Introducción

En enero del 2007, el Guía Supremo egipcio de la Hermandad Musulmana Muhammad Mahdi ‘Akef declaró que, por primera vez en su historia, el movimiento de la Hermandad Musulmana publicara su plataforma política. Desde entonces, la plataforma oficial no había sido dada a conocer, [1] pero un borrador de esta declaración de principios – enviada por el movimiento a unos 50 intelectuales egipcios para su revisión – fue infiltrada a los medios de comunicación. [2] Varios aspectos de la infiltrada propuesta del proyecto han evocado intensas críticas públicas.

Primero, el proyecto de 180 páginas propone el restablecimiento del Concejo Supremo de Clérigos, de cuyas decisiones el presidente y la rama legislativa deben diferir sobre temas del shari’a islámico. Segundo, este declara que las mujeres y los no-musulmanes están excluido de servir como presidente de Egipto; y tercero, estipula que los acuerdos internacionales firmados por gobiernos pasados – incluyendo el Tratado de Paz de 1979 Israel-Egipto – será reexaminado y llevado a un referéndum público.

La mayoría de los críticos de la plataforma en la prensa gubernamental y no-gubernamental caracterizó el proyecto como el de promover el establecimiento de un estado islámico al estilo Irán en Egipto. La cláusula que se refiere al Concejo Supremo de Clérigos fue caracterizada como un intento por sacar la legislación fuera de las manos del parlamento y transferirlo a los clérigos; la cláusula que excluye a las mujeres y coptos de la presidencia fue llamada discriminatoria; y la revisión del tratado de paz de 1979 fue visto como un paso que perjudicaría el prestigio de Egipto en el mundo y podría llevar a sanciones en contra de este.

La plataforma también fue criticada por antiguos funcionarios de la Hermandad Musulmana, incluyendo al jefe de la División Política del Dr. ‘Issam Al-‘Arian y miembro de la oficina del Guía Supremo Dr. ‘Abd Al-Mun’im Abu Al-Futuh, quién objetó las cláusulas que tratan con el carácter religioso del estado y el tratado de paz con Israel. Los líderes de la Hermandad Musulmana fuera de Egipto, tales como el Jeque Rashed Al-Ghanushi, jefe del movimiento tunecino islamista Al-Nahdha («Reavivamiento»), y el Guía Supremo sirio musulmán de la Hermandad ‘Ali Sadr Al-Din Al-Bayanouni, criticó las cláusulas que se refieren al Concejo Supremo de Clérigos y al estatus de las mujeres y coptos, y exigió que éstos fuesen revisados.

Los altos lideres de la Hermandad Musulmana en Egipto, incluyendo al Guía Supremo Muhammad Mahdi ‘Akef, su primer diputado Dr. Muhammad Habib, y el Secretario general de la Hermandad Musulmana Mahmoud ‘Izzat, prometieron revisar el apoyo de los intelectuales antes de dar a conocer la versión final de la declaración de principios. Sin embargo, a pesar de la crítica al movimiento desde dentro y fuera, parecen insistir en retener las cláusulas polémicas. Respondiendo a la crítica, declararon que el Concejo Supremo de Clérigos significó ser sólo un cuerpo asesor, apuntado a asegurar la aplicación del shari’a tal como es exigido por la constitución egipcia. Ellos declararon luego que la cláusula que se relaciona a la presidencia estaba basada en una interpretación de las fuentes religiosas y permanecería por consiguiente tal como era, y que la ley internacional permitía un referéndum sobre el tratado de paz con Israel.

La publicación de la plataforma oficial ha sido presumiblemente retardada quedando pendiente el comentario de los críticos, y debido al desacuerdo dentro del movimiento sobre la redacción de la plataforma y sobre la cuestión de cuándo y como anunciar el establecimiento de un partido de la Hermandad Musulmana.

El aplazamiento también puede haber sido causado por la ola de arrestos a antiguos funcionarios de la Hermandad Musulmana, incluyendo a Mahmoud Al-Ghozlan, quién encabezó el Comité de la Plataforma, y la prohibición de las autoridades egipcias sobre la reunión tradicional del movimiento al final del ayuno de Ramadan, durante el cual muchos creyeron que la plataforma iba a ser anunciada oficialmente. El Guía Supremo de la Hermandad Musulmana ‘Akef ha declarado que la versión final de la plataforma será publicada después de que todas los resultados sean recibidos y considerados.

Este informe revisará las cláusulas polémicas de la plataforma, la crítica expresada contra ellas por los redactores egipcios y por los miembros de la Hermandad Musulmana dentro y fuera de Egipto, y las respuestas del movimiento a las críticas.

Las cláusulas polémicas del proyecto de declaración de principios

El proyecto de declaración, tal como fue anunciado el 25 de agosto del 2007 en www.islamonline.net, incluye seis partes: una introducción, y cinco secciones que tratan con (a) los principios del movimiento, (b) el estado y el régimen político, (c) la educación, el desarrollo y la política económica, (d) la justicia social, y (e) el reavivamiento cultural. Lo siguiente es una revisión de las cláusulas controversiales de la plataforma:

El presidente y la rama legislativa serán aconsejados por el Concejo Supremo de Clérigos

El carácter religioso del estado es un tema tratado extensivamente en la declaración. El proyecto declara: «Nosotros presentamos este plan de reforma a todos los sectores del pueblo egipcio… de acuerdo con la constitución y con el [principio de] la libertad de expresión, opinión y pensamiento, y de acuerdo con el segundo artículo de la constitución, que declara que el Islam es la religión oficial del estado y que el shari’a islámico es la fuente principal para su legislación… [pág. 5]. El estado islámico es, por su misma naturaleza, un estado civil, porque los nombramientos a los cargos [públicos] son hechos en base a las calificaciones, la experiencia y la especialización, mientras los [poseedores de] cargos políticos son elegidos por el pueblo… [pág. 14])»

El proyecto de principios declara luego: «La autoridad del shari’a será implementada de una manera que conforme la [voluntad de la] nación, por medios de una mayoría parlamentaria elegida [elecciones] libres, limpias y transparentes. La rama del legislativo debe consultar con el Concejo Supremo de Clérigos de la nación, que igualmente serán elegidos libre y directamente de entre los clérigos, y serán totalmente independientes de la rama ejecutiva – procesal, financiera y administrativamente. Esta será asistida por comités neutrales y fiables y consejeros con conocimiento y experiencia, incluyendo en las ciencias seculares. [El deber de consultar con el Concejo Supremo de Clérigos] también aplicará al presidente cuando este desee implementar decisiones basadas en la ley y en la ausencia de la rama legislativa. En estas circunstancias, la decisión del Concejo Supremo de Clérigos será final y servirá mejor a los intereses del pueblo.

