Recientemente fue informado que el Presidente estadounidense Donald Trump, planea aplicar sanciones en el área del petróleo a Irán a partir de noviembre de este año. A este fin, el 30 de junio, 2018 este le pidió al Rey saudita Salman Bin ‘Abd Al-‘Aziz que aumente la producción petrolera de su país para evitar así la escasez de petróleo cuando entren en vigor las sanciones contra Irán. Esto llevó a los funcionarios iraníes, principalmente al Presidente iraní Hassan Rouhani a amenazar que si Irán no puede exportar petróleo, otros países de la región no podrán continuar exportando su propio petróleo.

Ante este contexto, el periodista saudita ‘Abd Al-Rahman Al-Rashed, ex-editor del diario saudita de Londres Al-Sharq Al-Awsat y ex-director del portal Al-Arabiya, señaló que la mayoría de los las guerras en el Medio Oriente tienen relación con el petróleo y argumentaron que, independientemente de las amenazas de Irán, las sanciones al petróleo son de hecho el arma más efectiva de utilizar contra el régimen iraní. Las recientes sanciones y medidas por parte de Estados Unidos contra Irán escribió, ya han causado una disminución en su capacidad de producción de petróleo, contribuyendo así al colapso de su moneda lo que desató protestas generalizadas en todo el país en el mes de junio. Por lo tanto, este concluyó, si Arabia Saudita coopera con los Estados Unidos en presionar a Irán sobre el frente petrolero, esto puede que lleve al régimen iraní a un punto en el que ya no puede mantener su política de intervención militar en otros países. En ese momento, este régimen se verá obligado a cambiar sus políticas y cumplir con las demandas de Occidente, o muy bien pudiera colapsar.

Cabe señalar que, en un artículo, 2012 Al-Rashed expresó su apoyo al embargo petrolero impuesto a Irán para ese momento (Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 4830, Director General de Al-Arabiya TV: Arabia Saudita le ha ganado a Irán la primera ronda en la guerra petrolera, 12 de julio, 2012).

El siguiente es su artículo, tal como fue publicado en el portal en inglés de Al-Arabiya.[1]

‘Abd Al-Rahman Al-Rashed (imagen: inglés.alarabiya.net)

«Podemos atribuirle la mayoría de las guerras en la región al conflicto petrolero, ya sea directa o indirectamente. Hoy día estamos en medio de una gran guerra petrolera regional. Irán desea usar el petróleo contra Occidente y los rivales de Irán quieren utilizar el petróleo para sofocarlo. El vicepresidente iraní Eshaq Jahangiri amenazó a Arabia Saudita y a los países del Golfo Pérsico, aunque sin nombrarlos y dijo: «Cualquiera que trate de quitarle la (parte) correspondiente del mercado petrolero a Irán estaría cometiendo una gran traición contra Irán y un día lo pagará’. La declaración de Jahangiri se produjo luego de la llamada telefónica entre el rey saudita y el presidente de Estados Unidos y en la que acordaron apoyar la estabilidad del mercado petrolero».

«El Presidente Donald Trump dijo que Arabia Saudita apoyará la estabilidad del mercado petrolero y aumentará la producción en 2 millones de barriles si fuese necesario. A pesar de eso, la caída de los precios del petróleo es la menor de las preocupaciones del régimen iraní, en especial porque su capacidad de producción de petróleo disminuyó como resultado de las rápidas huelgas por parte de la administración Trump, como la de evitar que las compañías petroleras estadounidenses y otras compañías participen en actividades relacionadas a la exploración, producción, envío y en el área de los seguros.

«La presión sobre Teherán aumentó luego de las giras al extranjero del Secretario de Estado estadounidense y la retirada de los principales mercados, tales como India, de la compra de petróleo iraní. El rial iraní alcanzó un mínimo histórico desde la guerra económica de Trump contra Teherán, las protestas estallaron nuevamente en las ciudades iraníes ya que en los últimos tres días se realizaron protestas en Teherán por el deterioro de la situación económica.

«Las rápidas sanciones económicas son muy efectivas y ciertamente son mejores que la confrontación militar que puede surgir como resultado de la expansión del régimen iraní y las guerras extranjeras. Con el deterioro de las fuentes de ingresos del gobierno, Irán ha comenzado a declinar y esto mayormente termina con su colapso a menos que el gobierno obtenga la aprobación del líder supremo para realizar grandes concesiones. Esto es poco probable en la fase actual y hasta finales de este año».

«Las amenazas del vicepresidente iraní van dirigidas contra Arabia Saudita porque este último arruinó su capacidad de resistir el boicot, al mismo tiempo que satisfacía las necesidades de los mercados clientelistas de Irán, tales como India. Al aumentar la producción, Irán tampoco logrará jugar su única carta confiable con Washington, en donde la falta de suministros pudiera haber forzado a la administración Trump a retractarse boicoteando a Irán en el frente petrolero.

«Irán puede vender su petróleo pero en pequeñas cantidades y a muy bajo precio, e inmediatamente perderá sus principales ingresos que utiliza para pagar la guerra en Siria y Yemen y por supuesto en el Líbano. Es poco probable que deje de pagarles los salarios a sus empleados y subvencione los fondos de los productos esenciales de la población, ya que esto agilizará el fin del régimen, que lleva casi año en extrema preocupación y desesperanza.

«El juego petrolero es importante en la guerra entre Estados Unidos, el Golfo e Irán. Quizás sea este el arma más poderosa de la estrategia para presionar a Irán a que retroceda y acepte las 12 condiciones impuestas por los Estados Unidos o puede que luego haga colapsar al régimen. No nos olvidemos que es a través del petróleo que el Ayatolá Jomeini llegó al poder cuando el movimiento que se opuso al Sha logró poner un alto al trabajo de las refinerías y detener las exportaciones de petróleo y la salida del Sha se convirtió en una exigencia nacional y extranjera».


[1] English.alarabiya.net, 3 de julio, 2018. El artículo también apareció en árabe, en la misma fecha, en el diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat