La política exterior del Presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad plantea un desafío no sólo para los países árabes y occidentales, sino que también plantea impuestos a los círculos iraníes tradicionalmente leales al régimen. La crítica en la prensa iraní es usada normalmente para apuntar al eje árabe moderado – Egipto, Arabia Saudita y Jordania (véase el apéndice) – pero después de haber recientemente tomado pasos hacia la reconciliación con estos países, el propio Ahmadineyad ha sido criticado en su país.

En un artículo el 20 de diciembre, 2010 titulado «La Ilusión Diplomática de Amman, Riad, Cairo y Sana’a», el diario iraní Kayhan, cercano al líder supremo iraní Ali Jamenei, no sólo criticó a los regimenes de estos países sino que también atacó las iniciativas en materia exterior de Ahmadinejad encaminadas a un acercamiento con ellos. La crítica se produjo en respuesta a una serie de acontecimientos recientes, incluyendo una reunión celebrada en Ammán entre el Rey Abdalá de Jordania y el asesor de Ahmadinejad Sfandiar Rahim Mashai y una invitación del anterior a visitar Irán; [1] declaraciones hechas por el recién nombrado ministro interino del exterior iraní ‘Ali-Akbar Salehi, en su ceremonia de juramento, el cual hizo hincapié en la importancia del desarrollo de las relaciones especiales con Arabia Saudita en luz a la condición de su destacado estatus religioso y económico, [2] e informes en los medios de comunicación de mejorar los lazos económicos entre Irán y Egipto. [3]

Kayhan afirmó que los gestos de amistad de Ahmadinejad hacia los estados árabes moderados contradice la política oficial del régimen, la cual había sido determinada por altos funcionarios sobre Ahmadinejad, en especial Jamenei.

El diario también criticó a Jordania y Arabia Saudita, a los que acusó de alentar el terrorismo contra Irán y sus ciudadanos. Este alegó que Jordania fue anfitrión de una red terrorista generalizada responsable por los ataques en toda la región y que Arabia Saudita financió y dirigió actividades terroristas contra Irán y los chiítas. También atacó a Yemen por su campaña contra las organizaciones islamistas, realizadas con la cooperación de Estados Unidos y Arabia Saudita y por su opresión a los Houthis chiítas. Kayhan dijo que las iniciativas de Ahmadinejad con respecto a los moderados estados aliados árabes occidentales se parecía a una capitulación por parte de Teherán al terrorismo cometido por estos países.

Lo siguiente son extractos del artículo:

Arabia Saudita apoya la actividad terrorista contra Irán

El artículo comienza criticando a Egipto, Arabia Saudita y Jordania – que este afirma haber integrado un eje de reconciliación con Israel desde 1973 – por no condenar los recientes ataques terroristas en Irán, entre ellos el asesinato del científico nuclear Majid Shahriari en noviembre del 2010 y el atentado suicida contra una mezquita chiíta en Chabahar en diciembre del 2010 por el grupo separatista Jundallah. El artículo alude a la participación de estos países en los ataques y reitera las acusaciones que este hizo antes de que colaborara con Israel en contra de Hezbolá durante la guerra del Líbano del 2006 y en contra de los palestinos durante la guerra a Gaza en el 2008-2009:

«Estos regímenes, que no tienen idea de lo que son las elecciones o la democracia, se colocaron de lado de los agitadores en los disturbios [en Irán] y les apoyaron en el fitna [guerra civil] que siguió a las elecciones presidenciales de Irán del [2009]. Según informes, la corte real saudita prestó asistencia especial a los dirigentes del fitna. Incluso ahora, los medios de comunicación saudíes están ocupados prestando servicios especiales para los agitadores del fitna, transmitiendo noticias sobre Irán o entrevistas con los agitadores, bajo el destacado ‘Crisis en Irán’, con el fin de presentar a Irán como [un país] que todavía enfrenta conflictos internos.

«Para el momento del secuestro del [científico nuclear] Shahram Amiri y su traslado a Estados Unidos [en el 2009], el cual se llevó a cabo en un [esfuerzo] de colaboración entre la CIA y el servicio de inteligencia saudita, el régimen saudí no estuvo dispuesto a cooperar de ninguna manera con el gobierno iraní y hasta la fecha no ha aclarado cuándo y cómo Amiri fue transferido de Arabia Saudita [a los Estados Unidos]».

Egipto colabora con Israel

«En Egipto, es la Dirección de Inteligencia la que se encarga de las [relaciones] con Irán, en lugar del Ministerio de Relaciones Exteriores, es decir, que el gobierno del Cairo considera sus relaciones con Irán un asunto de seguridad y no una cuestión diplomática. [Por otra parte, la cuestión de las relaciones con Irán] está [específicamente] en manos del [jefe de la inteligencia egipcia] ‘Omar Suleiman, [quien tiene] una fuerte tendencia sionista [y] que, durante el asedio a Gaza, le dijo a los trabajadores de la ayuda europea que llegaron a Egipto y se les negó la entrada a Gaza: ‘No les permitiré la entrada a Gaza, incluso si se quedan parados en el sol hasta que sus cerebros se frían’. El oficial de alto rango israelí [Benyamín] Ben Eliezer dijo en esa ocasión que Suleiman era más israelí que los israelíes. Varios días antes, [el Presidente egipcio] Hosni Mubarak dijo explícitamente: «Mientras yo viva, no voy a permitir que los iraníes pongan los pies en Egipto'».

