sociedad sudanesa sunni ha sido expuesta. En [sólo] unos cuantos años, más de 15,000 [sudaneses] se ha convertido al chiísmo Imami. Es más, en las regiones de [la provincia] sufi de Kordofan, pueblos enteros se han volcado al chiísmo, y la misión chiíta ha [incluso] alcanzado Darfur.

«Husseiniyyas, [3] lugares de peregrinación [chiíta], y las mezquitas [chiítas] han brotado en la capital y en varias provincias, y los jeques de varias órdenes sufi han sido vistos [recientemente] llevando puestos turbantes negros chiítas.

«[Además], algunos de los recientes convertidos al chiísmo han comenzado a esparcir la filosofía chiíta en la capital y alrededor del país, entre los estudiantes y en las grandes universidades. Algunos también han comenzado a publicar libros viles chiítas, mientras otros [tales libros] han aparecido en los medios de comunicación y en Internet. [Los convertidos] han [incluso] encontrado su camino en el mayor portal sudanés, Sudaneses En-línea, con el propósito de esparcir el chiísmo Ja’fari, [4] y difamar el credo sunni».

«Una entidad chiíta dentro de Sudán constituye una amenaza para la seguridad nacional de [Sudán]

«El esparcir del chiísmo en Sudán le traerá a [este país] nada más que crisis, catástrofes y una guerra civil. La expansión de los principios [chiítas] dentro de la conservadora sociedad sunni de Sudan – [principios] como la calumnia contra los compañeros del Profeta, que son presentados como infieles; [la calumnia] contra las madres de los creyentes; [5] el sancionar los matrimonios por placer; [6] y hablar sobre la fabricación del Corán [7] – no anuncia [nada más que] disputas internas e inquietud social.

«No sería una exageración decir que la presencia de una entidad chitita dentro de Sudán constituya una amenaza a su seguridad nacional. En cualquier estado sunni, los chiítas representan una quinta columna en apoyo a una fuerza chitita, ya que su lealtad yace con Irán y no con su propio país. Apegados a su fe, los chititas no reconocen la legitimidad de ningún gobierno islámico salvo el gobierno de los imams o de los grandes ayatolas que los han reemplazado. Para ellos, la autoridad religiosa [suprema] no es el mufti sudanés sino los ayatolas de Qom, Najaf y Teherán. El mejor ejemplo de esto es [proporcionado por] los chiítas del Líbano e Irak».

«Deberíamos tener cuidado con este pulpo chiita en Sudán… Por otra parte, el día llegará cuando veamos los tanques del Hizbullah sudanés surcando las calles de Khartoum»

«Observen los arsenales de armas y misiles [disponibles al] Hizbullah en el Líbano y a los chiítas en Irak. Estaríamos justificados en preguntar de donde provienen todas estas armas. ¿De dónde obtienen el Hizbullah y los chiítas en Irak sus enormes fondos?

«Quién está soplando las llamas de una guerra civil sectaria en Irak [proporcionando] armas y fondos? ¿Quién está detrás de las explosiones que cegaron prontamente las vidas de iraquíes inocentes día tras día? ¿Quién deshace todo esfuerzo para lograr la estabilidad en Irak y reasumir el desarrollo allí, para que su gente pueda disfrutar de paz y seguridad? ¿Quién es el que extiende su mano a través de los mares y ríos para mover las [piezas] sirias, iraquíes y libaneses en los tableros de ajedrez?

«Debemos tener cuidado con este pulpo chiíta en Sudán, antes de que sea demasiado tarde – ya que, el día vendrá cuando veamos a los tanques del Hizbullah sudanés circular a través de las calles de Khartoum. También tendremos un Hassan Nasrallah sudanés que aparecerá en un canal de televisión Al-Manar sudanés para advertirle al gobierno de Sudan sobre las graves consecuencias de asaltar los derechos y logros de la comunidad chiíta…» [8]

Diario saudita: «Es imperativo que fortifiquemos el frente sudanés, para proteger a [Sudán] del zarpazo iraní»

La creciente infiltración de Sudán por Irán ha despertado preocupación también en otros países árabes, ya que ellos también se sienten amenazados por Irán. En un artículo publicado en el diario saudita Al-Riad seguido al ataque sobre Omdurman por las fuerzas rebeldes [9] el redactor saudita ‘Abdallah Al-Qafari enfatizó la importancia estratégica de Sudán para los árabes, y el peligro de un aumento en la influencia iraní en Sudán. Él escribió:

«… En términos a su situación geopolítica, [Sudán] limita con la [región] árabe oriental al sur y al oeste, y forma un extensión continua con el Cuerno Árabe de África, la cual esta entrelazada en una prolongada y difícil guerra. El Nilo fluye a través de su territorio, y se da el lujo de una importante ventaja comandando al Mar Rojo.

