El 1 de diciembre del 2010, el Jeque Yousef Al-Qaradhawi, líder de la Unión Internacional de Estudiosos Musulmanes, publicó una fatwa en su portal, llamando en los musulmanes a emigrar si no podían practicar su religión libremente en los países islámicos donde viven. El fatwa también advirtió a estos emigrantes, sin embargo que protejan su identidad musulmana, no vaya a ser que se integren en una sociedad no-islámica. El mismo fatwa apareció por primera vez en el 2006 en el portal Islamonline.com.

A continuación se presenta un extracto del fatwa, precedido por la pregunta que lo solicito: [1]

Pregunta: «¿Cuáles son las reglas del Sharia respecto a la emigración hacia los países occidentales, tales como Canadá y Australia, por un período de tiempo fijo, empleo y motivos relacionados con ingresos. Después de todo, las oportunidades de trabajo en la mayoría de los países árabes son extremadamente limitadas y si uno encuentra [trabajo], el salario no cubre nuestras necesidades individuales y mucho menos los de la familia. Debo señalar que tengo la intención de viajar al [extranjero] sólo por [unos pocos años], con el objeto de ganar dinero y luego regresar a [casa], es decir, no tengo la intención de instalarme en el [extranjero]. [También] quiero señalar de que soy soltero».

Respuesta: «… La emigración es a veces permitida y a veces es [incluso] un deber religioso si uno no puede practicar su propia religión en el país [donde vive]. En este sentido, dice [el Corán]: ‘Cuando los ángeles toman las almas de aquellos que mueren en pecado en contra de sus almas, [los ángeles] preguntarán: ¿En qué te comprometiste? Ellos dirán: ¿Estamos oprimidos en la tierra. [Los ángeles] dirán: ¿No era la tierra de Alá tan amplia para que pudieses haber migrado allí?… [Corán 4:97]

«Esta emigración no es sólo permitida, sino que es un deber que incumbe a [todos] los musulmanes: si uno encuentra [otro] país que tiene un lugar para este y su religión, donde pueda practicar esa religión [libremente], por lo menos en lo que respecta a los ritos y [otras] cosas básicas, está obligado a emigrar.

«Sin embargo, existen una serie de deberes que incumben a los musulmanes que emigran… Por desgracia, hay musulmanes que emigraron a Australia, Argentina y Norteamérica que, [después de] una generación, se desviaron totalmente, se asimilaron a una sociedad [no islámica], sus identidades fueron borradas – y [todo] esto fue debido a la falta de conocimiento del Islam y del verdadero compromiso con esta y porque fueron allí únicamente por [motivos] de ingresos y sustento. Algunos [de estos emigrantes incluso] se casaron en la [sociedad en que vivían] y se perdieron por completo y esto está prohibido.

«Es por eso que existen cinco deberes que incumben a toda persona que emigra a los países [no islámicos]: el deber de uno mismo, el deber a la familia y a los hijos, el deber de los hermanos musulmanes, un deber a la sociedad no islámica en el que uno vive; y un deber a los temas más importantes del ummah [musulmán]. El deber más importante es el primero, que guarda la identidad musulmana en contra de la asimilación en la sociedad [no islámica]. Esto no significa que uno tiene que cerrarse a la sociedad y disociarse a sí mismo de ella – eso [haría] un daño distinto. No queremos que el musulmán se disocie a si mismo, se aísle a sí mismo, [se retire] en sí mismo y abandone la sociedad. [Por otra parte], no queremos que se abra [a la sociedad] y retire todas las garantías [del Islam al punto donde] su identidad sea asimilada… Queremos la adhesión [al Islam], sin el aislamiento y la apertura sin asimilación. Este es la medio camino correcto para las personas que viven en [países no islámicos]…»


[1] www.qaradawi.net, 1 de diciembre, 2010.