En un artículo el 28 de junio, 2010 en el diario qatarí Al-Raya, el Dr. Ali Al-Khalifa Kuwari, profesor de economía en la Universidad de Qatar, arremetió contra los medios de comunicación de Qatar por su auto-censura. Señaló que este medio se considera a si mismo vocero de los oprimidos de todo el mundo y abandera los valores de la democracia y la libertad de expresión en otros países – sin embargo, un extraño silencio sobre temas internos que afectan al publico qatarí y crea un hábito de escritores amordazados quienes expresan opiniones controversiales.
A continuación se presentan extractos del artículo:
«¿Son incapaces estos medios de comunicación globales de abordar los problemas que afectan a los [propios] ciudadanos de Qatar?»
«Es triste que la prensa de Qatar está regresando a su viejo hábito de reprimir opiniones y de enterrar la cabeza bajo la arena, [considerando especialmente que] los medios de comunicación de Qatar, encabezados por Al-Jazeera, se ven a si mismos como una plataforma para todos aquellos que no tienen [otra] plataforma [desde el cual expresarse]. ¿Son incapaces estos medios de comunicación globales de abordar los problemas que afectan a los [propios] ciudadanos de Qatar? ¿Son incapaces de dedicarle tiempo en televisión a debatir transparentemente los problemas de la nación, [considerando especialmente que] este país ocupa un lugar destacado en los índices de transparencia, es anfitrión de una organización [dedicada a] la libertad de prensa, en esparcir la democracia siendo [sede de] conferencias internacionales y nombra a otros [con el fin de defender la democracia], es decir, la Fundación Democracia Árabe, la cual es financiada por Qatar?
«Es una vergüenza que le prediquemos a todo el mundo sobre [la importancia del diálogo] y nos esforzamos para que [varios otros países] y sociedades se reconcilien entre si, mientras nuestros propios diarios se niegan, sin causa alguna, a publicar artículos de opinión por [determinados individuos]. [Los] diarios podrían confrontar [artículos polémicos] publicando un punto de vista diferente o afirmación [junto a estos], en lugar de impedir su publicación por un decreto del jefe de redacción… Esta] censura [fue practicada por varios diarios el mes pasado y abarca un círculo cada vez mayor de escritores en Qatar – lo que refleja una política mediática de mentalidad estrecha».
«Los ciudadanos de Qatar tienen preocupaciones legítimas»
«Los ciudadanos de Qatar tienen preocupaciones legítimas respecto a su identidad islámica-árabe, respecto a su futuro – en luz de las lagunas [sociales] cada vez mayores – y respecto al resultado de la legislación que vincula [el derecho a la] compra de bienes y raíces o el beneficiarse de este a [la posesión de la] residencia permanente – [legislación que] no tiene en cuenta la necesidad de Qatar de una [fuerza laboral] extranjera. También están disgustados de que el idioma inglés ha reemplazado al idioma árabe en la educación y gerencia y que [Qatar] se esta convirtiendo en cada vez más dependiente de los ejecutivos que no hablan árabe. Estos están deprimidos [por el hecho] de que no se les permite financiar a los sindicatos y a las organizaciones benéficas, además del [hecho que] las vías de expresión se les van cerrando…
«Ellos han estado esperando pacientemente por la aplicación de la constitución permanente de Qatar, aprobada por el Gobierno en el 2004 [y por] la implementación de los artículos 76 al 116. Estos 40 artículos, [que prevén un parlamento elegido en parte, que no existe actualmente en Qatar]… le permite a [los ciudadanos], por medio de sus representantes [en el parlamento], expresar sus preocupaciones y comprender las consideraciones que motivan al gobierno en pasar decisiones sobre los asuntos públicos… También le permite a los representantes del pueblo recibir informes [del gobierno acerca de sus decisiones] y de impugnar el presupuesto general del país y [la gestión de] las reservas de las finanzas públicas y la deuda pública, en su caso.
«[La implementación de estos artículos] puede permitir que [los ciudadanos de Qatar] expresen las cuestiones que la gente susurra [entre ellos] por falta de instituciones adecuadas que pueden presentarles y obtener una respuesta [del gobierno]. Esto aumentará su sentido de auto-respeto, porque serán capaces de considerarse a si mismos como ciudadanos con derechos y deberes, que no puede ser rechazados».