El 24 de marzo del 2011, al día siguiente del estallido de una bomba en Jerusalén y después que los disparos de cohetes desde la Franja de Gaza hacia Israel se reanudaran, el diario del gobierno jordano Al-Dustour en un editorial, culpó a Israel por la renovación de la violencia palestina en contra de este. El editorial, titulado «Israel es Responsable», declaró que Israel continúa su agresión contra el pueblo palestino y también continúa impidiendo el proceso de paz y señaló que «la violencia [seguirá] engendrando violencia».

Lo siguiente son extractos del artículo: [1]

«La renovación de la violencia en los territorios palestinos ocupados no es ninguna sorpresa. Mientras el enemigo sionista insiste en continuar su agresión, ya sea a través de la construcción [en] los asentamientos, la judaización o los crímenes de limpieza étnica y siempre y cuando insista en asesinar a inocentes en la Franja de Gaza, la demolición de casas sobre las cabezas de sus residentes y el perpetuar el estado de sitio, la violencia [continuará] engendrando violencia.

«Por lo tanto, Israel es el responsable de la conflagración en los territorios ocupados, simplemente porque se niega a cumplir con las resoluciones internacionales y a retirarse de todos los territorios árabes ocupados y porque se opone a la creación de un estado palestino independiente con Jerusalén como su santa capital y el retorno de los refugiados según lo exigido por las leyes y tratados internacionales.

«La comunidad internacional le dijo a la banda de sionistas que deben poner fin a los asentamientos, que violan el derecho internacional y la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las [Naciones Unidas] y que podría hacer volar el proceso de paz y llevar el conflicto palestino-israelí de vuelta al comienzo. Y [la explosión] ha de hecho llegado, porque la extrema derecha sionista insistió en continuar con esta agresión y [el primer ministro israelí Benjamín] Netanyahu, declaró recientemente que estaba dispuesto a construir 50.000 [nuevas] unidades de vivienda en los asentamientos en los próximos 18 meses – en particular en la Jerusalén árabe ocupada, con el fin de acelerar su judaización, convirtiendo a esta ciudad árabe musulmán en una ciudad bíblica [judía], erradicando sus características originales.

«El rey [de Jordania] Abdallah II ha advertido a Israel más de una vez acerca de las graves repercusiones en permitir que el proceso de paz fracase y lo instó a renunciar a [su constante sentido de persecución] si realmente quiere vivir en paz con el [resto de] la región. Después de todo, se ha demostrado que la fuerza no puede lograr seguridad y estabilidad y que éstas sólo pueden lograrse mediante el reconocimiento de los derechos históricos nacionales del pueblo árabe palestino y su derecho a establecer su estado independiente en su suelo nacional dentro de las fronteras del 5 de junio 1967. Su Majestad hizo hincapié en que la región no gozaría de paz y tranquilidad hasta que una solución justa sea encontrada para el problema palestino, que pondría fin al sufrimiento de nuestros hermanos palestinos de una vez por todas – [ya que] su sufrimiento ha llegado a un punto que ya no poder ser tolerado…

«Un análisis del conflicto palestino-israelí revela que el enemigo no ha aprendido las lecciones del pasado, pero insiste en seguir su política fascista sobre la base de una discriminación racista. [Sin embargo], el pueblo palestino, que ha aceptado la paz y [las condiciones para lograrlo], no seguirá siendo un prisionero de las conspiraciones sionistas y de las políticas israelíes sobre la base de la creación de hechos sobre el terreno a través de los asentamientos, la judaización y la transferencia.

«En total, es la política del enemigo sionista la responsable de la renovación de la violencia y la falta de seguridad y estabilidad en los territorios palestinos ocupados…»


[1] Al-Dustour (Jordania), 24 de marzo, 2011.