El artículo principal de la cuarta edición de la revista en inglés del Estado Islámico (EI) Dabiq, titulada «Reflexiones sobre la Cruzada Final», prueba que el EI sigue de cerca el debate dentro de los círculos de la política exterior y adapta sus argumentos acordadamente a sus lectores occidentales. Junto a la retórica islámica estándar, el artículo afirma que la política estadounidense en su guerra contra el EI es irracional, ya que no le sirve a nadie más que los enemigos de los Estados Unidos, Irán y Rusia.

A diferencia de otros artículos, que tratan de disuadir a los Estados Unidos amenazando con ataques terroristas de represalia en territorio occidental en respuesta a la campaña militar contra el EI, el artículo apela al interés propio de Norteamérica. Muy consciente de la política del Presidente Barack Obama que busca un equilibrio entre el Irán chiita y el mundo sunita y lo que efectivamente significa apoyar a Irán,[1] argumenta que Irán representa un peligro mayor para Estados Unidos que el EI. Para acotar su punto, este cita al ex secretario de Estado Henry Kissinger (a quien llama un «cruzado judío»), y otros que expresan una opinión similar, donde observan que Irán ha creado un «cinturón chiita desde Teherán a través de Bagdad hacia Beirut, «mientras que el EI no representa una amenaza geoestratégica de la misma magnitud.

El artículo sostiene además, citando a ex oficial de inteligencia de la CIA Michael Scheuer, que, desde que la administración Obama se ha propuesto reducir compromisos y gastos estadounidenses, es extraño que los Estados Unidos está interviniendo una vez más, en lugar de sentarse y disfrutar de una situación en la que «todos [sus] enemigos se están matando unos a otros y no le está costando a[este] ningún centavo o vida.

Dándole otro golpe a la administración Obama, el artículo acusa a Obama de perseguir en realidad la misma línea que el ex Presidente George W. Bush: «Nos encontramos que dos líderes occidentales – Bush y Obama – están decididos a hacer todo lo posible para fortalecer la influencia persa y rusa en el Medio Oriente».

A continuación se presentan extractos del artículo:[2]

«… Luego de siglos de conflictos occidentales con Persia y Rusia, encontramos que dos líderes occidentales – Bush y Obama – están decididos a hacer todo lo posible para fortalecer la influencia persa y rusa en el Medio Oriente.

«En cuanto a los errores satíricos de Bush, Shaykh Abu Hamzah Al-Muhajir dijo, ‘Quiero recordarle al tonto que es obedecido por su pueblo (Bush) de que pudo en un período muy corto revivir la gloria del antiguo imperio persa. Así, este se volvió más ominoso para su país que Gorbachov lo fue para su unión (la Unión Soviética). Bush permitió la difusión de la influencia persa (iraní) sobre Afganistán luego de haber sido un obstáculo difícil para los persas. Este le hizo la segunda a Irak y abrió sus tesoros para ellos mientras no soñaron con beber un sorbo de su agua y ahora se chupan su petróleo, saquean sus tesoros, y esclavizar a sus hombres. Tercero, este hizo entrar en pánico a su tirano [chiita-alauita] rafidi-nusayri – a través de un embargo sobre Siria – en abrir a su país hasta cientos en lugar de miles de los persas para nacionalizarlos a sí mismos allí y convertirse en seguidores para el agente del anti-Cristo Nasrullat quien es llamado Nasrallah[3] y quien acaba de emerger de una supuesta llamada victoria en contra del pináculo de la máquina militar romana (el ejército israelí). Y de esta manera, el antiguo imperio persa se completó y se expandió desde Mawarannahr (Transoxiana) a Irán y luego a través de Irak – la ubicación de Al-Mada’in (la capital imperial de Persia) – terminando en Sham (Siria/ Líbano/Palestina). Entonces, ¿creen ustedes que los magos persas podrán ser capaces de repagarle a este tonto – Bush – quien revivió su antigua gloria para ellos y sin que estos dispararan una sola bala o sacrificaran un solo soldado? ¿Y piensan ustedes que el razonable de los romanos se dará cuenta de que se han convertido en esclavos de los persas y en combatientes mercenarios que luchan por ellos sin ninguna paga…»

«Un número de estadounidenses y occidentales han hablado acerca de su antiguo enemigo iraní y sus aliados – posiblemente el enemigo común mencionado por el profeta… El cruzado judío, el ex Secretario de Estado y Asesor de Seguridad Nacional estadounidense, Henry Kissinger, ha dicho que, ‘en todas las crisis turbulentas del mundo, los Estados Unidos no deberían perder el foco sobre Irán’, tal como fue parafraseado por Scott Simon de NPR.

«Henry Kissinger también dijo, ‘[Ha] llegado a existir una especie de cinturón chiita de Teherán a través de Bagdad hacia Beirut. Y esto le da a Irán la oportunidad de reconstruir el antiguo Imperio persa, esta vez bajo una etiqueta chiita. Desde un punto de vista geoestratégico, considero a Irán un problema mayor que el EIIS. El EIIS es un grupo de aventureros con una ideología muy agresiva. Pero tienen que conquistar más y más territorio antes de que puedan convertirse en una realdad geoestratégica y permanente. Pienso que un conflicto con el EIIS – por importante que sea – es más manejable que una confrontación con Irán’.

«El ex jefe de la CIA… Michael Scheuer dijo, ‘Por ahora, sin embargo, el comienzo de la sabiduría es observar lo que está sucediendo en Irak y Siria y verlo con claridad. En ambos lugares todas esas personas que múltiples gobiernos estadounidenses han identificado como enemigos de Estados Unidos se están matando entre sí. En Siria, el régimen de Assad, Irán, y el Hezbolá libanes están asesinando a los mujahideen sunitas de todo el mundo, así como también a sus aliados y simpatizantes locales. A su vez, los islamistas sunitas en Siria están asesinando a las tropas de Assad, a la Guardia Revolucionaria iraní, y a los combatientes de Hezbolá. Esta es una circunstancia perfecta para los Estados Unidos, todos nuestros enemigos se están matando unos a otros y no nos está costando ni un centavo o vida.

