En un artículo el 21 de marzo, 2016 en el semanario independiente ruso El Nuevo Times, el periodista Orkhan Jemal, cuyo padre es Heydar Jemal, presidente del Comité Islámico de Rusia, y líder intelectual islámico ruso presentó su visión general sobre las razones de Rusia para intervenir y luego retirarse de Siria.[1] Escribiendo bajo el titular «El Capricho del Conquistador», Jemal señaló que la intervención de Rusia en Siria se le había presentado al pueblo ruso por sus líderes como una necesidad para que el Estado islámico (EIIS) pudiera ser erradicado, junto con los combatientes del EIIS rusos que pudieran regresar a sus hogares para crear «otra Siria» y también como «una continuación de las operaciones antiterroristas en el Cáucaso del Norte, solo a distancia».  Un factor de motivación adicional, pero no reconocido oficialmente a la intervención en Siria, este escribió, fue la necesidad de reparar los daños causados por la crisis de Ucrania, que resultó en el ostracismo del Presidente ruso Vladimir Putin y el aislamiento diplomático. La intervención de Rusia en Siria obligó al mundo a negociar con Putin y reconocer a Rusia como un actor global.  

En opinión de Jemal, los logros de Rusia en Siria fueron modestos; este escribió que las pérdidas de ISIS durante los seis meses siguientes a la intervención militar rusa no podían ser referidas como críticas. Además, en lo que se refiere a las negociaciones de Ginebra, la presión internacional pudiera conducir a la creación de un gobierno de coalición en Siria y el país podría dividirse en «una serie de territorios que permanecerían bajo el control de las fuerzas que Rusia, hasta no hace mucho tiempo, las consideró como terroristas». Jemal está convencido de que Putin no alcanzó su objetivo de un reconocimiento internacional para Rusia como un actor global, ya que no pudo alcanzar la paz «por lo menos de alguna forma» en Siria. La retirada de Putin de Siria concluyó, significa que la operación de «forzar al mundo y a Rusia de nuevo a condiciones de platica» también puede considerarse como terminada.

Asimismo en su artículo, Jemal reveló el papel de Irán en la intervención militar de Rusia, como deducida, dijo, a partir de una conversación informal con un funcionario no identificado de Hezbolá. Este dijo que el General Qassem Soleimani, comandante de la Fuerzas Qods del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI), al parecer convenció a los militares rusos a que apoyaran al Presidente sirio Bashar Al-Assad y «cambiaran el rumbo en Siria». El principal problema de Rusia respecto a su posible intervención militar en Siria – es decir, el que pagaría la factura – fue resuelto cuando el General Soleimani le aseguró a Rusia de que Irán la compensaría por los gastos militares.

Dado que uno de los principales problemas de la economía rusa hoy son los bajos precios del petróleo, tal compensación por parte de Irán pudiera haber llegado en la forma de su acuerdo en unirse a la iniciativa rusa a una congelación temporal de la producción petrolera por los principales países productores de petróleo. En febrero, 2016 el Ministro de Energía ruso Alexander Novak anunció que Rusia, Arabia Saudita, Venezuela y Qatar congelaran su producción petrolera a niveles de enero, 2016 si otros países siguiesen el ejemplo.[2] Quince países adicionales han dado su conformidad potencial, pero Irán no sólo se negó a unirse a ellos, sino que prevé aumentar su producción, con el objetivo de elevar finalmente su participación del actual 1,4 millones de bbl/d a cuatro millones de bbl/d.[3]

El resultado del debate ruso-iraní sobre la producción petrolera fue anunciado oficialmente el 14 de marzo, 2016 – el mismo día en que Rusia anunció que retiraría sus fuerzas aéreas de Siria. También el 14 de marzo, tras una reunión en Teherán entre el Ministro de Hidrocarburos de Irán Bijan Namdar Zangeneh y el Ministro de Energía ruso Novak, la cadena de noticias Press TV de Irán informó sobre las declaraciones de Novak de que un acuerdo internacional para congelar la producción petrolera pudiera ser firmado el 17 de abril en Doha, pero que Irán no sería parte de este, ya que tenía derecho a aumentar su producción luego del levantamiento de las largas sanciones económicas.[4]

Jemal escribió: «La conexión entre los dos acontecimientos [es decir, anuncios] es bastante obvia. Rusia puso fin a su participación en la guerra en Siria por razones económicas. La participación de Irán en la propuesta de acuerdo para disminuir la producción petrolera sería, en nuestra opinión, que nos han compensado por nuestros gastos militares. Irán se negó a pagar la cuenta y nosotros nos negamos a continuar participando en la guerra».

Lo siguiente son extractos del artículo:

Actualmente en discusión: La «división de Siria en una serie de territorios… bajo el control de las fuerzas que Rusia, hasta no hace mucho tiempo, las refería como terroristas»

Avión de combate de la fuerza aérea rusa en Siria.  (Fuente: Eng.syria.mil.ru)

«A finales de septiembre [2015], se anunció que iríamos a Siria para destruir al Estado Islámico. La destrucción de este grupo… fue considerada necesaria por nuestros líderes porque mucha gente de la Federación Rusa son miembros de la misma y, al parecer, después de ganar algo de experiencia militar, pueden regresar a casa y crear ‘otra Siria’. La guerra en el Medio Oriente se nos presenta como una continuación del tipo operación antiterrorista en el Cáucaso del Norte, solamente que a distancia.

«Es obvio que las fuerzas aéreas rusas y sus aliados en el terreno no alcanzaron este objetivo. El EIIS se hizo algo incómodo, pero en general mantiene sus posiciones [en el terreno] y las pérdidas que sufrió durante los seis meses en que los pilotos rusos laboraban en Siria difícilmente pueden ser referidas como crítico.

«[Otro] objetivo ruso en Siria – llamémoslo semi-oficial – es preservar el régimen de Bashar Al-Assad, quien en Rusia se conoce como ‘el gobernante legítimo del país’ y el que nos invitó a combatir de su lado ‘por razones legales’ y ‘conforme al derecho internacional’. Las posturas de Assad [en el terreno] no han cambiado mucho, aunque es innegable que al inicio de la intervención militar rusa su régimen estaba a un paso del colapso, mientras que al momento de nuestra retirada está mucho más seguro.

«De acuerdo al plan del Kremlin difundido en septiembre pasado, Rusia tuvo que poner un alto a la guerra civil en Siria y por lo tanto tuvo que derrotar a todos los terroristas (de acuerdo a nuestros puntos de vista para ese momento, todo el que se oponía a Assad fue catalogado como tal), por lo que una vez que el presidente legítimo recuperó el control sobre todo el territorio de su país, el pueblo sirio podía determinar su futuro a través de elecciones pacíficas. En pocas palabras, hace seis meses Moscú contaba con una victoria total y perfecta de Assad. Pero la realidad es que mientras en este momento Assad tiene un alto al fuego formal con algunos de sus enemigos, en la práctica nadie está observando este armisticio…

Para ver el despacho en su totalidad en ingles junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/9128.htm

[1] Newtimes.ru 21 de marzo, 2016.

[2] Sputniknews.com 16 de febrero, 2016.

[3] Oilprice.com 14 de marzo, 2016.

[4] Presstv.ir 30 de marzo, 2016.