Muchos columnistas árabes han criticado energicamente el tratamiento norteamericano a los prisioneros de Al-Qa’ida y el Talibán detenidos en Guantánamo. El renombrado autor y columnista egipcio del diario gubernamental egipcio Al-Ahram, Anis Mansour, describe el trato a los prisioneros de Al-Qa’da y el Talibán como ‘peor que el de los prisioneros a manos de los nazis.’ A continuación presentamos extractos de este artículo:
«Los norteamericanos transfirieron a los prisioneros de Afganistán a la Base de Guantánamo en Cuba. Yo visité esa base en 1963 durante la Conferencia Tricontinental en Habana. Es una base agradable. Nadie se hubiera imaginado que se convertiría en un centro de tortura para los miembros de Al-Qa’ida, en una manera sin precedente en la historia – peor que la que Hitler aplicaba en contra de sus rivales cristianos y judíos.»
«Los soldados de Hitler quemaron, estrangularon y asesinaron. Pero los prisioneros de los norteamericanos fueron trasladados en aviones, en un viaje de veinte horas. Bajo circunstancias normales, el viaje no debió haber sido agotador. ¡Pero lo que se les hizo a los prisioneros es abominable!»
«Se les cubrieron los ojos, nariz y oídos; impidiéndoles ver, oler y oír; detrás de mascaras de hierro. Sus manos, brazos, cuellos y piernas estaban inmóviles por el peso de las cadenas.»
«Veinte horas de privación de los sentidos son suficientes para dañar los sentidos de cualquier ser humano. Si los norteamericanos agregaran otras veinte horas, la persona no podría saber si está viva o muerta. Si después les quitaran las cadenas, no sabrían como ni hacia donde caminar!»
«En las celdas incomunicadas, la oscuridad es absoluta. Sin previo aviso los norteamericanos encienden una luz brillante y hacen ruidos estruendosos durante algunos minutos; posteriormente, restauran el silencio y la oscuridad Esos minutos son suficientes para dejar ciegos, sordos y ocasionar daño cerebral a los prisioneros.»
«Hasta los aliados de los norteamericanos han condenado este trato inhumano a los prisioneros de guerra. Pero el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Rumsfeld, dijo: ‘Ellos no son prisioneros de guerra, y la Convención de Ginebra no los protege.’ Afirmó que ellos son criminales que violaron la ley y que eran miembros de la pandilla de bin Laden.»
«El dice que los norteamericanos les taparon los oídos a los prisioneros con el fin de que el ruido del avión no les molestara. Que se les cubrieron las narices para que no contagiaran a los soldados que los vigilaban de enfermedades infecciosas. Esta presión a su sistema nervioso hace que revelen facilmente cualquier información que posean.»
«Estos prisioneros de guerra no pueden pedir en las cortes norteamericanas que se apliquen las leyes constitucionales porque no se encuentran en territorio norteamericano – sino en Campo Rayos X, que está diseñado para convertirlos en bestias en unas cuantas horas!»[1]