Lo siguiente son extractos de una entrevista desde el Líbano con Shehada Jawhar, ex funcionario de Al-Qaeda a cargo de entrenamiento en Irak, que fue puesta al aire en Al-Arabiya Tv el 7 de diciembre, 2007. En la entrevista, discute su travesía hacia Irak vía Siria, el entrenamiento y operaciones que llevo a cabo, sus hermanos en el jihad, Abu Mus’ab Al-Zarqawi y el papel jugado por la inteligencia siria.
Para ver este segmento de video visite: http://www.memritv.org/clip/en/1624.htm
«Quién es Shehada Jawhar?»
Entrevistador: «Quién es Shehada Jawhar? ¿Quién es usted? Quién es ‘Abu Omar?'»
Jawhar: «Soy un ser humano musulmán, un palestino. Soy un refugiado, viviendo en los campamentos de refugiados palestinos [en el Líbano]».
[…]
Entrevistador: «Cual es su trabajo en ‘Ein Al-Hilweh?»
Jawhar: «Soy un distribuidor – distribuidor de armas».
Entrevistador: «Usted trabaja como distribuidor de armas?»
Jawhar: «Sí. Que hay de malo en eso? Está prohibido, o algo?»
Entrevistador: «Usted hace esto en el campamento de refugiados ‘Ein Al-Hilweh, o fuera de este?»
Jawhar: Desde ‘Ein Al-Hilweh afuera y viceversa».
Entrevistador: «Desde ‘Ein Al-Hilweh hacia fuera…»
Jawhar: «La gente viene a ‘Ein Al-Hilweh a comprar armas, y otros vienen a vender armas».
Entrevistador: «Desde el Líbano o del exterior?»
Jawhar: «Vienen del Líbano. Qué espera usted, gente de Antioch?»
Entrevistador: «Vienen ellos de campamentos de refugiados palestinos?»
Jawhar: «No, desde aquí. De Sidon y Beirut. Son libaneses. La mayoría de la gente que compra armas son libaneses, no palestinos».
Entrevistador: «Quién provee las armas que usted vende?»
Jawhar: «El campamento de refugiados está repleto de armas. Los distribuidores de armas llegan al campamento todo el tiempo. Vienen con licencias. El estado les ayuda a introducir las armas». […]
«Cómo le llego a usted la idea de ir a Irak?»
Entrevistador: «Cómo le llego a usted la idea de ir a Irak?»
Jawhar: «La mayoría de la juventud musulmana en el Líbano puso su mirada sobre el jihad en Irak. Tal como usted sabe, en general, la estructura libanesa y el sistema le impiden a usted ir a combatir en Palestina, aunque Palestina toma precedencia sobre Irak y todos los otros países. Palestina es nuestra causa principal. La estructura aquí en el Líbano está totalmente de cabeza. Uno tiene que pasar más de cien mil obstáculos para poder combatir a los judíos en Palestina. Esto es imposible, porque nadie – sin excepción – quiere que la juventud musulmana vaya y combata a los judíos. Incluso aquéllos que combaten a los judíos lo hacen desde sus propias consideraciones, y no por ideología. Digo esto por todos, sin excepción.
«Por consiguiente, Irak está más cerca que Palestina – no en términos de distancia, sino en el sentido de que uno puede combatir allí, porque todos le abrimos las puertas a Irak, pero les cerramos las puertas a Palestina, aunque esta sea más importante».
Entrevistador: «Así que usted fue a Irak a emprender el jihad».
Jawhar: «Sí. Pensó usted que fui allí a unirme a su equipo de boliche o a su equipo de baloncesto?» […]
Llegue a Irak vía Siria
Entrevistador: «Cómo llegó usted allí? A través de un mediador? ¿Quién era? Hacia dónde fue usted desde ‘Ein Al-Hilweh?»
