En un artículo titulado «El silencio árabe a propósito de Darfur», Abú Khawla , activista de derechos humanos y ex directivo de la sección tunecina de Amnistía Internacional, señala que el panarabismo es el principal culpable de la ausencia de reacción árabe al «horrendo crimen cometido por sus compañeros árabes en Sudán». En su opinión, el único medio de oponerse eficazmente a «la propaganda panárabe de tráfico de odio y engaño» es movilizar al movimiento liberal árabe. Lo siguiente son extractos del artículo: 1

‘Se observa un silencio ensordecedor por todo el mundo árabe a propósito del horrendo crimen cometido por sus compañeros árabes en Sudán’

«La catástrofe que se cierne estos días sobre Darfur, Sudán occidental, se considera la peor crisis humanitaria del mundo. Según informaciones de total fiabilidad, casi un cuarto de millón de personas ya se han perdido, y un millón más les seguirán en los próximos meses, a menos que se tomen acciones urgentes.

«El secretario general de la ONU, Kofi Annán, describió el asunto como una masacre colectiva de civiles… En contraste, se observa un silencio ensordecedor por todo el mundo árabe a propósito del horrendo crimen cometido por sus compañeros árabes en Sudán. Este ‘puzzle’ fue resuelto por Kamel Labidi, en un editorial del Wall Street Journal del 5 de julio del 2004, mediante el hecho de que las voces de los grupos árabes de derechos humanos tienen poca influencia, debido a la falta de acceso a los medios de comunicación oficiales. El hecho consumado, sin embargo, es que los medios de comunicación carecen de toda relevancia para los árabes hoy, gracias a la llegada de los canales de televisiones independientes y de internet».

‘El silencio árabe sólo puede explicarse una vez que entendemos la verdadera naturaleza de los fascismos gemelos del islamismo y el panarabismo’

«A nuestro juicio, el silencio árabe sólo puede explicarse una vez que entendemos la verdadera naturaleza de los fascismos gemelos del islamismo y el panarabismo que continúan haciendo estragos sobre suelo árabe, y el impacto que tienen sobre las masas ignorantes.

«Para obtener información fiable, los árabes recurren hoy en día a los canales de televisión por satélite, especialmente Al-Jazira y Al-Arabiya , una herramienta de comunicación que está hasta la fecha completamente monopolizada por los fundamentalistas. En el caso de Al-Jazira , el predicador Yussef Al-Qaradhawi (una figura relevante de la Hermandad Musulmana de Egipto) es uno de sus miembros fundadores más influyentes. Y los fundamentalistas están a cargo de sus programas de noticias y tertulias…»

‘El asunto no habría hecho que la opinión pública musulmana levantara un dedo si la masacre hubiera sido de no musulmanes’

«¿Por qué estos hervideros fundamentalistas intentan esconder la verdad sobre la masacre de Darfur?. Para empezar, debemos observar que el tema no habría hecho que la opinión pública musulmana moviera un dedo si la masacre hubiera sido de no musulmanes. Luchar contra los infieles hasta que se convierten al Islam o se someten a los musulmanes como ‘ dhimmis ‘, es decir, como ciudadanos de segunda clase bajo soberanía islámica, y abonan el ‘ jezya ‘ (un impuesto), es considerado aún como un deber religioso por los islamistas. Y el estatus de dhimmitud mencionado arriba es exclusivo de ‘los pueblos del libro’, léase cristianos y judíos. Animistas, hindúes y otros ‘herejes’, son todos considerados ‘ nayús ‘ (enfermos), es decir, aptos para el exterminio. Hoy día los animistas del sur de Sudán, así como las sectas bah’ai e ismaelita en la mayoría de los países islámicos, lo están aprendiendo por las bravas.

«Pero Darfur es diferente, porque es una masacre de musulmanes incluso aunque no sean árabes de descendencia africana. ¿Por qué?. Para poder responder a esta pregunta, necesitamos establecer una diferencia entre teoría y práctica. En teoría, a los musulmanes no se les permite matar a otros musulmanes. La referencia más manida aquí es el verso coránico que afirma que ‘sólo la fe y la piedad establecen la diferencia entre un árabe y un ‘ ajamí ‘ (no árabe)’. Esto explica en general la animosidad histórica entre islamismo y panarabismo. Mientras el segundo alude a la nación árabe, los islamistas se refieren a la ‘ Ummá ‘ islámica, considerando el nacionalismo árabe como una fuente de ‘ fitná ‘ (sedición).

«La práctica, sin embargo, indica algo muy distinto. La esclavitud se encuentra entre los medios más horrendos con los que los musulmanes subyugaron a los musulmanes no árabes, especialmente a los de descendencia africana. La práctica se extendió en Arabia Saudí hasta mediados de los 60, cuando fue abolida a causa de la intensa presión internacional».

‘Los árabes sabían lo que sucedía en Darfur, pero no reaccionaron’

«Pero a pesar de todos estos hechos, no hay motivos para creer que el islamismo es responsable de Darfur. Para su [propio] crédito, tanto Al-Jazira como Al-Arabiya acabaron informando de la masacre… De modo que el meollo del asunto es que los árabes sabían lo que estaba sucediendo en Darfur, pero no reaccionaron. ¿Por qué?.

«El principal culpable de este caso particular parece ser el panarabismo, el movimiento fascista que llegó al poder hace medio siglo mediante golpes militares de estado. El Nasserismo tomó Egipto, Sudán, Argelia, el norte de Yemen y Libia, mientras que el Baathismo se encargó de Siria e Irak. En todos estos países, las precoces intentonas reformistas-modernistas de la primera mitad del siglo XX terminaron [abruptamente]. Todo el estrato social con inclinación liberal se vio diezmado. Mediante la intimidación y el terror, sus miembros o [bien] fueron silenciados en casa, u obligados a emigrar al extranjero.

«Y a pesar de la derrota militar aplastante del panarabismo en 1967, y su fracaso a la hora de pronunciarse en materias económicas y sociales, la así denominada calle árabe es aún cautiva de su propaganda [del panarabismo]. Una propaganda que, en muchos casos, parece tener el apoyo de los gobiernos árabes, con la esperanza de que las consignas anti-occidentales puedan desviar la atención de las masas de sus propios fracasos.

«El único medio efectivo de oponerse a esta propaganda de fabricación de odio y engaño es movilizar al movimiento liberal árabe. Esto no ha tenido hasta ahora mucho éxito, especialmente dada la ausencia de apoyo por parte de las democracias occidentales. Como resultado, las masas árabes ignorantes continuarán siendo rehenes de charlatanes del panarabismo y el islamismo, y puede que haya otros Darfures en camino».