En un editorial principal del 14 de septiembre, 2006 en el diario kuwaití Al-Siyassa, el jefe de redacción Ahmed Al-Jarallah criticó al Presidente iraní Ahmadinejad y le advirtió, “Nosotros no queremos que Irán se convierta en una víctima de su propia arrogancia y tenga el mismo destino de Japón que fue derrotado en la Segunda Guerra Mundial».
Lo siguiente es el editorial principal de Al-Jarallah tal como apareció en su inglés original.
“Parece ser que Irán ha abierto tres frentes en la parte este del Medio Oriente y ha incrementado o disminuido la intensidad en Irak, en el Líbano, y en la región del Golfo dependiendo de la presión sobre su programa de energía nuclear. Actualmente todos estos frentes están en alerta máxima mientras la confrontación de Irán con la comunidad internacional ha alcanzado un máximo y la fecha tope para la imposición de sanciones y castigo está muy cerca.
“El frente de batalla de Teherán en Irak se extiende lejos hasta el sur. Las recientes escaramuzas a lo largo de las fronteras de Kuwait con Irak, coincidiendo con la visita del Secretario General de la ONU Kofi Annan a Teherán y su advertencia al Presidente Mahmoud iraní Ahmadinejad, están levantando sospechas. La opción de Ahmadinejad del lenguaje de la Guerra Fría indica que la situación interna de Irán es peligrosa debido a su economía, que está en crisis.
“Con sus métodos extremistas y creando disputas internacionales y regionales el Presidente iraní está intentando desviar la atención de su pueblo de la crisis interna. Esto fue evidente cuando Ahmadinejad acusó a los estados del Golfo de estar del lado de la comunidad internacional y amenazó con hacer arder a toda la región del Golfo si la gente de la región se atreviera a interponerse al programa de energía nuclear de Teherán.
“Ahmadinejad no tiene ningún derecho de acusar a los estados del Golfo o imponer su autoridad sobre ellos. Nosotros vemos sus amenazas como ‘arrogancias de muerte,’ que eventualmente acabarán con él en el futuro, porque esto no puede ser considerado una jugada políticamente noble o sabia. Todos nosotros recordamos cómo los estados del Golfo estuvieron en contra del Shah de Irán cuando estaba intentando hacer el papel de policía regional. También recordamos cómo la revolución islámica del Ayatola Ali Al-Khomeini acabó con los sueños del Shah.
“Ahora Ahmadinejad quiere jugar el mismo papel mientras intenta convencernos que la Revolución Islámica en Irán no fue para llevar a cabo las políticas agresivas y ávidas de Teherán de extender su influencia por todo el Golfo. Ahmadinejad que representa lo más alto de la ambición persa, está haciendo el papel de policía regional con tal arrogancia que ha desafiado al Presidente americano George Bush a un debate. El Presidente de Irán quiere debatir el tema de la reforma al sistema internacional cuando él es incapaz de reformar el sistema en su propio país.
“Decimos estas palabras porque Irán es un país vecino importante que debería jugar un papel cooperativo a tono con la importancia de esta región estratégica. No queremos que Irán se convierta en una víctima de su propia arrogancia y tenga el mismo destino que Japón, que fue derrotado en la Segunda Guerra Mundial seguido al lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Irán debería incluso saber que una pequeña chispa puede encender un fuego grande. La Primera Guerra Mundial fue el resultado del asesinato del Príncipe a la Corona austriaco y la Segunda Guerra Mundial fue encendida por las ambiciones de Adolfo Hitler.
“No queremos que el nombre Ahmadinejad sea incluido en la lista de aquéllos, que causaron la muerte de su propio pueblo o participaron en los crímenes contra la humanidad. Pedimos disculpas por denotar esto en tal importante región, la cual es rica en petróleo y gas natural, algunos líderes aventureros están deseosos de arriesgar la paz acusando a otros de ser agentes sin prueba alguna. Estos líderes deben recordar que la arrogancia es una enfermedad muy peligrosa».