Recientemente se han reportado varios llamados por parte del liderazgo palestino condenando las operaciones de martirio y exigiendo su cesación. Sin embargo, no ha surgido una postura clara de la Autoridad Palestina sobre esta cuestión. De hecho lo que esta sucediendo es un debate en el que algunos funcionarios de alto rango expresan oposición explicita hacia dichas operaciones, otros desean que se limiten exclusivamente a los territorios ocupados del 67, y otros desean que se continúen incondicionalmente.

Llamados en contra de operaciones de martirio

El líder palestino Yasser Arafat hizo llamados para detener dichas operaciones. En un discurso Día Nakbha (15 de mayo del 2002) afirmó: «Declaramos hoy nuestra desaprobación hacia las operaciones en contra de civiles israelíes… La opinión pública tanto palestina como árabe está convencida de que dichas operaciones no van acorde con nuestros objetivos, en cambio, causan desacuerdos [con la comunidad internacional] y une a las partes integrantes de la misma en nuestra contra. Ustedes saben mejor que yo que dichas operaciones causan divergencias… Hay que recordar el acuerdo de Hudaybiya…» [1]

Después de dos operaciones de martirio en Jerusalén en junio del 2002, Arafat hizo otra declaración en la que convocaba a la completa cesación de dichas operaciones. [2]

Otros palestinos de alto nivel han manifestado su clara oposición hacia las operaciones de martirio y convocaron a una Intifada de desarme. El nuevo Ministro de interior palestino Abd Al-Razzaq Al-Yahya afirmó durante un simposio en Gaza que desde septiembre de 1998, había convocado por escrito a detener las confrontaciones armadas con Israel, además de haber apoyado una estrategia de levantamiento popular. El carácter actual de la resistencia no apoya ningún logro estratégico, sino lo contrario, ocasiona pérdidas y daños además de acumular sentimientos de odio, venganza y enemistad entre palestinos e israelíes. La resistencia armada palestina como una vía de inhibir estos actos son sólo palabras que no tienen fundamento en la realidad porque dicha acción es solamente posible cuando ambas partes tienen WMDs. [3]

El ex -ministro de asuntos parlamentarios, Nabil Amru, comentó al diario Al Quds: «… Desde luego no apoyo las operaciones de martirio. No debo alegrarme de que los hijos de mi pueblo se exterminen de esta manera. No puedo enviar a mis hijos a dichas operaciones. Además, la realidad política y el liderazgo palestino se oponen a dichas operaciones…» [4]

Mamduh Nofal, consejero de asuntos militares de Arafat señaló que el movimiento Hamas debería extraerse de «las fuerzas palestinas nacionales». Este movimiento sobrepasó toda línea y violó el común denominador acordado por todas las fuerzas palestinas. Nofal acusó al movimiento Hamas de instigar a la destrucción del proceso de paz, así como de Palestina, a través de operaciones de martirio en contra de blancos civiles israelíes que le otorgan a Sharon la justificación para asaltar militarmente y contar con el respaldo de la Casa Blanca y de algunos países árabes de manera extraoficial. [5]

Llamados a continuar con las operaciones martirio:

El ministro y diputado palestino de Awqaf y orador en la mezquita Al Aqsa, Sheikh Yusef Jum’a Salamah, afirmó en un sermón el viernes: «La descripción que hace los EE.UU. sobre las operaciones de martirio como terrorismo es falsa y difamatoria. El pueblo palestino… no tiene manera de defenderse a sí mismo, ni su territorio, ni su honor, más que a través de esta forma. Si los judíos tienen miedo de estas acciones, déjenlos abandonar el territorio palestino y así, las operaciones de martirio y la resistencia armada cesarán porque no habrá necesidad de ello. Estados Unidos y el mundo entero deben de entender que… no existe otra alternativa para esta ocupación opresiva que no sea la muerte… Permítanme enfatizar que la resistencia armada continúa. Nuestro pueblo está firme y con todas sus creencias religiosas está de acuerdo con la resistencia armada para la ocupación israelí sin importar el número de muertes. Todo el pueblo palestino respalda a los líderes cuyo único objetivo sea el de acabar con la ocupación y de crear un estado palestino con Jerusalén como capital» [6].

Llamados para limitar las operaciones a territorios ocupados en ’67

El secretario del gabinete palestino, Ahmad Abd Al Rahman, declaró: «Las operaciones de martirio son los medios más nobles y sublimes de una batalla, y son obra del pueblo palestino… Sin embargo, dichas operaciones deberían estar [limitadas] a las tierras palestinas ocupadas más allá de los límites de junio de ’67 » [7].

Una posición similar manifestó el Ministro de Planeación y Cooperación Regional, Nabil Sha’ath, al afirmar: «Apoyamos toda operación de martirio aunque solamente del tipo de la ocurrida en Jenin, y que busque confrontar las agresiones israelíes o que sea similar a las planeadas por los jóvenes Khan Yunes, quienes se envolvieron en cinturones explosivos y esperaron la invasión israelí para entonces detonarse en contra de los tanques israelíes » [8].

