Tras el ataque armado del 10 de junio, 2009 en el Museo del Holocausto en Washington, DC, Abdul Rahman Al-Rashed, editor del diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat, escribió un editorial titulado «Crimen en el Museo del Holocausto». En el editorial, el cual fue publicado el 15 de junio, 2009, Al-Rashed declaró que la lucha contra el racismo anti-negro era lo mismo que la lucha contra el racismo blanco, dijo que Osama bin Laden y el hombre que disparó en el museo estaban impulsados por el mismo odio y fallas de los Estados Unidos en permitir que tal odio prolifere protegiendo la libertad de expresión.

Lo siguiente es el editorial, en su inglés original. [1]

«Los anti-musulmanes son los mismos que los antisemitas, aquellos que son racistas contra los negros son los mismos que aquellos que son racistas en contra de los blancos»

«El número de cadáveres no ha sido grande, se trató de un ataque individual, y ninguna organización ha reivindicado responsabilidad por el mismo. Una víctima fue asesinada, mientras que el perpetrador terminó en un hospital en espera de juicio por cargos de homicidio, simplemente porque el sistema [político de los Estados Unidos] no castiga el odio o el racismo. Este es sólo un crimen más de motivación racial en una sociedad multiétnica donde las culturas están comenzando a competir.

«La paradoja es que este delito tuvo lugar en un museo que trata con la historia del Holocausto – una historia de racismo que muchos rechazan, no porque no ocurrió, sino porque es parte de un conflicto ideológico continuo. Prueba de ello es que quienes niegan el Holocausto llaman a deshacerse de otros grupos étnicos y promueven la supremacía blanca europea.

«El autor del crimen tiene todas las cualidades que contradicen la definición de un estereotipo racista, tiene 88 años de edad, blanco – el grupo racial más privilegiado de todos – y vive en un país económicamente rico. Si alguien tiene estas características y vive en un país que permite la libertad de expresión y el derecho a la [oposición política] a través de las elecciones, ¿por qué necesita este llevar un arma de fuego a un museo y matar a un guardia afro-americano con el fin de expresar su odio por los judíos?

«Esta es la prueba de que el odio no tiene nada que ver con la pobreza, el analfabetismo, la represión política, la religión o incluso la juventud, sino más bien está ligada a la cultura. Esto debe ser entendido por aquellos que tratan de restarle importancia a la amenaza a la seguridad, así como también aquellos que están buscando chivos expiatorios en los libros islámicos y la sociedad musulmana. No es difícil encontrar evidencia para implicar a la gente equivocada, que es lo que sucedió [inicialmente] respecto al hombre que disparó en el Museo del Holocausto.

«Los anti-musulmanes son los mismos que los antisemitas, aquellos que son racistas contra los negros son los mismos que los racistas contra los blancos. Son todos iguales».

«Por qué un joven millonario como Osama bin Laden termina combatiendo a otros?… Este es el mismo odio que hizo que un blanco cristiano norteamericano se dirija a un museo» para cometer un asesinato

«No subestimen el poder de la cultura, especialmente el poder de la cultura del odio, y la influencia que esto puede tener sobre un individuo. ¿Por qué un joven millonario como Osama bin Laden termina luchando contra otros? ¿Qué transforma a un médico intelectual, tal como el [líder adjunto de Al-Qaeda] Ayman Al-Zawahiri en un asesino sobre la base de una identidad religiosa?

«Este es el mismo odio que hizo que un individuo blanco cristiano estadounidense se dirija a un museo con la intención de llevar a cabo un asesinato premeditado a fin de expresar sus opiniones. El odio tiene la capacidad de destruir el deseo de respeto y diálogo, tiene la capacidad de destruir el deseo de convivencia».

«Cómo podemos nosotros combatir el odio cuando sus fuentes están siendo protegidas [por el sistema político]?»

«Según las estadísticas, el número de portales pertenecientes a grupos racistas supremacístas ha aumentado a miles. Esto no es porque la situación sobre el terreno ha empeorado, sino porque los medios para difundir el racismo se han vuelto más baratos y más fáciles de conseguir. Estos portales están llenos de incitación contra los musulmanes, negros y judíos y están llenos de mitos sobre conspiraciones islámicas para ocupar a los Estados Unidos, o conspiraciones judías para controlar al banco central de los Estados Unidos, y así sucesivamente.

«Estos grupos operan abiertamente bajo la protección del sistema [político] de los Estados Unidos que le permite a esta cultura [de odio] difundirse en el nombre de proteger las libertades civiles que ofrece la constitución de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, el gobierno de los Estados Unidos recorre el mundo e insta a otros a luchar contra esta misma cultura de odio [que protege].

«De hecho, mucha de la literatura racista encontrada en los portales extremistas islámicos proviene de portales neo-nazis supremacistas que han fabricado la mayor parte de su información. ¿Cómo podemos combatir el odio cuando sus fuentes están siendo protegidas [por el sistema político]?»


[1] El texto ha sido ligeramente editado para mayor claridad.