«En el caso de [cuestiones] polémicas qué no estén inequívocamente [fijadas] por las leyes del shari’a basadas directamente en los textos claros y aplicables [del Corán o del hadith], la decisión final será tomada por la rama del legislativo. Tales decisiones, si son [aprobadas por] la rama del legislativo por mayoría absoluta, serán válidas aun cuando contradigan la opinión del Concejo Supremo de Clérigos. En tales casos, antes de que la rama del legislativo tome su decisión final, esta debe apelar al [Concejo Supremo de Clérigos] y presentar su postura, la cual cree sirve mejor a los intereses del pueblo.

«El criterio para elegir a los miembros del Concejo Supremo de Clérigos, y las normas que se les exigirán que reúnan, será estipulado por la ley… [pág. 10]»

Los no musulmanes están excluidos de la presidencia

Otra cláusula que evocó la crítica adopta el tratamiento de la población no-musulmana de Egipto. El proyecto declara: «Un estado es predicado bajo el principio de ciudadanía. Egipto es el estado de todos aquéllos que sostienen ciudadanía egipcia, que por ley tienen derechos iguales y deberes de acuerdo con los principios de uniformidad e igualdad de oportunidades… [pág. 12]. Los principios de uniformidad e igualdad de oportunidad son esenciales en obtener justicia y en ahondar [el sentido de] pertenencia a la patria; estos pueden llevarse a cabo evitando la discriminación, en ambos derechos y deberes, en base a la religión, sexo y raza, y concediéndole a todos los ciudadanos [igualdad] de oportunidades para expresar sus opiniones; dirigir organizaciones políticas, unirse a [tales organizaciones] y moverse [libremente] de una a otra; [y] estudiar y trabajar – [mientras] observen los valores básicos de la sociedad… [pág. 23]».

Por otro lado, el proyecto incluyó lo siguiente: «Existen oficinas religiosas básicas en el país cuya [función] es proteger la religión. Un estado islámico debe proteger a los [ciudadanos] no-musulmanes en todo lo concerniente a la fe, ritos, etc.; al mismo tiempo, debe preservar al Islam y todos los asuntos relacionados a esta, asegurando que ningún ritual, propaganda o peregrinación que contradiga las actividades islámicas sean llevadas a cabo. Estas oficinas religiosas incluyen la del presidente o la del primer ministro, dependiendo del régimen político [en el país]. En consecuencia, creemos que el deber del presidente o el primer ministro – dependiendo del régimen político – va contra las creencias de los no-musulmánes. Por consiguiente, un no-musulmán está exento de esta posición, basado en el shari’a islámico, que no le obliga a un no-musulmán a que realice funciones que contradigan su fe… [pág. 15]»

El papel del presidente no se ajusta a la naturaleza de la mujer

Según la plataforma del proyecto, las mujeres, también, son excluidas de competir por la presidencia. El documento estipula que una manera de asegurar la igualdad de los ciudadanos y la igualdad de oportunidades es «concederle a las mujeres todos los derechos que se le atribuyen de manera que no socave los valores básicos en la sociedad. [pág. 23]» Éste declara luego: «Las mujeres constituyen la mitad de la población, y ellas equilibran los papeles familiares (como esposas, madres y amas de casa). El Islam [siempre] ha tratado a la mujer como la hermana del hombre. En cuanto al papel de la mujer respecto al empleo, el [Islam] estipula que debería ser equilibrado contra la altísima misión de la mujer en el hogar, con sus hijos, para fortalecer las unidades básicas de la sociedad.

«Nuestra visión mundial presupone total igualdad en la dignidad humana entre el hombre y la mujer, mientras al mismo tiempo le asigna una importancia crucial en distinguir sus roles sociales y humanitarios, sin afectar la condición de cualquier sexo. El papel de la mujer en la familia la enviste con una responsabilidad primaria de educar a la próxima generación y asegurar que la familia en nuestra cultura musulmán árabe egipcia sirva como una unidad social básica. Nuestro reavivamiento nacional es predicado en el restablecimiento de la unidad familiar. Por lo tanto, atribuimos suprema importancia al equilibrio en el rol de la mujer, [incluyendo] mejoras de sus roles dentro de la familia y en la vida pública; ella no debe cargar con obligaciones que contradicen su naturaleza o su papel dentro de la familia.

«Creemos que los cargos ocupados por mujeres están determinados por el acuerdo general social que descansa en la autoridad de la cultura islámica. El debate sobre varios cargos y la posibilidad para que una mujer los ocupe (p.e., como jueces) debe ser llevado a cabo como parte del diálogo social y religioso con el objetivo de lograr el acuerdo general social, para que ambos mujeres y hombres tengan una oportunidad de participar en el proceso de toma de decisiones. Por nuestra parte, creemos que la carga de la presidencia no debe ser puesta en los hombros de una mujer – ni tampoco en supervisar o liderar al ejército – ya que estos contradicen su naturaleza y el resto de sus papeles sociales y humanitarios… [pág. 103]».