Jawhar: «Desde la frontera siria, un sirio nos llevó… El contrabandista de gente era sirio, y nos llevó a un lugar que no conozco en Damasco, y luego a una camioneta y nos condujo hacia el corazón de Damasco. Luego uno de los hermanos a cargo de recibir a [los mujahideen] llegó. Todo esto fue coordinado de antemano. No es como cuando uno se va en un viaje. Todo estaba coordinado – desde aquí hasta Shtura, desde Shtura a Damasco, y desde Damasco hacia Irak. Todo estaba coordinado por los hermanos a cargo de esto. Ellos reciben a los hermanos y los envían hacia allá. Todo está organizado. Nada es improvisado».
[…]
Entrevistador: «Entonces cuando llegó [a Irak], le colocaron en una ‘casa de huéspedes'».
Jawhar: «Era una casa regular. Nosotros llamamos a cualquier casa dónde nos quedamos una ‘casa de huéspedes'».
Entrevistador: «Y después de la casa de huéspedes?»
Jawhar: «A trabajar».
[…]
Entrevistador: «Cuál fue su papel? Qué hizo usted?’
Jawhar: «Fui allá a dirigir el entrenamiento militar».
Entrené a [mujahideen] en la guerra de guerrillas
Entrevistador: «Qué tipo de entrenamiento?»
Jawhar: «Entrené a los hermanos a que emprendan la guerra de guerrillas».
Entrevistador: «Qué tipo de guerra de guerrillas?»
Jawhar: «Por definición, la guerra de guerrillas en la guerra del débil contra el fuerte. La guerra de guerrillas difiere de la guerra entre dos ejércitos regulares».
Entrevistador: «Así que usted los entrenó a combatir con armas?»
Jawhar: Los entrené en la guerra urbana, incursiones, emboscadas y ataques. Eso es a lo qué se refiere la guerra de guerrillas».
En operaciones contra los americanos
Entrevistador: «Participó usted en operaciones?»
Jawhar: «Sí».
Entrevistador: «Qué tipo de operaciones?»
Jawhar: «Cosas regulares. Solíamos atacar a los americanos. Solíamos llevar a cabo operaciones contra las bases americanas en Irak. También solíamos colocar emboscadas y atacar los puestos americanos».
[…]
Entrevistador: «Usted dice ‘en contra de los americanos’, pero sólo tenía como blanco a los americanos?»
Jawhar: «Todos eran blancos, pero los americanos fueron preferencia».
Entrevistador: «Quiénes son ‘todos’?»
Jawhar: «Cualquiera que combata contra ‘no hay ningún dios sino Alá’. ¿Existe alguien que defienda a los americanos mejor que ellos? Los infieles son uno y los mismos. Un infiel es un infiel – así sea palestino, judío o argentino. Los infieles son uno y los mismos, mientras un musulmán americano es musulmán. ¿Entonces cuál es el problema? ¿Qué, un iraquí que es apóstata y que ayuda los americanos debería ser tratado como un VIP? Él es peor que los americanos».
Al-Qaeda recibió su ideología del Corán y el Sunna
Entrevistador: «Apoyó usted la ideología de Al-Qaeda cuándo salió para Irak?»
Jawhar: «Qué, Al-Qaeda inventó esta ideología? Ellos recibieron su ideología del Corán y el Sunna».
[…]
Entrevistador: «Se reunió usted con gente de diferentes nacionalidades…»
Jawhar: «Por Alá, la gente vino y fueron martirizados, y ni siquiera supimos sus nacionalidades. Permítame decirle algo – un hermano fue martirizado, y todavía estamos intentando adivinar si era de Eritrea, Yemen o Sudán».
Tuvimos con nosotros hermanos de Túnez, Libia, Argelia, Marruecos, Egipto, de la Península Arábiga, Qatar, Palestina, Siria y Jordania
Entrevistador: «Hermano Abu Omar, en su experiencia, qué nacionalidades prevalecían allí, aparte de los iraquíes, por supuesto…»
Jawhar: Había iraquíes allí?!»
Entrevistador: «Quiero decir aparte de los iraquíes…»
Jawhar: «No había iraquíes con nosotros».
Entrevistador: «»En serio?»
Jawhar: «Ellos se van a dormir a sus casas, mientras nosotros dormimos en nuestros puestos».
