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El 31 de marzo, 2020 el medio de comunicación de Al-Qaeda Central, la Fundación Al-Sahab, emitió una declaración en inglés y árabe titulada «El camino a seguir – Consejos sobre la pandemia del coronavirus».[1] Al reflejar el punto de vista del liderazgo de Al-Qaeda, de que la pandemia del COVID-19 es una clara señal de la furia de Dios (Alá) hacia la humanidad por sus pecados y su incumplimiento a los mandatos de Dios, el documento de seis páginas insta a todos los musulmanes a arrepentirse y a todos aquellos no-musulmanes a aceptar el Islam.

Al enumerar lo que este ve como las causas de la pandemia, el documento menciona la «obscenidad y corrupción moral» que arrasa a través del mundo musulmán, incluyendo los lugares sagrados en Arabia Saudita y la tiranía de los gobernantes musulmanes. También alude a lo que describe como el fracaso de los musulmanes en apoyar y defender a los oprimidos y librar el yihad contra «el enemigo cruzado». Este insta a los musulmanes a actuar y liberar a los prisioneros musulmanes y a los estudiosos musulmanes para aprovechar así la oportunidad de promover el yihad, apoyar a los muyahidines y difundir el «credo correcto».

Además, el documento elogia y subraya la importancia de los reglamentos islámicos respecto a la higiene personal, tales como «cubrirse el rostro con un paño o cualquier cubierta protectora al estornudar o toser». También enfatiza que está prohibido huir de las áreas infectadas, afirmando que «El Profeta emitió órdenes estrictas de que cualquier persona que se encuentre en un área infectada por una enfermedad viral no debe abandonar esa área o viajar a ninguna otra región, pueblo o aldea, para que la infección no se extienda hacia nuevas localidades. El Profeta nos enseñó que quien permanece pacientemente en su localidad cuando se propaga una enfermedad viral, su recompensa es igual a la de un mártir debido a que eligió preservar y proteger la vida humana y la prosperidad en otros lugares».

La segunda parte del documento, titulada «Un llamado general a las masas en el mundo occidental para que acepten el Islam», es dirigido al mundo occidental, acusándolo de librar una guerra contra el Islam y de enojar a Dios a través de la práctica generalizada de la usura. El documento exhorta a los no-musulmánes a utilizar el tiempo en cuarentena para estudiar y aceptar el Islam y castigar a los gobiernos occidentales, en el que dice dedican recursos vitales a la guerra y a la propagación del ateísmo en lugar de los servicios de salud y de bienestar.

Lo siguiente son extractos de la versión en inglés del documento, publicado por Al-Sahab:

«El camino a seguir – Consejos acerca de la pandemia del coronavirus».

«Como todos ya sabemos, la pandemia del coronavirus ha proyectado su sombría y dolorosa oscuridad sobre el mundo en su totalidad. A través del globo terráqueo, parece ser que no existe luz al final del oscuro túnel en el que se halla. La gente se encuentra atrapada en sus hogares, las tiendas y negocios se ven obligados a cerrar. La economía global se encuentra paralizada y el mundo se ve totalmente perplejo por esta situación. Todo lo que una vez se dio por sentado ahora se ve en grave peligro. Las economías de las principales naciones están en ruinas mientras la totalidad de su aparato estatal, incluyendo el ejército y los servicios de seguridad se ven inmovilizados por un enemigo invisible. Las normas de comportamiento social, los estilos de vida, todo está siendo redefinido. Solo Alá sabe lo que deparan los próximos días. En medio de esta crisis sin precedentes, consideramos es nuestro deber consolar a nuestros hermanos y hermanas musulmanes y discutir el camino a seguir para el mundo musulmán específicamente y para la humanidad en general.

«La actual crisis ha expuesto la fragilidad de una economía global dominada por Estados Unidos. Hace solo unas semanas, la economía avanzaba de una manera histórica, las perspectivas eran mejores que nunca. Trump no podía dejar de alardear sobre el crecimiento económico […]

«Debe decirse que la llegada de esta pandemia al mundo musulmán es solo consecuencia de nuestros propios pecados y nuestra distancia impuesta a la metodología Divina que Alá ha elegido para Sus esclavos. […] Antes de que ocurriera este gran desastre, la obscenidad y la corrupción moral ya se había generalizado en los países musulmanes. De hecho, este fenómeno había extendido sus sucios tentáculos hacia las proximidades del lugar más puro en la faz de la tierra, el Haram en Makkah (Meca). Y justo cuando la indecencia era promovida abiertamente con supervisión oficial, las cárceles comenzaron a desbordarse con los justos, los reformistas y estudiosos. Los déspotas que gobernaban el mundo musulmán, específicamente en el mundo árabe, han sido culpables de cometer las formas más inimaginables de tortura y abusos contra los estudiosos musulmanes y muyahidines en celdas de tortura secretas lo cual se ha convertido en norma y pauta a lo largo y ancho de todo el mundo musulmán.

