En un artículo reciente, el académico pakistaní Dr. Tariq Rahman examinó la política de protección de los militares paquistaníes a varias organizaciones terroristas en Pakistán, especialmente los grupos jihadistas sunitas en la provincia de Punjab, que habitualmente atacan a los musulmanes chiítas.

En un artículo titulado «¿Puede Pakistán Acabar con el Terrorismo?» Rahman, quien es Profesor Emérito en la Universidad Nacional de Estudios de Pakistán Quaid-i-Azam en Islamabad, sostuvo que el estado paquistaní mantiene una política de doble discurso hacia los grupos terroristas.

También observó: «Algunos grupos [militantes] en Punjab, que también llevan a cabo asesinatos sectarios, están protegidos para que puedan ser utilizados en contra de India, el ejército de [Pakistán] y las agencias de inteligencia ven estos grupos como activos estratégicos».

A continuación se presentan algunos extractos del artículo de Rahman: [1]

«Ciertos grupos [militantes] en el Punjab, que también llevan a cabo asesinatos sectarios, están protegidos para que puedan ser usados en contra de India»

«El Informe del Congreso de Estados Unidos sobre Antiterrorismo no fue aceptable para Pakistán, según un informe del 7 de abril citando a un portavoz de la Oficina de Relaciones Exteriores [pakistaní]. El informe reiteró que Pakistán aún no tiene ‘vía libre’ para acabar con el terrorismo. Esto fue otra manera de decir que Pakistán tiene una política de doble discurso hacia los grupos terroristas que operan desde su suelo. Mientras que algunos [grupos militantes] son combatidos, otros no son tocados. No se trata de una nueva queja…

«Ciertos grupos [militantes] en el Punjab, que también llevan a cabo asesinatos sectarios, están protegidos para que puedan ser utilizados en contra de India. El ejército [de Pakistán] y las agencias de inteligencia ven a estos grupos como activos estratégicos debido a su percepción céntrica con India de la política exterior. De que los grupos tienen la misma visión del mundo que estos pueden imponer, con fuerza y coacción, sobre el público y que esto puede violar los derechos humanos, los derechos de la mujer y aumentar la anarquía en el país son consideraciones que no entran en la ecuación.

«La política ha tenido varios efectos. En primer lugar, nunca engañó a los estadounidenses que han dicho constantemente que «hagan más» para los paquistaníes. En segundo lugar, se ha hecho enemiga acérrima de ciertos grupos extremistas que han atacado a la policía, al ejército y las agencias de inteligencia para tomar venganza y desestabilizar el régimen. En tercer lugar, ha impedido a Pakistán hacer amistad con India debido a que los grupos militantes han atacado a India – con o sin el consentimiento del estado paquistaní – y se mantienen opuestos a la paz».

«La política [de proteger a los grupos militantes] ha confundido a la gente del pueblo de Pakistán que ahora cree… que es Estados Unidos e India que apoyan a los militantes»

«En cuarto lugar, la política ha confundido a la gente del pueblo de Pakistán que ahora cree en las teorías de conspiración más increíbles incluyendo la idea absurda de que son los Estados Unidos e India que apoyan a los militantes. Esto ha hecho que cualquier acción concertada contra los militantes sea difícil y rara. La acción en Swat, aunque con mucho retraso, fue un éxito, pero fue una ocurrencia rara, porque por una vez el público se unió casi en su apoyo a la acción militar en contra de las fuerzas del [comandante talibán] Maulvi Fazlullah [quienes trataron de imponer el Sharia islámico en el distrito de Swat, en el 2009].

«Los hechos, que siguen apareciendo en nuestros medios de comunicación, son que los militantes capturados son pakistaníes y algunos son afganos. Muchos de ellos han confesado ser entrenados para los atentados suicidas en algunas partes del Fata [Áreas Tribales bajo Administración Federal]. Por ejemplo, el 3 de abril, Fidalgo Hussain, un joven de 15 años de edad, fue capturado después de la explosión suicida en el santuario del santo sufí, Sakhi Sarwar. Este dijo que más de 300 jóvenes estaban siendo entrenados para convertirse en terroristas suicidas en Waziristán del Norte.

«Este ataque fue propiedad de Ehsanullah Ehsan, el portavoz de los talibanes. Y sin embargo los medios de comunicación no lo presentaron adecuadamente y la gente común todavía cree que los atentados son llevados a cabo por los servicios secretos estadounidenses. El ejército aún cree que debe mantenerse fuera del Norte de Waziristán a fin de utilizar la red Haqqani de encontrar ‘profundidad’ en Afganistán».

Para ver el artículo en su totalidad en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/5224.htm


[1] La Tribuna Expresa (Pakistán), 17 de abril, 2011. El texto del artículo ha sido ligeramente editado para mayor claridad.