En un artículo de opinión el 7 de abril, 2011 en el diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat, titulado «Las revoluciones árabes y el papel de Israel», Osman Mirghani, el antiguo editor general del diario, rechazó el argumento del Presidente sirio Bashar Al- Assad y del Presidente de Yemen Ali Abdallah Saleh, de que Israel está detrás de las revueltas en sus países. Señalando que «Israel trataría mejor con individuos o regímenes despóticos, en lugar de regímenes democráticos que responden a las opiniones de los votantes y a la presión del público – particularmente después de haber visto que los acuerdos de paz que fueron firmados con Egipto y Jordania no han resultado en una completa normalización de las relaciones», este concluyó diciendo: «El discurso que estamos escuchando en algunas de nuestras capitales árabes acerca de una conspiración israelí es un insulto al pueblo y a sus demandas de libertad y dignidad».

A continuación se presenta el artículo, en su original en inglés (traducido al español): [1]

«¿Cree alguien que Israel está apoyando las revoluciones árabes y los alzamientos…?»

«En respuesta a las manifestaciones en curso que están teniendo lugar en varias ciudades, funcionarios sirios hablaron de una conspiración contra el país, dando a entender que Israel estaba detrás de esto, debido al ‘rol nacional de Siria’. Los indicios de una conspiración fueron mencionados en varias ocasiones por el Presidente Bashar al-Assad en su reciente discurso en el que dijo que es importante saber que la ciudad de Dera fuese la elegida como punto de partida para las manifestaciones anti-gubernamentales. El mensaje se hizo aún más claro durante las manifestaciones a favor del gobierno que fueron movilizadas por el régimen, con algunas de las protestas levantando una enorme pancarta que leía ‘Abajo con el Mossad israelí y sus perros!’

«Existen dos problemas con este enfoque. En primer lugar, las manifestaciones se han extendido a lo largo de una serie de ciudades sirias y un gran número de personas han participado en estas – tiene entonces el Mossad tantos ‘agentes’ en Siria? Si Siria ha sido infiltrada de esta manera, entonces las manifestaciones palidecen en comparación con la crisis a la que el régimen se enfrenta en este aspecto. En segundo lugar, en su discurso, el Presidente sirio dijo que un programa de reforma fue propuesto hace más de cinco años, pero estas reformas no fueron emprendidas – entonces es esto también una conspiración de Israel?

«Antes de esto, escuchamos al Presidente de Yemen Ali Abdallah Saleh diciendo que el levantamiento popular contra él estaba siendo llevado a cabo desde ‘una sala de operaciones en Tel Aviv… la cual está a cargo de la Casa Blanca». Sin embargo, Saleh pronto se retractó de su acusación contra Washington y pidió disculpas a los Estados Unidos después de que se quejara por su declaración. No sabemos si esta disculpa también incluye una disculpa a su acusación contra Israel, aunque sería mejor para él ofrecer una disculpa a su propio pueblo a quien describió como una herramienta en manos de Israel, describiendo las demandas a sus legítimos derechos, libertades y dignidad, como una conspiración extranjera.

«¿Cree alguien que Israel esté apoyando las revoluciones y los alzamientos árabes y quiere ver verdaderas democracias en la región?»

«Israel está muy preocupado… por la ‘primavera árabe'»

«La verdad es que Israel está muy preocupado y esto es algo que no se esconde, sobre la ‘primavera árabe’ y los cambios que ha traído hasta el momento y los cambios que traerá en los próximos días. Israel no está preocupada con hablar del caos o de un vacío [político], sino más bien del hablar de las democracias árabes y el entusiasmo mostrado por los países occidentales, en particular los Estados Unidos, acerca de este asunto.

«Israel sigue presumiendo ser la única democracia en un océano de regímenes autoritarios en la región y ha sugerido que los valores árabes e islámicos son incompatibles con la libertad y la democracia. Lo que más teme Israel es que Washington se acerque más a los países árabes con el fin de apoyar la transformación democrática y presionar a Tel Aviv a que presente una iniciativa seria para mover el estancado proceso de paz palestino-israelí. Muchos países occidentales creen que la pérdida de regímenes aliados como los de Hosni Mubarak y Zine El Abidine Ben Ali podrían ser compensados por el surgimiento de nuevos regímenes democráticos, populares y eficaces y que el clima de libertad pueda ayudar a frenar el extremismo violento».

