El ataque terrorista del 14 de agosto, 2007 a la comunidad yazidi en la región de Sinjar del Kurdistán iraquí ha provocado un gran número de comentarios en la prensa iraquí y árabe, debido a ambos el número de muertos, alto incluso bajo los estándares iraquíes, y al hecho de que los yazidis son una minoría religiosa única. El ataque fue ampliamente condenado, incluido en una declaración de 60 clérigos musulmanes de varios países y de varias sectas, así como también en una declaración separada de la Hermandad Musulmana siria. [1]
No obstante, las creencias religiosas de los yazidis son pobremente entendidas, y algunos informes de los medios de comunicación se refirieron a los yazidis como adoradores de Satanás, [2] una denuncia que el escritor asirio Bashar Andrea evadió diciendo que la religión yazidi alienta el amor y la fraternidad, y que los asesinos en Al-Qaeda son los verdaderos adoradores de Satanás. [3]
A continuación se presenta un artículo de Hussein Sinjari, autor liberal kurdo, presidente del recientemente establecido NGO Tolerancia Internacional, y dueño del diario liberal Al-Ahali, sobre el reciente ataque terrorista, seguido por un artículo anterior del mismo autor sobre el destino de las minorías en Irak y el Medio Oriente:
Los terroristas «quieren comprar un boleto al Paraíso con la sangre y agonía de los inocentes»
«El escuálido terrorismo que tuvo como objetivo a los yazidis en la región de Sinjar es una indicación de la gran debilidad en la voluntad política del liderazgo kurdo. Antes del último ataque terrorista… hubo muchas indicaciones de que las células terroristas se estaban encaminando marcadamente a sus actividades en esta región y estaban apuntando a los yazidis en particular y a los kurdos en general…
«En Kurdistán, y en… Kirkuk, Sinjar, y Khanaqin, los viles terroristas están intentando reservar asientos en primera fila en el Paraíso, el cual se ha estado agolpando día a día con la escoria, los asesinos, y los malévolos fanáticos sin escrúpulo. Esto ha alcanzado el punto dónde será perplejamente [dificultoso] para la administración del Paraíso, en este estado de asuntos, de proporcionar números arrolladores de ángeles femeninos y muchachos sirvientes para estos brutales delincuentes que tienen tanta hambre y están sedientos de sexo…
«Quieren comprarse un boleto al Paraíso con la sangre y agonía de los inocentes. ¿Cuales enseñanzas, de qué sistema de creencia – qué versos permiten toda esta matanza, destrucción, y fuego infernal, con toda su agonía? Los oscurantistas atacantes suicidas, que odian la vida, la esperanza, la belleza, el amor, la felicidad, la construcción, y el desarrollo en esta vida, odian a aquéllos ‘otros’ quiénes no se les parecen en su religión, sus hábitos, costumbres, maneras de pensar, formas de culto, y en sus túnicas y barbas.
«En tener como objetivo a los yazidis, los terroristas están diciendo fuerte y de forma clara – y ésta es la interpretación correcta de sus actividades criminales en las regiones kurdas de que la dictadura de Saddam intentó arabizar y ba’thizar y separarse de Kurdistán – de que habían llegado [a llevar a cabo] redadas y conquistas, desenvainando las puntas de sus espadas venenosas…»
El Peshmerga debe poner en vigor la ley y el orden
«Entretanto, el gobierno central y sus instituciones están ausentes de la región, y su incapacidad de poner en vigor la seguridad y el orden, y la incapacidad de la ocupación americana en hacer su trabajo de proteger al pueblo, obliga al Peshmerga y a la administración kurda a darle vigor a la ley y el orden, por la fuerza si fuese necesario, aun si haciéndolo así va contrario al gobierno central o las fuerzas de la ocupación. Proteger a la población toma prioridad sobre el satisfacer a Bagdad o a Washington.
«En la actualidad, las instituciones gubernamentales kurdas en Kurdistán necesitan llevar a cabo las órdenes presidenciales emitidas por Kak Massoud Barzani, el presidente de la región – en hechos, y no en palabras… para que el Peshmerga pueda darle vigor a la seguridad, el orden, y la paz social, y proteger las vidas, la propiedad, el honor, y los derechos de la población – donde los kurdos u otros. [Todo esto debe tener lugar] en una región dónde la dictadura esparce la corrupción – y después que la dictadura llegó a los [países] vecinos, las milicias, y las células terroristas – y más reciente los atentados suicidas, que sueñan con un Paraíso de sexo en el más allá.