El tratado de paz con Israel será re-examinado

Otro aspecto polémico de la plataforma del proyecto involucra el honrar los ratificados acuerdos de paz internacionales, significando en particular los acuerdos de paz con Israel. El documento declara: «Honramos leyes y tratados no escritos, contratos internacionales y acuerdos, así como también todos los acuerdos que llaman a la cooperación entre los pueblos para lograr justicia e igualdad… [pág. 7] El principio de honrar los tratados internacionales y los acuerdos asegura la estabilidad de las relaciones entre los países, y crea un esquema de trabajo legal para asentar conflictos entre diferentes partes. La ley internacional, así como los tratados internacionales y acuerdos, ofrecen maneras de examinar la magnitud del compromiso de las partes, mientras al mismo tiempo provee los caminos para su revisión si cualquiera de las partes siente que el acuerdo en cuestión discrimina contra este, perjudica su estatus o socava su seguridad. Revisar los acuerdos bilaterales y los tratados es una práctica [no aceptada] en las relaciones internacionales, fijada en cláusulas [especiales] de estos acuerdos – y consideras como un procedimiento rutinario… [pág. 29]»

Los turistas que visitan Egipto deben respetar las leyes islámicas

La cláusula que trata con los turistas en Egipto es igualmente polémica. El proyecto declara: «Los servicios turísticos comprenden el turismo religioso, el turismo científico, turismo para asistir a conferencias, turismo para el tratamiento [médico], turismo comercial y turismo de días festivos. Todas las actividades relacionadas a estos aspectos de turismo deben estar en línea con los principios, valores y leyes islámicas. Un turista debe familiarizarse a si mismo con los límites religiosos musulmanes, como para no transgredirlos en público durante su estadía [en Egipto]. Como estado islámico, Egipto debe adherirse a los valores islámicos… El shari’a le permite a un no-musulmán hacer cosas que están prohibidas para un musulmán, aunque no en público sino sólo en la esfera privada – y esta [regulación] también se aplica a un turista… [pág. 57]»

Esta cláusula enfureció a las agencias turísticas de Egipto, que denunciaron que el objetivo de la Hermandad Musulmana era sabotear la economía egipcia. El director de una de las compañías dijo en respuesta a la salida del proyecto: «Cómo podemos nosotros pedir que los turistas en nuestro país cumplan las demandas de la plataforma de la Hermandad – es eso razonable? ¿No nos incita honrar nuestra fe islámica a [otras] religiones, [según el verso] ‘Tendrás tu religión y yo tendré mi religión [6:109]’? Cómo podemos nosotros forzar nuestros mandatos religiosos y principios sobre ellos? Cada individuo libre [debería tener el derecho de escoger] su fe… La plataforma de la Hermandad, si es implementada, causaría grandes pérdidas y perjudicaría al turismo de Egipto. Un turista viaja para disfrutar su libertad, y no es sabio imponer restricciones – de hecho, cual, entonces, es el significado de la palabra ‘turismo?’…» [3]

Crítica al proyecto de declaración de principios

Redactores en los medios de comunicación egipcios: El documento defiende la dictadura estilo iraní

El proyecto de declaración de principios del Partido de la Hermandad Musulmana fue extensivamente criticado por los redactores en los diarios egipcios, gobierno y no-gobierno por igual. El director del Centro Al-Ahram para Estudios Políticos y Estratégicos Dr. ‘Abd Al-Mun’im Sa’id quien había sido preguntado por la Hermandad Musulmana para que diera su opinión sobre la plataforma del proyecto, publicó sus comentarios en un artículo en el diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat. Sa’id escribió: «Me desilusioné por la declaración de principios del movimiento de la Hermandad Musulmana, que rasgó en pedazos todo concepto del estado civil discutido por los representantes del movimiento, suplantándolos abierta e inequívocamente por un típico régimen [teocrático]…

«Aunque la plataforma estipula explícitamente en la pág. 14 de que ‘un estado islámico es necesariamente un estado civil’, esta aserción no puede ser entendida fuera del discurso que lo precede en las págs. 11-12, donde no es la constitución sino el shari’a islámico que sirve como base o fuente para la legislación. Por lo tanto, la función de cuerpos elegidos… es exclusivamente interpretación del shari’a. En otros términos, la función de legislación es retirada del parlamento y es puesta la función del fatwa…»

Del Concejo Supremo de Clérigos, Sa’id escribió: «Es un cuerpo religioso investido con la autoridad suprema para tomar decisiones, por lo menos en asuntos cuya validez y significado son no controversiales. [La noción de] tal cuerpo contradice el principio de igualdad que es el concepto central en un estado civil. [Sus miembros] no son elegidos de entre el volumen de la población. Esta va sin decir que los miembros de otras religiones [están excluidos], ya que [los únicos] derechos que se les conceden son el derecho a [observar sus rituales religiosos] y participar en los aspectos limitados del proceso político. Esencialmente, la plataforma de la Hermandad deletrea el fin del concepto de estado civil, reemplazándolo con la idea de un estado [teocrático] que evita que los no musulmanes ejerzan cargos públicos… y los priva del derecho de defender su patria. Esto abre camino para la restauración del jizya [impuesto pagado por los no musulmanes bajo mandato musulmán]…

«Todo lo anterior constituye un inmenso salto en retroceso en la ideología de la Hermandad Musulmana, que había estado intentando, durante los últimos años, de persuadirnos en que habían adoptado la igualdad como principio de piedra angular, que la democracia se había convertido en su línea oficial, que el régimen que ellos querían establecer estaba basado en la idea del ‘estado civil’, y que su política estaba esencialmente basada en el concepto de ‘ciudadanía’ en el amplio y moderno sentido político de la palabra…» [4]

‘Omar Al-Shobaki, investigador para el Centro Al-Ahram para Estudios Políticos y Estratégicos que también había recibido una copia de la plataforma del proyecto del movimiento, expresó su crítica en un editorial en el diario de oposición egipcio Al-Masri Al-Yawm. Él escribió: «Esta plataforma me asombró a mí y a muchos otros que recibieron una copia… Es la peor [plataforma] en la historia del movimiento, incluso en comparación con sus varias plataformas electorales, particularmente las elecciones del 2005. Es obvio que cualquiera fuera del movimiento que lea la plataforma comprenderá inmediatamente que fue delineada por más de una mano, o para ser más precisos, desde más de un punto de vista, y que fue la corriente religiosa – o la facción da’wa [dentro del movimiento] – que prevaleció, imponiendo su punto de vista del mundo y la religión…»

