A mediados de enero, la congresista Tulsi Gabbard (D-Hi) visitó Siria y se reunió con su Presidente Bashar Al-Assad. En un artículo el 3 de abril, 2017 Ibrahim Al-Amin, editor del diario libanés Al-Akhbar, cercano al régimen de Assad y a Hezbolá, afirmó que Gabbard se había reunido con Assad en nombre del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump con el fin de examinar las posibilidades de una cooperación entre Estados Unidos y Assad en la guerra contra el EIIS y que ella le transmitió un mensaje a Assad de parte del Presidente Trump, a efectos de que Trump no pretende deponerlo y que el levantamiento de las sanciones y el establecimiento de vínculos directos entre los países era cuestión de tiempo.[1] 

Al-Amin, quien probablemente recibió información filtrada que refleja la postura del régimen sirio, añadió que durante la reunión con Assad, Gabbard preguntó, de parte del Presidente Trump, sobre la posibilidad de que los dos hablaran directamente por teléfono y Assad al instante acordó a ello sin consultar con Irán ni Rusia. El artículo de Al-Amin fue traducido y publicado por MEMRI en un informe.

El artículo de Al-Amin en primera página del diario Al-Akhbar

Ese mismo día, Gabbard negó las afirmaciones de Al-Amin, tuiteando: «El intercambio descrito en esta historia nunca sucedió. Las afirmaciones que sugieren lo contrario son falsas».[2]

El 5 de abril, en respuesta a lo negado, el diario Al-Amin publicó otro artículo, titulado «Gabbard, ¿Está Usted Dispuesta a Debatir?». En este artículo, publicado en árabe e inglés, este desafió a la congresista a un debate televisado, para que la audiencia descubriese qué sucedió realmente y quién estaba diciendo la verdad. Este firmó que existen al menos 13 testigos de lo ocurrido y añadió que este asunto no disminuirá su «desprecio por el personal de la embajada estadounidense en Beirut que, en su mayoría, sirve como oficina del servicio de inteligencia en nombre del enemigo israelí».

Lo siguiente es la versión en inglés del artículo de Al-Amin el 5 de abril, según fue publicado por el diario Al-Akhbar.[3]

Congresista Tulsi Gabbard (imagen: votetulsi.com)

‘El intercambio descrito en esta historia nunca sucedió. Las afirmaciones que sugieren lo contrario son absolutamente falsas’.

«Lo mencionado anteriormente es lo que dijo el integrante del Congreso estadounidense Tulsi Gabbard en respuesta a lo que fue publicado en Al-Akhbar hace dos días sobre su reciente viaje a Siria y el Líbano y los detalles de sus reuniones con los presidentes Donald Trump y Bashar Al-Assad. Yo recuerdo al ex presidente Bill Clinton cuando compareció ante los medios de comunicación y dijo irónicamente y con firmeza de que negaba categóricamente que tuvo relaciones sexuales con la ex-entrenante de la Casa Blanca Mónica Lewinsky. Ya sea que sucedió mucho tiempo después o no, se reveló luego de que no decía la verdad. Y su problema era que falsamente asumió este (como es común entre los políticos estadounidenses) de que no existían pruebas de la acusación en su contra. Y la Sra. Gabbard puede que necesite algo más de tiempo para reorganizar sus archivos, [considerando que] sabe muy bien de que existen al menos 13 personas (aquí y allí) que fueron testigos de lo ocurrido. No estamos acusando a la Sra. Gabbard de cometer un pecado mayor. Y quizá le molestó que el asunto se revelara ahora. Pero, ¿es posible preguntarle si está dispuesta a participar en un debate televisivo, en presencia de quien quiera ella desee, sin importar quien, siempre y cuando actúe sobre la premisa de un código de honor ‘nuestra palabra contra la suya’, o que se comprometa a no mentir, o a comprometerse a sí misma a apostar sobre lo que será expuesto – a través de hechos y días – a que sea falso? O que traiga consigo una copia de la constitución norteamericana, no como texto sagrado, sino para demostrar que la respeta y decir que por respeto a ello sólo dirá la verdad. Sólo entonces el público se enterará de lo que realmente sucedió y se revelará quién está diciendo la verdad y quién está ocultando la verdad… y yo sigo esperando.

PS: Este tema no disminuirá mi desprecio por el personal de la embajada estadounidense en Beirut, que mayormente sirve como una oficina de inteligencia en nombre del enemigo israelí. Y su nerviosismo se ha incrementado recientemente, al igual que los síntomas de su agotamiento psicológico, debido a descubrir de que vive hoy en el Líbano ‘Post-Feltman[4]‘».

 

[1] Al-Akhbar (Líbano), 3 de abril, 2017.

[2] Twitter.com/TulsiPress, 3 de abril, 2017.

[3] Al-Akhbar (Líbano), 5 de abril, 2017. El inglés en el artículo original ha sido editado ligeramente para mayor claridad.

[4] Una alusión al ex embajador estadounidense Unidos en el Líbano Jeffrey D. Feltman, quien es acusado por los partidarios del eje de la resistencia en el Líbano de flagrante injerencia en los asuntos libaneses y de imponer políticas estadounidenses sobre el Líbano.

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