Historial

Durante la campaña electoral norteamericana, hubo voces en Irán – en especial entre los partidarios del Presidente Ahmadinejad – quién defendió las conversaciones con los Estados Unidos para asentar la crisis nuclear. La percepción iraní fue que, a cambio de su voluntad de negociar con el «Gran Satanás», los Estados Unidos reconocería a Irán como una compañera en el campo de las superpotencias nucleares.

Después del resultado de las elecciones, las cuales prometieron un posible cambio en la política norteamericana hacia Irán, el debate público en Irán sobre las conversaciones con los Estados Unidos fue detenido, y los voceros del régimen – especialmente los conservadores de la vieja guardia – enfatizaron que no había espacio para ningún intento de reconciliación o dialogo con América. Esta actitud fue manifestada, por ejemplo, en el rechazo de Irán al ofrecimiento norteamericano de abrir una oficina de interés en Teherán. Los diarios conservadores principales Kayhan y Jomhouri-vos Eslami igualmente se pronunciaron fuertemente contra la noción de conversaciones con los Estados Unidos, y una declaración del Líder Supremo de Irán Ali Khamenei – quién dijo que «el odio sentido por el pueblo iraní por los Estados Unidos era profundo» [1] – tenía como propósito poner fin con la discusión pública del tema.

Parece ser que el régimen iraní es aprehensivo sobre el acordar un diálogo verdadero con «el Gran Satanás», ya que tal diálogo le privaría de su principal raison d’être – es decir, hostilidad hacia los Estados Unidos.

La renovada discusión sobre el diálogo con los Estados Unidos

A pesar de la orden del régimen en prevenir la discusión pública sobre el tema de diálogo con los Estados Unidos, han habido renovadas llamadas para tal diálogo. Éstas vinieron, seguido a una sugerencia de los saudíes hacia un pacto de defensa mutuo entre Irán y los estados del Golfo Árabe. A finales de noviembre del 2008, el Príncipe saudita Tallal ‘bin Abd Al-‘Aziz llamó en Irán a formar tal pacto con el objetivo de alcanzar un acuerdo de seguridad global a la no-agresión y edificar una confianza mutua entre Irán y el Golfo Árabe. [2] Funcionarios iraníes – en especial de dentro del Ministerio del Exterior – pidieron examinar esta oferta y chequear quien estaba tras esta – es decir, así haya sido una iniciativa de los EAU o sugerida por los Estados Unidos.

Hamid Reza Dehqani, jefe del Centro de Estudios del Medio Oriente y el Golfo Pérsico en el Ministerio del Exterior de Irán, argumentó que si la oferta de Tallal estuviese apoyada por los Estados Unidos, esta podría ser una señal de un cambio positivo en la postura norteamericana hacia Irán. En este contexto, él sugirió que el pacto de seguridad Estados Unidos-Irak “podría ser [usado a] favor de los países vecinos. [Es más], si los Estados Unidos llegasen a tener un punto de vista positivo del pacto de seguridad entre Irán y los países árabes en la región, [Irán] lo vería como un cambio verdadero en las políticas de los Estados Unidos con el Medio Oriente. Éste sería un punto común entre el pacto de seguridad Irak-Estados Unidos y el posible pacto de seguridad árabe-Irán». [3]

En una entrevista con la agencia de noticias iraní ISNA, el experto en política exterior Mohammad Javad Larijani, ex asistente al ministro del exterior iraní y hermano del Presidente del Majlis Ali Larijani, dijo que «las conversaciones con los Estados Unidos no eran tabú» y que el disentimiento sobre ellos era meramente una reflexión de la rivalidad política. Él agregó que la lógica detrás de [la noción de] las conversaciones con los Estados Unidos eran «importantes y buenas… Uno puede incluso sostener el diálogo al nivel más bajo del Infierno, si es necesario, pero el [propósito] debe ser el servir a los intereses nacionales al [punto] máximo… Las negociaciones con los Estados Unidos deben ser sostenidas como parte de un [programa] estratégico para promover nuestros intereses nacionales». [4]

Ali Asghar Soltaniyeh, el representante de Irán en la Agencia Internacional de Energía Atómica, declaró que su país le daría la bienvenida a un amplio diálogo con la nueva administración norteamericana, y que, si Obama hizo bien en su empeño en la campaña de no poner pre-condiciones para las conversaciones con Teherán, esto podría pavimentar el camino para una reducción significativa de tensiones entre los dos países. Él dijo: «Si estos cambios son realmente genuinos, y no cosméticos, entonces existe optimismo de que pueda haber un cambio… Nosotros estamos totalmente preparados para sentarnos en la mesa de negociaciones con todos los países, mientras no haya ninguna condición previa y que todas tengan fundamentos igualitarios». [5]

El portavoz del Majlis iraní Ali Larijani declaró que Irán estaba considerando una propuesta de los miembros del Congreso norteamericano para celebrar un diálogo inter-parlamentario Estados Unidos-Irán: «[En el pasado,] hemos recibido varias cartas de Congresantes y senadores, y recientemente otra carta ha venido de ellos. En la carta dice: ‘Sentimos que el momento ha llegado de sostener conversaciones respecto a asuntos entre [los dos países]’. Nosotros no hemos respondido todavía en lo negativo [a esta propuesta]. Existe una necesidad de examinar [el asunto], y está siendo examinado [ahora mismo]. Obviamente, debemos ver cuales son los temas con el cual las conversaciones tratarán». [6]

El miembro del Comité de Política Extranjera y Seguridad Nacional del Majlis Hossein Ibrahimi determinó que un diálogo inter-parlamentario entre los dos países sería un preludio para el dialogo entre los dos gobiernos, y recomendó a antiguos funcionarios iraníes a prestar atención a la propuesta norteamericana. [7]

*A. Savyon es Director del Proyecto de Medios de Comunicación Iraní en MEMRI


[1] IRNA (Irán), 29 de octubre, 2008.

[2] www.middle-este-online.com, 14 de octubre, 2008.

[3] Diplomacia de Irán (Irán), 30 de noviembre, 2008.

[4] ISNA (Irán), 30 de noviembre, 2008.

[5] IRNA (Irán), 1 de diciembre, 2008.

[6] Fars (Irán), 1 de diciembre, 2008.

[7] Diplomacia de Irán (Irán), 12 de diciembre, 2008.