Entrevistador: «No temían dormir en sus casas?»
Jawhar: «Por qué deberían temer? La mayoría de ellos no eran conocidos [como miembros de Al-Qaeda]. Sólo unos cuantos de ellos eran conocidos de ser miembros de Al-Qaeda. Ellos protegen su identidad cuando se mueven en la zona».
Entrevistador: «Entonces hay iraquíes…»
Jawhar: «Hay muchos que no son reconocidos como miembros de Al-Qaeda. Todos ellos portan máscaras de esquí».
Entrevistador: «Cuándo llevan a cabo las operaciones?»
Jawhar: «Sí. Teníamos con nosotros hermanos de Túnez, de Libia, Argelia, Marruecos… Para ser honestos, nunca vi allí a nadie de Mauritania. Había hermanos egipcios, hermanos de la Península Arábiga… Conocí a varios hermanos de Kuwait, un hermano de Qatar… Había palestinos, sirios por supuesto, y jordanos…»
[…]
Entrevistador: «Cuántos escuadrones entrenó usted en Irak?»
Jawhar: «Por Alá, muchos. Conduje entrenamientos a lo largo del tiempo que estuve allí».
Entrevistador: «Cuántos miembros tenía cada escuadrón?»
Jawhar: «Depende – cinco, seis, siete… En algunas áreas, no podíamos tener grandes escuadrones. Dependía del área. En algunas áreas, podíamos entrenar sin problema, y en otras áreas, el entrenamiento era un poco difícil».
Entrevistador: «Las fuerzas de seguridad estaban tras de usted, por supuesto».
Jawhar: «Si solo fueran las fuerzas de seguridad, no habría problema. El problema eran los aviones sobrevolando. Usted ni siquiera sabía cuando un avión lo estaba siguiendo desde lo alto»
«El único problema [para los mujahideen] en Irak es la Fuerza Aérea [norteamericana]»
Entrevistador: «Dónde dirigiría usted los entrenamientos?»
Jawhar: «En bosques y selvas… Lo único que nos preocupaba eran [los aviones] sobre nosotros. No nos preocupamos por nada excepto los aviones espías. Lo que más le preocupaba a la mayoría de los combatientes en Irak eran estos aviones, porque los americanos sólo tienen superioridad en el aire. Un avión a varios kilómetros puede verlo, escucharlo, y fotografiarlo. El único problema [para los mujahideen] en Irak es la Fuerza Aérea [norteamericana]».
Entrevistador: «Dónde condujo usted su entrenamiento? Cómo podía usted entrenar a tanta gente sin que nadie escuchara el tiroteo, y sin levantar sospechas de alguien en la región?»
Jawhar: «Estas áreas estaban básicamente bajo nuestro control. Yo no puedo entrar en una casa sabiendo que alguien pudiera ir y entregarme al enemigo. Estas áreas están totalmente aseguradas».
Entrevistador: «Así que toda la región le perteneció a usted – a la organización Al-Qaeda o a sus partidarios».
Jawhar: «Si no nos perteneciera, estaba al menos bajo nuestro control. Todas estas áreas estaban bajo el control de la organización Al-Qaeda».
Ansar Al-Sunna es el anterior Ansar Al-Islam [kurdo]
Entrevistador: «Quiénes son ‘Ansar Al-Sunna’?»
Jawhar: «Originalmente, eran kurdos. Estaban cerca de la frontera de Jordania-Irak, y después, se esparcieron a lo largo de Irak. Al principio, fueron llamados ‘Ansar Al-Islam’, y luego se convirtieron en ‘Ansar Al-Sunna'».
[…]
Entrevistador: «Está Ansar Al-Sunna de acuerdo con Al-Qaeda? Participan ellos en las operaciones, y comparten la misma ideología, en teoría y en la práctica?»
Jawhar: «Por supuesto, totalmente. Existe una alianza, y ellos comparten la misma ideología. Su Emir fue llamado Abu Hassan Al-Shaf’ei».
Entrevistador: «Conoció usted a Abu Mus’ab Al-Zarqawi?»
