En un artículo titulado «Lo Que Deberíamos Saber Acerca de Hitler y los Judíos», publicado el 15 de junio, 2009 en el diario del gobierno sirio Teshreen, el autor Nasr Shimali afirma que en su discurso del 4 de junio en la Universidad de el Cairo, el Presidente estadounidense Barack Obama «no estuvo del lado de los palestinos contra sus asesinos». Luego, explica que el Holocausto fue parte de un «sanguinario conflicto de reciprocidad» entre Hitler y los judíos sionistas capitalistas, y llega a afirmar que las verdaderas víctimas de la «mentira sobre la aniquilación de siete millones de judíos» son el pueblo alemán y el pueblo palestino.

Lo siguiente son extractos del artículo.

En su discurso, Obama «no optó por estar de lado de los palestinos en Gaza contra sus asesinos… a pesar de la estrecha similitud entre lo que sucedió en Alemania y lo que ha ocurrido en Palestina»

«Al discurso del Presidente Obama el [4 de junio, 2009] en la Universidad de el Cairo en relación a los crímenes nazis contra los judíos le faltó algo muy grave. La omisión fue intencional… porque, tal como es generalmente el caso con los discursos estadounidenses, fue creado para servir los intereses de los monopolios económicos norteamericanos. Esta es la razón por la que vimos a Obama del lado de los judíos en Alemania contra sus asesinos sin señalar las causas de la lucha.

«Sin embargo, no estuvo del lado de los palestinos en Gaza contra sus asesinos, y justificó los crímenes de sus asesinos, a pesar de la estrecha similitud entre lo que sucedió en Alemania y lo que ha ocurrido en Palestina.

«Por lo tanto, debemos mencionar lo que se necesita saber acerca de las razones del enfrentamiento entre el gobierno de Adolfo Hitler y los judíos sionistas. Esto es algo que los norteamericanos y los europeos rechazan deliberadamente en sus discursos».

El «profundo conflicto interno [entre Hitler y los judíos capitalistas] jugó un papel en la precipitación de la Segunda Guerra Mundial»

«[En 1930], la Alemania de Hitler se estaba preparando para vengar su derrota en la Primera Guerra Mundial [Hitler y su gobierno] querían implementar una empresa imperialista en todo el mundo. Creían que Alemania merecía tal empresa imperialista no inferior a la que se merecen los Estados Unidos. La forma de lograr esto para Alemania era unir a Europa bajo su dominio, ya sea por medios pacíficos o por la guerra, de manera que igualaría a los Estados Unidos en tamaño y [así] sería capaz de competir con esta geográfica, demográfica, económica y militarmente.

«[Los alemanes querían] que Berlín, en lugar de Washington, fuese la sucesora de Londres y París como el centro imperial del mundo.

«El proyecto de Alemania fue colonialista, imperialista y racista, precisamente como el proyecto de los Estados Unidos. [Los alemanes] entendieron la importancia de colocar el capitalismo judío de su lado. Sin embargo, los judíos sionistas se aferraban a su alianza con Londres y Washington, incluso conspirando con estos dos gobiernos en contra de los nazis de Berlín.

«En 1934, la hostilidad judía sionista hacia Alemania se convirtió en algo claro. Esta hostilidad [judía] fue manifestada de una forma muy real: lanzando un boicot económico contra Alemania, en coordinación con los monopolios capitalistas occidentales y gobiernos. Hitler, por su parte, presionó fuertemente a los judíos capitalistas alemanes. Así pues, el sanguinario conflicto recíproco entre las dos partes comenzó a escalar, y este implacable conflicto interno desempeñó un papel en precipitar la Segunda Guerra Mundial».

«Los judíos sionistas le declararon la guerra a Alemania el 5 de septiembre, 1939»

«Cuando la Segunda Guerra Mundial irrumpió, cada una de las dos partes – la alemana y la judío-sionista – culpó a la otra. El hecho es que, según el presidente del Congreso Judío Mundial [sic] Chaim Weizmann, fueron los judíos sionistas quienes le declararon la guerra a Alemania el 5 de septiembre, 1939.