«‘En Irak, vemos muchos de los mismos fenómenos maravillosos ocurriendo. Los multinacionales mujahideen sunitas y ex militares de Saddam están combatiendo y asesinando al régimen dictatorial de Maliki, sus a sus fuerzas militares chiitas, y a sus partidarios militares iraníes. Y, tal como en Siria, Maliki y su pandilla están asesinando a nuestros enemigos islamistas sunitas. En Irak existe también la posibilidad de un bono agradable que llegue a buen término. Si Estados Unidos se queda fuera del asunto, la reanudación de la guerra en Irak podría desencadenar una guerra civil generalizada chiita-sunita en la que nuestros enemigos musulmanes – tal como son definidos por nuestra elite política bipartidista pueden comenzar a matarse unos a otros durante un período prolongado y en unos niveles sin precedentes, y, de nuevo, sin costo alguno para nosotros en vidas o dólares.

«‘Así que tomemos ambos una respiración profunda y el asesoramiento del teniente coronel Peter y sentémonos a observar lo que está sucediendo en Siria e Irak con ecuanimidad y en lo absoluto desde la barrera. Aliéntenos a ninguna de las partes, respondamos a la solicitud de nadie en busca de ayuda – especialmente por ninguno de los neoconservadores cercanos al frenetismo que ahora saben que hundieron a su amado Israel con la invasión de Irak en el 2003 – y recen para que Obama no coopere con Irán en restablecer la tiranía chiita de Maliki y con ende se gane la enemistad eterna de todo el mundo sunita’.

«También dijo: ‘¿Qué hacer ahora? Primero, mantenerse fuera de Irak de manera total y absoluta. El volver a intervenir costaría más dinero y vidas norteamericanas, y haría subir los precios del petróleo aún más rápido. Representaría también no sólo a los Estados Unidos interviniendo de nuevo en un país musulmán rico en petróleo, sino interviniendo en una guerra religiosa entre sunitas y chiitas del lado de los chiitas, que son ferozmente odiados por el mundo islámico mayoritariamente sunita’.

«A pesar de que sus palabras contienen la esperanza para la futura matanza de musulmanes a manos de la rafidah [es decir, los chiitas] mientras los Estados Unidos observan con alegría, este expresa una verdad que debería reflejarse por encima y que es, ¿por qué Estados Unidos se molestó consigo misma en una guerra entre dos de sus enemigos y se puso de lado con uno de ellos de una manera que sólo le sirve a los intereses de su enemigo en la región y a nadie más?

«Obama ahora refuerza al régimen iraquí, que está sin lugar a dudas respaldado por la inteligencia iraní, el ejército y las finanzas. Las milicias chiitas iraníes luchan actualmente para ‘defender’ a Bagdad. El régimen iraquí y su fundador iraní han sido uno de los mayores aliados del régimen de Assad en Siria. Estos han enviado combatientes al batallón Abul-Fadl Al-‘Abbas. La fuerza aérea de Assad ha detenido todos los ataques aéreos contra el Estado Islámico en una serie de [distritos sirios] Shami Wilāyat, probablemente debido a que es más barato para ellos beneficiarse de los ataques aéreos estadounidenses en su nombre, en especial desde que el régimen de Assad está colapsando financieramente y no es muy bueno en atacar objetivos con precisión. Al mismo tiempo, este ha logrado ‘esconder’ armas químicas de Occidente y utilizarlas sin un elemento de disuasión. Hezbolá ha enviado guerrillas para luchar contra los musulmanes en Irak y Siria. Los Houthis de Yemen – los aliados de Irán – han invadido Sanaa.

«Más significativo, Rusia – el mayor aliado de Irán así como también un aliado de China – ha entrado en Ucrania, que supuestamente está siendo reclamado por Occidente. Rusia continúa armando al régimen de Assad en contra de los musulmanes de Sham. Estos se han jactado de sus capacidades nucleares una vez más. Y sin embargo Obama insiste en el fortalecimiento de ‘la Media Luna persa’ y la influencia rusa en la región. Parece ser que los líderes estadounidenses están cegados por su amor al estado judío en hacer cosas que sólo dañan supuestamente los intereses occidentales».


[1] La idea de enfrentarse a Irán (y en menor medida con la Siria de Assad) surgió en el 2006, cuando el Congreso de Estados Unidos nombró a un panel bipartidista encabezado por el ex secretario de Estado James Baker y el ex representante Lee Hamilton. Para el informe y las recomendaciones véase: Media.usip.org/reports/iraq_study_group_report.pdf. En la crisis actual, esta política tiene numerosos defensores. Véase, por ejemplo Leslie H. Gelb, Presidente Emérito del Consejo de Relaciones Exteriores, que aboga por la cooperación con Assad, así como el trabajar con Irán y Rusia». «Cfr.org/iraq/us-PlayBook-iraq-syria/p33161. En una entrevista con El New Yorker, Obama le dio la bienvenida al «equilibrio de desarrollo entre los estados del golf sunitas o predominantemente sunitas, e Irán». Newyorker.com, 27 de enero, 2014.

[2] Dabiq 4, pp 32-44.; el texto ha sido ligeramente editado para mayor claridad.

[3] Un juego al nombre del Secretario General del Hezbolá Hassan Nasrallah, reemplazando el nombre de Alá con el nombre del ídolo Allat.