El ex-consejero de Arafat, Bassam Abu Sharif redactó un artículo en donde afirmó que las operaciones de martirio en contra de civiles deberían de terminar y dirigirse únicamente a soldados y pobladores: «Les decimos otra vez a todos aquellos que planean operaciones en contra de civiles israelíes: ‘Detengan esas operaciones porque dañan seriamente los intereses supremos palestinos y otorgan a Sharon y a su gobierno [una excusa] en los círculos internacionales ‘. La resistencia a la ocupación debe de continuar en todas sus formas y en todos sus medios pero no a través de operaciones de martirio en contra de civiles. Es tiempo tomar la batuta palestina y detener dichas operaciones para poder satisfacer los intereses supremos de Palestina » [9].

La misma postura manifestó el Director General del Ministerio de Información palestina, Hassan Al-Kashef, quien halagó en su sección del diario palestino Al-Hayat Al-Jadida los ataques ocurridos en el asentamiento de Adora [sur de Hebrón] los cuales, fueron «un modelo» de resistencia palestina: «La exitosa operación militar en el asentamiento de Adora es una reacción palestina llevada a cabo en la dirección correcta y en el tiempo y espacio adecuados… Provino de la dirección adecuada y refuta toda alegación de Sharon y de Bus porque no estuvo dirigida en contra de civiles en un restaurante y hotel…» [10]

La postura de los líderes de Fatah

Se pueden observar dos acercamientos básicos en las posturas de los líderes de Fatah: la primera, pone condiciones en el cese a las operaciones de martirio, mientras que la segunda, ignora completamente la postura de Arafat al afirmar que éste «ya no controla el ala militar de Fatah

En una entrevista con el semanal árabe- israelí Al-Sinara, el Secretario General de Fatah en el Banco Oeste, Hussein Al-Sheikh declaró que algunas de las operaciones «no ocurrieron en el tiempo ni lugar adecuados». «Sharon es el único culpable de la nueva reacción palestina. La pelota no debería estar del lado palestino» [11].

En una entrevista con el diario londinense Al-Hayat condicionó el cese a las operaciones de martirio en una declaración por Fatah que afirma estar lista a detener las operaciones en contra de Israel si se cumplen dos condiciones: la primera, que Israel evite por completo entrar a territorios palestino y segundo, que Israel ponga fin a la política de asesinatos. Al mismo tiempo, Al-Sheikh pidió que la resistencia armada continúe exclusivamente más allá de los límites de junio del ’67 [12]. El miembro de consejo legislativo palestino y miembro del mando de Fatah, Hatem Abd Al-Qader añadió condiciones al cese a las operaciones de martirio: «Será posible iniciar esfuerzos concretos al cese de dichas operaciones si Israel se compromete a lo siguiente: primero, Israel deberá comprometerse a detener la agresión en contra del pueblo palestino, es decir, detener las incursiones; segundo, Israel deberá abandonar el territorio palestino ocupado; tercero, Israel deberá acabar con el sitio de palestinos que viven en prisión; cuarto, Israel deberá liberar a los detenidos; quinto, la comunidad internacional deberá otorgar a Palestina garantías para poder implementar su derecho de operar más allá de las fronteras del ’67… Sin estas condiciones será difícil poner límite a estas operaciones. Nadie podrá hacerlo mientras la agresión israelí continúe. Y cualquiera que afirme poder terminar con estas operaciones sin la atmósfera [de apoyo] adecuada estará soñando o delirando». Abd Al-Qader también explicó la razón por la cual los miembros de Fatah no responden al llamado de Arafat de detener dichas acciones: «Las brigadas de mártires Al-Aqsa, las cuales son el brazo militar de Fatah no están subordinadas a una decisión central tomada por el liderazgo político… Arafat ya no las controla. Israel es quien tiene ahora esa responsabilidad » [13].


[1] Al Ayam (AP), Mayo 16, 2002. En su discurso que Arafat elaboró sobre el acuerdo firmado entre el Profeta Muhammad y sus rivales en el año A.C. durante un periodo determinado de diez años, el cual posteriormente se convirtió en precedente y en limite religioso para cualquier acuerdo con no musulmanes.

[2] Al Ayam (AP), Junio 20, 2002.

[3] Al Hayat Al Jadida (AP), Junio 14, 2002.

[4] Al Quds, Mayo 29, 2002.

[5] Al Hayat Al Jadida, Junio 9, 2002.

[6] Junio 13, 2002, http://www.lailatalqadr.com/stories/p5130601.shtml

[7] Al Ayam (AP), Junio 4, 2002. En otra ocasión Abd Al Rahmad dijo: Me dirijo hacia el movimiento Hamas para que actúen en los territorios ocupados del 67 y que detengan las operaciones de martirio dentro de Israel… «

[8] Al Quds (AP), Mayo 31, 2002.

[9] Al Sharq Al Awsat (Londres), Mayo 2, 2002.

[10] Al-Hayat Al-Jadida, Abril 28, 2002.

[11] Kul Al-Arab (Israel), Junio 24, 2002.

[12] Al Hayat (Londres), Junio 9, 2002.

[13] Al Sinara (Israel), Junio 21, 2002.