Al-Shobaki también criticó la idea de reestablecer el Concejo Supremo de Clérigos: «La propuesta para establecer un cuerpo religioso cuya función sería supervisar la legislación, el Concejo del Pueblo, y al presidente es una regresión sustancial en el discurso de la Hermandad. Este coloca la fundación de un estado [teocrático], no sólo contradiciendo la tradición del estado egipcio civil sino también toda la herencia civil que la Hermandad ha amasado por más de un cuarto de siglo. También está en contradicción al papel activo que [la Hermandad] ha jugado en la vida política, en el parlamento y en las uniones de trabajadores. Ellos han revertido de nuevo el discutir la idea explícitamente del estado [teocrático] dónde el Concejo Supremo de Clérigos está involucrado en la legislación…

«Está claro que la plataforma de la Hermandad no es la de un partido político, sino más bien la de un movimiento religioso. Un grave problema que nosotros hemos estado discutiendo durante años, es decir, la necesidad de una separación total entre el movimiento religioso y el partido político, sólo puede ser resuelta por la reforma dentro del movimiento de [la Hermandad]. Ya que el régimen político nunca alentará a la Hermandad a que evolucione [en un partido político], y puede inclusive penalizarlo por hacerlo, nos [quedaremos] con el mismo movimiento religioso estancado al cual nunca estaremos [preparados a] cambiar su discurso político y su perspectiva, ya que les exige que conserven su unidad y solidaridad…» [5]

El editor del diario del gobierno egipcio Al-Gumhouriyya y miembro del Concejo del Shura egipcio Muhammad ‘Ali Ibrahim criticó severamente varias cláusulas de la plataforma. En su columna diaria, escribió: «El Jeque Mahdi [‘Akef] no ha logrado nada nuevo con esta plataforma imaginaria [suya], aparte del alboroto que quiso crear. Esta plataforma es [meramente] una versión distorsionada de la plataforma del PND [gobernante Partido Democrático Nacional], y [un esfuerzo] de desfasar algunas cláusulas de la constitución [egipcia] – qué el Jeque Mahdi ‘Akef no reconoce y no le gustaría abolir en su totalidad – antes de incorporarlas en su plataforma imaginaria.

«En su plataforma, ‘Akef también propone llevar los Acuerdos de Camp David a referéndum, aprovechándose de la venganza y el enojo sentidos por el pueblo egipcio como resultado de la estupidez de Israel, el apoyo interminable de América [hacia Israel], y los persistentes [intentos] de Tel Aviv para enterrar y sabotear el [proceso] paz. Pero Mahdi, [con] su plataforma y su movimiento ilegal, no entiende las implicaciones de un retiro egipcio de un acuerdo internacional, y no le importa que Egipto pierda su credibilidad ante los ojos del mundo y estará sujeto a sanciones políticas o económicas…

«La [idea] más descabellada propuesta por la Hermandad Musulmana en su plataforma es que un cuerpo religioso [e.d. el Concejo Supremo de Clérigos] tendría el poder sobre el presidente… Este cuerpo sería como la Inquisición [española], e [intentaría controlar] la conciencia del pueblo y los juzgaría por sus pensamientos. ¿Han visto ustedes alguna vez un peor [tipo de] dictadura religiosa? Sería similar al régimen iraní dónde el Líder Supremo es la autoridad más alta, y el presidente, el portavoz del parlamento, etc. son subordinados a este. Egipto nunca será Irán. El presidente [egipcio] nunca estará desvalido ante un movimiento religioso enfadado que quiere usurpar el país y hacerle rehén a sus aspiraciones…» [6]

Crítica dentro de la Hermandad Musulmana

Dentro de la propia Hermandad Musulmana, los desacuerdos surgieron, ambos durante el bosquejo de la plataforma y después de la publicación de las críticas contra esta, respecto a las polémicas cláusulas así como también las cuestiones más generales de si anunciar la formación de un partido político o si publicar su plataforma. [7]

Según el semanario egipcio Akher Sa’a, el bosquejo de la plataforma refleja los puntos de vista del primer diputado al Guía Supremo, Dr. Muhammad Habib, y los del Secretario General de la Hermandad Musulmana Dr. Mahmoud ‘Izzat, que difiere de aquéllos del jefe del Escritorio Político de la Hermandad Musulmana Dr. ‘Issam Al-‘Arian y del Dr. ‘Abd Al-Mun’im Abu Al-Futuh, miembro de la oficina del Guía Supremo. De hecho, el último publicó un artículo en uno de los portales de la Hermandad Musulmana criticando la plataforma – pero el artículo fue rápidamente removido del portal. [8] A continuación se presenta una revisión del argumento dentro de la Hermandad Musulmana:

Secretario General de la Hermandad Musulmana: «El Mandato del Jurisprudente no está en la agenda»

Una de las cláusulas que causaron disputa durante el bosquejo de la plataforma trató con el Concejo Supremo de Clérigos. El jefe del Escritorio Político Dr. ‘Issam Al-‘Arian expresó reservas sobre esta cláusula, describiéndolo como un «punto negativo que arrastra la atención de las otras [cláusulas de la plataforma]». Él también dijo que los deberes del concejo, [tal como están especificados en la plataforma,] no eran los deberes puestos por los clérigos en el shari’a sunni. Al-‘Arian exigió que la cláusula sea desfasada, y sugirió combinarlas con el artículo sobre los cuerpos religiosos y el desarrollo de Al-Azhar, sobre el cual no había controversia dentro del movimiento. [9]

El Dr. Muhammad Habib, primer diputado del Guía Supremo de la Hermandad Musulmana, dijo que un error había caído en la redacción de esta cláusula, y que el concejo Supremo de clérigos tenía como objetivo ser un cuerpo asesor cuyas decisiones no eran obligatorias: «Nosotros pensamos que el concejo pertenecería a Al-Azhar o a un cuerpo asociado a este… Nuestra intensión a este no era que tuviese algún control o hegemonía, o la autoridad para imponer [sus decisiones] en cualquier cuerpo en lo absoluto. Nosotros creemos que el Concejo del Pueblo tiene la última autoridad en [los asuntos de] la legislación». [10]

El Dr. ‘Abd Al-Mun’im Abu Al-Futuh, miembro de la oficina del Guía Supremo, dijo igualmente que la cláusula fue pobremente expresada y no significó ser leída tal como se hizo. Él explicó: «Nosotros llamamos a reestablecer el Concejo Supremo de Clérigos, que fue una vez parte de Al-Azhar. Además [de su función de elegir al Jeque de Al-Azhar], este aconsejará a la Corte Constitucional, al Concejo del Pueblo, y al Concejo del Shura en asuntos que requieren una decisión religiosa. Este será un concejo asesor [11] [cuyas decisiones] no son obligatorias».

