Los Estados Unidos anunciaron recientemente una serie de tratados de armas, por un valor de $20 billones, con Arabia Saudita y otros estados del Golfo. Los tratados son parte de los pasos apuntados a oponerse a la política regional de Irán en el Medio Oriente.

El Secretario General del Concejo de Cooperación del Golfo (CCG) ‘Abd Al-Rahman bin Hamed Al-Atiyya aceptó los tratados, diciendo: «Los estados del Golfo tienen lazos fuertes con los Estados Unidos, especialmente en el área de cooperación militar… Estos tratados están indudablemente apuntados a reunir los requisitos de seguridad de los estados del CCG, que tienen todo el derecho de mantenerse a paso con el avanzar de la [tecnología militar]. En mi opinión, estos tratados de los estados del CCG no constituyen una amenaza a nadie, ya que [estos estados] tienen todo el derecho [de hacer] tales tratos, al igual que cualquier otro [país] en la región». [1]

La prensa del Golfo, sin embargo, publicó artículos que critican los tratados de armas y la política americana en el Medio Oriente. Los redactores escribieron que los estados del Golfo no deberían estar malgastando sus fondos en armas innecesarias, y que los tratados tienen como objetivo promover los intereses de los Estados Unidos en lugar de los suyos. Estas columnas tenían un tono de apaciguamiento vis-à-vis con Irán, enfatizando que los estados del Golfo, mientras tomaban los pasos para armarse, nunca estuvieron interesados en una amistad con Irán, ni en un conflicto militar.

Arabia Saudita, mientras expresaba un apoyo incondicional por los tratados de armas, advirtió a los estados del Golfo a no confiar en las intenciones de Irán, en base a que, en luz a las aspiraciones imperialistas de este, era probable que usara sus armas para atacar a los estados del Golfo.

Lo siguiente son extractos de las columnas sobre este tema que aparecieron en la prensa saudita y en la prensa del Golfo:

Los estados del Golfo no son apoderados impotentes de los Estados Unidos

El editor del diario kuwaití Al-Rai, Jasem Boudi, escribió en un editorial que los tratados de armas no sirven a ningún propósito útil, y criticó a los Estados Unidos por ver a los estados del Golfo como apoderados para combatir a Irán en su nombre. Él llamó a establecer una atmósfera de confianza y estabilidad en la región en lugar de construir arsenales: «… En luz de nuestra dolorosa experiencia con el Nuevo Medio Oriente que los Estados Unidos quieren [crear], debemos decir que no tenemos ningún deseo de saborear una vez más el [amargo] sabor de la guerra. Nos negamos a convertir nuestras tierras en una plataforma de lanzamiento para un ataque sobre Irán, y encontramos difícil de creer que Irán invadirá y ocupará a los estados del Golfo como parte de su guerra con el ‘Gran Satanás’ [e.d. los Estados Unidos]… Estos tratados de armas no serán ni ventajosos ni disuasivos. La alternativa es, por supuesto, [crear] una atmósfera de confianza, seguridad y estabilidad [en la región]…

«Los estados del Golfo no son [estados] de cartón a los cuales les falta soberanía. No son bultos impotentes y sin poder que [compran] armas cuando América les pide, y se sienta calladamente cuando se los pide. No les falta la habilidad para comprender la política y evaluar el peligro. Ellos ciertamente no [estarán al servicio] de los apoderados, a los guantes de boxeo, o a las garras de otros [países]…

«Finalmente, nuestro verdadero interés está en la seguridad, la estabilidad, la coexistencia pacífica y las relaciones amistosas con Irán… La guerra es un plan americano; no es el plan de [los países en] la región. Nosotros esperamos que la gente que propuso [este plan] entienda que una confrontación militar, si ocurriera, será ‘la madre de todos los terremotos’, [sentido] no sólo en la región sino en otras áreas también… Nos sorprenderá Norteamérica, de una vez, y escuchará a sus aliados, que le aconsejan sea prudente en su manejo de los asuntos de la región? Esperamos que si, pero no estamos [particularmente] esperanzados». [2]

Estos fondos deberían ser usados para el desarrollo, no para armamento

El MP kuwaití Dr. ‘Abd Al-Muhsin Yousef Jamal escribió en el semanario kuwaití Al-Tali’a: «Los estados del Golfo deben comprar armas al más alto precio, mientras Israel las recibe como regalo del Presidente Bush y las [continuará recibiendo] de sus sucesores… Siempre que los precios de petróleo suben, ellos inmediatamente intentan tomar [el dinero] de [nuestras] cuentas bancarias, de forma alguna que sirva a [los intereses de] la economía americana, aunque nosotros no tenemos necesidad alguna de armarnos en esta manera. Lo más exasperante es que América [no sólo] nos vende armas sino también nos determina quién debería ser nuestro enemigo!

