En un artículo en el diario del gobierno egipcio Al-Gumhouriyya, el columnista ‘Abdallah Al-Naggar atacó al «emirato islámico» de Hamas en Gaza y a sus dirigentes, diciendo que la Franja se ha convertido en una gran prisión aislada del mundo, donde los residentes sufren una pobreza extrema mientras que los líderes viven lujosamente y donde los combatientes disparan cohetes «primitivos» que sólo sirven para provocar una respuesta mortal del enemigo.

Lo siguiente son extractos: [1]

«El Emirato Islámico de Gaza y su califa, Sultán Ismail bin Haniya, se ha convertido en un modelo diminutivo de nuestra nación musulmana, que refleja con precisión nuestra realidad [general]. Es un emirato aislado [del mundo] por todos lados. No existe ningún camino o entrada que conduzca a ella y si uno quiere entrar, tiene que pedir permiso a sus vecinos… Esta dividido [en regiones aisladas] y aislada del mundo.

«Las relaciones entre los residentes de este emirato y su patria son como las relaciones entre dos hermanos rivales. Aquellos que viven fuera del emirato odian al emirato y mientras aquellos [que viven] dentro, quienes viven en una gran prisión, maldicen a sus hermanos y los acusan de la colaboración y traición. [Dentro], existe una pobreza degradante y una urgente necesidad. El ruego por [ayuda] es interminable. La gente no tiene alimento ni electricidad y los enfermos no tienen acceso a tratamiento o a medicamentos. Las mujeres no están protegidas y los niños no reciben sus necesidades más básicas.

«Los líderes de este emirato no son reconocidos fuera de sus muros sitiados y necesitan de la autorización de sus enemigos para salir… Si [el enemigo] se niega, permanecen ocultos dentro de los límites del [emirato], gritando, llorando y pidiendo ayuda, pero nadie viene al rescate. Cuando los residentes del emirato aparecen en [nuestras pantallas de televisión], siempre están llorando y suplicándole a Alá a que se vengue rápido de todos los árabes [por abandonarlos].

«Este emirato, aislado del mundo, no tiene ni embajadores ni consulados, ni escuelas ni universidades y la comunidad internacional no tiene el menor incentivo de cooperar con esta. Su único contacto con el mundo [toma la forma de] peticiones de ayuda que nunca llegan y la ayuda que sus enemigos no le permiten recibir.

«[De vez en cuando, su gente] dispara algunos cohetes primitivos desde el territorio de su emirato sin forma de saber cuándo y dónde caerá. Estos [cohetes] no alcanzan su objetivo ni tampoco logran una victoria. La respuesta del enemigo, [por el contrario], es decisiva y aplastante, completamente ciega a la [angustia] de los indefensos, débiles y miserables [residentes]. No tiene compasión con los niños, mujeres o ancianos y siembra la muerte y destrucción, sin encontrar resistencia que pueda igualarla [en fuerza]…

«Después del desastre [de la guerra de Gaza del 2009], el emirato celebró su victoria y el Califa [Isma’il Haniya] agració a los sobrevivientes con un discurso lleno de frases rimbombantes y fogosas. [Pero] la tragedia se repitió y con el [tiempo] se vio obligado a firmar un acuerdo secreto con el enemigo, [prometiendo] detener el [lanzamiento de] cohetes a cambio de un alto a los ataques del [enemigo]. [Sin embargo], uno siempre encontrará a alguien que alabe el coraje y la firmeza del [emirato] y [se refiera a] las obras de este gloriosos emirato como una especie de Jihad [que será recordado] por toda la eternidad. [Por otra parte], el Califa vive en lujo y conduce un veloz coche negro precedido por decenas de motocicletas, a la manera de los generales y dignatarios de todo el mundo.

«Esta es una tragedia en todos los sentidos, ya que Palestina ha perdido su camino. Los árabes y los musulmanes son humillados y no les queda nada más sino [gestos] vacíos que los hacen sentirse auto-importantes, pero en realidad no tienen sentido. ¿Cuándo vamos a despertar de este borrachera, abrir nuestros ojos a los [intereses] de los residentes y comenzar a emplear [medidas] que sean [realmente] serias y beneficiosas? ¿Cuándo vamos a reconocer nuestro propio valor y lanzar una lucha seria, a fin de encontrar una cura efectiva a la enfermedad?…»


[1] Al-Gumhouriyya (Egipto), 22 de octubre, 2010.