Jawhar: «El Jeque Abu Mus’ab no aparecía muy a menudo. No todos los hermanos lo conocieron. Pero a veces, el Jeque Abu Mus’ab visitaba nuestras bases, y venia sin ser anunciado. Nosotros nos sentábamos alrededor, y los tipos caminaban junto al jeque. Ellos se sentaban con nosotros durante 15 minutos, media hora, y luego decían adiós y seguirían».
Entrevistador: «Qué fue lo que exactamente le pidió que hiciera?»
Jawhar: «Una vez envió a un hermano como su representante, y me pidió que llevara a cabo las operaciones en el área de Bagdad».
Entrevistador: «Las llevó usted a cabo?»
Jawhar: «Sí, Alá sea alabado”.
Entrevistador: «Qué tipo de operaciones?»
Jawhar: «Atentados con coches bomba y matanzas. Cosas habituales. Qué podía él estar pidiéndonos a nosotros?»
Entrevistador: «Contra los iraquíes, o…»
Jawhar: «No, contra los americanos». […]
«Yo tengo la habilidad de producir [explosivos] a partir de químicos»
Jawhar: «Tengo la habilidad para producir [explosivos] a partir de químicos, y también puedo usar [explosivos ya listos]».
Entrevistador: «Y estas substancias están disponibles?»
Jawhar: «Sí, están disponibles en los mercados. No puedo revelar exactamente cómo los hago, porque mañana alguien podría empezar a venderlos en el mercado».
Entrevistador: «Dónde conseguía usted sus automóviles?»
Jawhar: «Algunos de los automóviles que manejamos pertenecieron a los hermanos, y otros fueron botín que tomamos de los americanos o los iraquíes. Así que usamos estos automóviles».
Entrevistador: «Dónde conseguía usted dinero? De dónde provenían los fondos de Al-Qaeda en Irak?»
Jawhar: «Conseguíamos ayuda en el extranjero y solíamos tomar algún botín. Si tomábamos 200-300 automóviles como botín – espera usted que los manejemos todos? Así que se los vendimos a los kurdos, y de esta manera fue que conseguimos dinero.
Entrevistador: Se los vendió usted específicamente a los kurdos?»
Jawhar: «Sí, los kurdos compran hasta carros de policía. Si tomáramos un automóvil de policía como botín, ellos lo comprarían sin ningún problema. Los kurdos tienen mucho dinero ahora. La gente más rica en Irak son los kurdos. Luego vienen los chi’itas, y los sunnis son los más pobres de todos».
[…]
Entrevistador: «Podría usted elaborar sobre la estructura organizacional, desde el tope de la pirámide a las divisiones más bajas?»
Jawhar: «El hermano Abu Mus’ab, la misericordia de Alá este sobre él, estaba en la cima de la pirámide. Luego venían los hermanos que estaban a cargo de las diferentes regiones, como el Emir del cinturón de Bagdad, el Emir de Al-Anbar, el Emir de Mosul. Luego venían los emires administrativos. Luego venia el Emir a cargo de las decisiones religiosas, y luego el Emir militar. El Emir militar comandaba al Emir de los dispositivos explosivos, el Emir de los morteros, el Emir de los ataques, quien estaba a cargo de las operaciones de ataque y el Emir a cargo del botín. Hay un Emir administrativo, y luego existe un Emir militar. Bajo el Emir militar, viene el resto de los emires a cargo de las actividades militares».
Entrevistador: «Fue usted un Emir allí?»
Jawhar: «Yo fui el Emir del entrenamiento. Fui el Emir que entrenó a los hermanos, y tenía un campo de entrenamiento».
Entrevistador: «Dónde?»