«Abandonando Sudán, la cual ha estado confrontando una conspiración tras otra sin ayuda, es equivalente a [someter] a los grandes países vecinos árabes, incluyendo a Egipto y Arabia Saudita, a un continuo peligro. El régimen de Sudán no es infalible; sin embargo, qué régimen árabe es inmune al error y no tiene enemigos? Finalmente, [el régimen de Sudán] es un régimen árabe, que ha compartido intereses con los países árabes vecinos y ha cooperado con ellos en algunos asuntos cruciales, [en particular], en el cómo tratar con las amenazas obvias que han comenzado [recientemente] a agitar la región.

«Sudán y Somalia constituyen [dos] temas árabes que ya casi se han olvidado, a pesar de la importancia geopolítica y económica de [estos países]. La región árabe está profundamente polarizada. Estamos actualmente cargando con el choque de alianzas formado por los países árabes o elementos con crecientes poderes en la región, tales como Irán, que tiene aspiraciones y objetivos propios.

«[Irán] está intentando edificar su reputación [lanzando] un programa nuclear, y está capitalizando en sus lazos con esos elementos árabes, para proteger este programa, obtener influencia, y asegurar el futuro de su régimen.

«Es indispensable que fortifiquemos el frente sudanés para proteger a [Sudán] del zarpazo iraní, y de cualquier otro elemento que podría intentar aprovecharse de la necesidad del régimen sudanés al apoyo de instigar una nueva crisis regional que amenazaría la estabilidad y la seguridad de los países árabes».

«Abandonar a Sudán para contenerse exclusivamente con… las conspiraciones que constantemente la mantienen [asediada] durante los últimos 20 años – significa arriesgar el futuro de la seguridad árabe»

«Sudán hoy día no es menos importante que cualquier otro país árabe enredado en el conflicto. Dejándolo por si solo enfrentar a varios movimientos, [10] así como también la ruidosa intervención foránea vía Darfur, arriesgara el futuro de su régimen – qué sería extremadamente peligroso. Sobrevivirán los países en el centro [de la región árabe] si la periferia es herida?…

«El Cuerno de África sirve como un colchón de seguridad estratégico para los países árabes adyacente a este, y hoy posiblemente es [incluso] más importante que los países en la periferia. Sudán, con sus recursos de agua, tierra y petróleo, y con su futuro promisorio y la situación estratégica, es un verdadero escudo para el mundo árabe. Abandonando Sudán para contenerse exclusivamente con… las conspiraciones que constantemente la han [asediado] durante los últimos 20 años significa arriesgar la seguridad árabe futura».


[1] La manifestación más reciente fue sobre un grupo de periodistas sudaneses que participaron en un taller en Irán que fue organizado y financiado por la Embajada iraní en Khartoum (www.islamonline.com, 6 de julio, 2008). También, en diciembre del 2006, el gobierno de Sudán fue obligado a intervenir después de que una conmoción hizo erupción sobre una propaganda de literatura chiíta desplegada en el cubículo iraní en la feria del libro en Khartoum.

[2] Imami, o chiísmo de los Doce, es la rama principal de la fe chiíta.

[3] Lugares de culto chiítas.

[4] Este es otro nombre para el chiísmo Imami.

[5] Esto se refiere a las esposas del Profeta. El escritor se está refiriendo en especial a ‘Aisha a quien los sunnis veneran y los chiítas desprecian.

[6] El Islam chiíta permite los matrimonios mut’a, que son matrimonios temporales para propósitos de placer.

[7] Los chiítas claman que los sunnis falsificaron partes del Corán.

[8] www.sudaneseonline.com, 8 de julio, 2008.

[9] Al-Riad (Arabia Saudita), 19 de mayo, 2008.

[10] Una referencia a los movimientos rebeldes en Darfur.