Taslima Nasreen (Imagen cortesía: timesofindia.com)

En el país predominantemente islámico de Bangladesh, el Tribunal Internacional para Crímenes (TIC), creado por el gobierno secular del Primer Ministro Sheikh Hasina ha dictado sentencias de cadena perpetua y pena de muerte a un número de líderes, en su mayoría de la organización Jamaat-e-Islami Bangladesh, por su papel en la guerra de liberación de 1971. De acuerdo a las afirmaciones del gobierno de Bangladesh, tres millones de personas de habla bengalí murieron y cientos de miles de mujeres fueron violadas a manos del ejército de Pakistán Occidental por apoyar el movimiento de liberación en 1971.

Jamaat-e-Islami, en Bangladesh, en esa época Pakistán Oriental, estaba en contra del movimiento de liberación y apoyó al ejército paquistaní. En febrero pasado, un movimiento de masas similar a las del Cairo fue convocado por los bloggers liberales en la Plaza Shahbag en Dhaka luego que el país percibiera que la condena a cadena perpetua del TIC para el líder de Jamaat-e-Islami Ghulam Kader Mollah era demasiado indulgente. Como Jamaat-e-Islami se encuentra en desventaja, otro grupo islamista, Hefajat-e-Islam, que es una recopilación de una docena de organizaciones islámicas, se ha puesto a la vanguardia, con exigencias tales como la pena de muerte para los bloggers liberales. Recientemente, el TIC condenó al líder de Jamaat-e-Islami Ghulam Azam a 90 años de prisión. (Para más información sobre Hefajat-e-Islam, véase MEMRI Despacho Especial No. 5379, Clérigo de Bangladesh: Las mujeres nunca deben salir del hogar o tener más una educación mayor a 4to-5to grado; «Si ves a una mujer… te dan malos pensamientos en forma de [lujuria] en tu corazón’, ‘¿Por qué desear el control de la natalidad?’, 29 de junio, 2013.

El gobierno de la Liga Awami de Sheikh Hasina, que se enfrenta a una elección a más tardar el 24 de enero tiene una tarea difícil, ya que la coalición de derecha de los partidos liderados por el Partido Nacionalista de Bangladesh (PNB) se proyecta como ganador. La victoria de PNB fortalecerá las manos de Hefajat-e-Islam y Jamaat-e-Islami, con el primero ya organizado y respaldado por este último.

En un ensayo y una entrevista que ella concedió a la revista hindú de investigación Tehelka, la celebrada autora feminista y comentarista de Bangladesh Taslima Nasreen, quien vive ahora en el exilio, explica por qué apoyó una reciente orden judicial que prohíbe a Jamaat-e-Islami participar en la política y cómo el papel de la religión está perjudicando a la sociedad de Bangladesh.

A continuación se presentan extractos de su artículo[1] y de su entrevista.[2]

«Apoyé esa demanda [a la prohibición de Jamaat-e-Islami] aunque estoy a favor de la democracia, ya que el Jamaat-e-Islami en Bangladesh es una organización terrorista»

En su artículo, Taslima Nasreen escribió: «Un colaborador del ejército paquistaní, Azam estuvo directamente involucrado en la muerte de 3 millones de personas y de las violaciones de 2 lakh [200,000] mujeres. Luego del asesinato de Sheikh Mujibur Rahman, fundador de Azam en Bangladesh regresó al país con la ayuda del gobernante Partido Nacionalista de Bangladesh. Mientras tanto, el Jamaat-e-Islami, el partido político islamista que fue una vez prohibido, se le dio carta blanca en la islamización de la política. A partir de mediados de la década de 1970, la islamización destruyó la estructura secular de la recién nacida nación.

«Por supuesto, Azam no vivirá otros 90 años para finalizar su condena en prisión. Un hombre enfermo, que se quedará en el hospital hasta que muera. Él realmente no sufrirá al igual que otros presos. Disfrutó de una vida de celebridad por más de 40 años como el máximo líder de Jamaat-e-Islami, en Bangladesh, el país a cuyo nacimiento se opuso violentamente. A pesar de que tendrá privilegios como prisionero en sus últimos días, donde su castigo significa mucho para la gente secular de Bangladesh.