Jawhar: «En Al-Haditha». […]
Sobre el papel de la inteligencia siria
Jawhar: «La gente de la inteligencia siria vino, y me pidió que me reuniera con el Jeque Abu Mus’ab. Ellos le dijeron: ‘Hermano, qué armas necesitas?’ Querían ayudar, pero [Al-Zarqawi] dijo: ‘No, tenemos todo lo que necesitamos’. Él no tomaba nada de ellos, aunque estábamos en la horrible necesidad de tener armas. No quisimos tomar nada de los sirios, para que no se dijera al día siguiente que cooperamos con ellos. Ésta era la posición del Jeque Abu Mus’ab. Necesitaba de cada bala, y se le ofreció cualquier cosa que quisiera. Él dijo: ‘Yo estoy combatiendo a los americanos, con o sin ustedes. Por qué debo yo combatir a los americanos en su nombre’?»
Entrevistador: «Cómo pudo la inteligencia siria llegarle a Abu Mus’ab Al-Zarqawi? ¿Cuál fue su propósito? Qué quería la inteligencia siria?»
Jawhar: «No es del interés de los sirios para que Irak permaneciera tranquila incluso por un momento. Ellos se benefician de esto. Mientras más es destruido Irak, más complacidos están, porque si los americanos se sienten cómodos en Irak, ellos continuarán hacia muchos otros lugares. Por las mismas razones, no es del interés de los iraníes… No sé si usted lo noto, pero los chi’itas comenzaron a combatir a los americanos hace sólo dos años. No son los chi’itas – los iraníes les pidieron que combatieran, y les enviaron armas, explosivos y así sucesivamente, porque si los americanos se sienten cómodos en Irak, ellos continuarán hacia otras áreas. Se ha usted olvidado del Nuevo Medio Oriente?»
[…]
Jawhar: «Teníamos con nosotros a un hermano tunecino, pueda Alá aceptarlo [como mártir], que pudo interceptar las señales de los aviones espía, y podía ver todo lo que los americanos estaban viendo».
Entrevistador: «Así que había gente que se especializaba en tecnología?»
«Nosotros teníamos a un hermano americano un hermano belga y un hermano francés… todos ellos eran intelectuales educados; yo tenía conmigo a un hermano con un titulo de Master en Economía»
Jawhar: «Nosotros teníamos a un hermano americano con nosotros, teníamos a un hermano belga y a hermanos franceses con nosotros. Todos ellos eran intelectuales educados. Yo tenía conmigo a un hermano con un Master en economía. Él una vez condujo un estudio sobre las pérdidas incurridas seguido al 11 de Septiembre. Él calculó las pérdidas económicas americanas hasta al último centavo».
Entrevistador: «De dónde era él?»
Jawhar: «Era un palestino de Jordania. Tenía ciudadanía británica también».
Entrevistador: «Había algún contacto entre la principal organización Al-Qaeda y Al-Qaeda en Irak y las otras ramas?»
Jawhar: «Cuando el Jeque Abu Mus’ab, que la misericordia de Alá esté sobre él, juró obediencia al Jeque Osama, naturalmente, se formaron contactos».
Entrevistador: «Cómo se sostuvieron estos contactos? A través de Internet?»
Jawhar: «Esto si que no lo sé».
Entrevistador: «A través de mediadores?»
Jawhar: «No lo sé».
[…]
Entrevistador: «Cuándo se unió usted a ‘Usbat Al-Ansar?»
Jawhar: «En 1991».
Entrevistador: «Por qué se unió usted a ellos?»
«Al-Qaeda llama al jihad, al reavivamiento del Califato islámico y a la liberación de Palestina»
Jawhar: «Debido a su ideología. Ellos llaman al jihad, al reavivamiento del Califato islámico y a la liberación de Palestina, y estas ideas me atrajeron. Después de todo, soy musulmán, así que me uní a ‘Usbat Al-Ansar».
Entrevistador: «Usted entrena ahora a gente. Quién lo entrenó a usted?»
Jawhar: «Yo recibí entrenamiento cuando estuve en ‘Usbat Al-Ansar, y antes de eso, fui miembro de la juventud de Fatah. En general, la mayoría de los palestinos saben usar armas».
Entrevistador: «Fue usted a Afganistán o a Pakistán?»
Jawhar: «Hubiese deseado ir, pero no funcionó. No tuve el honor de ir para allá».