El Rey Abdalá de Jordania es el hijo de una judía británica

«En cuanto al régimen jordano, es suficiente para nosotros saber que, durante la última cumbre [de seguridad] en Manama, [Bahrein] el Rey [‘Abdallah de Jordania] expresó su preocupación por la suspensión de las conversaciones de reconciliación [entre Israel y los palestinos] y pidió a los países occidentales ayudar a su renovación, mientras que [incluso el encabezado del] equipo de negociaciones palestino, Mahmoud ‘Abbas, dijo explícitamente que estas fueron totalmente inútiles.

«[Esto es lo que el Rey ‘Abdalá hizo] en lugar de protestar las acciones del régimen sionista: la demolición de la pared detrás del Muro de los Lamentos, la escalada de las [operaciones] de túneles bajo la Mezquita Al-Aqsa, [que probablemente] causen su colapso, la continua construcción en las [actividades] en Jerusalén Oriental [y] la actual política de deportar a los palestinos de Jerusalén y de la Ribera [Occidental], aunque insistió en que los musulmanes se abstengan de responder a estas acciones. El gobierno títere de Jordania ha demostrado que no existen límites a su alianza con el régimen sionista, que, por supuesto, no es ninguna sorpresa, [considerando] que el Rey ‘Abdalá es hijo de una judía británica y heredero del Rey Hussein, quien, como todos los árabes saben, fue la principal causa de la derrota de los árabes en la guerra de 1967».

Kayhan reprimenda a Ahmadinejad

«[Las acciones de Irán en] mandar a [Sfandiar Rahim Mashai] como enviado especial a Jordania [en nombre de Ahmadinejad], [celebrando] dos teleconferencias con la corte real saudí en solo un mes, expresando esperanzas por el establecimiento de relaciones con Egipto y dando a entender que un delegado especial será enviado a Yemen son todas [acciones] muy lógicas en una atmósfera de cooperación bilateral o cuando ambas partes expresen su voluntad [de cooperación]. Sin embargo, estas son totalmente ilógicas en un ambiente en que una parte está pidiendo [el] acercamiento y la otra se esta haciendo el difícil».

Arabia Saudita

«El gobierno saudí no cumple las [normas] más mínimas en las relaciones de vecindad, e incluso existen documentos [que demuestran] que está colaborando con Occidente en la creación de un clima de seguridad que va en detrimento de todos los países de la región. Esta es la única explicación en la adquisición sin precedentes por [Arabia Saudita] de más de $ 60 billones en medios avanzados para la guerra. Por lo tanto, suplicar ampliar nuestras relaciones con tal país sin [primero] persuadir a que acepte [siquiera] los más simples principios [adecuados] en las relaciones va en contra de la lógica de las relaciones internacionales reconocidas…

«En cuanto a las relaciones unilaterales con la corte real saudita, hay espacio para preguntar si alguien tiene dudas sobre si las actividades terroristas al este de Irán – incluyendo el reciente terrorismo en la [provincia] de Beluchistán – habrían sido posible sin la ayuda financiera especial de Arabia Saudita y la cobertura de inteligencia estadounidense. Nada se puede esperar de la corte real saudita, que descaradamente se puso del lado del régimen sionista en la guerra del Líbano en el 2006 contra el oprimido pueblo libanés, ni de [Irán] se puede esperar haciéndose la vista gorda a [muchos más] pasos maliciosos que hacen que [estos criminales] sean aún más atrevidos».

Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/4991.htm


[1] Véase Informe de blog de MEMRI, «Rey de Jordania invitado a Irán», 12 de diciembre, 2010, http://www.thememriblog.org/blog_personal/en/32766.htm.

[2] IRNA (Irán), 18 de diciembre, 2010.

[3] El portal Ayande News, crítico frecuente de Ahmadinejad, también censuró el envío de emisarios a Yemen y Jordania, conocidos por su orientación anti-iraní. Ayande citó el caso de un avión no tripulado derribado en marzo, 2007 como ejemplo de la hostilidad de Yemen hacia Irán, mencionando que los medios de comunicación yemeníes afirmó que el avión no tripulado era iraní, mientras que el gobierno yemení afirmó que era estadounidense. El portal llegó a decir que Jordania, también, no era un aliado confiable de Irán, ya que su líder, el Rey Abdalá, al igual que su padre el Rey Hussein, fue «un ardiente agente oficial de la CIA» y había llegado al poder a través de un golpe de estado orquestado por la CIA. El portal agregó que Jordania ha sido uno de los aliados más cercanos del Shah Mohammad Reza Pahlavi y del ex líder iraquí Saddam Hussein y que hasta el día de hoy Jordania ha sido un refugio seguro para los miembros de la familia de Saddam. Ayandenews.com (Irán), 5 de enero, 2011.