El 26 de marzo del 2013, mientras la cumbre árabe que se celebrará en Doha era puesta en marcha, el diario saudita Al-Madina publicó un editorial lamentando la situación de los países árabes y los retos a los que se enfrentan actualmente. Según el editorial, mientras que la primera cumbre árabe discutió un solo problema – el tema palestino – esta cumbre fue convocada bajo la sombra de un «terremoto político, de seguridad y económico, y con tormentas de caos, agitación y fitna» en casi todos los países árabes: Siria, Líbano, Irak, Egipto, Palestina, Libia, Túnez y Yemen.
A continuación una traducción del editorial:[1]
«La cumbre árabe en Doha se ha convocado hoy bajo el lema ‘La Situación Actual y Futuros Horizontes’. Al igual que las anteriores cumbres árabes, [esta pretende] hacerle frente a los peligros y desafíos que han seguido multiplicándose de cumbre en cumbre, llegando a su punto máximo en ésta – en un momento en que pareciera que la situación de muchos países árabes no hace a nadie feliz.
«Una de las paradojas más sorprendentes es que cuando el ummah celebró su primera cumbre hace unos 50 años, tenía un solo problema, el tema palestino. Ahora existen muchos otros problemas por lo que [los árabes] están buscando soluciones urgentes con el fin de preservar la seguridad, estabilidad e independencia de los países árabes – la mayoría de los cuales son objeto a un terremoto económico, político, de seguridad, y furiosas tormentas de caos, disturbios y fitna, especialmente los países de la Primavera Árabe.
«Tal vez lo más inquietante de esta realidad preocupante son las renuncias, en vísperas de la cumbre, del Primer Ministro libanés Najib Mikati, y del líder de las Fuerzas [Revolucionarias y de Oposición] de la Coalición Nacional de Siria Ahmad [Mouaz] Al-Khatib – que complica la realidad árabe aún más en momentos en que parece que estos países necesitan con urgencia eliminar las dificultades que enfrentan para unir sus filas, posturas y resoluciones, a fin de preservar su seguridad, unidad y estabilidad, y la vitalidad y la integridad del régimen árabe.
«Una visión integral de la situación actual en Siria, Líbano, Irak, Egipto, Palestina, Libia, Túnez y Yemen despierta preocupación. La revolución siria está en un punto de inflexión peligroso: La sorpresiva renuncia de Al-Khatib, y el fracaso del Ejército Libre de Siria en reconocer a Ghassan Hitto [elegido el 18 de marzo, 2013 en la reunión de las Fuerzas de Coalición Nacional para la Revolución y Oposición siria en Estambul] como primer ministro interino, podría causar grietas en la oposición siria.
«Las armas [provistas al régimen sirio] por parte de Irán y permitidas por Irak a través del espacio aéreo iraquí también están desempeñando un papel importante en encender la crisis siria, y están vierten más petróleo [en el fuego] del fitna sectario [en Irak] – [fitna sectario] considerado la principal característica de la era [iraquí] del Presidente Nouri Al-Maliki. Añádase a esto el dossier nuclear iraní, la situación actual en el Líbano, el caos en Egipto, Libia y Túnez, el estancamiento del proceso de paz y los asentamientos en curso, la judaización, expropiación, y las detenciones llevadas a cabo por Israel [contra los palestinos] – y podemos apreciar el alcance y la gravedad de los problemas abordados en la Cumbre de Doha.
«[Hacerle frente a estos retos] requiere de una postura valiente, resoluciones decisivas, y posturas unidas, de modo que el ummah vuelva a levantarse y sacudirse el polvo del fitna, el cisma, y el caos».
[1] Al-Madina (Arabia Saudita), 26 de marzo, 2013.