«Desde su liberación [de la ocupación iraquí en 1991], Kuwait solo ha pagado más de $10 billones a los Estados Unidos, y no sé a quien se le piensa dar este arsenal. ¿Contra quien [pensamos] combatir? ¡Después de todo, la [política] internacional de Kuwait está basada en las buenas relaciones con otros [países]!

«… Los Estados Unidos han impuesto condiciones estrictas a la [venta] de armas hacia los árabes. [Estas armas] no debe ser usadas contra Israel, no deben ser armas avanzadas, y sólo pueden ser mantenidas en ciertas áreas… Yo espero que los países del Golfo aprendan una lección de esto, y le den primera prioridad a los intereses de sus pueblos y a sus relaciones con sus vecinos, antes de que empiecen entusiastamente a adquirir armas que no les son inútiles. Estos billones [deberían ser usados] para darle un empuje a la economía, fortalecer la infraestructura, y promover el bienestar de los pueblos del [Golfo]». [3]

Los Estados Unidos deberían tratar a los estados del Golfo como aliados, no como subordinados

El redactor Dr. Tareq Seif escribió en el diario de los EAU Al-Ittihad: «La conducta de América en el Golfo plantea una cuestión importante: ¿Promueve su [política] regional los intereses conjuntos de América y los de los países en la región, o sirve este a los intereses de América exclusivamente? En otros términos, está América tratando a los países en la región como sus amigos y aliados, o [los está tratando] como sus subordinados, que deben obedecer sus demandas sin objeción o cuestionamiento, incluso hasta al detrimento de sus propios intereses vitales?…

«La administración americana no consideró el carácter especial de las relaciones comerciales, económicas y financieras entre Irán y los estados del Golfo, ni consideró los intereses estratégicos vitales de estos países cuando adoptó una política de coerción hacia Irán…

«A largo plazo, la administración americana, encabezada por Bush, está creando desconfianza y dudas en sus relaciones con los países de la región, y [levantando dudas] acerca del grado de [su compromiso en] preservar los intereses de sus aliados y amigos. [La política de América también] resalta la incapacidad de los aparatos de sus inteligencias para evaluar el alcance de la amenaza que enfrenta la región…

«La administración americana debe reimponer sus relaciones con los estados del Golfo colocando su sociedad con ellos en bases más convenientes… Esta debe dejar de tratarlos como sus subordinados que deben obedecer a los planes de Washington». [4]

Los Estados Unidos buscan fomentar la crisis entre los estados del Golfo e Irán

El redactor de Bahrein Radhi Al-Sammak escribió en el diario de Bahrein Akhbar Al-Khaleej que los Estados Unidos habían definido a Irán como el enemigo, y habían impuesto esta postura en los estados del Golfo mientras les proporcionaban con armas que no pueden detener la amenaza nuclear iraní.

«Ya que los estados del Golfo [permanecieron] totalmente silentes, los Estados Unidos no sólo se permitieron anunciar el tratado de [armas] sino también decir, en nombre de los estados del CCG, que el trato llega en respuesta a las crecientes capacidades militares de Irán y a la así llamada amenaza de su programa nuclear apuntada a fabricar armas nucleares…

Pero ninguno de los estados del CCG [realmente] dio una clara declaración respecto a la naturaleza de este trato y su parte en esta… y ninguno de estos estados justificó el tratado en términos de confrontar la amenaza nuclear iraní. [De hecho], todos los estados del CCG declaran su amistad con Irán y su deseo en desarrollar sus lazos con estos en diferentes áreas. Por consiguiente, la declaración hecha por América en nombre del CCG propina bofetadas a un deliberado [intento] por generar una crisis entre estos estados e Irán – y el primero en ser perjudicado por esta tensión… no son los Estados Unidos sino los pueblos del Golfo… es la intensa presencia militar de los Estados Unidos en el Golfo que constituye la verdadera amenaza a los pueblos y países de la región…

«Ninguno de los estados del [Golfo] hicieron pausa para considerar el beneficio de estos tratados costosos… [Considerando que] las armas que [compramos] no puede detener un [ataque] nuclear.

