Recientemente, las cortes egipcias dictaron sentencias de prisión a editores de diarios de oposición en Egipto por publicar material contra antiguos funcionarios del gobierno. Estas decisiones han encendido un debate público sobre la libertad de prensa en Egipto; el debate también es retroalimentado por informes no confirmados sobre la decante salud del Presidente egipcio Hosni Mubarak.

La organización de derechos humanos, la Asociación de Periodistas egipcio, y los editores convictos mismos han condenado estas decisiones, llamándolos un ataque a la libertad de expresión. En una entrevista, el Presidente Mubarak declaró que el creía en la libertad de prensa, y reiteró su promesa de abolir las sentencias de prisión para periodistas mientras actúen de acuerdo a la ética profesional y con un sincero intento por salvaguardar los intereses nacionales.

Los artículos en la prensa gubernamental egipcia en apoyo a estas decisiones de la corte denunciaron que el tema se refería a los límites que los periodistas no debieron haber cruzado, y que las decisiones de la corte no deben ser interferidas. Otros artículos fueron críticos de las decisiones, sobre bases que contradijeron los principios democráticos.

Lo siguiente son extractos de los artículos:

Corte egipcia: La libertad para publicar noticias no es absoluta

El 13 de septiembre, cuatro editores de diarios de oposición en Egipto fueron sentenciados a un año de cárcel después de que fueron encontrados culpables de esparcir información falsa y de ultrajar a antiguos funcionarios del gobierno, entre ellos a Gamal Mubarak y al Primer Ministro Ahmad Nazif, con el intento de sabotear la seguridad del estado. Los editores convictos – editor del semanario Sawt Al-Umma Wael Al-Abrashi, el editor del diario Al-Dustour Ibrahim ‘Issa, el editor del semanario Al-Fajr ‘Adel Hammouda, y el editor de Al-Karama ‘Abd Al-Halim Qandil – también fueron sentenciados a trabajos forzados y multados con 20,000 liras egipcias, y fue fijada una fianza de 10,000 liras egipcias para cada uno. [1]

El veredicto declaró: «Los acusados han usado sus plumas para atacar y esparcir mentiras, aprovechándose de sus posturas como periodistas. Las expresiones [que usaron] incluyeron lenguaje abusivo, y no tenían como objetivo promover el bien público, sino humillar y desacreditar a los líderes del Partido Democrático Nacional. Estas expresiones llegaron hasta los límites de la crítica, minando por consiguiente el código de honor periodístico esparciendo información falsa e no verificable… [2] La libertad de un individuo para diseminar información pertinente al interés público no es absoluta; está limitada por el derecho de la sociedad a proteger sus intereses, y por la prerrogativa de los ciudadanos para obtener noticias exactas respecto a todas los temas concernientes al público…» [3]

En otra audiencia judicial, en septiembre del 2007, el jefe de redacción del diario de oposición Al-Wafd Anwar Al-Hawari, su asistente Mahmoud Ghallab, y su editor político Amir Salem fueron sentenciados a dos años de trabajos forzados y a pagar una compensación monetaria al demandante; también fueron multados, y se les fijo una fianza. Los cargos contra ellos fueron ejecutados por once abogados del NDP [quiénes los acusaron] de publicar falsamente que el Ministro de Justicia Mamdouh Mar’i había expresado opiniones contra el sistema legal ante el Concejo del Shura. [4]

El 27 de septiembre, el editor de Sawt Al-Umma Wael Abrashi fue sentenciado a dos meses adicionales en prisión y una fianza de 100 liras egipcias fue fijada, después de que fue declarado culpable de perjudicar el buen nombre del empresario ‘Ali Muhammad Ibrahim acusándolo falsamente de desfalcar los fondos públicos. [5]

El editor de Al-Dustour Ibrahim ‘Issa tiene pautado un juicio a comienzos de octubre del 2007, por cargos de esparcir falsos rumores sobre la deteriorada salud de Mubarak, que supuestamente perjudica los intereses económicos de Egipto.

Mubarak: La libertad de prensa no debe tomarse como ventaja para expresar críticas perjudiciales

En una entrevista telefónica sobre la libertad de prensa, Mubarak le dijo al editor del semanario egipcio Al-Usbu’ Moustafa Bakri: «Mi creencia en la libertad de prensa nunca será socavada, y ni mis esfuerzos para extender esta libertad serán afectados por unas cuantas violaciones de valores periodísticos y profesionales, del código de honor del periodista, y de las reglas de la Asociación de Periodistas. Mi creencia [en la libertad de prensa] se vuelve más fuerte cada día, a pesar de la fase ascendente en los errores y en la violación [de tales normas]. Mi creencia en la libertad de prensa es manifestada en [mi] protección a esta, y en [mis] objeciones a cualquier interferencia en los asuntos periodísticos por elementos desde dentro o de fuera.

