A consecuencia de la controversia sobre las caricaturas del Profeta del Islam Muhammad, la edición en Internet del diario noruego Dagbladet entrevistó al islamista kurdo iraquí Mullah Krekar. En esta, Krekar expuso sus puntos de vista en las relaciones entre el Islam y Occidente. Krekar cuyo verdadero nombre es Najm Al-Din Faraj Ahmad, llegó a Noruega como refugiado en 1991, dónde estableció la organización islamista Ansar Al-Islam. Él está actualmente en lista para ser deportado de Noruega.

Lo siguiente son extractos de la entrevista: [1]

«La forma de pensar occidental ha tomado su materialismo, egoísmo, y salvajismo de los antiguos griegos y romanos«

Krekar: «De un lado está la manera occidental de pensar. Esta es una manera de pensar que ha tomado su materialismo, egoísmo y salvajismo de los antiguos griegos y romanos. Esta es una forma de pensar que ha alterado la verdadera cristiandad. Un ejemplo de esto es que el Cristianismo occidental [hoy] acepta que hombres tengan sexo con otros hombres. Eso nunca fue aceptado por Jesús. Del otro lado está el Islam, y ahora Occidente está intentando tomar y cambiar al Islam de la misma manera en que la cristiandad fue degradada».

Entrevistador: «Se refiere usted a que esto es una guerra entre civilizaciones?»

Krekar: «No. sólo existe una civilización. Pero hay diferentes maneras de pensar sobre esta, y nuestra forma de pensar en el Islam es opuesta a la forma occidental de pensar. Hoy es nuestra manera de pensar que llega y se muestra más fuerte que la de ellos. El Islam tiene una base estable: un Dios, un Profeta, un Corán, y una tradición. Esto genera odio entre [aquéllos con una] manera occidental de pensar, y lleva a la parte perdedora a usar la violencia. Y eso es la violencia y la guerra contra el Islam».

La democracia es simplemente una excusa – es al Islam lo que Occidente no soporta

Entrevistador: «Sobre que bases usted se sustenta para decir que hay una guerra contra el Islam?»

Krekar: «La expansión de la democracia es simplemente una excusa. Lo mismo con la persecución de Osama bin Laden – es simplemente una excusa. Es el Islam lo que Occidente no soporta… El ataque al Islam es como una mano. Un dedo es la guerra en Irak y Afganistán. Otro dedo es el encarcelamiento de musulmanes en Bahía de Guantánamo. El tercer dedo es la publicación de las caricaturas del Profeta Muhammad. Debemos ver las cosas tal como son, y esas caricaturas [de Muhammad] son parte de la lucha militar que Occidente está dirigiendo contra el Islam…»

«Para el año 2050, el 30% de la población europea será musulmana»

Entrevistador: «A qué se refiere usted cuándo dice que la manera islámica de pensar es más fuerte que la forma occidental de pensar?»

Krekar: «Nosotros no le tememos a la manera occidental de pensar. Esta nunca puede ganar. En Irak los dos bandos están uno en contra del otro. Del lado del Islam están los hombres que aman la muerte y que están dispuestos a convertirse en mártires por lo que ellos creen. Del otro lado están los soldados que combaten por $1000 al día. El número de soldados americanos muertos es prueba del fracaso. Lo mismo es verdad en Afganistán. Desde el 2001 al 2004, hubo cinco ataques suicidas. En el 2005 hubo 17.

«Mientras el frente de los Estados Unidos y sus aliados se está poniendo cada vez más pequeño, el Islam está ensanchando su frente. Los informes de Guantánamo muestran lo mismo. Están intentando rasgar la creencia de los corazones de los musulmanes. Esto no funciona. En Dinamarca publicaron las caricaturas, pero el resultado fue sólo ayudar a que la gente se reuniera en apoyo al Islam. Yo y todos los musulmanes somos prueba [de esto]. No han podido cambiarnos. Somos nosotros quiénes los cambiaremos a ellos».

Entrevistador: «Cómo?»

Krekar: «Observen el desarrollo de la población en Europa, dónde al número de musulmanes aumenta como mosquitos. Cada mujer occidental en los Estados Unidos produce, en términos medios, 1.4 hijos. Cada mujer musulmana en estos mismos países produce 3.5 hijos. Para el año 2050, el 30% de la población europea será musulmana…»

Estamos combatiendo por la misma meta que bin Laden – Sólo que bajo circunstancias diferentes

Entrevistador: «Es correcto importar la parte militar de la guerra que va en camino hacia Europa?»

