En un editorial publicado en el diario árabe de Londres Al-Sharq Al-Awsat el 18 de marzo del 2007, el jefe de redacción del diario Tariq Al-Homayed criticó el papel de Qatar en la política del Medio Oriente.
Lo siguiente son extractos: [1]
«Las conversaciones de Qatar sobre pan-arabismo, liberación, y lucha, mientras su suelo es hogar a la mayor base del ejército americano
«En un momento cuando los problemas regionales más inminentes están acercándose poco a poco hacia sus soluciones, Qatar está de vuelta una vez más en busca de un rol; sin embargo, esta vez la crisis es mayor y todos los actores principales han comenzado a maniobrar, dejando a Doha sin nada que hacer sino conjurar los peores tipos de abusos y ataques [característica del Medio Oriente en] los años sesenta.
«La maniobra hecha por el actor principal – y por esto me yo refiero a Arabia Saudita – ha llevado a los de Qatar a volverse locos, y por consiguiente vemos y escuchamos su ruidoso ataque sobre Riad y contra todos aquéllos que buscan estabilizar a la región.
«El problema con el liderazgo de Qatar es que no tiene ni credibilidad ni peso político, y el primero en atestiguar esto son los partidos que están de luna de miel con ellos.
«Qatar habla sobre pan-arabismo, liberación y lucha, mientras su suelo es hogar a la mayor base del ejército americano. Ellos hablan sobre tolerancia religiosa, mientras Doha se ha convertido en una salida a los medios de comunicación visuales dónde Al-Qaeda trae sus filmaciones para transmitir su venenosa ideología. Uno de sus reporteros está actualmente en prisión por colaborar con Al-Qaeda.
«Ellos hablan sobre la causa palestina, aun así son los primeros en correr hacia Israel. [Sin embargo], cuando Israel quiso discutir la iniciativa árabe – la cual es la iniciativa del Rey ‘Abdullah Bin ‘Abd Al-‘Aziz – lo primero que Israel ignoró fue Qatar».
La política de Qatar en Beirut fue una de «decepción e incitación»
«Al mismo tiempo que Doha estaba proclamando su dedicación al Líbano, estaban siendo transportadas bombas inteligentes desde su suelo hacia Israel durante la guerra de 33 días. Al mismo tiempo que el Emir de Qatar habló sobre ‘la esperada victoria’ en el Líbano, su Ministro del Exterior, incluso cuando estaba a bordo de su avión, estuvo poniendo al día a los israelíes en los más mínimos detalles siguientes a la conferencia en Beirut, a la cual él asistió en ruta desde Israel.
«Cuando los de Qatar hablaron sobre su temor por el futuro del Líbano, su política en Beirut no difirió de la estación de televisión ‘Abu Adas [e.d. televisión siria] – en decepción e incitación. Todos vimos cómo los gobernantes de Qatar se saltaron la III conferencia de París [sobre la rehabilitación del Líbano].
«Lo mismo va para [la posición vis-à-vis de Qatar] con Bagdad. Ellos han sido la fuente de discordia en todo lo relacionando a Irak…»
«Grandes problemas requieren estadistas, y no comerciantes en crisis o estados micrófono»
«Aquí en Qatar, buscando un rol que es mayor que lo normal por su [limitada] importancia política y credibilidad. Hoy día los palestinos están mejor después del acuerdo de la Meca, y los iraquíes están discutiendo la reconciliación nacional, y sus delegaciones han comenzado a reunirse en Riad. Los iraníes han anulado a los sirios y a los otros mediadores, y han llegado [a hablar] cara a cara con los saudíes. Los grandes temas requieren estadistas, y no comerciantes en crisis o estados micrófonos como Doha y sus mandatarios.
«En consecuencia, los libaneses está discutiendo soluciones, soluciones que pueden demostrar ser fructíferas y beneficiosas, bajo un paraguas saudita-iraní. Israel está escrutando, maniobrando, y moviéndose para reconsiderar la iniciativa árabe propuesta por Arabia Saudita, y los americanos están actuando [en concierto] con Riad por la causa de todos estos temas pendientes en la región.
«Y finalmente, la cumbre árabe a tener lugar en Arabia Saudita está en el horizonte, y todo [el precedente] cuenta para la conducta errante de Qatar – aunque [de hecho] ésta ha sido su conducta usual hacia Riad desde el derribamiento de su [anterior Emir]. Por supuesto, la mejor e ideal respuesta a esta conducta es que Riad continué su trabajo político. Qatar es una gota en el océano y no tendrá influencia en lo absoluto. Después de todo, En tiempos de desgracia, son las leyes de la naturaleza que prevalecen, reduciendo a todos a sus dimensiones».
[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 18 de marzo, 2007.