El 2 de agosto, 2015, el diario egipcio Al-Ahram publicó un meticuloso artículo de Hosni Kamal titulado «Acoso Sexual – Un Crimen Contra la Mujer y la Sociedad». El artículo presentó comentarios de altos clérigos sobre este tema, quienes destacaron que el acoso sexual constituía una grave transgresión religiosa y moral que refleja una crisis de moralidad que aflige a los jóvenes egipcios. Algunos de ellos atribuyeron la propagación del fenómeno en Egipto a la dura situación económica y de empleo, la falta de educación y el creciente número de solteros y solteras en la sociedad. Junto a las demandas a endurecer las penas por acoso sexual, incluso al punto de alcanzar la pena de muerte, los clérigos pidieron a las instituciones educativas, religiosas y culturales trabajar juntos para eliminar el fenómeno.
Lo siguiente son extractos del artículo y algunas de las fotos que lo ilustran y acompañan: [1]
«El acoso sexual se ha vuelto omnipresente en fiestas, eventos, protestas y reuniones»
Hosni Kamal comienza mencionando que el acoso sexual se ha extendido por todo Egipto a pesar de estar prohibido en el Islam: «El mandato divino en bajar la mirada aparece en varios versos del Corán, incluyendo el [24:30]: ‘Dile a los creyentes que bajen la mirada y protejan [la castidad de] sus partes privadas. Es mucho más puro para ellos. Verdaderamente, Alá está consciente de lo que hacen’… [Pero] muchos jóvenes ignoran estos valores islámicos nobles – que tienen como destino elevar a la sociedad musulmana y [sus] exaltados objetivos y distanciar a individuos de cualquier rasgo negativo o acción despreciable – al punto que el acoso sexual se ha vuelto omnipresente en fiestas, eventos, protestas y reuniones en todas las provincias.
«Los clérigos exigen endurecer la pena [por acoso sexual] y unir esfuerzos de todas las instituciones religiosas, educativas, culturales y medios de comunicación para difundir un conjunto de valores morales y normas adecuadas».
Franela: «Ojo por ojo»
Cartel: «Protégeme por la humillación de un acosador»
Mirar fotografías de mujeres desnudas pudiera conducir al pecado; Los padres hoy día persiguen el dinero en lugar de educación
Según el artículo, el Dr. Ahmed ‘Omar Hashem, miembro del Consejo de Antiguos Académicos, llamó a examinar las razones de la propagación del fenómeno y endurecer las penas por acoso, diciendo: «La gente puede tropezar [y cometer] acoso sexual, incluso sin darse cuenta. Algunos hombres ven fotos de [mujeres] desnudas, incluso casualmente, o difunden tales imágenes en la red. Ver fotos de mujeres despierta el deseo y apetito [sexual] y podría conducir al pecado. El Profeta prohibió esto… Debemos imponer un castigo disuasivo a cualquiera que tome tales [fotografías], ya que al [hacerlo], a este le importó más tomar la fotografía que detener al criminal de que cometiera el acto y es similar a alguien que vio a un ladrón y le dejó cometer su delito mientras este se quedó observando.
«Este fenómeno está prohibido por todas las religiones monoteístas y los gobernantes deben examinar las razones de su inquietante pronta propagación, que apunta a un colapso de la moral entre este grupo de jóvenes. La difusión de este fenómeno se debe a un debilitamiento de las inhibiciones religiosas entre los jóvenes y a una pérdida recientemente de la fe y los valores [entre ellos]. También se debe a la situación de deterioro económico, la falta de oportunidades de trabajo y la frustración que los jóvenes sienten. Esto, junto al colapso de los valores familiares, quienes ya no se ocupan de sus hijos, no les enseñan las prohibiciones religiosas o no los educan correctamente, ya que el padre y la madre renuncian a una educación adecuada en su búsqueda de dinero. El acoso sexual [busca] la destrucción y la ruina en la tierra, ya que despierta ansiedad en la sociedad… Debemos endurecer las penalidades para aquellos condenados por acoso sexual, especialmente porque el reciente aumento de este delito indica cuan peligroso es».
El acoso sexual es un crimen contra la religión y la moral
El Dr. Jafar ‘Abd Al-Salam, secretario general de la Liga de Universidades Islámicas, fue igualmente citado diciendo que el acoso sexual es un delito contra la moral y la religión que brota de la pobreza y la ignorancia, así como también el aumento de la proporción de individuos solteros en la sociedad: «El acoso sexual, o cualquier forma de violencia sexual, comienza con el aumento del desempleo, la pobreza y la ignorancia y de la agitación política y la anarquía durante protestas o revoluciones Además, el no poder casarse también puede ser un factor en el acoso, considerando especialmente el aumento en [el número de] hombres y mujeres solteras entre las generaciones más jóvenes. No existe ninguna duda de que el acoso se ha incrementado sustancialmente en estos días en comparación con el pasado y que las sociedades deberían dedicar grandes esfuerzos a la prevención de este crimen. Esto sólo puede hacerse descubriendo las razones fundamentales a la aparición de este fenómeno… para una persona que sabe que su Dios nunca puede cometer tal crimen, que es esencialmente un delito contra la religión, la moral y el comportamiento cuerdo. No existe ninguna duda de que todas las sociedades deben trabajar juntas en un esfuerzo por evitar la bancarrota moral encarnada por el acoso sexual».