Krekar: «No. Esto no lo puedo apoyar. Pero los musulmanes que van a Afganistán e Irak a combatir, eso es un honor. Es un honor en sí mismo si viola las leyes aquí en Europa».

Entrevistador: «‘En sí mismo’, refiriéndose a [que la ley europea es violada] combatiendo junto con Osama bin Laden, Al-Qaeda, y otros grupos que usan el terror?»

Krekar: «Aquéllos que dicen que Osama bin Laden es un terrorista están matando ellos mismos a nuestras mujeres, hijos, y civiles. Esto es lo que nosotros vemos y sabemos. No estamos influenciados por las palabras de los Estados Unidos contra bin Laden, ya que están hablando sobre alguien que conocemos. Estamos combatiendo por la misma meta, sólo bajo circunstancias diferentes.

«La meta es el mandato islámico en un estado islámico. Los musulmanes chi’itas han logrado esta meta en Irán, y son tan fuertes que Occidente no se atreve a atacarles. Ésta es la única manera en que podemos mantener un equilibrio [de poder] y lograr una paz duradera».

Entrevistador: «Es la meta restablecer el Califato – el mandato islámico que fue estableció por el Profeta?»

Krekar: «Sí. Nuestro Califa está muerto y estamos huérfanos. Por consiguiente estamos combatiendo, al igual que los judíos lucharon bajo David Ben-Gurion, por nuestro propio estado, un estado gobernado por un verdadero gobernante islámico».

Bin Laden es una buena persona para gobernar el Califato

Entrevistador: «Qué fronteras debería tener el Califato?»

Krekar: «No importa. Las cosas nacen, y luego crecen. Lo esencial es el mandato islámico. Este fue el por qué Occidente destruyó al gobierno del taliban en Afganistán. Le temían al estado islámico».

Entrevistador: «Quién debería gobernar el nuevo Califato?»

Krekar: «No tiene que ser un clérigo. Un buen ser humano es suficiente».

Entrevistador: «Es bin Laden tal persona?»

Krekar: «Osama bin Laden y Ayman Al-Zawahiri están catalogados entre gente buena. No fueron los líderes judíos terroristas antes de que tuvieran su propio estado?…»

La vida en Europa no tiene ningún valor para los musulmanes

Entrevistador: «La mayoría de los musulmanes en el mundo occidental habrían hecho de estos países su casa. Cuál es su mensaje para ellos?»

Krekar: «Los musulmanes en Occidente y en Noruega no quieren entender que éste no es su país. El estado musulmán será su casa, no importa donde este localizado. Los musulmanes en Occidente son como fueron los judíos. Estamos sin hogar y somos débiles, y permanecerá así hasta que creemos nuestro propio país. La vida aquí no tiene valor alguno para los musulmanes».

Entrevistador: «Qué le dice usted a los musulmanes en Occidente que participan totalmente en ambos la sociedad y la vida política?»

Krekar: «Ellos pueden participar en las elecciones y elegir a Carl I. Hagen o Kristin Halvorsen, pero en sí mismos no tienen ningún valor para la sociedad. Cuando consigamos nuestro propio país, tal como los chi’itas crearon en Irán, entonces los musulmanes tendrán pleno control político y económico.

Entrevistador: «Qué papel ve usted juegan los musulmanes en Europa?»

Krekar: «No tenemos ningún papel que jugar a estas alturas. Nuestra posición es mantener nuestra fuerza numérica. Pero ahora usted nos está poniendo en el papel del acusado. Es usted y Occidente quienes nos deberían estar diciendo lo que [Occidente] puede hacer por nosotros. Occidente debería proteger al Islam, y no al revés».

Entrevistador: «No es esa misma libertad de expresión y la libertad de religión que permitieron la publicación de las caricaturas de Muhammad también su mejor protección por expresar sus puntos de vista y creencias?»

Krekar: «Estoy protegido por la ley en este país, pero no es una ley que protege a los musulmanes en particular. Ni podría proteger a los musulmanes contra el ataque que estas caricaturas hicieron. No es Occidente la víctima en este caso».


[1] Dagbladet (Noruega), 13 de marzo, 2006.