El 14 de agosto del 2013, las fuerzas de seguridad egipcias comenzaron a dispersar por la fuerza la protesta de brazos cruzados desde ya hace seis semanas por los partidarios del depuesto presidente Muhammad Mursi y de la Hermandad Musulmana (HM), cerca de la Mezquita Al-Rabaa Adawiya en el Cairo y la Plaza Al-Nahda. La decisión se produjo luego que todos los esfuerzos locales, regionales e internacionales para lograr un acuerdo entre los representantes del derrocado régimen y el actual régimen fracasaron.

El tema de la dispersión de las protestas de brazos cruzados ha sido disputado en la sociedad egipcia durante varias semanas. Muchos opositores de la HM, incluyendo al columnista del diario egipcio Al-Ahram Ahmad Moussa, afirmó que las protestas de brazos cruzados sentadas, en estos dos sitios, se estaban ejecutando como una entidad independiente separada del estado, y acumularon armas, torturaron activistas que buscaban alejarse, se aprovecharon de mujeres y niños, e incitaron la violencia, por lo tanto, dijo, las protestas de brazos cruzados deben ser disueltas.

Partidarios de la HM rechazaron estas afirmaciones, insistiendo en que las protestas eran estrictamente pacíficas, e incluso llamaron al público a venir y verlas por sí mismos. El Dr. Hilmi Al-Qa’oud, columnista del portal de la HM, comparó la decisión del actual régimen de disolver las protestas a la «solución final» de Hitler y advirtió que al hacerlo sólo haría que las protestas se expandan en todo el país y aviven las llamas de la insurrección contra el actual régimen.


Dispersando las protestas de brazos cruzados en la Plaza Al-Nahda[1]


Hospital de campaña en la Mezquita Rabaa Al-Adawiya[2]

Lo siguiente son traducciones de extractos de las columnas, ambas publicadas el 14 de agosto, 2013 por Moussa y Al-Qa’oud:

Columnista de ‘Al-Ahram’: La amenaza terrorista de la HM debe ser repelida de los centros de las protestas de brazos cruzados

Ahmad Moussa escribió en su columna en el diario egipcio Al-Ahram: «Los crímenes cometidos por los dirigentes del terrorismo armado [es decir, la HM] en Raba’a Al-‘Adawiyya y en Al-Nahda deben terminar pronto, [ya que] han comenzado a constituir una amenaza a la seguridad nacional de Egipto y a las vidas de las personas que viven en los alrededores de estos dos nidos armados de la [HM]. Este [tipo de cosas] no puede ser tolerado en ningún país que respete los principios más fundamentales del derecho y de las [normas] humanas – [principios que están siendo ahora] violados por aquellos que pretenden ser musulmanes [es decir, la HM] y sus partidarios, los Khawarij[3] de esta época.

«Esta gente, que deben rendir cuentas ante un tribunal de la ley, están cometiendo crímenes contra personas inocentes. Cualquiera que no esté de acuerdo con ellos o no apoye sus posturas antiejército y anti-policía es torturado después de haber sido secuestrado en la calle – y asesinado a sangre fría por medio de una tortura brutal. Los lugares donde estos rehenes secuestrados son retenidos se presencian cosas vergonzosas: [las víctimas son] humilladas, electrocutadas, golpeadas con instrumentos afilados, azotadas, sus uñas son arrancadas, y son arrastrados en el suelo y colgados por los pies. Estos delitos son cometidos a la vista de y oído de aquellos [en la plaza], que oyen los gritos de las víctimas y gimen mientras son torturados en el interior de la Mezquita Raba’a, que se ha convertido en un matadero de muerte, palizas y torturas.

«La HM, que [opera] a las células terroristas que atacan y asesinar gente de esta tierra y sus valientes defensores en el Sinaí y en otros lugares, quieren someter a la patria y al pueblo a la ley de la selva y al estado de terror. Trataron de hacerse cargo de la zona de la [Mezquita] Raba’a Al-‘Adawiyya y convertirlo en su emirato, en el que podían gobernar como quisieran. [Lo hicieron colocando] guardias, erigiendo muros de concreto y de sacos de arena alrededor de las entradas [en la zona] instaurando a sus milicias armadas y entrenadas con el mantenimiento de la seguridad, y tomando por la fuerza sobre, bajo amenaza armada, las casas de los residentes [locales]. Se apoderaron de los patios y escalones de sus casas, y [arbitrariamente] controlaron las idas y salidas de los pacíficos residentes…

«Aunque estos crímenes absurdos y hechos, perpetrados bajo el pretexto de la religión, es necesario tomar medidas para eliminar la amenaza del terrorismo y sus partidarios en los dos centros de las protestas de brazos cruzados de la [HM]».

