Un debate público ha estado sucediendo en Egipto al tratamiento que les da el régimen a los cristianos del país. Este debate surgió seguido a los juicios de cristianos que se convirtieron al Islam y luego se reconvirtieron al cristianismo, y que exigen ahora que el Ministerio del Interior egipcio les emita nuevos documentos oficiales con sus nombres originales y con la palabra «cristiano» en el cuadro de entrada del ítem «religión.»

En abril del 2007, la corte administrativa egipcia rechazó una apelación de cristianos que se habían convertido al Islam y luego se habían reconvertido al cristianismo, y también los acusaron de apostasía contra el Islam – donde el castigo es la muerte, según la interpretación común.

Dos meses después de la decisión judicial, la apelación de los demandantes fue aceptada. La Corte Suprema Administrativa instruyó al Ministerio del Interior a permitirles a los demandantes que fuesen denotados de nuevo en sus documentos de identidad como cristianos, y llamó por una nueva ley que prohíbe el «jugueteo» con las religiones. Siguientes apelaciones al caso fueron pospuestas hasta septiembre del 2007. [1]

El establishment religioso egipcio apoyó las decisiones de la corte, y al mismo tiempo sostuvo que repetidas conversiones crean confusión que pone en peligro la estabilidad social. La prensa egipcia publicó artículos con un punto de vista similar, denunciando que la religión no debería ser cambiada para beneficiarse materialmente. En protesta, los representantes de la comunidad cristiana y las organizaciones de derechos humanos en Egipto llamaron a esto discriminación y violación de la libertad de religión.

Lo siguiente es una revisión de las respuestas en la prensa egipcia a la decisión judicial:

La corte egipcia: Un cristiano que se convierta al Islam y se reconvierte al cristianismo es murtadd [2]

En diciembre del 2005, Bashi Razaq Bashi, un cristiano que se convirtió al Islam, cambiando su nombre a Muhammad Razaq Mahdi, y quién como consecuencia se reconvirtió al cristianismo, entabló un juicio contra el ministro del interior egipcio y el encabezado del departamento de asuntos civiles por negarse a emitirle un documento de identidad y un certificado de nacimiento con su nombre de origen y con su religión de origen en la casilla de entrada del ítem «religión». [3] La corte también tuvo decenas de casos similares que esperan por decisiones. [4]

La corte explicó sus acciones declarando que la constitución de Egipto garantiza el principio de igualdad de los derechos públicos y obligaciones y la libertad de credo y culto, que también están fijadas en las convenciones internacionales, sin discriminación de sexo, origen, idioma, religión, o creencia, mientras que no dañe el orden público. Al mismo tiempo, la corte decidió que la ley del shari’a tomó precedencia sobre la convención internacional y la constitución egipcia en establecer la libertad de credo, declarando que «no existe ninguna coerción en la religión [Corán 2:256]».

Sin embargo, la decisión judicial siguió para declarar: «Existe una gran diferencia entre la libertad de credo y culto y la libertad que algunos buscan interactuar con creencia moviéndose entre una religión y otra para obtener beneficios materiales. Esta interacción tiene dos fases: primero, interactuar con la religión [cristiana] que [una persona] adopta y en el nombre del cual recibe los documentos oficiales del Ministerio del Interior y conduce relaciones sociales con el resto de los ciudadanos, y segundo, interactuar con la religión [del Islam] a la que esta persona está consagrada a si misma en una parte de su vida y durante la cual condujo relaciones sociales con otros, con la intención de reconvertirse a su primera religión…»

Otra explicación presentada por la decisión judicial fue: «Las leyes del Islam, a las que cualquiera a quien se le une acepta, le prohíben a alguien nacido musulmán, o alguien que [comienza] a creer en el Islam [en algún punto en su vida] de su propio libre albedrío, a rebelarse contra el Islam y moverse hacia cualquier otra religión… Cualquiera que deje su religión cristiana para no regresar a esta y entra en la religión del Islam totalmente de su propio libre albedrío y sin ninguna coerción está comprometido a sus leyes y principios, incluyendo el no albergar ninguna intención de negar al Islam o dejarlo después… El Islam no le permite a nadie que entra a esta de su propio libre albedrío de dejarla… por la causa de un objetivo particular o cambiar su religión como el viento cambia de dirección…» [5]