De forma similar, el Secretario General de la Hermandad Musulmana Dr. Mahmoud ‘Izzat dijo, en una entrevista para el portal de la Hermandad Musulmana, que el Concejo Supremo de Clérigos sólo significó aconsejar a la rama legislativa y al presidente, y de «ayudarles a implementar la constitución [egipcia]». Él agregó que «‘el Mandato del Jurisprudente [un principio guía del régimen iraní] no estaba en la agenda de la Hermandad Musulmana o en el de los sunnis en general». [12]

Otro miembro de la oficina del Guía Supremo, Dr. Mahmoud Ghozlan, evaluó que, en luz a la crítica despertada, la Hermandad Musulmana estaba inclinada a excluir la cláusula del proyecto final de la plataforma. Él explicó que el establecimiento de tal concejo no fue asignado por fuentes religiosas, que lo hicieron más fácil rendirse o revisar la cláusula que trata con esta. [13]

Jefe del escritorio político de la Hermandad Musulmana: «Ningún cristiano [en Egipto] espera verdaderamente convertirse en presidente»; «Una mujer es improbable que logre esta posición, dado el carácter patriarcal de [nuestra] sociedad»

La cláusula que trata con la presidencia despertó también controversias dentro del movimiento. El miembro de la oficina del Guía Supremo Dr. ‘Abd Al-Mun’im Abu Al-Futuh objetó la cláusula tal como esta fue expresada, declarando que a los coptos y a las mujeres debería permitírsele participar en elecciones para presidente. En una entrevista para www.islamonline.com, él declaró: «No existe ninguna razón por el cual un copto o una mujer no deberían servir como presidente – si esta es la voluntad y escogencia del pueblo. Nosotros no objetamos a ningún ciudadano a que compita por la presidencia, mientras reúna el criterio especificado en la constitución, ya que todos los ciudadanos tienen derechos y deberes por igual, y nosotros respetamos la escogencia del pueblo…»

«La redacción [de la cláusula en el proyecto] fue errónea. Apelamos al Jeque Yousef Al-Qaradhawi, [presidente de la Unión Internacional de Estudiosos Musulmanes y uno de los líderes de la Hermandad Musulmana en el exterior], y al Dr. Ahmad Al-‘Assal [un predicador musulmán y consejero al presidente de la Universidad Islámica de Islamabad], quién confirmó que una mujer pudiera someter su candidatura para presidente, mientras la elección [del presidente] dependiese del pueblo…» [14]

El encabezado del Escritorio Político de la Hermandad Musulmana Dr. ‘Issam Al-‘Arian acordó que el papel de presidente debe ser restringido a los hombres musulmanes, pero argumentó que esto no debería ser declarado explícitamente: «La controversia no es sobre quién debe [ser elegible para el rol de presidente], sino sobre [la cuestión] de si este punto debería hacerse tan explícito, o más bien debería ser dejado a las costumbres, que [la gente] seguirá aun cuando no sea deletreado. Para un país cuya constitución declara que el shari’a islámico es la fuente principal de legislación, y en el cual 90% de los ciudadanos son musulmanes, ningún cristiano espera realmente convertirse en presidente. Si esto sucede, será una rareza.

«En cuanto a las mujeres – una mujer es improbable que logre esta posición, dado el carácter patriarcal de [nuestra] sociedad. El hecho es que a las mujeres se les ha permitido participar para los concejos [locales] del pueblo durante décadas, pero nunca han podido ganar ningún número significativo de escaños». [15] Una fuente de la Hermandad Musulmana informó que Al-‘Arian fue excluida de las discusiones sobre las enmiendas a las cláusulas que tratan con la presidencia. [16]

En luz a las severas críticas sobre la cláusula de la presidencia, una fuente anónima de la Hermandad Musulmana le dijo al diario de oposición Al-Masri Al-Yawm que el movimiento estaba inclinado a remover esta cláusula del proyecto final de la plataforma. [17] Sin embargo, esta demanda fue negada por el jefe del comité de la plataforma Dr. Muhammad Mursi, quien dijo que los líderes de la Hermandad Musulmana habían decidido unánimemente retener la cláusula que prohíbe a las mujeres y a los coptos de participar para la presidencia. [18] En otra ocasión, Mursi dijo: «Hemos visto nosotros a un no-cristiano alguna vez a la cabeza del Vaticano? Ha tenido alguna vez Israel un presidente no-judío?» [19]

El Secretario general de la Hermandad Musulmana Dr. Mahmoud ‘Izzat declaró igualmente en una entrevista para el portal del movimiento que, a pesar de las críticas, la oficina del Guía Supremo había decidido que no debe permitírsele a los coptos y a las mujeres participar en las elecciones para presidente, aunque todos los otros roles públicos estuviesen abiertos para ellos. [20] El primer diputado al Guía Supremo Dr. Muhammad Habib le dijo a Al-Jazeera Tv que «los coptos eran ciudadanos ordinarios [que] tenía todos los derechos – y no ciudadanos de segunda clase…» Él agregó que ellos pudieran servir en cualquier cargo de alto rango excepto en el de la presidencia, ya que el presidente estaba a cargo de implementar el shari’a. [21]