«Para empeorar las cosas, las causas islámicas han sido relegadas al olvido en todo el mundo musulmán, especialmente Siria, Irak, Waziristán, Palestina, Turkestán Oriental, Libia, el Magreb Islámico y Somalia. El enemigo cruzado está enfocado en asesinar a los creyentes, destruir sus hogares, enterrar vivos a los oprimidos bajo los escombros y desplazar a millones de sus tierras, mientras el resto del mundo observa. Existen cientos de miles en todo el mundo que han sido perjudicados por esta opresión y no encuentran nadie a quien presentar quejas, excepto Alá.

«Este tipo de opresión palidece en comparación con las campañas dirigidas por Occidente para difundir el ateísmo en las sociedades musulmanas. Occidente, con la ayuda de sus herramientas locales, gobernantes déspotas y medios de comunicación occidentalizados – ha hecho esfuerzos incansables para distanciar a los musulmanes de su religión y valores». Se han gastado billones en estas campañas, principalmente de las arcas del bienestar público. Si estos fondos se gastaran en alivio de la pobreza, en el mundo musulmán o en Occidente, podrían haber transformado la vida de millones que luchan por debajo del umbral de la pobreza. […] Alá está enojado. Su ira es severa contra aquellos que cruzan los límites y se oponen a Él y su castigo es igualmente doloroso. Oramos a Alá por nuestra seguridad. El ser privados de adorar el Tawwaf alrededor de la Kabbah y los rezos en congregación son señal de siniestra advertencia. Es una clara indicación de la ira de Alá; pueda la gloria estar con Él y que Sus Nombres sean glorificados. Le pedimos a Alá que nos proteja de todo mal. […]

«Los musulmanes deben aprender algunas lecciones serias sobre esta calamidad y comenzar a tomar medidas prácticas para la liberación de prisioneros y personas desaparecidas en todo el mundo islámico. A un gran número de muyahidines y aquellos presentes en los frentes se les ha impedido rezar, por razones obvias de seguridad en las mezquitas, se les ha impedido realizar el Hayy o el Umrah. Durante casi tres décadas, han estado esperando ver con sus propios ojos estos lugares benditos. Roguémosle a Alá que ese día llegue pronto. Dejen que el ummah aproveche esta oportunidad para recordar y reflexionar sobre el hecho de que todo el ummah se ha visto privado de visitar libremente el destino del Viaje Nocturno del Profeta – Al Aqsa – durante más de un siglo debido a la ocupación de los sionistas a la Tierra Bendita. […]

«En esta crisis, nos gustaría recordarle a la gente inteligente y a aquellos que le piden a Alá para que intensifique sus esfuerzos en convocar a la población para que se acerquen a Alá y los invite a arrepentirse sinceramente. Ahora es el momento de difundir el credo correcto, llamar a la población al yihad en el Camino a Alá y crear una revuelta contra la opresión y los opresores. También llamamos a los musulmanes opulentos a dar un paso y mostrar misericordia hacia los segmentos pobres y privados de la sociedad para que puedan encontrar algún consuelo en estos tiempos angustiosos. Existe gran necesidad hoy de cuidar a los huérfanos, viudas, a las familias de los prisioneros y apoyar a los muyahidines que son sinceros en sus acciones.

«Al igual que invitamos a los musulmanes a arrepentirse, los muyahidines en los diferentes frentes también nos arrepentimos sinceramente con nuestro Señor y nos responsabilizamos de nuestras acciones. Debemos hacernos una introspección y reflexionar sobre nuestras acciones para que podamos librarnos de nuestros pecados. Debemos convertir esta calamidad en una causa para unir nuestras filas, mostrar misericordia a los débiles, poner fin a la injusticia en todas sus formas, otorgarle a los justos sus derechos, poner nuestra confianza por completo en Alá, rechazar todas las formas de irregularidades y exhortar a nuestros líderes a ser justos. […]

«Un llamado general a las masas en el mundo occidental para que acepten el Islam».