«Por consiguiente, quiero asegurarles a usted, y a todos los periodistas y redactores, que esta libertad nunca será reducida, y que nunca volveremos a la época de la censura y limitación de las libertades. Existe una ley que debe ser obedecida, [y qué declara que] cualquiera que viole el código de honor periodístico o amenace la paz del país debe ser enjuiciado. Sin embargo, esta libertad está protegida por la ley y por la constitución. Está aquí para quedarse. Es un recurso que le pertenece al pueblo egipcio, y no un regalo que el gobernante puede colocar en ellos o ser devuelto por antojo.

«Yo no tengo nada contra la libertad de crítica. La crítica constructiva es una necesidad social, y su función es informarle a los que toman decisiones de las limitaciones de la sociedad. Sin embargo, existe una diferencia entre la crítica constructiva, cuyo objeto es promover lo bueno de la sociedad, y la crítica perjudicial, que busca destruir sus logros y socavar sus valores y principios… [La crítica destructiva] no es realmente una crítica. Es la explotación de la libertad de prensa donde le sirve a otros elementos que [amenazan] la seguridad de la sociedad y su estabilidad…

«Yo le digo a todos mis hijos en el campo del periodismo: Todos debemos entender que cualquier libertad trae consigo obligación y responsabilidad… Ninguna sociedad estaría de acuerdo que unos redactores deberían convertirse en herramientas para la incitación a la anarquía, y que la libertad debería explotarse de una manera negativa, que va en contra de sus [verdaderos] objetivos y logros… Yo no distingo entre los periódicos gubernamentales, diarios del partido y diarios independientes. Todos son egipcios y todos son nacionales – por lo cual enfatizo en supervisarlos a todos…»

Respecto a su decisión de febrero, 2004 de revertir la sentencia de los periodistas acusados de violar las regulaciones de publicación, Mubarak declaró: «En ese punto, creí que reversando la sentencia de cárcel para los casos que pertenecen a la publicación llevaría a la expansión de la libertad de crítica. Pero al mismo tiempo, esperaba por más compromiso y responsabilidad [de los periodistas], y que en caso de violación, los cuerpos responsables – en particular la Asociación de Periodistas – intervendría para proteger a la profesión de infracciones y errores. Mi intención era que la gente involucrada en el periodismo deban ellos mismos cargar con la responsabilidad para purgarla de las acciones… que contradicen el código de honor periodístico, dañan al público y a la madre patria, y amenazan su seguridad…»

Respecto a los rumores de su deteriorada salud, que han estado circulando en Egipto Mubarak dijo: «Nadie le está negando a la prensa el derecho de referirse a cualquier rumor, aun cuando involucre al presidente. Pero existe una gran diferencia entre [relevar] una información exacta y fabricar mentiras… con una segunda intención de socavar la estabilidad y sembrar confusión y pánico entre los inversionistas – qué impacta a la bolsa de valores y a los bancos…»

Finalmente Mubarak declaró: «Yo nunca he – ni una sola vez – interferido para prevenirle a un periodista o a un presentador de [la televisión] [de expresarse a si mismo], desconsideradamente de sus opiniones… Llamo en los periodistas y escritores a asumir esta responsabilidad, y elevarse sobre los asuntos triviales, para que la libertad de prense no llegue a una encrucijada». [6]

Editor convicto: Nos enfrentamos a matanzas colectivas sin precedentes

Los editores culpables reaccionaron enojadamente a su sentencia de prisión. El editor de Al-Fajr ‘Adel Hammouda protestó: «Los veredictos contra los periodistas traban [nuestra] vocación, la privan de libertad, y la transforman de una profesión a una tortura… Si escribimos y somos castigados por nuestro trabajo, el destino de todos los periodistas será el mismo – incluyendo aquellos que trabajan para los diarios del gobierno… y a final de cuentas, estamos todos en camino a la prisión». Hammouda agregó: «Continuaré escribiendo de la misma manera, porque baso mis escritos en hechos y documentos verdaderos».

