Al-Qaeda en el Maghreb clarifica reglas en el cómo tratar con mujahideen que han abandonado el jihad

El 14 de agosto del 2007, Mustafa Kartali, un prominente islamista argelino quien había aceptado un trato de amnistía y depuesto sus armas, fue herido en un intento de asesinato (véase http://www.thememriblog.org/blog_personal/en/2500.htm ). El 21 de agosto, los portales islamistas publicaron un comunicado de la Organización Al-Qaeda en el Maghreb Islámico denunciando que uno de sus miembros había llevado a cabo el ataque, pero que había actuado solo y de su propia iniciativa, y que el grupo no sancionó el tener como objetivo a Kartali. El comunicado, emitido en nombre del comandante de la organización Abu Mus’ab ‘Abd Al-Wadoud y fechado el 19 de agosto, también fijó los principios generales del grupo respecto al tener como objetivo a anteriores jihadistas:

«… Desistir del jihad y entregarse uno mismo a los apostatas [e.d. al gobierno], así sea como individuos o como grupo, en el pretexto de una tregua (hudna) o una reconciliación (musalaha), y bajo la errónea guía de los clérigos de mal – es un pecado que recae entre un pecado cardinal y la apostasía, dependiendo del contexto que rodea este pecado y su perpetrador. Igualmente, es un grave error estratégico».

El comunicado sigue para decir que, después de considerar los temas pertinentes del shari’a y los costos y beneficios en atacar a personas como Kartali, «nosotros no estamos a favor de considerar esta categoría de aquéllos que desisten del jihad con el pretexto de una tregua o reconciliación, aparte de aquéllos cuya participación en combatir a los mujahideen está claramente establecido».

El grupo denuncia que se dieron instrucciones a este efecto en los comandantes del grupo, pero que «Alá comandó a ese de los soldados a que atacará a Mustafa Kartali, el líder de los que proponen la tregua en la región del Larbaa, sin consultar al liderazgo y sin recibir su consentimiento… La explosión que tuvo como objetivo a Mustafa Kartali, que nosotros no ordenamos y qué ocurrió sin nuestro conocimiento, fue un error, y no la aprobamos, y nosotros llevamos las consecuencias del shari’a por esto ante Alá y ante nuestra nación musulmana».

En conclusión, Al-Qaeda en el Maghreb le recordó a aquéllos que han abandonado el jihad de sus días, y los amonestó por abandonar el jihad y así cometer un pecado cardinal. «Sepan que… la puerta del arrepentimiento del pecado está abierta, y que la mejor manera de redención y expiación por los pecados de uno es el jihad».