Jugar con la religión hace surgir la guerra civil

Antiguos oficiales en el establishment religioso de Egipto declararon que el tema debe ser examinado con un ojo en la magnitud del daño causado a la sociedad por la transición entre religiones, y que tal examen debe ser llevado a cabo por una corte egipcia. El mufti egipcio Dr. ‘Ali Gum’ah explicó que el shari’a prohíbe a un musulmán a que cambie de religión, pero que el castigo por este crimen no puede medirse en este mundo, más bien por Alá en el Día del Juicio Final – porque ésta es una cuestión de conciencia entre el individuo y su Dios. Él dijo que sólo si la apostasía constituye un peligro al público debe el asunto ser traído a la corte que determinará el castigo requerido.

Refiriéndose a la primera decisión de la corte egipcia sobre un juicio para cambiar el denotar de la religión en un documento de identidad, Gum’ah dijo: «Estos cristianos, aun cuando hayan negado el Islam [tal como está definido por la ley religiosa islámica], sus derechos civiles cuando niegan el Islam… son un asunto de los aparatos estatales… sin conexión alguna a las decisiones religiosas en la materia». [6]

Incluso después de que la apelación de los demandantes fuese aceptada, Gum’ah apoyó al sistema judicial. Él dijo que la creencia religiosa es un asunto personal, en donde la sociedad sólo interviene cuando se vuelve un asunto público que amenaza lo bueno de la sociedad: «La pregunta esencial ante nosotros es, puede una persona que es musulmana escoge una religión otra que el Islam? La respuesta es sí, puede, porque el Corán dice, ‘Hacia ti tu religión, y hacia mí mi religión [109:6]’, y ‘Cualquiera que, te permita creer, y cualquiera que, te permita no creer [18:29]’, y ‘no existe ninguna coerción en la religión [2:256]’. Sin embargo, desde el punto de vista de la religión, una persona que abandona su fe está condenada a un pecado que será castigado por Alá el Día del Juicio Final… Si el caso en cuestión es uno de rechazar meramente la fe, entonces no existe ningún castigo mundano. Si, sin embargo, el crimen de minar las bases de la sociedad es agregado al pecado de la apostasía, entonces el caso debe ser enviado a un sistema judicial cuyo papel es proteger la integridad de la sociedad…» [7]

El Dr. Abd Al-Mu’ati Bayoumi, miembro de la Academia para la Investigación Islámica en la Universidad Al-Azhar, explicó que un cristiano quien se haya convertido al Islam y haya querido reconvertirse al Cristianismo es una amenaza para la sociedad, y que el sistema judicial está obligado a llevarle a juicio. En un artículo en el semanario del gobierno egipcio Al-Misawar, Bayoumi escribió: «En una era de verdadero enfrentamiento [entre] civilizaciones, de rivalidad entre ideologías que dañan la santidad de las creencias y de las religiones y no le huye a ningún medio de comprar a los partidarios con sobornos, de incitar contra los lugares santos, y abandonar la patria, los murtadd deberían ser tratados de acuerdo con [la magnitud del] peligro que este propone al orden público y a la sociedad… Deben pasar una estricta prueba acerca de si este pone en peligro a la sociedad y sea probable que hagan encender una guerra civil. Si él [de hecho] constituye la punta de la flecha en incitar a la guerra civil, debe ser tratado según la ley religiosa islámica, y la seguridad de la comunidad nacional debe ser protegida – porque en tal caso los murtadd son como cualquier espía para el enemigo…

«El abandono de [los demandantes] a los métodos del cristianismo de que la fe cristiana significa que esta no les dio totalidad espiritual y [tranquilidad] interna. También, su regreso al Islam y luego el dejarlo significan que el Islam no les dio totalidad espiritual y seguridad [emocional]. De esta manera, son individuos inquietos, anormales… [y] su insistencia en regresar al cristianismo es ilógica… Necesitan de la terapia más de lo que necesitan un cambio en su documento de [identidad].