«Finalmente, queda una pregunta vergonzosa respecto a los tratados: ¿Cual es el [propósito] de todos los buques de guerra americanos y portaaviones en el Golfo, si no para defender a los aliados de los [Estados Unidos]? Cual es el disuasivo más eficaz… el masivo [arsenal] de armas de primera categoría desplegadas por la enorme [fuerza] naval americana en el Golfo, que ha estado creciendo rápidamente a lo largo de las últimas tres décadas – o las armas defensivas que [los Estados Unidos] han permitido de una forma cantada a los estados del Golfo [comprar] a costos astronómicos?…» [5]

Los Estados Unidos están intentando poner sus manos en la capital de los estados del Golfo

El redactor Hassan Al-‘Attar escribió en Akhbar Al-Khalij: «La paz y quietud que deseamos… no se logrará construyendo arsenales de armas que ya han demostrado ser inútiles, pero eliminando los factores que generaron la atmósfera de inseguridad y hostilidad [en primer lugar]… Yo creo que las razones citadas por la [Secretaria de Estado norteamericana Condoleezza] Rice fueron meramente una cubierta al verdadero motivo de los [Estados Unidos] [en el tratado de armas], lo cual es regresar las grandes sumas de dinero que los estados del Golfo recibieron en los últimos cuatro años debido al incremento en los precios del petróleo. [Esto fue hecho] por medio de los fabricantes de armas americanos, que son un pilar central de la economía americana…»

«Los actuales pasos políticos de la administración americana en la región árabe son un intento por involucrar a los estados del Golfo, y a algunos de los [otros] países árabes, en el conflicto con Irán, aunque estos países han declarado, en varias ocasiones, que ellos están en contra de una solución militar al conflicto, y que objetan a que América lance un ataque militar sobre Irán desde sus territorios…» [6]

Arabia Saudita: Los estados del Golfo le temen a la amenaza iraní

En contraste con la crítica publicada en los estados del Golfo, Arabia Saudita expresó aprobación al tratado de armas. El Ministro del Exterior saudita Príncipe Sa’ud Al-Faisal declaró que los tratados eran parte de un plan comprensivo para la defensa de la región, y enfatizó que su país se está armando a si mismo para propósitos defensivos. «Es un hecho muy conocido», dijo, «que Arabia Saudita es un estado no-agresivo, y tiene el derecho de defenderse a si mismo, especialmente en luz a los peligros que provienen de todas direcciones…» [7]

El redactor saudita Khaled Hamad Al-Suleiman escribió en el diario saudita ‘Okaz que los estados del Golfo necesitaban aumentar sus capacidades de defensa para establecer un equilibrio de disuasión en la región y contrarrestar las aspiraciones imperialistas de Irán: «Irán está llenando sus arsenales con submarinos, destructores, misiles y [otras] armas avanzadas… y está trabajando noche y día para llegar a fabricar una bomba nuclear – y aun así tiene el valor de criticar a los estados del Golfo por [ejercer] su derecho de fortalecer sus capacidades de defensa!!

«Irán… mete la nariz en todo lo que pasa en el mundo árabe… y sus huellas digitales pueden encontrarse dondequiera que haya problemas en el [mundo] árabe. Aun así este condena a los Estados del Golfo por esforzarse en mejorar su habilidad de auto defenderse y a su pueblo en confrontar los peligros de esta región conflictiva, y [niega] su derecho a restaurar el equilibrio regional [de poder] qué ha sido drásticamente ofuscado…

«Los iraníes deberían [tratar de] entender el por qué los países en la región han comenzado a reforzar sus capacidades militares, [en lugar de] objetarla e intentar exigir este derecho para ellos exclusivamente… Sería un error para los Estados del Golfo confiar en cualquier convicción iraní de que sus arsenales no serán usados para subyugar al Golfo, o que su bomba nuclear no amenazará al Golfo – porque Irán ha tenido una única [meta] en su agenda desde la Revolución [Islámica] – a saber, el abrazar nuevamente el imperialismo». [8]

* I. Rapoport es compañero de investigación en MEMRI.


[1] Al-Raya (Qatar), 11 de agosto, 2007.

[2] Al-Rai (Kuwait), 3 de agosto, 2007.

[3] Al-Tali’a (Kuwait), 1 de agosto, 2007.

[4] Al-Ittihad (EAU), 5 de agosto, 2007.

[5] Akhbar Al-Khaleej (Bahrein), 8 de agosto, 2007.

[6] Akhbar Al-Khaleej (Bahrein), 8 de agosto, 2007.

[7] Al-Watan (Arabia Saudita), 9 de agosto, 2007.

[8] ‘Okaz (Arabia Saudita), 5 de agosto, 2007.