El 6 de junio del 2010, el presidente afgano Hamid Karzai firmó un decreto que autoriza la revisión de todos los prisioneros talibanes que se encuentran detenidos en varias cárceles administradas por el gobierno afgano. Según el decreto, todos los prisioneros que están detenidos sobre la base de información falsa o insuficiencia de pruebas deben ser puestos en libertad. No está claro si el decreto se aplica a los centros de detención administrados por los Estados Unidos y las tropas de la OTAN. De acuerdo con la orden presidencial, una comisión encabezada por el ministro de Justicia de Afganistán, «realizara una revisión exhaustiva de los casos y pondrá en libertad a aquellos sin pruebas legalmente vinculantes a ser convictos». [1]

La orden de liberar a los prisioneros talibanes llegó después del Jirga Nacional Consultivo de Paz, celebrado en Kabul del 2 al 4 de junio. El jirga, o reunión de los sabios de la comunidad, fue organizado por el gobierno de Karzai para encontrar una manera de poner fin a la militancia de nueve años liderada por el Talibán en Afganistán. Al final de las deliberaciones de tres días, una resolución aprobada por el jirga aprobó las propuestas del Presidente Karzai para la reconciliación con los grupos armados de oposición y le autorizó a iniciar las conversaciones de paz con los militantes talibanes quienes podrían estar dispuestos a dejar la violencia y aceptar la constitución afgana. Según la declaración del jirga, el gobierno afgano y las tropas internacionales fueron instados a «tomar medidas inmediatas y acciones sólidas en la liberación de las distintas prisiones de aquellos detenidos sobre la base de una información inexacta o acusaciones sin base alguna». [2]

La decisión de liberar a los prisioneros talibanes fue recibida por el Mulá Abdul Salam Zaeef, ex embajador talibán en Pakistán, quien argumentó que esa medida edificara la confianza entre el gobierno afgano y los grupos de oposición. [3] Sin embargo, la acción del gobierno de Karzai de liberar a los prisioneros talibanes ha sido duramente criticada.

La primera crítica de esta acción provino de Azeeta Rafat, un miembro del Jirga Wolesi (cámara baja del parlamento afgano), quien argumentó que tal medida le dará una señal a los talibanes de que el gobierno es débil y no dará lugar a consecuencias positivas para el restablecimiento de la paz en Afganistán. [4] Qazi Nazeer Ahmad Hanafi, analista político, también acusó al Presidente Karzai de «victimar a la justicia» con una decisión de liberar a los militantes. [5] Amrullah Saleh, quien recientemente renunció, también acusó a Karzai de adoptar una política blanda sobre los talibanes. [6] Recientemente la Dra. Sima Samar jefe de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, criticó la propuesta de liberar a los presos, argumentando que muchos militantes que son culpables de cargos contra los derechos humanos podrían ser liberados en virtud de dicha acción. De acuerdo con un informe en el diario en idioma dari Roznama Arman-e-Milli, ella dijo que los militantes que ayudaron a planear ataques suicidas, que asesinaron a personas inocentes y quemaron escuelas no deben ser puestos en libertad. [7]

En un editorial, a continuación, el diario en idioma dari Arman-e-Milli expresa preocupación de que tal movimiento en el pasado para liberar a militantes no ha dado resultados positivos y que podría conducir a la liberación de militantes talibanes que están respaldados por el Servicio Interno de Inteligencia militar de Pakistán [8] En otro editorial, el diario Times de Afganistán sostiene que la manera eficaz de restaurar la paz en Afganistán es mediante la aceleración del entrenamiento y equipamiento de las fuerzas de seguridad afganas. [9]

Roznama Arman-e-Milli: «La experiencia anterior muestra que en cualquier momento tales terroristas que fueron puestos en libertad, pronto se reunieron con sus grupos terroristas»

«El presidente Hamid Karzai ha establecido una comisión para revisar los casos de todos los detenidos arrestados por cargos de conexión con los talibanes y si no son declarados culpables, serían liberados debido al decreto de Karzai emitido después de las recomendaciones del Jirga de Paz.

«Hay algunos puntos que deben tenerse en consideraciones sobre el decreto de Karzai y el artículo octavo [en relación con la liberación de prisioneros] a las recomendaciones del Jirga de Paz.

«i) El Sr. Karzai debería haber emitido este decreto antes del Jirga de Paz, a fin de aplicar la justicia en Afganistán. Porque cualquiera que haya estado detenido sobre la base de información falsa debe ser liberado con carácter de urgencia y la liberación de tales personas no necesita decisión del Jirga de Paz.

«ii) Aquellos funcionarios judiciales que hayan arrestado y encarcelado a personas inocentes deberían ser cuestionados seriamente, ya que los afganos también han acogido la decisión de liberar a personas inocentes, esto no necesita comentarios.

«Pero si los terroristas que están apoyados por el ISI son liberados bajo el nombre de ‘liberar a personas inocentes’, sería un crimen mayor y un error, porque los afganos no van a perdonar a sus asesinos. Incluso el presidente no tiene ninguna autoridad para perdonarlos, porque los terroristas han llevado a cabo tantos crímenes – no sólo en Kabul sino también en todo el país y sus manos están manchadas con la sangre de gente inocente, incluidas mujeres y niños.