El editor de Sawt Al-Umma Wael Al-Abrashi también prometió continuar sus escritos sin cambios, «fuera de la lealtad al público y a la madre patria – no al régimen y al gobierno». Continuo declarando: «Es inconcebible para nosotros cambiar debido a una [decisión judicial]. Aun cuando vayamos a la cárcel, saldremos y [continuaremos] trabajando en el periodismo… Lo que sucedió demuestra que estamos enfrentando una matanza colectiva sin precedentes en la historia de Egipto…» Él dijo que los recientes eventos mostraron que ningún periodista puede llevar a cabo su trabajo a menos que jure total obediencia al NDP, tratándolo como un partido sacrosanto libre de fracasos que nadie pudiese criticar. [7]

El editor de Al-Dustour Ibrahim ‘Issa dijo: «Estos veredictos son parte de la campaña contra la libertad de prensa. Está claro que la libertad de prensa se ha vuelto un dolor de cabeza para los oficiales del gobierno, y les priva el sueño, es especial respecto al tema del traslado de poder del Presidente Mubarak a su hijo Gamal. Ellos están absolutamente aterrados por las reacciones [populares], y de esta forma se han embarcado en un tipo de proyecto para dominar a las masas, usando medios que están disponible y les son familiares – a saber, las medidas de seguridad – en lugar de calmar [al público]… por eso el régimen ha levantado la espada contra los diarios independientes y de oposición que incitan contra este y lo incomodan – en especial contra aquéllos que saben como hablar, o no están subordinados a este…» [8]

El editor de Al-Wafd Anwar Al-Hawari respondió a su sentencia de prisión: «Mi única respuesta a este veredicto es la no respuesta… Aparentemente, existen personas que se especializan en conspirar contra periodistas, y nosotros estamos pagando el precio por defender la libertad de prensa – una postura tomada recientemente por Al-Wafd… La libertad de prensa es un principio al que nosotros nos adheriremos por siempre, y qué no abandonaremos…» [9]

Las organizaciones de Derechos Humanos y la Asociación Egipcia de Periodistas contra el veredicto

El Secretario General de la Organización Egipcia de Derechos Humanos Hafez Abu Sa’da declaró que el veredicto mostró la magnitud del deterioro de la libertad de opinión y expresión en Egipto. Él dijo que los demandantes no tenían ningún derecho legal de entablar juicio, ya que la publicación de los artículos en los periódicos no había causado ningún daño. [10]

La Asociación de Periodistas egipcia condenó igualmente el veredicto, llamándolo una declaración de guerra a la libertad de opinión y un día negro en la historia del periodismo. [11] El presidente de la Asociación Galal ‘Aref dijo, «La asociación no permanecerá callada ante el agresivo ataque al periodismo, a los periodistas, y a la libertad de opinión y expresión». ‘Aref agregó que el veredicto amenazó el proceso político y condujo a su estancamiento, y lo llamó «una amenaza a cada escritor valeroso que se opuso a cualquier política que, ante sus ojos, no fue para el bien de la madre patria». [12]

Siguiendo a una decisión en una reunión de emergencia de la asociación, 22 diarios no-gubernamentales suspendieron sus publicaciones el 7 de octubre del 2007, en protesta contra el veredicto. En la reunión también fue decidido considerar sanciones adicionales, tales como el presentar una queja contra el juez que preside, así como también hacer que el personal de redacción proteste y haga paros delante de los edificios del parlamento de Egipto. [13] Además, el jefe de la Asociación de Periodistas formó un comité para negociar con todos los elementos del gobierno involucrados para resolver la crisis. [14] Al mismo tiempo, la Asociación de Periodistas, la Asociación de Abogados, y la Unión de Escritores anunciaron el establecimiento de un frente unificado para tratar con las ramificaciones del veredicto. [15]

Partidarios del veredicto: El sistema legal no debe ser interferido

Mientras todos los periodistas dieron énfasis a la importancia del periodismo libre en editoriales principales en la prensa egipcia, algunos justificaron el veredicto, declarando que la libertad de expresión no era un privilegio absoluto y que los periodistas no tenían el derecho de escribir cualquier cosa que les viniera a sus cabezas.

El editor del semanario del gobierno egipcio octubre Isma’il Muntasir escribió en un editorial: «La mayoría de los periódicos privados, incluyendo a los tres que estaban esparciendo falsos rumores respecto a la salud del presidente, están lamentando y llorando la supresión de libertad y falta de democracia – mientras la misma existencia de estos diarios es la prueba más fuerte de que la libertad y la democracia existen. El [material] publicado por estos diarios no justifican [las demandas que], en Egipto, la libertad es recortada y la democracia está ausente… Aquéllos a cargo de estos diarios deben comprender de que existen límites [que no deben ser cruzados, tales como] el perjudicar la seguridad y la estabilidad de Egipto… su economía, y su política…» [16]

El editor del semanario egipcio Roz Al-Yousef Karam Gaber también defendió la decisión judicial, declarando que las decisiones legales no deben ser interferidas: «El estado no es de culpar por el encarcelamiento de los periodistas, y tampoco lo es el presidente… La corte emitió una declaración precedente para llevar a prisión a cuatro editores en jefe de diarios independientes [en] un juicio que procedió según el protocolo correcto, [con la participación] del fiscal acusador y los abogados [defensores]. La corte ofreció a los [acusados] la opción de pagar una multa y apelar el veredicto, y emitió el justificativo [por el veredicto]. Si el [juez] golpeo o falló – así es la ley… Ningún régimen o gobernante está por encima del sistema legal, y sus operaciones no deben ser interferidas…»

