En un artículo publicado el 25 de octubre, 2018 en el diario árabe kuwaití editado en inglés Arab Times, el periodista liberal Ahmad Al-Sarraf escribió que la humanidad y lo civilizado de un país se miden por el estatus que este les otorga a sus mujeres, entre otros criterios. Este lamentó el hecho de que las autoridades kuwaitíes mantengan algunas leyes «retrogradas» e «ilógicas», por ejemplo, la ley que establece que solo un hombre puede dar su consentimiento a un procedimiento médico para un familiar. Es absurdo, señaló Al-Sarraf, que una doctora no pueda consentir una operación para su madre o su padre, mientras que su alcohólico hermano si puede hacerlo, solo porque es hombre. Por lo tanto Al-Sarraf acogió la iniciativa del diputado kuwaití ‘Abdul Wahhab Al-Babtain de enmendar esta ley.

Lo siguiente es el artículo de Al-Saraff:[1]

Ahmad Al-Sarraf (imagen: Arab Times, Kuwait)

«Repetimos por enésima vez que la condición de cualquier estado y su progreso civil y humanidad se miden, entre otras cosas, por el interés de ese país en educar a sus hijos, cuidar de los más necesitados, cuidar la salud de la comunidad y proveerles seguridad y cuidado a todas las demás cuestiones vitales. Sin embargo, el indicador más importante para medir todo esto es la condición de la mujer. Cuanto más bajo es ese estatus, más baja es la moral de esa sociedad y más bajo es el nivel de dicha sociedad entre las naciones y es triste decir que los ejemplos son muchos más de lo que podemos contar.

«Muchos hombres y algunas mujeres evasivas no se percatan que una mujer no es solo es simplemente una mujer, sino que es madre, hermana y esposa; amiga e hija y una persona adorable y todo lo que es bello en la vida y en el mundo y la proporción no es menos que la mitad de la sociedad. Una mujer lleva sobre sus hombros responsabilidades vitales de la supervivencia y el progreso de la humanidad. ¿Cómo pueden algunos, después de todo esto, ver a una mujer como algo vergonzoso?

«En el Ministerio de Salud de Kuwait, no pudiendo resistir el subdesarrollo en algunas partes de este, ninguna mujer, ni siquiera anciana, ni una física, ministra o una que haya ganado un premio Nobel puede firmar los documentos de un hospital en nombre de algún pariente con el propósito de dar su consentimiento para que se le realice una operación o para cualquiera de estas condiciones. Todo esta situación ocurre independientemente de la relación que tenga esta mujer con el paciente en la medida en que este sufra o de recibir tratamiento, someterse a una cirugía e incluso cuando se trate de abandonar el hospital. Esto solo lo puede hacer un miembro masculino de la familia que tenga el prestigio de firmar la garantía y los documentos necesarios. La tragedia alcanza su clímax cuando una doctora fuera del hospital, por ejemplo, no puede firmar los documentos necesarios para la operación de su padre o su madre, pero su hermano si puede hacerlo incluso si este es alcohólico, drogadicto, criminal e incluso puede que haya sido liberado de prisión, todo esto, solo porque es ‘hombre’.

«Lo que algunos no desean saber y creer es que las mujeres, en las sociedades civilizadas en particular, poseen roles, trabajos y ocupan puestos muy superiores a los realizados por hombres. Algunos muy conocidos activistas, tales como la activista de los derechos de la mujer y periodista Iqbal Al-Ahmad, han tratado de cambiar esta miserable realidad en los hospitales del gobierno en particular y cancelar este procedimiento médico que no tiene ninguna base lógica o ley, sino meras tradiciones médicas, si cualquiera de estas se interpusieran en el camino de lograr múltiples demandas para detener este método inhumano e incivilizado, la situación sigue siendo la misma y causa un estado de depresión e injusticia y atraso para muchos sin el apoyo de una lógica cohesiva.

«Por lo tanto, me complace escuchar las intenciones del diputado Abdul Wahhab Al-Babtain para que presente una propuesta a la Asamblea Nacional [el parlamento kuwaití] sobre este tema de la necesidad de aceptar la firma del familiar del paciente, especialmente aquellos más cercanos, independientemente del sexo. Este insistió, el chovinismo masculino en estos casos es divertido y no significa nada, especialmente porque tal masculinidad no puede ser probada en algunos hombres».


[1] Arab Times (Kuwait), 25 de octubre, 2018.