Luego que el Emirato Islámico de Afganistán (la organización de los talibanes afganos) tomara el poder en Kabul el día 15 de agosto, 2021 el primo ideológico del grupo yihadista, el grupo Tehreek-e-Taliban Pakistan (el Movimiento de los Talibanes en Pakistán, TTP), advirtió a los periodistas paquistaníes que dejen de describir al TTP como un grupo terrorista o extremista.
La ideología del grupo TTP, que ha ido llevando a cabo ataques regularmente en Baluchistán y en los distritos tribales paquistaníes fronterizos con Afganistán, es similar a la de los talibanes afganos y los combatientes del TTP le deben su lealtad al emir del Emirato Islámico, al igual que Al-Qaeda. El muftí Noor Wali, el emir del grupo TTP, ha decidido crear un estado separado que comprenda dichos distritos tribales.
Antes y después de que Kabul cayese en manos de los talibanes afganos el 15 de agosto, varias prisiones en Afganistán quedaron sin vigilancia y miles de presos talibanes afganos y paquistaníes escaparon de estas. Ahora, representan un nuevo peligro para el estado paquistaní, que ha apoyado a los talibanes afganos y espera que puedan persuadir al grupo TTP a que no ataque a Pakistán.
Advirtiendo que la «re-talibanización» de la región tendrá graves consecuencias para los medios de comunicación, el académico paquistaní Syed Irfan Ashraf escribió un artículo cuestionando el «engañoso enfoque de seguridad» del estado paquistaní, que crea grupos terroristas yihadistas tales como el TTP. Ashraf, que enseña en la Universidad de Peshawar y cuyo libro «El lado oscuro de la manipulación de las noticias: La cultura y la economía política de las noticias» será publicado en octubre del 2021, escribió lo siguiente: «Luego del acuerdo Doha, que aseguró la toma de control de los talibanes de Kabul, Afganistán los vecinos tomaron medidas bastante enérgicas contra los grupos militantes que utilizaban suelo afgano a fin de amenazar su soberanía. Solo Pakistán mantuvo la calma, a riesgo de exponer su parte más débil y fácil de atacar ante la militancia».
A continuación se presentan extractos del artículo:
«El grupo TTP dijo que llevó a cabo 32 ataques solo en agosto, asesinando a 52 personas e hiriendo a 38 [principalmente en la región tribal paquistaní a lo largo de la frontera con Afganistán
«El Sindicato Federal de Periodistas de Pakistán (PFUJ) también ha expresado su preocupación por la amenaza del TTP a los medios de comunicación, subrayando no solo la gravedad de la amenaza sino también la necesidad de analizar el futuro de la libertad de prensa en el contexto de La reciente re-talibanización de la región. Dicho tiempo de tal advertencia es bastante significativo. En una declaración anterior, el grupo prohibido (TTP) dijo que llevó a cabo 32 ataques solo en agosto, asesinando a 52 personas e hiriendo a 38. Si bien se afirmó que estos ataques tuvieron como objetivo a fuerzas de seguridad específicas, las autoridades estatales han culpado previamente a las agencias de los servicios de inteligencia hostiles que utilizan suelo afgano pata patrocinar el terrorismo dentro de Pakistán.
«El grupo TTP parece verse desesperado por demostrar que el estado está equivocado y desea establecer que los ataques dentro de Pakistán continuarán independientemente del gobierno talibán afgano vecino.» Los periodistas están atrapados entre el TTP y el estado de Pakistán. Con una creciente censura dentro del país, es muy difícil hablar de seguridad a menos que primero establezcan que estos son paquistaníes «leales». Por lo tanto, muchos presentadores de programas en televisión proyectan a Afganistán como la «colonia» de Pakistán, una narrativa que se ve reforzada por los comentarios de algunos de esos periodistas paquistaníes que fueron a Kabul poco después de su caída el día 15 de agosto, 2021 con el fin de informar sobre la conquista de su propio país por los talibanes.
«Existen otros que, a pesar de una conducta liberal y de esfuerzos torpes por mantener su objetividad, parecen compartir una afinidad ideológica con los talibanes afganos. En esta cobertura unilateral, se nos hace creer que la re-talibanización de Afganistán ayudará a neutralizar las amenazas provenientes de la frontera occidental afgana hacia Pakistán. El papel de animador de los medios de comunicación nacionales reduce al grupo TTP a un estado de apéndice, dando la impresión de que este equipo hostil no posee la capacidad para lastimar a Pakistán. La advertencia del grupo TTP está destinada a hacer estallar esta burbuja.
«¿Es el grupo TTP realmente una amenaza para los periodistas paquistaníes? La respuesta está en el enfoque del propio estado hacia la militancia regional. Dos días antes de la caída de Kabul, un alto funcionario en una charla informal indicó que si los talibanes tomaban el control de Kabul, todo lo demás caería». En otras palabras, las élites del poder en Pakistán no parecen estar realmente preocupadas por el grupo TTP. Después del acuerdo Doha, que aseguró la toma de Kabul por los talibanes, los vecinos de Afganistán tomaron medidas enérgicas contra los grupos militantes que utilizan suelo afgano para amenazar su soberanía. Solo Pakistán mantuvo la calma – a riesgo de exponer su parte más débil y más fácil de atacar a la militancia».