«La experiencia pasada demuestra que cuando a los terroristas quedaban en libertad, pronto se reunían con sus grupos terroristas. Por ejemplo, un comandante talibán, el Mulá Dastgir decapitó a unos cuantos policías al norte de la provincia de Badghis antes de ser arrestado por la policía. Si es liberado, se les unirá y fortalecerá las líneas de los talibanes y esto no será en beneficio del pueblo.

«Al igual que la anterior liberación de terroristas no ha traído ningún logro, esta no tendrá tampoco consecuencias positivas en un futuro. Y con su puesta en libertad, la paz no se verá afectada. Si los funcionarios gubernamentales no prestan atención a este respecto, estos serán considerados grandes criminales, no sólo contra el pueblo de Afganistán sino contra Alá también».

El Times de Afganistán: «Todos estos años, la comunidad internacional no ha tenido un plan adecuado para entrenar y equipar a la policía afgana y al ejército»

«Las bajas en las tropas extranjeras han ido en aumento año tras año en el país, ya que el conflicto se intensifica. En los últimos nueve años, el apoyo a la presencia de tropas extranjeras en Afganistán se ha reducido, especialmente al oeste de Afganistán. Además, el pueblo afgano cada vez se vuelve más insatisfecho con su presencia en el país. En esta situación, la mejor salida para la comunidad internacional es acelerar el proceso de entrenamiento y equipamiento del ejército y la policía afgana y anunciar un itinerario para la salida de las tropas extranjeras del país.

«Cuando el régimen talibán fue derrocado por los Estados Unidos y sus aliados en el 2001, se iniciaron esfuerzos para la reconstrucción y el desarrollo en el país. Los Estados Unidos y varios otros países han estado implicados en la formación del ejército afgano y la policía. Nueve años han pasado y miles de millones de dólares han sido gastados en el entrenamiento y equipamiento de la policía y el ejército afgano, pero todavía no son capaces de proporcionar seguridad en una sola provincia sin el apoyo de las tropas extranjeras.

«Irónicamente, no se sabe cuando el proceso de formación y equipamiento de las fuerzas de seguridad afganas acabará y cuándo serán capaces de proporcionar seguridad y defensa contra las amenazas internas y externas sin el apoyo de sus homólogos extranjeros. Todas estas cuestiones importantes siguen sin respuesta, lo que significa que todos estos años, la comunidad internacional no ha tenido un plan adecuado para entrenar y equipar a la policía y al ejército afgano.

«Es cierto que las tropas extranjeras no pueden permanecer en el país de forma permanente y que deben tener un itinerario por su presencia. Desde el punto de vista económico, es imposible para los Estados Unidos y los miembros de la OTAN mantener sus fuerzas en Afganistán a largo plazo, porque su presencia en el país cuesta miles de millones de dólares al año. Pero antes de que las tropas extranjeras abandonen el país, tienen que formar y equipar al ejército afgano y que puedan defenderse de las tropas nacionales y extranjeras.

«Si las tropas extranjeras establecieron un itinerario por su presencia en el país, este será útil para las conversaciones de paz con los grupos disidentes, tales como los talibanes. Los grupos de oposición quieren la retirada de las tropas extranjeras del país y el establecer una fecha límite para la presencia de las tropas extranjeras será suficiente para convencerlos de que acudan a la mesa de negociaciones.

«Los informes de bajas cada vez mayores en las tropas extranjeras en Afganistán están llegando con mayor impopularidad a su presencia entre los afganos y a sus propias naciones. Las tropas extranjeras deben fijar un plazo para su retirada. Pero antes de salir del país, hay que asegurarse de que la policía y el ejército afgano son lo suficientemente fuertes para garantizar la seguridad por sí mismos».


[1] The Daily Times, Pakistán, 7 de junio, 2010.

[2] http://president.gov.af/Contents/88/Documents/1834/resolution_English.htm, Afganistán, visitado el 17 de junio, 2010.

[3] Wrazpanra Khedmatgar, Afganistán, 8 de junio, 2010.

[4] Roznama Arman-e-Milli, Afganistán, 9 de junio, 2010.

[5] Roznama Arman-e-Milli, Afganistán, 9 de junio, 2010.

[6] MEMRI Despacho Especial No. 3038, «Ex Jefe de Inteligencia de Afganistán dice que Renunció Por la Política ‘Blanda’ del Presidente Karzai Sobre los Talibanes, Dice: ‘Este Comportamiento Blando Hace de la Intención del Enemigo Aún Más Fuerte y la Confianza de los Amigos Inestable'», 15 de junio del 2010, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=SD303810.

[7] Roznama Arman-e-Milli, Afganistán, 15 de junio, 2010.

[8] Roznama Arman-e-Milli, Afganistán, 8 de junio, 2010.

[9] Afganistán Times, Afganistán, 6 de junio, 2010.