El miembro de la oficina del Guía Supremo Dr. Mahmoud Ghozlan dijo que la posición de la Hermandad Musulmana sobre el tema de los coptos y las mujeres que participan para ser presidente no estaba abierto a discusión, ya que este estaba basado en un principio del shari’a fijado en los textos [sagrados], y que el ijtihad [juicio independiente] no podría ser por consiguiente aplicado a este. [22] El Guía Supremo de la Hermandad Musulmana Muhammad Mahdi ‘Akef declaró: «Ésta es nuestra decisión, y si la gente escoge una interpretación diferente, ellos tienen derecho a esta. Nuestra decisión está basada en un estudio religioso completo. Nuestra decisión es que un país musulmán no le permite a una mujer o a un copto ser presidente…» [23]

Reconocimiento de Israel y a los Acuerdos del Tratado de Paz de Camp David Israel-Egipto

La pregunta de si reconocer a Israel y al Tratado de Paz Israel-Egipto precipitó una crisis dentro de la Hermandad Musulmana. El Guía Supremo exigió la inclusión en la plataforma de una cláusula que estipula que el tratado debe ser traído a referéndum público. [24] En una entrevista con un diario ruso, dijo: «La Hermandad Musulmana ha negado reconocer los Acuerdos de Camp David desde el día en que fueron firmados, y se opone a todos los acuerdos con la entidad sionista… La Hermandad Musulmana declara que honrará todos los acuerdos firmados en el pasado, y que su posición vis-à-vis a los [Acuerdos de Camp David] estará en línea con los del pueblo. La [opción final] la hará el pueblo egipcio, que decidirá con el voto el si aceptar o rechazar los Acuerdos». [25]

La crisis dentro del movimiento fue activada por una declaración del jefe del Escritorio Político de la Hermandad Musulmana Dr. ‘Issam Al-‘Arian al diario de Londres Al-Hayat: «Si este llega al poder, la Hermandad Musulmana reconocerá a Israel y honrará los acuerdos con este, pero los Acuerdos de Camp David serán enmendados para satisfacer nuestra [posición]. Eso no significa que le declararemos la guerra [a Israel], sino sólo que reexaminaremos los acuerdos y tratados, [y los enmendaremos] para que cumplan con los intereses de Egipto». [26]

Respondiendo a esta declaración, el Guía Supremo de la Hermandad Musulmana ‘Akef dijo que el movimiento nunca había reconocido a Israel y que nunca lo reconocería, agregando: «Nuestro léxico no incluye nada llamado ‘Israel’. Lo [único] que reconocemos es la existencia de bandas sionistas que han ocupado suelo árabe y han deportado a los residentes. Si ellos quieren vivir entre nosotros, tendrán que ser como [residentes de] Palestina. Si quieren su propio estado, nuestra única opción es objetar». [27]

Bajo intensa presión, Al-‘Arian retiró su declaración sobre el reconocer a Israel, declarando: «La Hermandad Musulmana tratará realista y políticamente con Israel, de acuerdo con las circunstancias existentes, e.d., que el estado de Israel existe… El partido honrará todos los acuerdos y tratados internacionales, incluyendo los [Acuerdos] de Camp David. Si el pueblo [egipcio] siente la necesidad de enmendar [los acuerdos] de alguna manera, esto se hará en línea con los principios internacionales, que le permiten a cada parte mejorar su posición con el objetivo de derivar el máximo beneficio de un acuerdo».

Al-‘Arian agregó: «Nosotros no cambiaremos la cláusula pertinente a los Acuerdos de Camp David en la versión final de la declaración de principios. Si el partido de la [Hermandad Musulmana] llega al poder, honrará los acuerdos internacionales, incluyendo [los Acuerdos] de Camp David… ya que sería inconcebible para cada nuevo partido que llegue al poder renegar los acuerdos firmados por los gobiernos anteriores».

Sin embargo, Al-‘Arian enfatizó de que era importante hacer distinción entre la posición del partido de la Hermandad Musulmana, y la postura del movimiento de la Hermandad Musulmana cara a cara con Israel. El movimiento, explicó, «considera a Israel como un estado ilegítimo… La existencia de Israel es ilegítima, y cualquier cosa que tenga una [base] ilegítima, es ilegitima [en sí misma], y no puede ser reconocida». [28]

En una entrevista con el portal de la Hermandad Musulmán, el Secretario General de la Hermandad Musulmana Dr. Mahmoud ‘Izzat dijo que a pesar de la crítica sobre la cláusula en los acuerdos internacionales, la oficina del Guía Supremo había decidido que su postura en los Acuerdos de Camp David permanecerá tal como es. Él explicó: «Palestina no sólo le pertenece al pueblo palestino, sino a todo el mundo árabe y musulmán, y por consiguiente nadie tiene el derecho de abandonar ni siquiera una pulgada de su tierra. En cuanto a los otros acuerdos, los honraremos. Los Acuerdos de Camp David, al igual que todos los otros acuerdos, están sujetos a los procedimientos de enmienda o revocación, tal como está estipulado por la ley internacional». [29]

El miembro de la oficina del Guía Supremo Dr. Mahmoud Ghozlan dijo que no existía oportunidad alguna de que su movimiento pudiese reconocer a Israel. En cuanto a los Acuerdos de Camp David, dijo que estos habían sido firmados «bajo circunstancias específicas», y que la plataforma estipularía que deben ser reevaluados y llevados a referéndum para decidir su futuro. [30]

Desacuerdos dentro de la Hermandad Musulmana sobre si y cuándo anunciar un partido

Aparte de la controversia sobre las cláusulas de la plataforma, el liderazgo de la Hermandad Musulmana discrepa sobre si publicar una plataforma oficial en lo absoluto, y si una fuese publicada, cuando tendría lugar – porque el dar a conocer una plataforma oficial es equivalente a anunciar el establecimiento de un partido. [31] La antigua guardia dentro de la Hermandad Musulmana, encabezada por el mufti del movimiento Jeque Muhammad ‘Abdallah Al-Khatib, busca posponer la publicación de la plataforma, ya que es una salida a los principios establecidos por el fundador de la Hermandad Musulmana Hassan Al-Bana. Al-Bana se opuso al establecimiento de un partido, viéndolo como un obstáculo para lograr la reforma en Egipto. Otro posible factor en el deseo de la antigua guardia de retardar la publicación es la reciente enmienda al quinto artículo de la constitución egipcia que prohíbe el establecimiento de partidos políticos basados en la religión.

