En mayo del 2008, Al-Azhar hizo circular un fatwa bajo el cual debe asignarse el 20% de las ganancias netas del petróleo y otros recursos naturales del subsuelo a instituciones de caridad. El prominente jeque islámico Dr. Yousef Al-Qaradhawi objetó el fatwa, y sólo fue emitido mucho después en Arabia Saudita. El solo hecho de haber dado a conocer el fatwa ya había sido retrasado durante siete años en Egipto, mientras esperaba por la aprobación de Al-Azhar.

A continuación se presentan extractos de un artículo que discute el fatwa, en el semanario egipcio Roz Al-Yousef: [1]

El fatwa está basado en el Corán y en el Hadith

El fatwa que estipula que el 20% de todos los recursos naturales del subsuelo deberían ser reubicados a instituciones de caridad, fue dictado por «un filósofo islámico egipcio, el Dr. Muhammad Shawqi Al-Fanjari, quién tuvo un cargo antiguo en el Concejo de Estado de Egipto antes de emigrar a Arabia Saudita, dónde disertó sobre economía islámica…

«En luz al continuo incremento en los precios del petróleo, que comenzaron con la guerra de octubre de 1973… Al-Fanjari sintió la necesidad de implementar el fatwa [encontrado en las fuentes islámicas] referente a [la reubicación de] las instituciones de beneficencia por parte de los recursos naturales de la tierra.

«[Fanjari cree que] este fatwa no está basado en el ijtihad [juicio intelectual independiente]; él mantiene que está basado en el Corán y es endosado por un hadith fiable…

«Según la [investigación de Al-Fanjari a estas fuentes, el fatwa declara que] un quinto [de todas las ganancias de los recursos naturales del subsuelo] sea asignado a instituciones de caridad. Según el Imam Ahmad bin Hanbal [fundador de la escuela Hanbali de jurisprudencia islámica, la cual es seguida en Arabia Saudita], esto se refiere a todo lo que yace bajo tierra, sea líquido o sólido – [incluyendo] el petróleo minerales y otros recursos naturales del subsuelo, [y] posiblemente incluso objetos desenterrados por alguna excavación arqueológica…

«Al-Fanjari presentó su investigación en la Primera Conferencia Internacional sobre Economía Islámica, celebrada en la Meca en 1976… Él sostuvo que si a los países árabes productores de petróleo se les exigiera asignar el 20% de todas las ganancias netas del petróleo a instituciones benéficas, y si estos beneficios fuesen manejados por bancos [especialmente] designados para llevar a cabo transacciones con [fondos] de caridad, ni un solo individuo necesitado permanecería en el mundo islámico. [Además,] la justicia social sería lograda, y la misión internacional del Islam sería llevada a cabo.

«De esta manera, el beneficio [obtenido por los fondos de caridad acumulados de las ganancias del petróleo] sería distribuida entre los necesitados y entre las víctimas de desastres mundiales. El 80% remanente de las ganancias del petróleo, Fanjari creía, sería más que suficiente para proporcionarle a los países productores de petróleo con todas sus necesidades…»

«El Dr. Al-Fanjari incluyo su investigación… en uno de sus libros… [Él] insistió en que él no hubiera compuesto el fatwa si no lo hubiese meramente descubierto, ya que este está explícita y claramente deletreado en los libros de ley islámica.

«¡Al-Fanjari se refiere al verso coránico ‘O tu quién cree! Da de las cosas buenas que has (honorablemente) obtenido, y de los frutos de la tierra que Nosotros hemos producido para ti… [Corán 2:267]’, qué enumera los artículos de los cuales una parte debe ser asignada a las instituciones de caridad.

«Él también cuenta ambos en un hadith fiable bajo el cual un quinto [de todas las ganancias] de los recursos naturales debe [ser prorrateada] a las instituciones de caridad, y en la interpretación [de este fatwa] por el Imam Ahmad bin Hanbal, que incluye bajo la palabra ‘recursos’ todo el subsuelo, líquido o sólido… aunque Ibn Hanbal vivió cuando el petróleo no había sido descubierto todavía…

«En este asunto de la jurisprudencia, Al-Fanjari no confía en la opinión de Ibn Hanbal exclusivamente sino también en el punto de vista de otras escuelas de jurisprudencia. [De hecho,] los estudiosos religiosos que pertenecen a las escuelas Hanafi y Shaf’i [también] exigieron que [una porción de las ganancias obtenidas] de los recursos naturales debe ser asignada a las instituciones de caridad, aunque ellos ordenaron que los fondos obtenidos de esta forma deben ser distribuidos en la región del cual los minerales – o en este caso el petróleo – había provenido.

