La columnista egipcia Wafa Nabil publicó dos artículos en el diario oficialista egipcio Al-Ahram abordando la actitud de la sociedad egipcia hacia temas tales como la soltería y el divorcio entre las mujeres. En ellos, Nabil llamó la actitud de la sociedad egipcia hacia la soltería y el divorcio una «enfermedad», e instó a las mujeres a no comprometerse a la hora de elegir una pareja y divorciarse sin expresar dudas si el matrimonio resulta infructuoso. Lo importante es que la mujer insista en su derecho a ser feliz, afirmó.
A continuación se traducen extractos de sus artículos.
Wafa Nabil (imagen: youtube.com/watch?v=Lm0Bt5fiKMc)
En un artículo el 12 de abril, 2015 Nabil escribió: «Nosotros los egipcios tendemos a expresar un miedo exagerado a las oportunidades perdidas. Esto es [solo] un tipo de miedo que experimentamos el cual nos lleva a tomar decisiones apresuradas que nos pueden lastimar a pesar de nuestro gran deseo de beneficiarnos de estas decisiones. Un ejemplo de tal decisión son las mujeres jóvenes que acuerdan casarse con cualquier novio que se les presente, incluso si este no les conviene, a fin de evitar el contagio de la alarmante enfermedad llamada ‘soltería’. [Sin embargo], como resultado estas jóvenes contraen una enfermedad peor aun llamada ‘divorcio’… El número de divorciadas está aumentando a un ritmo alarmante entre las mujeres de todas las edades. Ellas correr por todos lados en un intento desesperado por obtener sus derechos y los derechos de sus hijos, pero finalmente no logran nada más que ilusiones.
«Por el contrario, [hombres de todas las edades], sean divorciados o viudos, o [simplemente] se casan tarde, no tienen ninguna dificultad en casarse con una hermosa chica mucho más joven que ellos – ya que nuestra sociedad no encuentra ninguna razón para exponer lo entredicho sobre los hombres. Pero [cuando se refiere a la mujer], los expertos encuentran miles de razones para difamar a las mujeres jóvenes que se casan tarde en la vida o que están divorciadas. Por ejemplo, dirán: «¿Qué pasa con esta joven que todavía está soltera a su edad?! Tal vez tiene algún defecto que teme saldrá a la luz en su matrimonio? A lo mejor es arrogante o materialista?!’ [O:] ‘¿Qué causó que esta mujer divorciada se atreva y pida el divorcio a su marido y destruya su hogar con nuestras propias manos? Tal vez [lo] esté acusando falsamente o encontró a otra persona?’
«La gente no puede imaginar… que una mujer joven [soltera] puede estar retrasando su matrimonio porque está esperando encontrar a alguien que le convenga y sea su par en lo referente a educación y en términos del estatus de su familia. La gente se niega a creer que una divorciada no puede estar lanzando falsas acusaciones a su ex marido y no haya encontrado a otra persona, pero es simplemente incapaz de vivir con la pareja que ella eligió para casarse, [porque este resultó ser] un avaro o [porque] la golpea por causa de excesivos celos, o la maldice y la humilla incesantemente?
«El sector de las socialmente desfavorecidas [mujeres] colapsa bajo el peso de las consignas crueles que equivalen a una sentencia de muerte sin un juicio. Las madres aconsejan a sus hijos pequeños a no casarse con una mujer joven mayor de 30 años, cualquiera que sea el amor mutuo y entendimiento que exista entre ellos. En cuanto a una mujer divorciada, la familia de un joven que no se ha divorciado, nunca la aceptarán a ella y luchará para impedir que se case con él…
«En tal situación qué se puede hacer? La mujer no debe permanecer silente sobre su derecho a ‘crear’ su felicidad…»
En un artículo el 19 de abril, 2015 Nabil escribió: «Toda mujer joven que llega tarde al matrimonio debe vivir su vida para ella y disfrutar cada día cuando [todavía] esté libre de las trabas del matrimonio». Dirigiéndose a las divorciadas ella escribió: «¿Por qué lamentar divorciarse? Alá les ha liberado de la pesada [carga] de ser responsable de un marido que ni las aprecia ni las respeta. Una mujer divorciada debería reingresar a la sociedad sin ningún sentido de vergüenza. Por el contrario, debe sentirse orgullosa de poseer el título [de divorciada] porque se respetó a sí misma y se alejó de la fuente de su sufrimiento, prefiriendo asumir el reto en [esta] sociedad oriental con todas sus viejas enfermedades. Una mujer soltera en esta sociedad es como alguien que entra en la batalla sin armas y aún así emerge finalmente victoriosa».