«Alrededor de 2.300 combatientes del TTP fueron liberados de estas cárceles cuando los talibanes afganos tomaron el poder, incluyendo a los principales comandantes que pertenecen principalmente al distrito tribal paquistaní de la zona de Waziristán del Norte»
«El día que cayó Kabul, miles de reclusos escaparon de la cárcel de Pul-i-Charkhi – el mayor centro de detención de Afganistán. Un par de días antes, la prisión de Kandahar experimentó una situación similar. Un periodista local de Kabul, Anis-ur-Rehman, afirmó en un tuit que alrededor de 2.300 combatientes del grupo TTP habían sido liberados de estas cárceles, incluyendo a los más importantes comandantes pertenecientes principalmente al distrito tribal paquistaní de Waziristán del Norte.
«El asesinato reportado de dos de los principales prisioneros del EIIS, el jeque Mutawaqal y Abu Omar Khurasani, seguido de informes sobre el arresto a más de 25 simpatizantes del EIIS y el cierre de mezquitas que predican la ideología salafista amiga del EIIS en Afganistán, indican las prioridades de los talibanes afganos para frenar a la militancia. Si bien el régimen talibán parece serio en la eliminación del EIIS, la condición principal de su acuerdo Doha, el grupo TTP disfruta de su hospitalidad. Pakistán buscó la acción de los talibanes afganos contra el grupo TTP, pero el esfuerzo fue inadecuado e inefectivo.
«Ha habido informes de que se ha formado una comisión talibán de tres miembros en Afganistán para asegurarle a este que se le pedirá a los líderes del grupo TTP que resuelvan los problemas con Pakistán para que ellos y sus familias puedan regresar a su propio país (Pakistán). Al pedir una posible amnistía para el grupo TTP, es irónico que el nuevamente talibanizado Afganistán busque «profundidad estratégica» en Pakistán.
«El grupo TTP, por lo tanto, es una bomba a punto de estallar. Según los informes, alrededor de nueve grupos se han unido al equipo desde el acuerdo Doha. Después de su liberación de Pul-i-Charkhi, Maulvi Faqir, el ex-subjefe del TTP y aliado cercano del actual jefe de Al-Qaeda Ayman al-Zawahiri, le prometió lealtad a los talibanes afganos. En el camino de Kabul a la provincia Kunar, colindante con el distrito de Bajaur en Pakistán, su ciudad natal, Faqir se dirigió a sus seguidores en un video que se hizo viral, afirmando que el TTP continuará trabajando para imponer el sharia en Pakistán».
«Pakistán se sentirá más aliviado porque el ex-subjefe de TTP Maulvi Faqir no pidió un estado independiente que comprenda las áreas tribales de Pakistán, una resolución que el jefe de TTP el muftí Noor Wali, tomó para si en su última entrevista»
«El ministerio del interior de Pakistán se sentirá aliviado porque Faqir no pidió un estado independiente que comprenda las áreas tribales de Pakistán, una resolución que el jefe del TTP, el muftí Noor Wali, tomó para si en su última entrevista con los medios de comunicación extranjeros. Este compromiso del TTP es suficiente para perseguir a aquellas personas ya desfavorecidas en las antiguas FATA (áreas tribales administradas por el gobierno federal ahora fusionadas en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa en Pakistán) que ven al equipo a través de la lente de los intereses en política exterior regional del estado.
«Así que, la amenaza a los medios de comunicación no emana realmente del grupo TTP, sino del método detrás del flujo de la militancia – promover el militarismo a costa de la libertad de expresión. Lo mejor que puede hacer la PFUJ es sensibilizar a los profesionales de los medios de comunicación sobre su propio papel en relación a la economía regional de la guerra imperialista incrustada en un mundo posterior al 11-S. Hasta ahora esto ha pasado desapercibido y el daño es obvio.
«En un programa de los medios de comunicación digitales titulado ‘¿Se integrará el TTP?’ El ex-jefe del SII, el teniente general Asad Durrani, se asombró por el éxito de los talibanes ante los Estados Unidos en Afganistán. «Estos han hecho un gran trabajo», dijo el confiado analista a su cortés anfitrión, «nuestra administración civil y militar debería aprender sobre su experiencia. En referencia al TTP, el general Asad Durrani adoptó un enfoque creativo común: después de todo, son ‘nuestro propio pueblo’; por eso este recomendó una amnistía para aquellos militantes dispuestos a vivir en paz con Pakistán. «Vengan a este lugar por su propis voluntad, este es vuestro país», dijo.
«Cuando se trata de Afganistán, un enfoque de seguridad engañoso y su influencia en un gran segmento de los medios de comunicación nacionales desafía toda lógica; de hecho, fue una confusión incuestionable la que dio origen al TTP – responsable de la muerte de más de 70.000 personas, un hecho que las élites en el poder suelen citar para hacer que el mundo crea en la seriedad de sus esfuerzos para eliminar el terrorismo en la región».
Fuente: Dawn (Pakistán), 16 de septiembre, 2021. El inglés original del artículo ha sido ligeramente editado para mayor claridad y comprensión.