Recíprocamente, la facción más joven dentro del movimiento, incluyendo al primer diputado al Guía Supremo Dr. Muhammad Habib, y miembros de la oficina del Guía Supremo Dr. ‘Abd Al-Mun’im Abu Al-Futuh, el Dr. Muhammad Mursi, el Dr. Gamal Hishmat, y el Dr. ‘Issam Al-‘Arian (cuyas responsabilidades han crecido desde el arresto del segundo diputado al Guía Supremo Khayrat Al-Shater), estaban a favor de publicar la plataforma, ya que es altamente similar a la plataforma del movimiento en las elecciones del 2000 y 2005, a la iniciativa de la reforma anunciada por ‘Akef en marzo del 2004, y a la plataforma del movimiento en las elecciones del Concejo del Shura del 2007. Los miembros de este campo también argumentaron que ahora era el momento correcto para dar a conocer la plataforma, ya que había bastante apoyo popular para el movimiento en luz de los tribunales militares actualmente celebrados para algunos de sus miembros. [32]

Existe un acuerdo general dentro del movimiento de la Hermandad Musulmana de que, no importa lo que se decida respecto a la publicación de la plataforma, el movimiento no aplicará al Comité del Partido (la abolición que la Hermandad musulmana ha exigido) para una licencia con el cual declarar un partido oficial. El Dr. Muhammad Habib explicó que la Hermandad Musulmana pensaba formar un partido oficial sólo cuando el clima político en Egipto fuese lo más conveniente para tal jugada. En una entrevista con el diario de oposición Al-Badil, Habib dijo: «[Egipto] ha alcanzado un estado de exclusión y estancamiento en la vida política y partidista, y el resultado es el atraso que prevalece actualmente en el país. Estableciendo partidos no es el problema – porque los partidos existen, pero estos no hacen nada. Nosotros no queremos ser simplemente otro partido entre los partidos ya existentes en la escena [política]…» [33]

Sin embargo, los miembros del bloque de la Hermandad Musulmana en el parlamento egipcio han insistido que el movimiento aplica al Comité de los Partidos para una licencia legal con el objetivo de formar un partido, [34] y este desacuerdo ha retardado la publicación de la plataforma oficial. [35]

Crítica de líderes islamistas en el extranjero – Jeque Rashed Al-Ghanushi y ‘Ali Sadr Al-Din Al-Bayanouni

A finales de octubre del 2007, un simposio fue celebrado en Londres bajo los auspicios de la Asociación Islámica Al-Abrar para tratar con la plataforma del proyecto. Esta fue asistida por miembros de la Hermandad Musulmana desde varios países árabes. Representando a la Hermandad Musulmana en Egipto estaba el jefe del bloque del movimiento en el parlamento egipcio, Dr. Muhammad Sa’d Al-Katatni, quién presentó el proyecto de la declaración de principios. El proyecto fue severamente criticado en conjunto, con una censura particular dirigida contra sus aspectos controversiales, incluyendo la previsión sobre el establecimiento del Concejo Supremo de Clérigos, así como también la cláusula que trata con el criterio a la presidencia. [36]

Las cláusulas que estipulan que el presidente de Egipto debe ser musulmán de sexo masculino fueron criticadas por el Jeque Rashed Al-Ghanushi, el encabezado del movimiento islámico tunecino Al-Nahdha quién está actualmente exilado en Londres. Él propuso «liberar del proyecto de declaración de principios esta condición, la cual no es obligatoria [desde la perspectiva religiosa]…» Él agregó que en contraste con la postura de la Hermandad Musulmana, la presidencia en una nación estado no es un «poder supremo» (e.d. no equivalente a la posición de califa en un estado musulmán, que no puede ser realizada por una mujer). [37] Al Ghanushi explicó que ninguna fuente del shari’a prohibió a las mujeres de realizar cualquier cargo público.

El Guía Supremo de la Hermandad Musulmana en Siria, ‘Ali Sadr Al-Din Al-Bayanouni, quién también está actualmente en exilio en Londres, le dijo al simposio que las mujeres pueden encabezar un gobierno o un estado, ya que la presidencia «no es [el equivalente a mantener] el poder supremo». Al-Bayanouni sugirió «ignorar este punto en la plataforma, u omitir esta cláusula como para evitar cualquier implicación de discriminación entre los ciudadanos…»

El representante del partido islámico argelino Movimiento para una Sociedad de Paz «Abd Al-Majid Manasra criticó la idea de establecer un Concejo Supremo de Clérigos, declarando que el bosquejo de la plataforma era vago sobre todas las cosas concernientes a la naturaleza del estado y a su régimen político, y que en ninguna parte este se opuso al uso de la violencia como un medio para lograr o mantener el poder. Él argumentó de que esto despertaría sospecha entre los no-musulmanes y le daría a los clérigos control sobre el parlamento. Manasra sugirió que son las autoridades egipcias actuales quienes deberían llevar a cabo la función que el proyecto le asigna al Concejo Supremo de Clérigos, ya que la constitución egipcia nombra al shari’a como la fuente principal de legislación. Él agregó que la idea de un Concejo Supremo de Clérigos era incompatible con la naturaleza del estado civil». [38]

Guía Supremo de la Hermandad egipcia: Plataforma final después de revisar las respuestas

El Guía Supremo egipcio de la Hermandad Musulmana Muhammad Mahdi ‘Akef respondió a la extensa crítica de la plataforma del proyecto declarando: «La Hermandad presentó la plataforma porque querían obtener tanta retroalimentación como fuese posible, por consiguiente escuchamos muchas opiniones. Dos sesiones serán celebradas para discutir los aspectos polémicos de la plataforma. Nosotros presentaremos nuestro punto de vista, escucharemos las opiniones de otros, y luego presentaremos la versión final de la plataforma». El Jeque ‘Akef dijo que todas las opciones estaban abiertas a la Hermandad, y que los puntos controversiales podrían ser enmendados. [39]