Acosadores sexuales asumen impunidad y deben ser tratados duramente
El Dr. Mukhtar Marzouq ‘Abd Al-Rahim, decano de la facultad de Fundamentos Religiosos en la Universidad Al-Azhar en Asiut, fue citado diciendo que el acoso sexual es un delito muy grave que debería incurrir en un castigo disuasivo: «El acoso sexual es uno de los peores actos que la sociedad debe confrontar, ya que, como sabemos, este acto fue condenado en la sociedad árabe incluso antes de la llegada del Profeta [Mahoma] y continuó siendo condenado después de la llegada del Islam. Los árabes poseen una visión muy dura al acoso [sexual]… y si esto fuese cierto en la era preislámica y a comienzos de la era islámica, entonces es [sin lugar a duda] nuestro deber hoy seguir la tradición islámica y educar a nuestros hijos de acuerdo a esta… ya que como sabemos, el Corán afirma en [24:31-32]: ‘Di a los creyentes que bajen la mirada y protejan [la castidad de] sus partes íntimas… Y dile a las creyentes que bajen la mirada y protejan [la castidad de] sus partes íntimas y no muestren sus adornos sino sólo lo que es evidente’. Este versículo ordena bajar la mirada y preservar la castidad, por lo que sin [duda] está prohibido ir más lejos y [cometer la grave trasgresión del] acoso a través de la voz o el tacto. Por otra parte, antes que un joven acose a una mujer este debe darse cuenta de que ella es como su hermana, hija o esposa. Tal como dijo el Profeta Mahoma a una persona que deseaba cometer adulterio: ¿Te gustaría que esto le suceda a tu madre? La persona respondió: No. [Mahoma dijo:] ¿Quieres que esto le suceda a tu prima? Y así, hasta que el Profeta dijo: ‘En ese caso, entonces la gente no desea esto’. Este es un famoso hadith y nosotros le decimos a cualquiera que acose sexualmente: ‘Cuídate de Alá, porque te va a castigar a ti y a tu familia sin que te enteres’.
Pancarta: «El pueblo exige que se le corten las manos a los acosadores»
«En cuanto a la pena decretada en el Islam para los que acosan mujeres, no existe un castigo específico descrito [en las fuentes islámicas], pero esta es incluida en la categoría de reproche, la cual es muy amplia. Por lo tanto, el juez, o los miembros de la asamblea del pueblo o el parlamento [quienes debaten el tema], deberían establecer una sanción disuasiva para los que acosan a las mujeres… Si el acosador supiera que tendrá que enfrentar un juicio y una fuerte sanción por acosar a cualquier chica o mujer, [lo evitara], pero en la actualidad este tiene claro que puede acosar y hacer lo que hace con impunidad».
Ahmed Hussein, decano adjunto de la facultad del Da’wa Islámico en Al-Azhar, llamó a equiparar la pena de muerte con los acosadores sexuales: «El acoso sexual es un delito de acuerdo a todas las normas; un crimen vergonzoso ajeno al [carácter] elevado del noble pueblo egipcio. Estos no son actos de duda llevados a cabo por criminales solitarios a fin de distorsionar la imagen de Egipto, al punto de que una [encuesta] en estadísticas nos menciona en el lugar #2 en acosos sexuales… El pueblo egipcio no debería conformarse con menos de la pena máxima – es decir la pena de muerte – para cualquiera que cometa este horrible acto, Alá dijo de los adúlteros, [en Corán 24: 2]: ‘No sean tomados en compasión por ellos… Y dejen que un grupo de creyentes sean testigos de su castigo’. Esto, con el fin de disuadir a cualquiera que piensa en llevar a cabo un acto despreciable de esta naturaleza.
«El sharia equipara la pena de muerte a todo aquel que perjudica el honor de una mujer casada y cualquiera que dañe el honor de una mujer soltera es condenado a latigazos, tortura y encarcelamiento. Sin embargo, [incluso] si el delito cometido es uno de esos delitos por el que el Corán no establece una sanción específica [tal como el acoso sexual], el sharia islámico no exime a sus autores de castigo, sino que más bien se aplica la pena islámica llamada ‘reproche’, que significa que el juez o gobernante tiene la autoridad de equiparar un castigo y puede establecer la pena más dura si cree que el interés [público] lo requiere…
«Este fenómeno perjudica la imagen de Egipto y requiere de intervención y sanciones severas a fin de arrancarlo de raíz. No debemos sentir pena por sus perpetradores, ya que cuando un padre es duro con sus hijos a fin de enseñarles, este no está siendo cruel sino estricto. Hago un llamado a todos a que actuemos juntos para hacerle frente a este fenómeno… hasta que nos sintamos a salvo y seguros».
[1] Al-Ahram (Egipto), 2 de agosto, 2015.