El asesinato del ciudadano italiano Giulio Regeni, estudiante de la Universidad de Cambridge cursando su doctorado quien trabajaba en su campo en Egipto, se ha convertido en una crisis mayor entre Egipto y la Unión Europea. Regeni desapareció en extrañas circunstancias el 25 de enero, 2016; el 3 de febrero su cuerpo – que mostró señales de tortura – fue hallado tirado en un camino en el desierto del Cairo-Alejandría. Las autoridades egipcias han dicho que están dispuestas a resolver el caso, y el propio Presidente Sisi, en su primera declaración pública sobre el tema, le dijo a un diario italiano que Egipto encontrara y castigara a los asesinos.[1]
Giulio Regeni (Imagen: Ahram.org.eg 12 de marzo, 2016)
En Europa sin embargo, se tiene sospecha que Regeni fue torturado y asesinado por los servicios de seguridad egipcios, probablemente en conexión a sus investigaciones sobre los sindicatos egipcios, quienes lo habían puesto en contacto con activistas políticos. El 10 de marzo, 2016, el Parlamento Europeo emitió un comunicado condenando la tortura y asesinato de Regeni, pidiendo a Egipto cooperar en la investigación, e instando suspender la ayuda exterior a Egipto.[2] Esta declaración dio lugar a un rabiosos editorial en el diario oficial Al-Ahram que lo calificó de «asalto brutal a la política egipcia», protestando que Egipto no es una colonia europea y advirtiendo que elementos extranjeros están adoptando una política terrorista en tratar de destruir a Egipto bajo el pretexto del tema sobre derechos humanos.[3]
Mientras la mayor parte de la prensa egipcia ha mostrado una actitud defensiva similar sobre el tema, más columnistas están comenzando a cuestionar la versión oficial. Esto es especialmente cierto ante las consecuencias de la declaración del Ministerio del Interior egipcio del 25 de marzo de que había resuelto el caso. Según el ministerio, los asesinos eran criminales de la gobernación de Caliubia especializados en el robo a mano armada a extranjeros haciéndose pasar por policías. El ministerio agregó que todos los miembros de la banda habían sido asesinados en intercambios de disparos con las fuerzas de seguridad en el Cairo.
Esta declaración fue recibida con una incredulidad generalizada, e incluso burla, tanto en Egipto como en el extranjero. Una señal de la creciente inquietud en Egipto sobre la narrativa oficial es una columna del 27 de marzo por Osama Ghazali Harb en el diario oficial Al-Ahram. Harb, conocida figura pública liberal, fue hasta hace poco presidente de la Junta de Garantes del Partido Egipcios Libres,[4] el mayor partido en el actual parlamento. Este escribió que en principio creyó que el ministerio era inocente del delito por la muerte de Regeni, pero que ahora sospecha de si estuvo implicado. Luego invocó al ministro del interior a que renuncie de inmediato «a fin de salvar la reputación de Egipto y la de su régimen político».
Lo siguiente son extractos traducidos del artículo:
«Hago un llamado al Mayor General Magdi ‘Abd Al-Ghaffar, Ministro del Interior, a que presente su dimisión»
«Sí, hago un llamado al Mayor General Magdi ‘Abd Al-Ghaffar, ministro del interior, a que presente su renuncia debido al fracaso absoluto del ministerio en hacer frente al problema de la muerte del joven italiano, Giulio Regeni. Esto ha causado un daño a la reputación e imagen del régimen político en Egipto y al aparato de seguridad egipcio y ha tenido consecuencias desastrosas para el turismo egipcio y para la economía egipcia.
«Desde el primer día, cuando se descubrió el cuerpo de Regeni, el 5 de febrero… yo creía que era imposible que el Ministerio del Interior egipcio se viese involucrado en un delito de este tipo contra un estudiante extranjero. Lo más sencillo que este puede hacer sería expulsarlo del país, entonces ¿por qué implicarse en una acción tan desastrosa? Desafortunadamente, sin embargo, indicios preocupantes han comenzado a surgir.
«Lo primero fue una temprana declaración de principios por uno de los principales del ministerio, antes de que fuesen completadas las investigaciones, a efectos de que la causa [de muerte] fue un accidente de tránsito. Esto llevó al Times de Nueva York a responder de inmediato que [la declaración] causó sospecha de que el ministerio pudiera estar involucrado en el incidente, aunque sí noto que el torturar a extranjeros era poco común en Egipto.
«Luego, después vino el escándalo del testigo falso, conocido como el ingeniero Mohamed Fawzi, quien afirmó vio a Regeni pelearse con un ciudadano italiano el día de su desaparición. La situación parecía como si [el testigo] estuviese al servicio del ministerio del interior y se dijo que este se marchó en uno de sus autos».
«La declaración del ministerio del interior lee como si dijera: ‘Somos nosotros los que torturamos y matamos a Regeni y arrojamos su cuerpo en el desierto'»
«El toque final, tal como se dice, fue la vergonzosa declaración emitida anteayer, por el Director de Seguridad General Mayor General Sayyid Gad Al-Haq. La declaración dijo que el crimen fue cometido por una banda de la gobernación de Caliubia, que se disfrazaron de policía y llevaron a cabo robos a mano armada contra extranjeros y que todos los efectos personales de Regeni habían sido encontrados en la residencia de la esposa de uno de los miembros de la banda. Tras el examen, la declaración del Ministerio del Interior lee como si dijera: ‘Somos nosotros, los que torturamos y asesinamos a Regeni y arrojamos su cuerpo en el desierto’!
«La declaración, que da la impresión de que la historia fue inventada para encubrir un crimen, ha dado razones para decenas de preguntas, tal vez la más simple es: ¿Por qué asesinaron a todos los miembros de esta banda? ¿No hubiese sido más ventajoso – como en cualquier país civilizado – capturarlos vivos, para que todo el mundo pudiera escuchar sus confesiones?
«Las reacciones italianas e internacionales al rechazo de la declaración del Ministerio del Interior y los muchos daños graves que aquejan a Egipto, exigen que el ministro del interior renuncie tan pronto como sea posible, a fin de salvar la reputación de Egipto y el de su régimen político».[5]
[1] La Repubblica (Italia) 16 de marzo, 2016.
[2] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 10 de marzo, 2016.
[3] Al-Ahram (Egipto) 13 de marzo, 2016.
[4] Al-Ahram (Egipto), 19 de diciembre, 2015.
[5] Al-Ahram (Egipto), 27 de marzo, 2016.