En un artículo publicado en el portal de la Hermandad Musulmana, el consejero mediático de ‘Akef Dr. Gamal Nassar elucidó la posición cara a cara del movimiento a la crítica del proyecto de la declaración de principios: «La Hermandad Musulmana valora la opinión de otros y no está intentando suprimirlos. Ellos lo consideraran mientras no se exceda en los límites de la crítica constructiva… La insistencia del movimiento en escuchar las diferentes opiniones sobre la plataforma demuestra que, en cuestiones de cambio y reforma, no está actuando sola en la arena política sino en sociedad con todos los compatriotas honrados, aun cuando sus puntos de vistas e ideología sean diferentes [de aquéllos del movimiento] – ya que ellos [y nosotros] estamos trabajando hacia la misma meta…

«Creo que la plataforma publicada es sólo un proyecto preliminar, y que varias opiniones podrían luego tomarse [en cuenta] y beneficiarse, mientras sean compatibles con lo bueno del pueblo y no contradigan la concepción del movimiento de su misión política. La Hermandad adopta un acercamiento a la vida basado en el shari’a, que lo coloca aparte de otros. Esta no le compete a nadie en compartir [su opinión], pero si espera que todos respeten su escogencia…

«Algunos diarios y periódicos reaccionaron hacia la plataforma con gran hostilidad, criticándola de una manera destructiva [inaceptable por] cualquier estándar de crítica académica, apuntando a atacar, en toda forma posible, el pensamiento y plan islámico. Ellos acudieron a la calumnia, vinculando falsamente a [la ideología] de la Hermandad con otros modelos islámicos, sunni o chi’itas…» [40]

* L. Azuri es compañero de investigación en MEMRI.


[1] Al-Ahram (Egipto), 14 de enero, 2007.

[2] El proyecto apareció primero en el diario egipcio Al-Masri Al-Yawm, que lo publicó en cuatro partes desde el 10 hasta el 14 de agosto, 2007. Sin embargo, antiguos funcionarios de la Hermandad Musulmana declararon que la versión publicada en el diario no fue la versión final de la plataforma. Otra versión del proyecto fue publicada por www.islamonline.net el 25 de agosto, 2007.

[3] Akher Sa’a (Egipto), 29 de agosto, 2007.

[4] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 26 de septiembre, 2007.

[5] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 20 de septiembre, 2007.

[6] Al-Gumhouriyya (Egipto), 15 de septiembre, 2007.

[7] Al-Misriyoun (Egipto), 20 de septiembre, 2007.

[8] Akher Sa’a (Egipto), 3 de octubre, 2007.

[9] Al-Hayat (Londres), 13 de octubre, 2007.

[10] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 16 de octubre, 2007.

[11] www.islaomonline.net, 9 de octubre, 2007.

[12] www.ikhwanonline.com, 23 de octubre, 2007.

[13] Al-Misriyoun (Egipto), 7 de noviembre, 2007.

[14] www.islamonline.net, 9 de octubre, 2007.

[15] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 11 de octubre, 2007.

[16] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 7 de noviembre, 2007.

[17] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 23 de octubre, 2007.

[18] Al-Misriyoun (Egipto), 24 de octubre, 2007.

[19] Al-Hayat (Londres), 24 de septiembre, 2007.

[20] www.ikhwanonline.com, 23 de octubre, 2007.

[21] www.ikhwanonline.com, 16 de agosto, 2007.

[22] Al-Misriyoun (Egipto), 7 de noviembre, 2007.

[23] Al-Wafd (Egipto), 2 de noviembre, 2007.

[24] Al-Misriyoun (Egipto), 20 de agosto, 2007.

[25] www.ikhwanonline.com, 10 de noviembre, 2007.

[26] Al-Hayat (Londres), 13 de octubre, 2007.

[27] Al-Hayat (Londres), 18 de octubre, 2007.

[28] www.islamonline.net, 16 de octubre de 2007.

[29] www.ikhwanonline.com, 23 de octubre, 2007.

[30] Al-Misriyoun (Egipto), 7 de noviembre, 2007.

[31] Al-Misriyoun (Egipto), 6 de agosto, 2007.

[32] Al-Ahram Al-‘Arabi (Egipto), 28 de julio, 2007.

[33] Al-Badil (Egipto), 22 de agosto, 2007.

[34] Al-Misriyoun (Egipto), 20 de agosto, 2007. El semanario gubernamental egipcio Al-Musawwar informó que si la Hermandad Musulmana apelara al Comité de los Partidos por una licencia, el nombre oficial de su partido sería «Al-Amal» (Esperanza). Al-Musawwar (Egipto), 21 de septiembre, 2007.

[35] Otra razón del retraso puede haber sido el arresto de varias figuras involucradas en el escrito de la plataforma, tales como el jefe del comité de esta Muhammad Ghozlan e ‘Issam Al-‘Arian. En una entrevista el 18 de agosto, 2007, el Dr. Muhammad Al-Habib le dijo a www.islamonline.net que el movimiento estaba determinado a anunciar su plataforma «aun si todos y cada uno de sus miembros fuese arrestado». El 17 de agosto del 2007, el semanario Al-Musawwar especuló que la plataforma probablemente sería presentada oficialmente en la festividad anual de la Hermandad Musulmana de Iftar (marcando el fin del ayuno de Ramadan), pero los aparatos de seguridad egipcios, en un movimiento sin precedentes, se negaron a concederle una licencia para celebrar el evento. www.ikhwanonline.com 16 de septiembre, 2007.

[36] www.ikhwanonline.com, 30 de octubre, 2007.

[37] www.ikhwanonline.com, 11 de noviembre, 2007.

[38] http://news.bbc.co.uk, 28 de octubre, 2007.

[39] Al-Hayat (Londres), 18 de octubre, 2007.

[40] www.ikhwanonline.com, 11 de octubre, 2007.