«¡Oh pueblos del mundo occidental! Ustedes han visto con sus propios ojos el poder y la fuerza de Alá exhibidos en este débil e invisible soldado. Esta es una oportunidad otorgada por Alá para que reflexionen sobre la sabiduría oculta en el caos destruido por un débil intruso. Sus gobiernos y ejércitos se encuentran indefensos, totalmente confundidos frente a esta débil criatura. Alá, el Creador, ha revelado la fragilidad y vulnerabilidad de su fuerza material. Ahora es claro a todos que no fue más que un engaño que no logró soportar la prueba del más diminuto soldado de Alá sobre la faz de la tierra. El avance tecnológico y la globalización del cual el hombre se enorgulleció enormemente se han convertido en su ruina. Hoy, si alguien estornuda en China, aquellos en Nueva York sufren sus consecuencias

«Les invitamos a reflexionar sobre el fenómeno del Covid-19 y considerar cuidadosamente sus causas más profundas. La verdad es que, nos guste o no, esta pandemia es un castigo del Señor de los Mundos por las injusticias y la opresión cometidas contra los musulmanes específicamente y contra la humanidad en general por los gobiernos que ustedes eligen. Sus gobernantes han extendido guerras, destrucción y hambrunas en regiones que no tenían escasez de desafíos preexistentes que enfrentar. Ellos se han robado los recursos y la riqueza de las naciones pobres y, a fin de avanzar esta causa vil, apoyan y nombran a déspotas gobernantes en todas las tierras musulmanas.

«Consideren el daño económico causado por esta pandemia. La causa fundamental de esto es su economía basada en la usura. Participar en usura, como sabrán, es una declaración de guerra contra el propio Alá. […]

«Entonces, ¿no tomarán ustedes esta pandemia como una advertencia Divina para regresar a la disposición natural en la que Alá creó al hombre, libre de inclinaciones malignas… el retornar hacia tu Señor? Este mundo es una morada temporal y en el Día del Juicio Final todos nos enfrentaremos a esta responsabilidad. Nos gustaría compartir con ustedes nuestro deseo de que sean nuestros socios en los Cielos, cuya extensión es mucho mayor que en la tierra y en el firmamento. […]

«El Islam es una religión orientada a la higiene. Esta hace mucho hincapié en los principios de prevención para proteger a uno de todas las formas de enfermedad. Esto se implementa a través de un sistema de higiene personal que toma la forma de una rutina regular que se repite varias veces durante todo el día. Las leyes sobre medidas preventivas incluyen la necesidad de utilizar solo la mano derecha para comer, beber y todas las actividades decentes y la mano izquierda para limpiar el cuerpo. Nuestro Profeta ordenó a los musulmanes que respeten ciertas normas y etiquetas como el cubrirse la cara con un paño o cualquier cubierta protectora al estornudar o toser. […]

«La importancia de la higiene y la limpieza para prevenir enfermedades y prevenir virus es manifestada en varias facetas del Islam. […] El Profeta emitió órdenes estrictas de que cualquiera que se encuentre en un área infectada por una enfermedad viral no debe abandonar esa área o viajar a cualquier otra región, pueblo o aldea para que la infección no se propague hacia nuevas localidades. El Profeta nos enseñó que quien permanece pacientemente en su localidad cuando se propaga una enfermedad viral, su recompensa es igual a la de un mártir debido a su decisión de preservar y proteger la vida humana y la prosperidad en otros lugares.

«No olvidemos que el brote de Covid-19 surgió de uno de los lugares más inmundos de la tierra, los mercados Wuhan, donde se pisotearon todas las normas conocidas de prácticas dietéticas decentes y humanas. Desde insectos hasta roedores y reptiles, en resumen, todo es inseguro para el consumo humano, o cuyo consumo está prohibido en todas las religiones reveladas, fueron vendidos y consumidos en ese lugar.

«¡Oh pueblos del mundo occidental! La insensibilidad de sus gobernantes es evidente para ustedes hoy. Ellos están menos preocupados por la salud de las sociedades de las cuales son responsables. En lugar de garantizar la provisión de instalaciones de salud y de suministros médicos, algunos de los cuales son tan baratos y simples como las máscaras faciales y los EPP – están obsesionados con los suministros de guerra y las herramientas de erradicación humana. Si solo hubiesen gastado una fracción de este dinero en atención médica y en seguridad pública, en lugar de satisfacer sus antojos imperialistas y expansionistas, pudieran haber salvado millones de vidas.

«Para concluir, nos gustaría recordarle a los no-musulmanes que utilicen su tiempo en cuarentena para obtener más información sobre el Islam a partir de fuentes auténticas; leer y reflexionar sobre los méritos que hacen que el Islam se destaque de todas las demás religiones, ‘ismos’ y sistemas.

«Les tenemos un breve mensaje a los opresores cruzados y a sus asalariados entre los sionistas y los apóstatas: El temor y el pánico que les ha golpeado es buen augurio para nosotros. Le pedimos a Alá que demuestre sus poderes en su sufrimiento y acelere su perdición».


[1] Fundación Al-Sahab, 31 de marzo, 2020.