«Israel prefiere tratar con individuos o regímenes despóticos, en lugar de regímenes democráticos»

«Mientras Occidente se muestra optimista acerca de la transformación de los árabes – que considera como una oportunidad que debe ser apoyada, en lugar de temer por que puede causar un vacío [político] – Israel parece desconfiar de las transformaciones que está experimentando en la región. Ya que Israel más bien desearía hacerle frente a individuos o regímenes despóticos, en lugar de regímenes democráticos que responden a las opiniones de los votantes y a la presión pública – en particular después de haber visto que los acuerdos de paz fueron firmados con Egipto y Jordania no han resultado en la completa normalización de relaciones debido a la oposición de la opinión pública. Esto es porque el público ha sido testigo de la continua ocupación israelí de tierras árabes y su continua agresión hacia los palestinos.

«Por lo tanto, no era de extrañarse el escuchar voces en Israel criticando a Washington por abandonar a sus regímenes aliados sobre la base de que esto pondría en peligro la paz. También vimos a Israel tomar acciones inmediatamente después de la exitosa revolución egipcia que derrocó a Mubarak, exigiendo que cualquier nuevo régimen en el Cairo cumpla con los acuerdos de paz firmados entre los dos países.

«A medida que los alzamientos populares se extienden por todo el mundo árabe, políticos israelíes y analistas comenzaron a hablar de ‘la ilusión de la democracia árabe’. Algunos explícitamente declararon de que el mundo árabe no es capaz de hacer la transición hacia la democracia y que si Washington apoya las revoluciones y los alzamientos árabes, perdería a sus aliados, mientras que la democracia fracasaría en establecer un punto de apoyo en la región, con excepción, por supuesto, de Israel».

Israel se olvida de que tiene «extremistas y racistas» en el gobierno que pueden «imponer su agenda»

«Al tratar de despertar temor en contra de los alzamientos árabes, Israel ha advertido que el colapso de los regímenes totalitarios conducirá al vacío [político] y al caos, advirtiendo que la democracia árabe verá a los extremistas religiosos llegando al poder y que esto tendrá consecuencias desastrosas para Israel, así como también para Occidente. El Ministro de Defensa israelí Amos Gilad, dijo que la democracia en el Medio Oriente, ‘hará que esta área se vea como el infierno’, mientras que funcionarios israelíes han dicho que esta transformación democrática será una repetición de la experiencia de Hamas en Gaza.

«Es extraño que Israel se centre en la amenaza que representan los extremistas a la experiencia democrática en el mundo árabe, al mismo tiempo, parece haber olvidado que este posee extremistas y racistas en sus propios partidos políticos que pueden entrar en el Knesset, participar en el gobierno, e imponer su agenda.

«Por su parte, la líder de la oposición israelí Tzipi Livni, presentó su visión en Washington y en otras capitales occidentales introduciendo ‘regulaciones’ que los partidos políticos que quieran participar en el proceso político deben respetar. Estas partes deben acordar cumplir con un conjunto de principios considerados «principios de un mundo libre’. Detallando sus propuestas, Livni resumió estas diciendo que cualquier partido político que quiera participar en el proceso democrático debe abstenerse de la violencia, actuar pacíficamente para alcanzar sus objetivos, respetar la ley y aceptar los tratados internacionales firmados con otros países.

«Es evidente que estos principios apuntan al mundo árabe y fueron principalmente colocados para proteger a Israel, en lugar de proteger a la democracia árabe, que Tel Aviv rechaza y considera una verdadera amenaza para su futuro. Muy pocas voces salieron a decir que Israel no estará protegida por regímenes dictatoriales, sino a través de acuerdos genuinos de paz».

«La platica que estamos escuchando en algunas de nuestras capitales árabes sobre una conspiración israelí es un insulto al pueblo»

«Israel está conspirando contra el mundo árabe en muchos temas, pero podemos estar seguros de que no conspira para apoyar las revoluciones o en demanda de democracia. Israel prefiere la estabilidad y el status quo, porque ya se ha adaptado a si misma a la ecuación de paz con los actuales regímenes despóticos, en lugar de los pueblos de la región.

«La platica que estamos escuchando en algunas de nuestras capitales árabes acerca de una conspiración israelí es un insulto al pueblo y a sus demandas de libertad y dignidad. El pueblo ya no cree en el dicho de que ‘no hay sonido más fuerte que el sonido de la batalla’, ya que han visto que esta consigna no ha traído ninguna victoria contra Israel, sino que más bien produce regímenes despóticos que buscan obtener presidencias de por vida, legando el poder, incluso a sus hijos. La verdadera batalla de hoy es la batalla por la libertad y la reforma, la eliminación de la corrupción y la protección de la dignidad y los derechos de los ciudadanos».


[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 7 de abril, 2011. El texto ha sido ligeramente editado para mayor claridad.