Según Gaber, con el acercamiento del día de las elecciones «más y más burla, lamentos, sollozos y lloriqueos se escucharán sobre la libertad del periodismo y la persecución de periodistas…» Él agregó: «El peligro inminente es la politización de todo… Es inconcebible que la prensa deba convertirse en juez, árbitro, y ejecutor… Los peligros inminentes brotan del [hecho que] un número enorme de diarios y publicaciones están luchando por un sector estrecho de lectores, y del [hecho] que algunos periodistas a veces se han convertido en vendedores, agarrando precipitadamente al comprador a la entrada de la tienda – en medio de la ciudad, y a pleno día – para empujarles en ellos mercancías defectuosas. El peligro inminente es la proliferación de [lazos] entre el periodismo y el capital, y [la posibilidad] de que los periodistas pudieran asumir el papel de inversionistas… El peligro no está en la decisión de encarcelar a los cuatro editores, ya que ellos pueden apelar y conseguir ser declarados inocentes… El peligro acecha dentro del [propio] periodismo…» [17]

Redactores contra el veredicto: Supriman las sentencias por las publicaciones de los periodistas

Redactores en la prensa egipcia también expresaron reservas sobre el veredicto. El redactor Makram Muhammad Ahmad escribió en el diario del gobierno egipcio Al-Ahram que «el veredicto es duro, y contradice la promesa anterior de [Mubarak] a no imponer el encarcelamiento en casos de [ofensas de los medios de comunicación]… Mientras el reconocer que algunas de tales infracciones no dejan ninguna otra opción sino el ir a la corte, muchos esperaban que la pena sería una multa, no la cárcel – el último habiendo sido abolido como un castigo por [las violaciones de los medios de comunicación] en la mayoría de los países del mundo, y en varios países árabes…

No existe ninguna duda de que el respeto por los líderes del país y la sociedad, y especialmente para el Presidente y el Jeque de Al-Azhar… es parte del compromiso a aceptar [las normas de] conducta. Todos debemos expresarnos propiamente, y debemos usar el lenguaje del diálogo – qué no limita el derecho a la crítica y al debate…» [18]

El redactor para el diario del gobierno Al-Ahram Nabil ‘Omar también condenó el veredicto, declarando: «Uno de los derechos básicos en una sociedad legítima es el derecho de obtener información, como para saber dónde exactamente está parada la sociedad en el mapa mundial, conocer sus problemas y crisis, conocer los fenómenos sociales que provienen de las acciones de sus miembros, etc… Si se le niega este derecho a los periodistas, los ojos, oídos y los poderes de percepción de la sociedad serán coartados – y cómo puede permitirse que esto pase? Qué tipo de futuro nos traerá todo esto?…

«El régimen, con todo su tremendo poder en cada esfera, debe someter todas sus acciones al escrutinio riguroso de la prensa – para que aquéllos en el poder no [opriman] a los ciudadanos y [abandonen] sus intereses. Por favor, no dañen sus ojos, no les corten las orejas, y no emboten su percepción – o a través de la legislación o por decisiones judiciales!» [19]

* L. Azuri es compañero de investigación en MEMRI.


[1] Al-Gumhouriyya (Egipto), 14 de septiembre, 2007.

[2] Al-Ahram (Egipto), 14 de septiembre, 2007.

[3] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 14 de septiembre, 2007.

[4] Al-Wafd (Egipto), 29 de septiembre, 2007.

[5] Al Masri Al-Yawm (Egipto), 28 de septiembre, 2007.

[6] Al-Usbu’ (Egipto), 14 de septiembre, 2007

[7] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 16 de septiembre, 2007.

[8] www.ikhwanonline.com 2 de octubre, 2007.

[9] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 25 de septiembre, 2007.

[10] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 15 de septiembre, 2007.

[11] Al-Misriyoun (Egipto), 14 de septiembre, 2007.

[12] Al-Wafd (Egipto), 16 de septiembre, 2007.

[13] Al-Wafd (Egipto), 17 de septiembre, 2007.

[14] Al-Ahram (Egipto), 19 de septiembre, 2007.

[15] Al-Wafd (Egipto), 20 de septiembre, 2007.

[16] Octubre (Egipto), 16 de septiembre, 2007.

[17] Roz Al-Yousef (Egipto), 15 de septiembre, 2007.

[18] Al-Ahram (Egipto), 16 de septiembre, 2007.

[19] Al-Ahram (Egipto), 18 de septiembre, 2007.