«Hitler dijo: ‘Los Aliados y los judíos quieren eliminarnos – por lo tanto, son ellos los que serán eliminados de la faz de la Tierra’. Por otro lado, los judíos y los Aliados dijeron: ‘Hitler y los nazis quieren eliminarnos, pero son ellos los que serán eliminados’.

«Hubo una fuerte lucha entre diversas partes del capitalismo internacional, por el control exclusivo de los recursos naturales de las colonizadas naciones oprimidas – de hecho, por los recursos naturales de todo el mundo. Los judíos sionistas se opusieron a Alemania debido a sus cálculos precisos de las posibles pérdidas y ganancias, no por el odio a los alemanes o el amor por los estadounidenses. Los dos bandos racistas y usureros vociferaron declaraciones de guerra chauvinistas, cada uno viendo a su enemigo como una fiera que debe ser sacrificada.

«En resumen, el alcance de sus crímenes fue más o menos el mismo – salvo que los crímenes de los Aliados fueron mayores y más extensos.

«La guerra declarada por los judíos en contra de Alemania fue mencionada en una reunión a puerta cerrada el 24 de julio, 1942. Hitler dijo que iba a cerrar sus ciudades o vecindarios [judíos], uno tras otro. A fin de aclarar su intención, dijo, ‘Esta escoria judía [debe] salir del país y emigrar a Madagascar o a cualquier otra patria judía’.

«En otras palabras, Hitler trató a los judíos como a una combatiente minoría hostil y, por consiguiente, por alguna lógica universal de guerra, puso en prisión a aquellos que vivían cerca de las líneas del frente. Al comando alemán le preocupaba que los judíos pudieran participar en propagandas hostiles, y también temían que pudieran espiar para los aliados y también participar en el contrabando de armas, sabotaje y el mercado negro. Los alemanes creían que la judíos sobresalían en todas estas actividades».

«Los judíos… se aliaron con los enemigos de [Hitler] – así que este los combatió»

«Antes de la guerra, los esfuerzos de Hitler por impulsar a los judíos a emigrar fueron exitosos. Él deseaba que encontraran una patria fuera de Europa. Sugirió Madagascar, bajo la supervisión alemana como tal patria, y no tuvo objeciones a que emigraran a Palestina, con la esperanza de que estarían a su servicio después de que fuese él el victorioso (lo que Napoleón había contemplado también).

«Hitler creía que los judíos tenían un talento especial para reclamar tierras, y para la banca. En resumen, su punto de vista de los judíos no era muy diferente del de Cromwell, Napoleón, Churchill y Roosevelt. Los judíos sin embargo, se sumaron a sus enemigos, así que él los combatió junto con sus enemigos.

«En 1939, el número total de judíos en todo el mundo, según las estadísticas de la Sociedad de Naciones, era de aproximadamente 11 millones; después de la guerra, en 1947, el mismo censo de la organización [sic] colocó su número en unos 12 millones. ¿Cómo puede el Presidente Obama, el maestro de estudiosos que es, decir en la Universidad de el Cairo que Hitler mató a siete millones [sic] de judíos?»

«La mentira sobre la aniquilación de siete millones de judíos… generó enormes beneficios económicos, y los sionistas y la entidad israelí se beneficiaron de esto»

«De hecho, Obama no nos sorprende, porque esto es [sólo parte de] los persistentes esfuerzos de los Estados Unidos, a lo largo de la historia Norteamericana, para convencer a la opinión pública de la vileza y la falta de honor de sus enemigos. Ellos están haciendo esto ahora respecto a las víctimas palestinas, la exageración y las mentiras están siendo usadas para servir a los intereses norteamericanos.

«La mentira sobre la aniquilación de los siete millones de judíos debido a su raza generó enormes beneficios económicos, y tanto los sionistas y la entidad israelí se beneficiaron de esto. Sin embargo, tal como dijo el estudioso francés Robert Faurisson, las [verdaderas] víctimas son el pueblo alemán – a excepción de sus dirigentes – y todo el pueblo palestino.