«El liderazgo kurdo debería de haber llevado a cabo esta misión inmediatamente seguido a la caída de la dictadura, o poco después. Ahora, no hay espacio para el titubeo. Es la credibilidad del [gobierno kurdo] que está en riesgo.
«Por último, los yazidis se han quedado en su país y se han mantenido a su religión a pesar de todas las conquistas, redadas, y crímenes de aniquilación a lo largo de las edades. Ni el terror ni los terroristas los pueden asustar». [4]
La emigración minoritaria del Medio Oriente – Una señal del surgimiento del fanatismo religioso en la región
Antes, en un artículo del 4 de julio, 2007 en Al-Ahali, Hussein Sinjari escribió sobre el destino de las minorías en Irak y en el Medio Oriente en general:
«Las minorías religiosas en el Medio Oriente – judíos, cristianos, y baha’is – jugaron un papel iniciador en el florecimiento de las ciencias, la filosofía, la música, la canción, la lingüística, la lexicografía, la prensa, y en las asociaciones ideológicas y partidos… así como también en esparcir la llamada de los sexos y la igualdad étnica y la democracia, al igual que en la banca y en la economía – y yo pudiera seguir. Ya sea en carpintería, el trabajo metalúrgico, la educación, o la medicina, las minorías religiosas hicieron contribuciones iniciadoras y creativas en todos los caminos de la vida en la región.
«Hoy, los cristianos están saliendo de estos países – sus países – después de haber vivido en ellos generación tras generación, con mentes abiertas, corazones abiertos, y los brazos abiertos. Y antes que ellos, [fueron] los judíos [quiénes] salieron de los países islámicos.
«Seguido a la Revolución Islámica en Irán, los judíos, baha’is, y cristianos salieron del país, y aquéllos que quedan todavía están intentando salir, debido a la discriminación, el racismo, y la represión.
«En Turquía, siguiendo al genocidio turco contra los armenios en 1915 y las otras matanzas y represión de cristianos [y] yazidis, los cristianos asirios y caldéanos emigraron de sus pueblos en sus regiones históricas, al igual que emigraron los yazidis, a tal grado que hoy día ya no tienen ninguna presencia significativa en la República turca.
«La emigración de las minorías religiosas es un indicativo del declive de la cultura de tolerancia y el surgimiento de la prominencia de su opuesto: el fanatismo religioso, el odio al otro, y el esparcir de ideologías de extremismo obscurantista.
«El fanatismo religioso o nacionalista es una grave epidemia que afecta a individuos al igual que afecta a las sociedades. El virus causa la muerte de su portador y transmisor y a [cualquiera] que lo contraiga, así sea un individuo, un grupo, o un pueblo (umma). Los fanáticos que claman un monopolio sobre la verdad, sobre Alá, y sobre el Paraíso, están muertos en sus corazones, sus cerebros, y en su humanidad. Sus conciencias están muertas.
«Los fanáticos esparcieron estas epidemias de las más peligrosas, este virus fatal, en nuestro [Medio] Oriente, así como lo esparcieron a través del mundo.
«De quien es la responsabilidad de detener esta locura? ¿Al-Azhar? ¿[Los seminarios en] Najaf? ¿Qom? ¿Los muftis? ¿Los planes de estudios escolares? ¿Los líderes políticos? ¿Los predicadores del Viernes y los mullahs?
«Quién es responsable por el suicidio premeditado de pueblos enteros y decidir que ellos vivirán fuera de la historia, fuera de la civilización, y fuera de de humanidad?…» [5]
[1] www.Alarabiya.net, 17 de agosto, 2007.
[2] Por ejemplo, el escritor tunecino Zahir Al-Sharfi escribió un artículo en protesta por el uso de un diario principal tunecino de esta caracterización; www.middleeasttransparent.com, 18 de agosto, 2007.
[3] http://www.nirgalgate.com/asp/v_articles.asp?id=1105.
[4] Al-Ahali (Irak), 20 de agosto, 2007.
[5] Al-Ahali (Irak), 4 de julio, 2007.