El editorial del diario tunecino Al-Haqaiq el 11 de septiembre, 2013, que tuvo como tema los ataques del 11 de Septiembre, criticó duramente a aquellos en el mundo árabe e islámico que siguen justificando los atentados suicidas sobre diversos pretextos y claman que el 11 de Septiembre fue un complot yanqui-sionista en contra del Islam. La pieza, escrita por el editor principal del diario Hadi Yahmad, declaró que la mentalidad árabe-islámica rechaza cualquier examen de sus propios defectos y tiende a culpar al otro, y que el atraso cultural e ideológico de los árabes y los musulmanes es caldo de cultivo para el crecimiento del terrorismo árabe e islámico.

Lo siguiente son extractos del editorial:[1]

«Luego del 11 de Septiembre, todos nos convertimos en terroristas potenciales – ya que una pequeña minoría de entre nosotros pensábamos que nos reuniríamos con las vírgenes del paraíso asesinando a los que consideran infieles»

«… El 11 de Septiembre se ha convertido en un fenómeno global ligado a una determinada etnicidad – árabes – y a cierta religión – Islam… El día después que las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York fueron voladas, el mundo, o al menos la parte que posee la hegemonía, se convenció de que había un problema llamado árabes y una religión llamada Islam. Los árabes y los musulmanes se convirtieron en un fenómeno llamado terrorismo.

«En la mentalidad occidental, el 11 de Septiembre está vinculado con el terrorismo islámico. En las capitales del mundo, comenzaron a vernos a [todos] como terroristas potenciales. Es suficiente que tu nombre sea Muhammad o ‘Ali, o que tu tono de piel sea del norte de África o del Medio Oriente, para que te revisen y monitoreen cada movimiento o falta de este completamente.

«Después del 11 de Septiembre, todos nos convertimos en terroristas potenciales, ya que una pequeña minoría de entre nosotros pensó que se reunirían con las vírgenes del paraíso asesinando a los que consideran infieles que combaten la religión de Alá… Incluso [ahora que] la segunda década [desde los ataques se ha iniciado], algunos de nosotros todavía estamos convencidos de que estos fueron un complot preplaneado sionista global o masónico – o, al menos estos fueron perpetrados por conspiradores de la derecha conservadora en la administración de George Bush. Aquellos que son [más realistas de entre nosotros] reconocemos que extremistas musulmanes llevaron a cabo [los ataques], pero los justifican citando la ocupación de Palestina y Afganistán, y añaden la excusa de la ocupación de Irak. Bajo la mentalidad árabe-islámica, el 11 de Septiembre fue llevado a cabo por el otro, o fue la respuesta de una pequeña minoría de entre nosotros a la opresión, la injusticia y la ocupación infligida a este ummah (comunidad). Cuando la mentalidad de la negación se combina con [el pensamiento] de que este evento [el 11 de Septiembre] fue importado desde el exterior [es decir, llevado a cabo por el otro], entonces esta [es decir, la mentalidad de la negación] lo ve como una conspiración contra el Islam y los musulmanes!»

Luego de atacar «los infieles en sus bastiones en Nueva York, Madrid, Londres y Moscú» – El «molino del terrorismo global… comenzó a cosechar las cabezas de miles de musulmanes»

«Lo absurdo es que el molino del terrorismo global, que había golpeado a lo que llama infieles en sus bastiones en Nueva York, Madrid, Londres y Moscú, más tarde comenzó a cosechar las cabezas de miles de musulmanes en las mezquitas y mercados de Irak, en los pueblos y ciudades de Siria, y al sur y el norte de Yemen.

«La primera paradoja es que el número de [musulmanes y árabes] asesinados por Al-Qaeda en los países árabes e islámicos es tres veces mayor que [el número de gente] que considera combatientes en contra del Islam en los países infieles! El número de muertos a diario en operaciones suicidas en Irak, en Siria hoy, o en Yemen ha socavado y colapsado todas las excusas dadas para los terroristas… [es decir, que el terrorismo] es una reacción a la opresión y a la injusticia.

«La segunda paradoja es que la única organización que declara su conexión oficial e ideológica a Al-Qaeda se situó a sí misma en el Sinaí, en la frontera con la Palestina ocupada – y [luego] dirigió sus armas para masacrar tropas egipcias y declaró el jihad contra los militares egipcios. Esto, sin atreverse a abrir un frente de guerra santa en contra de Israel…!

«Todo lo que sucedió después del [11 de Septiembre], y lo que estamos experimentando hoy día, que se ha ganado el nombre de ‘Primavera Árabe’, así como también el florecimiento de las organizaciones terroristas en casi todas las regiones árabes, revelan el alcance de las fallas en nuestros curriculums y en la cultura religiosa que hemos heredado y no hemos criticado o reevaluado por décadas. Debemos reconocer sin vergüenza que nosotros en el mundo árabe e islámico nos hemos convertido en caldo de cultivo para los terroristas… debido a [nuestro] atraso cultural e ideológico.

«[Como es que] muchos de nosotros nunca nos hemos preguntado por qué estos horrores, masacres y asesinatos a sangre fría tienen lugar en nuestras tierras! Debemos siempre echarle la culpa a otros, para que podamos [continuar] negando [la realidad], olvidarlo [y] buscar venganza!…»


[1] Al-Haqaiq (Túnez), 11 de septiembre, 2013.