«Los criminales de guerra tienen todas las oportunidades para convertir a un país laico en Darul Islam, la tierra del Islam. Muchos de ellos incluso se hicieron miembros del parlamento. El Jamaat-e-Islami utiliza la religión para ganarse los corazones y las mentes de la gente común temerosa de Alá.

«Hace unos meses, sin embargo, hubo un levantamiento secular grande a pesar de las amenazas de los fundamentalistas islámicos. Muchos laicos exigieron la prohibición del Jamaat-e-Islami. Yo apoyé esa demanda a pesar de estar a favor de la democracia, ya que el Jamaat- e-Islami en Bangladesh es una organización terrorista. Los islamistas pretenden traer la teocracia y enterrar la democracia y el laicismo para siempre».

«Bangladesh pudo haber ganado la guerra en 1971, pero la guerra es en realidad le falta mucho por concluir, una guerra está todavía en curso, una guerra de dos ideas opuestas – el secularismo y el fundamentalismo, entre lo racional, el pensamiento lógico y la fe ciega, entre el modernismo y la barbarie, el humanismo y el islamismo»

«El castigo que Azam tiene ahora a sus 90 años es sólo simbólico. Sheikh Hasina ha estado en el poder antes, pero se resistía a llevar a los criminales ante la justicia. Pero esta vez, probablemente, la popularidad del reciente movimiento secular [en la plaza Shahbag en Dhaka, exigiendo la pena de muerte para los líderes de Jamaat-e-Islami que participaron en los crímenes de guerra de 1971] hizo decidir el castigar a los criminales de guerra. Ella obtuvo un gran número de votos en las últimas elecciones después de que se comprometió a llevarlos ante la justicia y combatir a los fundamentalistas. Aunque también se comprometió a traer de vuelta la constitución laica de 1972, como primer ministro no mostró tal iniciativa.

«Su partido [la Liga Awami] es considerado el más secular de Bangladesh, sin embargo, algunos bloggers laicistas fueron arrestados hace unos meses. De hecho, no existe un verdadero partido político secular en el país que pueda garantizar la seguridad de todas las personas, incluyendo a los no creyentes y proteger su derecho a expresar sus opiniones sin temor.

«Bangladesh pudo haber ganado la guerra en 1971, pero la guerra en realidad está lejos de acabar. Una guerra está todavía en curso, una guerra de dos ideas opuestas – el secularismo y el fundamentalismo; Entre el pensamiento lógico racional y la fe ciega irracional, entre el modernismo y la barbarie, el humanismo y el islamismo, entre los que valoran la libertad y los que no.

«La vieja generación cometido un enorme error al permitir que los fundamentalistas influyeran en el pueblo. Ahora la nueva generación tiene que transmutar su país hacia una nación secular – libre de religión, fanatismo, fascismo y barbarie. La gente tiene que enojarse. Estoy dolorosamente consciente de los poderes del mal que una vez intentaron eliminarme, y con el que el gobierno pro-islámico en última instancia, conspiró para echarme de Bangladesh, mi propio país, hace 20 años, para nunca permitirme entrar de nuevo…”

«[A pesar de la orden judicial de prohibición a Jamaat-e-Islami de la política] es un paso en la dirección correcta, la sociedad en general no es secular en Bangladesh, si el gobierno decide de repente acabar con el Islam como la religión del estado, las masas pudieran ir en su contra»

Lo siguiente son extractos de la entrevista de Taslima Nasreen:

Pregunta: «¿Cuáles son sus primeras reacciones a la decisión de la corte de excluir a Jamaat de las elecciones»

Taslima Nasreen: «De hecho, es una gran noticia para todos los laicos que una organización religiosa que se duplicó como partido político, ha sido finalmente prohibido de participar en las elecciones. Aunque Jamaat es llamada una organización política de derecha, no es nada menos que un atavío terrorista. El disentimiento no tenía cabida en el reinado de terror desatado por Jamaat.

«Los fundamentalistas religiosos han dejado sangrando a la sociedad de Bangladesh. Permitirles participar en un activismo político es pues, un insulto a los principios sobre los que se fundó Bangladesh. Jamaat utilizó fondos extranjeros para lavar el cerebro de niños inocentes en las madrazas, les dio entrenamiento militar y desató su fuerza bruta sobre sus propios compatriotas que se negaron a contradecir sus líneas. Una prohibición a este tipo de organización es en efecto un paso positivo».