«Si un examen de su estado mental y emocional encuentra que no están enfermos, entonces necesariamente están jugando primero con el cristianismo, y luego con el Islam. Jugar con la fe esta fuera de lo [que] la libertad [permite]… da origen a la guerra civil…» [8]

Ex editor de semanario religioso gubernamental: No debe haber jugueteo o comercio en las religiones

Al-Sayyed ‘Abd Al-Raouf, ex editor del semanario gubernamental egipcio para asuntos religiosos ‘Akidati, expreso apoyo por la decisión de la corte para prevenirle a cristianos que se convirtieron al Islam de reconvertirse oficialmente al cristianismo. Él escribió: «[Este fenómeno] parece ser un tipo de juego, y búsqueda de intereses privados y objetivos personales – así sea en el caso de adoptar el Islam o en el caso de abandonarlo. O, algunos de ellos [e.d., los demandantes] estuvieron sujetos a presiones que les obligaron a que regresaran a su religión de [origen], ya sea por presiones familiares o presiones de otra fuente.

«La corte ha desarraigado el juego [de moverse entre religiones], decretando que el Ministerio del Interior tiene el derecho de no permitir la conversión en los documentos personales [oficiales] de los cristianos que se convirtieron al Islam y luego se reconvirtieron – ya que esto debería verse como un jugueteo con la religión. Mientras nosotros creemos en el derecho del individuo, cualquiera que este sea, el adoptar cualquier religión, nosotros [también] creemos que jugar con la religión no debería estar permitido. Creemos que a nadie debería permitírsele comerciar con las religiones, y usar esta como medio de obtener ganancias deshonrosas o encender una guerra étnica [entre cristianos y musulmanes]…» [9]

La comunidad copta: La decisión de la corte contradice a la democracia

Miembros de la Iglesia copta egipcia expresaron protestas sobre la primera decisión (e.d. contra los cambios a la religión y nombre en los documentos de identificación). El Patriarca de la Iglesia copta Shinoda envió un memorando al Presidente egipcio Hosni Mubarak exigiendo que se ponga fin a la represión de los coptos, que las secciones de la constitución concernientes a la ciudadanía se implementen, y que la decisión de que un cristiano que se convierte al Islam no puede convertirse oficialmente al cristianismo sea revisada por la corte. [10]

El obispo de la comunidad copta en el distrito Al-Ma’adi dijo que la decisión contradijo la democracia así como también los derechos humanos y civiles. Él agregó: «Esta decisión enturbia las cercanas relaciones copto-musulmanas. ¿[Por qué] esta libertad va sólo por una vía? Cuando un ciudadano escoge el Islam, todo va fácilmente, mientras a la [acción] contraria se le llama riddah…» Él dijo que esta lógica iba en contra del principio de tolerancia del cual el Islam se enorgullecía, y llamó al cambio verdadero en las leyes para que fueran compatibles con las convenciones internacionales a las que Egipto es firmante.

El intelectual copto Dr. Wasim Al-Sisi dijo que Egipto no ganaría nada de esta decisión, salvo difamación en el exterior. Él llamó a modificar el Artículo 2 de la constitución egipcia, que declara que el shari’a es la fuente primaria de legislación en Egipto, y propuso que las leyes de todas las religiones monoteístas sean consideradas fuentes adicionales de legislación. [11]

El investigador copto Hani Labib escribió: «Esta decisión de [prohibir la reconversión al cristianismo] refleja tendencias que son contrarias a las recientes enmiendas constitucionales, incluyendo colocar la primacía del principio de ciudadanía como el primer artículo de la constitución. Estas tendencias están en contra de la tendencia egipcia global de enfatizar los valores del estado civil y los principios de la libertad para cada ciudadano. Además, las decisiones como esta llevan a Egipto a un conflicto con el mundo exterior, porque contradicen muchos de los tratados internacionales y convenciones a los que Egipto está comprometido por la ley… particularmente en luz del hecho que en el pasado, la corte administrativa emitió decisiones [sobre problemas similares] que contradicen esta decisión [que está causando tal agitación]… [12]

Organizaciones de derechos humanos egipcias: Detengan la discriminación religiosa