«Por otro lado, Imam Malik [fundador de la escuela Maliki de jurisprudencia religiosa], sostuvo que cualquier cosa derivada del subsuelo era considerada propiedad del estado, y [que por consiguiente] no había ninguna obligación [en distribuir parte de las ganancias de esta] a las instituciones de caridad…»

Al-Qaradhawi: A los países árabes no debería exigírseles prorratear la caridad de las ganancias de los recurso naturales

Según el artículo, el Jeque Yousef Al-Qaradhawi, director de la Asociación de Estudiosos Religiosos Musulmanes que actualmente reside en Qatar, objetaron al fatwa. El artículo dijo que Al-Qaradhawi argumentó que «los escritos en asignar parte de los recursos naturales a instituciones de caridad no deberían ser implementados, porque el petróleo es propiedad de los estados árabes en lugar de los ciudadanos, y porque no son los países que donan a las instituciones benéficas, sino los ciudadanos, mientras el estado recibe las donaciones de caridad de ellos.

«Al-Qaradhawi luego declaró que los países islámicos productores de petróleo ya contribuían con fondos para ayudar a los musulmanes, y que por consiguiente no deberían pedirles que den también parte de las ganancias de los recursos naturales a instituciones benéficas.

«Al-Fanjari respondió que el mandato de Al-Qaradhawi sólo sería válido si los países islámicos constituyeran un solo estado. Sin embargo, él dijo, ya que son estados separados, el dinero de las ganancias obtenidas del petróleo no es distribuida entre todos los países islámicos, sino permanece siendo propiedad de esos países dónde el petróleo se encuentra realmente. Por consiguiente, [los países] productores de petróleo deben donar a las instituciones publicas, [y esta beneficencia] debería entonces ser distribuida a países que no tienen petróleo…»

Censor saudita objeta al fatwa, el antiguo Concejo de Clérigos saudita lo endosa

El artículo también menciona otra acción, en Arabia Saudita, para invalidar a ambos la investigación de Al-Fanjari y el fatwa: «Bajo la ley saudita, ningún libro puede publicarse sin permiso de un censor oficial… Al-Fanjari clama que el contenido de su libro encolerizó al censor, que dijo que él no podía autorizar su publicación, en especial Arabia Saudita el cual no había implementado el fatwa…

«[Sin embargo,] el argumento entre el autor del libro y el censor saudita fue resuelto con la ayuda de un tercer partido – [el entonces] presidente del Antiguo Concejo de Clérigos Saudita, [Gran Mufti] Jeque ‘Abd Al-‘Aziz bin Baz, quien convocó a una reunión entre las dos partes y durante esta endosó [el fatwa] de Al-Fanjari, diciendo que el Antiguo Concejo de Clérigos había reconocido su legitimidad…

«El censor objetó, protestando de que él no podía permitirse a si mismo publicar el libro… Fue convenido que ‘Abd Al-‘Aziz bin Baz tomaría la responsabilidad teológica y del sharia para la publicación del libro. Es más, el [entonces] ministro de dotación religiosa saudita… entregó personalmente la segunda edición del libro para su publicación…»

Al-Azhar retuvo el verso del fatwa durante siete años

El artículo concluyó: «El fatwa fue retenido en Egipto durante siete años. En 1989, el Dr. Al-Fanjari viajó de vuelta a Egipto, y en 1999 fue electo miembro de la Academia para la Investigación Islámica.

«En el 2001, entregó un estudio sobre la legitimidad de prorratear las instituciones de caridad [de las ganancias de] los recursos naturales del subsuelo, y pidió a la Academia evaluar sus conclusiones. El estudio fue pasado a un comité de jurisprudencia islámico, y fue enterrado durante siete años.

«Este fue finalmente endosado por un comité que consiste en dos miembros de la Academia – el Dr. ‘Abdallah Al-Nagar y el Dr. Muhammad Rafat ‘Othman… quiénes consintieron en aprobar sólo el fatwa si el autor lo reescribía en términos de [donar una parte de] las ganancias de los recursos naturales del subsuelo a las instituciones de caridad, o, más generalmente, una parte [de las ganancias] de algo derivado de debajo de la superficie de la tierra – en lugar de referirse específicamente al petróleo…»


[1] Roz Al-Yousef (Egipto), 14 de junio, 2008