Pregunta: «¿Cree usted que el gobierno de la Liga Awami restablecerá ahora la constitución de 1972 y establecerá Bangladesh como una nación secular?»

Taslima Nasreen: «No lo creo. Aunque este fallo judicial es un paso en la dirección correcta, la sociedad en general no es secular en Bangladesh. Si el gobierno decide repentinamente acabar con el Islam como la religión del estado, las masas podrían ir en contra de ellos. Sheikh Hasina no querrá hacer tal apuesta con sus fortunas electorales. La Liga Awami no querrá ser pintada como anti-Islam en el año electoral».

Pregunta: «¿Qué cree podrían ser las posibles repercusiones a la prohibición sobre Jamaat?»

Taslima Nasreen: «El Jamaat era una organización que fue prohibida al nacer Bangladesh. Después de la guerra de liberación de 1971, cuando el Jeque Mujibur Rahman llegó al poder, prohibió a la organización que apoyara a Pakistán en contra de sus propios hermanos y hermanas, que violara a miles y asesinara aún más. Pero después de la muerte de Mujib, unos cuantos militares les dio una nueva vida, exclusivamente por motivos políticos. Así comenzó el proceso de islamización de una nación secular, hasta hoy día. Para volver a la constitución [secular] de 1972, necesitamos un cambio en la sociedad, por lo cual era necesario esta prohibición».

«Varios partidos han llegado al poder desde que fue exiliado; rostros cambian, pero la naturaleza del mandatario no, ya sea la Liga Awami o el Partido Nacionalista de Bangladesh, todos necesitan el apoyo de los islamistas para mantenerse en el poder»

Pregunta: «¿Espera que este veredicto allanará el camino para el regreso a su patria?»

Taslima Nasreen: «Varios partidos han llegado al poder desde que fui exiliada. Los rostros cambian, pero la naturaleza del gobernante no. Se trate de la Liga Awami o el Partido Nacionalista de Bangladesh, todos necesitan apoyar a los islamistas para mantenerse en el poder. La maquinaria estatal en Bangladesh teme defender la libertad de expresión, no tienen la convicción de asumir las fuerzas fundamentalistas en el país. No podemos esperar que la sociedad cambie de la noche a la mañana. La islamización que ha sucedido por décadas en el país no puede deshacerse sólo por una sola sentencia.

«El gobierno de la Liga Awami puede ser más secular que otros partidos, pero no debemos olvidar que el mismo gobierno arrestó a bloggers ateos durante las protestas de Shahbag. Por lo tanto, no veo ninguna esperanza por el regreso a mi país a corto plazo».

Pregunta: «El Jamaat-e-Islami puede salir a la calle para protestar contra la decisión del tribunal ¿Cree usted que las masas seculares se levantarán otra vez, al igual que en Shahbag, para facilitar el proceso de formación de un estado secular?»

Taslima Nasreen: «Cuando Hefajat-e-Islam desató el terror en las calles con más de cinco lakh [500 000] personas que se toman la ley en sus manos durante una manifestación en contra del gobierno, la administración había tratado con ellos con mano de hierro. Si el gobierno está listo para tomar por los cachos a los fundamentalistas islámicos, no hay necesidad de que la gente salga a las calles. Tengo fe en que el gobierno volverá a asumir un papel imparcial, por la causa de la nación».

Pregunta: «¿Cree usted que las ondas expansivas del veredicto de Bangladesh se dejarán sentir también en India?»

Taslima Nasreen: «Bangladesh es una nación demasiado pequeña para que el gobierno de India la tome en cuenta. India está más preocupada por los acontecimientos diarios en Pakistán Sin embargo, creo que India debe darle a Bangladesh el crédito que se merece por mostrar la voluntad de luchar contra el fundamentalismo religioso. Las organizaciones islamistas con sede en India deberían seguir el ejemplo de este veredicto y enmendarse. Además, los partidos en India deben rehuirle a la política basada en religión. Los partidos señalan el golpe bajo en nombre de la democracia cuando sus intenciones religiosas son expuestas. Sin embargo, de acuerdo conmigo, la religión es la mayor pesadilla para cualquier democracia».


[1] Tehelka.com (India), 27 de julio, 2013. El escrito original en inglés del ensayo y la entrevista en este despacho han sido editados ligeramente para mayor claridad y estandarización.

[2] Tehelka.com (India), 1 de agosto, 2013.