Críticas a la decisión también llegaron de la organización de derechos humanos de Egipto. La organización Egipcios Contra la Discriminación incluso llamó a abolir la entrada de la «religión» en el documento de identidad nacional en conjunto. En un comunicado dirigido al Concejo del Pueblo, al gobierno egipcio, y a las organizaciones de la sociedad civil, 150 intelectuales egipcios llamaron a que al menos se haga optativa la entrada de la «religión» en el documento de identidad nacional. El comunicado declaró que en luz del incremento en el número de decisiones que prohíben a los ciudadanos egipcios de tener su religión inscrita en los documentos personales, un comité nacional debe ser establecido para examinar las leyes egipcias que dañan el derecho de los ciudadanos egipcios de escoger su propia religión. Estas decisiones, denotó, eran inconstitucionales, ya que la constitución prohíbe la discriminación entre los ciudadanos y asegura la libertad de credo y culto para todos. [13]

En un comunicado oficial, la Unión Egipcia para Derechos Humanos declaró: «Esta decisión constituye una violación a la constitución y al orden público». [14] El presidente de la organización y consejero legal al Patriarca Shinoda, abogado Nagib Gabra’ail, quien también representó a los demandantes en el juicio agregó: «La decisión avergonzó al país en la comunidad internacional, y la presentó como si le obligara a la gente a adoptar creencias que ellos no defienden…» [15]

La organización para La Iniciativa Egipcia de Derechos Individuales también emitió un comunicado que denuncia la decisión. Esta declaró que la organización sentía mucho de que no existía ningún reconocimiento a los derechos de los ciudadanos para convertirse al cristianismo después de convertirse al Islam, y agregó: «Esta decisión es un tipo de regresión adicional en la postura del Concejo Estatal con respecto a la protección constitucional y legal del derecho de libertad de religión y creencia». [16]


[1] Al-Misriyoun (Egipto), 2 de julio, 2007.

[2] Los ‘ulamaa están de acuerdo de que alguien que haya dejado el Islam es un murtadd. Con respecto al castigo de un murtadd, es costumbre diferenciar entre dos situaciones: 1) si cambió su creencia en su corazón sin cambiar su creencia o conducta en público – no debe ser castigado, y su castigo está en manos de Alá, y 2) si declarara públicamente que estaba abandonando el Islam, y no se retracta dentro de unos pocos días – debe ser castigado. Las opiniones respecto al castigo apropiado en el último caso son mixtas. Según la interpretación prevaleciente, el castigo de un musulmán que ha renunciado al Islam públicamente es la muerte. Esta tradición data de la época del Profeta Muhammad quien dijo: «Cualquiera que cambie su religión debe ser ejecutado». Según una opinión minoritaria, el castigo de tal individuo debe ser decidido por una corte, que discute cada caso sobre una base individual. Octubre (Egipto), 6 de mayo, 2007.

[3] Roz Al-Yousef (Egipto), 11 de mayo, 2007.

[4] Al-Masri Al-Yawm, Al-Wafd (Egipto), 26 de abril, 2007.

[5] Roz Al-Yousef (Egipto), 13 de abril, 2007, 11 de mayo, 2007.

[6] www.alarabiya.net, 14 de mayo, 2007.

[7] Las declaraciones de Gumah fueron publicadas en inglés en el blog «En La Fe: Los Musulmanes Hablan» perteneciente a Newsweek y al Washington Post. http://newsweek.washingtonpost.com/onfaith/muslims_speak_out/2007/07/sheikh_ali_gomah.html, 21 de julio, 2007. El diario egipcio Al-Masri Al-Yawm citó algunas de estas declaraciones (24 de mayo, 2007). Al día siguiente, la oficina de Guma’ah contactó al diario para quejarse de que las citas eran inexactas, y envió la versión completa árabe para su publicación.

[8] Al-Misawar (Egipto), 4 de mayo, 2007.

[9] Akidati (Egipto), 1 de mayo, 2007.

[10] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 29 de mayo, 2007.

[11] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 27 de abril, 2007.

[12] Roz Al-Yousef (Egipto), 18 de mayo, 2007.

[13] Al-Qahira (Egipto), 15 de mayo, 2007.

[14] Al-Masri Al-Yawm (Egipto), 27 de abril, 2007.

[15] Al-Misriyoun (Egipto), 18 de junio, 2007.

[16] www.alarabiya.net, 14 de mayo, 2007.