Columnista en portal de la HM: Si las protestas son dispersadas, el fenómeno Raba’a se extenderá a todas las plazas en Egipto

El Dr. Hilmi Al-Qa’oud, columnista en el portal de la HM, escribió: «Los esfuerzos de los agentes estadounidenses, europeos y árabes no han logrado alcanzar una solución que convenza a los autores del golpe de estado [anti-Mursi], cuya manos están manchadas de sangre, a restablecer la vida constitucional y respetar el deseo del pueblo egipcio de elegir a sus propios gobernantes, sus propios parlamentarios y su propia constitución.

«Los autores del golpe de estado anunciaron el inicio de la cuenta regresiva a la dispersión violenta y sangrienta de las dos protestas de brazos cruzados, en Raba’a Al-Adawiyya y Al-Nahda. La [actual] presidencia que [estuvo tras del] golpe oficialmente anunció el fracaso de los esfuerzos internacionales y locales a una mediación, y colocó la responsabilidad de ‘posibles consecuencias’ de la dispersión de las protestas, que dijo ‘no están siendo [llevadas a cabo] pacíficamente’, sobre la HM.

«Los perpetradores del golpe de estado, con sus manos manchadas de sangre, no les quedó otra [solución], sino la llamada, por los escritos nazis de Hitler, la ‘solución final’- es decir, el exterminio de todos los no arios contra quien Hitler y sus tropas rugió: gitanos, eslavos, polacos, bosnios y judíos. La ‘solución final’ fue un plan alemán, nombrado por el nazi Adolf Eichmann y dirigido a resolver el problema de Alemania, [es decir, la necesidad] de exterminar a las razas odiadas por Hitler y los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. El 20 de enero de 1942, los líderes nazis se reunieron en Berlín para poner en práctica este plan, comenzando con hacer morir de hambre a las víctimas y terminando con asesinarlos…

«El comandante del sangriento golpe de estado el [Ministro de Defensa, General Al-Sisi], quien ya ha tenido el placer de asesinar [gente] con munición verdadera en las [instalaciones] de la Guardia Republicana y el podio [de la Calle Al-Nassr en el Cairo],[4] puede [ahora] dar rienda suelta a su demente deseo [de sangre], asesinando e hiriendo a miles de personas y transformando la Plaza Raba’a Al-‘Adawiyya en la Plaza Tiananmen de Beijing. Pero nunca podrá estar tranquilo, ni controlar la patria que este vendió a bajo precio, por una sencilla razón: [Lo qué está sucediendo] en Raba’a Al-‘Adawiyya y Al-Nahda se extenderá a decenas de [otras] plazas de todo Cairo y sus [alrededores]. Cada mártir cuyo funeral está en manos de su familia en algún pueblo, barrio o una ciudad provocará nuevas llamas de una resistencia que no se detendrá. Los asesinos nunca escaparán a la mano de Alá o la ley local o internacional…

«La resistencia pacífica es un derecho legítimo en todas partes del mundo, y ya se ha demostrado que los manifestantes de las protestas de brazos cruzados en Raba’a Al-‘Adawiyya y Al-Nahda no están ni armados ni son violentos – [y así lo seguirá siendo] incluso si los asalariados del aparato de propaganda del golpe de estado continúan reiterando las mentiras increíbles… alimentadas a ellos por los aparatos de seguridad e inteligencia, tales como la afirmación de que los manifestantes asesinaron a 11 egipcios y arrojaron [los cuerpos] en la [Plaza] Raba’a.

«El Egipto musulmán no se arrodillará ante nadie más que a Alá, y no capitulara ante el ejército de idiotas. Los asesinos y sus agentes no escaparán de la mano de Alá».


[1] Al-Yawm Al-Saba’ (Egipto), 14 de agosto, 2013.

[2] Ikhwanonline.com, 14 de agosto, 2013.

[3] Un grupo que se separó del bando de ‘Ali durante la batalla de Siffin en el 657, y es considerado el primer grupo opositor interno en el Islam.
[4] El 9 de julio del 2013, decenas de activistas de la HM fueron asesinados a tiros por los aparatos de seguridad cuando intentaban asaltar las instalaciones de la Guardia Republicana donde Mursi es retenido; el 27 de julio del 2013, decenas de personas murieron en una manifestación de la HM en el Cairo en enfrentamientos con la policía que comenzaron frente al podio de oradores de la Calle Al-Nassr.