Durante su visita de marzo 11-12, 2010 a Jordania, el vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden se reunió con cuatro activistas de la sociedad civil jordana en la embajada de los Estados Unidos en Amman. La reunión no fue anticipada y no formaba parte del itinerario oficial de Biden por la visita. La embajada estadounidense declaro que la reunión abordó los preparativos para las próximas elecciones parlamentarias en Jordania, y las reformas en el reino.

La prensa no gubernamental jordana le salió al paso fuertemente a la reunión, diciendo que constituía injerencia en los asuntos internos de Jordania y que el gobierno no debería haber accedido a ella. Incluso hubo quienes afirmaron que la reunión se llevó a cabo con el fin de promover un plan para reasentar a los refugiados palestinos en Jordania.

A continuación se presentan las reacciones a la reunión por varios periodistas de Jordania:

Editor de Al-Yawm Al-Arab: «Existe una agenda abierta declarada Estados Unidos-Europa-Israel… dirigida a reasentar a los refugiados palestinos [en Jordania]»

Tareq Al-‘Adwan, editor del diario independiente Al-Arab Al-Yawm, denunció que discutir los comicios en la reunión constituía una «flagrante intervención en un asunto interno [de Jordania]», en el marco de las intenciones de Estados Unidos en reasentar a los refugiados palestinos en Jordania. En una entrevista con el portal Al-Jazeera, Al-‘Adwan dijo: «Es extraño que aquellos que tomaron parte en la reunión con Biden permanecieran en el anonimato y no se acercaron a los medios para discutir lo que ocurrió allí». Según su declaración, la preocupación de Jordania por la reunión brota del hecho que «existe un programa abiertamente declarado Estados Unidos-Europa-Israel que exige reformas en Jordania, destinadas a reasentar a los refugiados palestinos [en este país] con el fin de llevar a cabo el plan de [Jordania como] una patria alternativa [palestina], a satisfacción de Israel… «Al-‘Adwan atribuyó el silencio del gobierno jordano a «la subordinación de [su] política oficial hacia los Estados Unidos, debido a la ayuda financiera y fuertes lazos [con este país]. El gobierno protestó contra la intervención [de la embajada iraní en] los asuntos de Jordania, pero no hizo nada [sobre la] intervención de la Embajada de Estados Unidos”. [1]

En un editorial, Al-‘Adwan afirmó que el discurso de Biden en la Universidad de Tel Aviv y su encuentro con activistas jordanos erradicaron la buena impresión que se había hecho por el discurso del Presidente Obama en el Cairo: «Las respuestas negativas a [la reunión] indican cuán sensible son los jordanos hacia cualquier intervención norteamericana y europea en materia de leyes electorales de [Jordania] y las elecciones mismas, incluso si [esta intervención toma la forma de sólo un] asesoramiento y opiniones…

«Si Biden quería saber la verdad sobre cómo se sienten los jordanos, debería de haber elegido una institución como la Universidad de Jordania, por ejemplo y haberse reunido allí con unas 100 personas [en oposición a un pequeño número de personas], incluso de los así llamados moderados… Si hubiera discutido el futuro de la región con ellos, habría descubierto que eran unánimes en su opinión de que el único peligro que amenaza la estabilidad y seguridad [en la] región es Israel. Si los Estados Unidos quieren avanzar sus intereses a través de amistades estratégicas con países del Medio Oriente, entonces la única manera de [lograr] esto es el establecimiento de un estado palestino dentro de las fronteras del 4 de junio de 1967, con Jerusalén como su capital y con el derecho al retorno de los refugiados.

«Mientras que Biden daba su emotivo discurso en Universidad de Tel Aviv, rebosante de amor por Israel, [también] eligió [sostener] una reunión secreta y misteriosa en Amman, dirigida a conducir un cuñete [dentro la sociedad jordana]… Biden el sionista anulado… lo que su Presidente, Obama, dijo en la Universidad del Cairo. Ese es el resumen de la desafortunada visita de Biden a Jordania]. En cuanto a su asesoramiento [a los jordanos], es totalmente inútil, salvo por su capacidad para revolcar respuestas fuertes y determinadas entre todos los jordanos en contra de cualquier intervención externa sionista tratando de imponer su voluntad y soluciones [sobre ellos]». [2]

