El 13 de enero del 2011, el líder de Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Abu Mus’ab ‘Abd Al-Wadud dio a conocer dos segmentos de audio, producidos por el ala mediática de AQMI Al-Andalus y difundido en varios foros jihadistas, en los que llamó a los tunecinos y argelinos, respectivamente, a escalar los disturbios en contra de sus gobiernos. Los segmentos fueron dados a conocer en luz a los feroces disturbios en curso en Túnez y los recientes disturbios en Argelia. ‘Abd Al-Wadud hizo un llamamiento a los tunecinos a que envíen a sus jóvenes a unirse a las filas de su organización, donde podían armarse y someterse a un entrenamiento militar. Este agregó que aquellos que no pueden unirse deberían llevar a cabo ataques contra objetivos occidentales en forma independiente.

A continuación se presentan los puntos principales de los segmentos de audio:

‘Abd Al-Wadud elogió a los tunecinos por salir a las calles y enfrenarse a sus gobiernos «tiranos» después de sufrir décadas de opresión en sus manos y ofreció a los jihadistas «ayudar en apoyar el «levantamiento» de los tunecinos».

Este culpó al Presidente tunecino Zayn Al-‘Abideen Ibn ‘Asli por oprimir al Islam y saquear las propiedades y el dinero del pueblo, diciendo que la opresión del gobierno tunecino ya no podía ser tolerada y que había llegado el momento de tomar acciones inmediatas en forma de Jihad: «La religión y la razón determinan que librar el Jihad y resistirse a este tirano son la única manera de salir de esta situación y que no hay escape en pagar el precio del auto-sacrificio». Este añadió, sin embargo, que para que un levantamiento tenga éxito, los actuales disturbios en Túnez tendrían que extenderse a todas las ciudades y regiones en el país.

‘Abd Al-Wadud continuó diciendo que la batalla que las masas tunecinas están librando contra el gobierno de Ibn’ Ali es parte de una mayor batalla domestica y en el extranjero que la nación islámica está librando contra sus enemigos: «Esta es una batalla para expulsar a los extranjeros invasores y librar a los países islámicos de los apóstatas y colaboradores. Podemos lograr la libertad y la justicia sólo mediante el establecimiento de un gobierno musulmán… Este gobierno sólo será establecido a través de la conducción de la guerra santa contra los cristianos y los judíos y destronando a sus colaboradores, los gobernantes traidores Ibn ‘Ali, Buteflika, Mohamed VI, Gadafi y su calaña».

‘Abd Al-Wadud hizo un llamamiento a los tunecinos a que se preparen para la batalla y alisten a su juventud en el Jihad. Este les instó a enviar a sus hijos a unirse a su organización, que les proporcionara entrenamiento con armas y los conocimientos militares, para que puedan participar en la batalla decisiva contra los judíos y los cruzados. ‘Abd Al-Wadud añadió que aquellos que no pueden unírse deberían iniciar ataques independientes contra occidentales: «En cuanto a aquellos que no pueden exponerse [al Jihad], no es necesario que consulten a nadie en atacar a los judíos y cristianos y sus intereses a través de su suelo [es decir, Túnez]. Ellos [es decir, los judíos y cristianos] son los que refuerzan el gobierno del tirano, mantienen su trono y proporcionan protección y apoyo al régimen corrupto, opresivo y criminal, a pesar de sus demandas de respetar los derechos humanos”.

En un segmento de audio separado, ‘Abd Al-Wadud atacó al gobierno argelino por establecer un gobierno secular no-islámico y de opresión contra la población argelina. Felicitó a los argelinos que viven en la capital por haber salido a las calles a protestar contra el gobierno corrupto. Ofreció su apoyo a los jóvenes argelinos en su levantamiento contra los opresores «los hijos de Francia» y afirmó que la lucha de las masas contra el gobierno de Argelia es la misma que la lucha de los mujahideen que condujo a las montañas con el fin de defender su religión y propiedad. La justicia será lograda y los derechos restaurados sólo a través de librar el Jihad y luchar contra el régimen, razón por la cual, dijo, los argelinos deben darle a AQMI allí apoyo físico y financiero.