Entrevistador: «Espera usted regresar a Irak?»
Jawhar: «No, para que? Palestina está más cerca».
[…]
Jawhar: «Tuvimos un enfrentamiento con la OLP. No es nada por el cual estar avergonzados. ¿Qué, ellos nos pueden matar, pero nosotros no podemos matarlos? Es solo natural. Ellos deberían demostrar de lo que nos acusan. ¿Tienen ellos alguna evidencia? No tienen ninguna evidencia, pero emiten veredictos».
«Sí, [soy] terrorista – que hay de malo en esto?»
Jawhar: «Tengo varias penas de muerte y también fui sentenciado a cadena perpetua. No hay nada a esto ¿Cuál es el problema? Ellos pueden amontonar tantas sentencias como quieran. Ésta es una señal de honor para mí».
Entrevistador: «Se considera usted un terrorista?»
Jawhar: «Sí, un terrorista. ¿Cuál es el problema con esto? Si quiero aterrorizar a los enemigos de Alá, cual es el problema con eso?»
[…]
Entrevistador: «Abu Omar, existe Al-Qaeda en el Líbano?»
Jawhar: «No que yo sepa, porque el Jeque Osama no está interesado en el Líbano o inclusive en Siria».
[…]
Jawhar: «Con respecto a las operaciones, no tuve que ir al Emir a cargo de las decisiones religiosas, pero si arrestáramos, digamos, a un iraquí… En la mayoría de los casos, usted necesita una ley religiosa durante el interrogatorio. Pero si yo fuese a ir con el Emir y preguntarle si tengo permiso de combatir a los americanos, yo sería considerado un idiota. Pero respecto a los iraquíes y otros asuntos, usted necesita consultar al Emir a cargo de las decisiones religiosas».
«El Emir a cargo de las decisiones religiosas decide si [un rehén] debería ser muerto, azotado, reprimido, liberado o encarcelado»
Entrevistador: «Participó usted alguna vez en alguna operación de secuestro?»
Jawhar: «Sí, una vez secuestré a alguien en la ciudad de Hit. ¿Cuál es el problema? Lo secuestré y salí del mercado. Una patrulla americana estaba pasando por los alrededores, pero cual es el problema?»
Entrevistador: «Por qué lo secuestró?»
Jawhar: «Porque colaboró con los americanos».
Entrevistador: «Era iraquí?»
Jawhar: «Sí».
Entrevistador: «Qué hizo usted con él?»
Jawhar: «Lo llevamos a dar un paseo'».
Entrevistador: «Qué clase de paseo?»
Jawhar: «Se lo pasamos a los hermanos que conducen los interrogatorios. Mi trabajo fue simplemente aprenderlo. Los hermanos que conducen los interrogatorios trataron con él».
Entrevistador: «Quién decide qué hacer con él?»
Jawhar: «El Emir a cargo de las decisiones religiosas decide si debe ser muerto, azotado, reprimido, liberado o encarcelado. El Emir a cargo de las decisiones religiosas es el que decide».
Entrevistador: «Secuestró usted a gente para pedir rescate?»
Jawhar: «La ley islámica prohíbe esto, a menos de que sean infieles. Se me permite secuestrar a un infiel para pedir rescate, pero no a un musulmán o a un apóstata».
[…]
Jawhar: «Al Jeque Abu Mus’ab se le ofrecieron millones de dólares cuando secuestraron al embajador egipcio, pero él se negó, porque la ley islámica requería la muerte del embajador».
Entrevistador: «Estuvo usted allí?»
Jawhar: «No, estuve aquí».
Entrevistador: «Sabe usted que sucedió con él?»
Jawhar: «Lo mataron».
[…]
Entrevistador: «Cómo es que Al-Qaeda tiene derecho de ejecutar gente?»
Jawhar: «Por supuesto que lo tiene. ¿Cuál es el problema? ¿Cómo es que esos idiotas aquí en el Líbano, en Jordania o en cualquier otra parte tienen derecho de sentenciar a gente a muerte o a encarcelamiento? Qué, son ellos mejores que yo?»