Jordan Times: «El tropiezo de Biden en la reunión secreta con representantes de la sociedad civil sólo ha [perjudicado] la imagen de América»

Hassan Barari, un columnista del diario en idioma inglés Jordan Times, afirmó que la opinión pública jordana tiene una visión negativa de las reuniones como la que Biden celebró en Amman, y que la decisión de Biden de celebrar esta reunión secreta sólo perjudicó la imagen de los Estados Unidos:

«Lo que la embajada de Estados Unidos tiene que entender es que sus conexiones con estas organizaciones de la sociedad civil tienen poca o ninguna influencia en los eventos en Jordania.

«Muchos jordanos afirman que las embajadas occidentales en Amman interfieren en los asuntos internos [de Jordania] de una manera muy selectiva y apoyan sólo a grupos que están dispuestos a servir a las agendas extranjeras. Este juego está expuesto en su totalidad.

«El paso en falso de Biden en reunirse en secreto con representantes de la sociedad civil sólo ha [dañado] la imagen de Estados Unidos.

«Una encuesta tras otra muestra que la gran mayoría de los jordanos tienen problemas con la política de Estados Unidos respecto al proceso de paz. No ven más que el ciego apoyo de los Estados Unidos a la expansión de Israel y por esta razón, la aprobación de Biden en materia de reformas no es un buen comienzo». [3]

Columnista liberal: la intervención extranjera en asuntos de la democracia es legítima

El columnista liberal Fahed Al-Fanik defendió la intervención estadounidense en las elecciones de Jordania, explicando que la cooperación de las organizaciones de la sociedad civil con países extranjeros es probable de hecho, que beneficie a un estado como Jordania:

«Los tiempos han pasado desde que los déspotas gobernantes en países primitivos podían abusar de sus naciones a su antojo sin ningún control, con la excusa de [oponerse a la intervención extranjera] en los asuntos internos de sus países. La democracia y los derechos humanos ya no son asuntos internos en los que otros no tienen derecho a intervenir. Estos se han convertido en cuestiones humanitarias generales, sujetas a la supervisión de las instituciones internacionales que han asumido la responsabilidad de intervenir – si no por la fuerza, entonces por otros medios de expresión. Los Estados Unidos, por ejemplo, permite que su Departamento de Estado publique informes anuales sobre la condición de los derechos humanos, la democracia, la libertad de religión y otras cuestiones en diversos países alrededor del mundo, sin negarle a ningún [otro] país el privilegio de inspeccionar las infracciones de esos mismos derechos en los propios Estados Unidos…

«La intervención en los asuntos internos de otros se ha convertido en una práctica aceptable, siempre y cuando se lleve a cabo por medios pacíficos, es decir, a través de informes y declaraciones críticas e incluso a través de sanciones económicas… Otra forma de intervención con respecto a la democracia y a los derechos humanos es la adjudicación de becas y ayuda financiera. Un país que recibe ayuda financiera no puede rechazar la intervención del país contribuyente. No hay regalos excepto en el caso de las organizaciones de caridad.

«Se equivoca quien piensa que los derechos humanos en Jordania, y en la vida parlamentaria de nuestro país y las próximas elecciones, son asuntos internos que otros no tienen derecho a abordar. Éstas son cuestiones que preocupan a la opinión pública en todo el mundo, [y tienen un efecto sobre] los intereses de las potencias mundiales. Es del interés de Jordania demostrar una conducta normal y culta [en las próximas elecciones] e invitar al mundo a observarla. La buena imagen de Jordania es una fuente de poder para esta.

«No hay nada extraño en la reunión de [Biden], con los jordanos. Lo extraño es que la reunión estuvo limitada a personas escogidas a dedo por la embajada de Estados Unidos de entre sus amigos, lo que significa [en efecto] que el norteamericano de edad estuvo hablando consigo mismo». [4]


[1] www.aljazeera.net, 14 de marzo, 2010.

[2] Al-Arab Al-Yawm (Jordania), 14 de marzo, 2010.

[3] Jordania Times (Jordania), 16 de marzo, 2010.

[4] Al-Rai (Jordania), 17 de marzo, 2010.