En un artículo el 22 de noviembre, el destacado periodista saudita Abd Al-Rahman Al-Rashed, el ex editor de Al-Sharq Al-Awsat y el ex director de Al-Arabiya TV, escribe que el terrorismo no puede ser eliminado removiendo a sus líderes, ya que otros nuevos siempre surgen en su lugar. Tampoco pueden ser eliminados retirándonos de los territorios, tal como la retirada estadounidense de Irak, que se suponía pondría fin al terrorismo contra sus fuerzas allí. Más bien, dice Al-Rashed, la manera eficaz de luchar contra el terrorismo es combatir contra la ideología extremista en la que este se basa. Este hace hincapié en que los que difunden la ideología – tales como predicadores, personalidades de los medios de comunicación y maestros – son más peligrosos que los líderes terroristas como bin Laden, ya que son capaces de producir nuevos líderes terroristas y organizaciones cuando las antiguas son eliminadas.
Al-Rashed señala que, después de la Segunda Guerra Mundial, los europeos llegaron al extremo a fin prohibir la ideología nazi; prohibieron su enseñanza o el comercializarla y excluyeron a cualquiera relacionado a esta del ámbito público. Este argumenta que los extremistas del Islam de hoy día se asemeja al nazismo de muchas maneras, ya que este también es fascista y está basado en una fe ciega en una ideología y odio extremo y la hostilidad hacia los demás. Por lo tanto, se deben tomar medidas similares en contra de esta también.
Al-Rashed argumentó de la misma manera en un artículo de mayo, 2015 en el que este también estableció un paralelismo entre el extremismo religioso y el nazismo. Señaló que, al igual que las democracias occidentales, que normalmente protegen la libertad de expresión, este sintió la necesidad de hacer una excepción del nazismo y prohibió al movimiento, Arabia Saudita se le justifica igualmente en prohibir el extremismo religioso.
Lo siguiente son extractos de traducciones al inglés de ambos artículos que aparecieron en el portal Al-Arabiya.
‘Abd Al-Rahman Al-Rashed (imagen: al-Arabiya.net)
El terrorismo no es sobre líderes o sus motivos, sino sobre ideología y aquellos que la difunden
En su artículo el 22 de noviembre, 2015 Al-Rashed escribió: «En mayo del 2011, millones de personas en todo el mundo fueron testigos del fin de la organización Al-Qaeda, o para ser más exactos, el fin del líder de la organización Osama bin Laden, quien fue asesinado durante una muy hábil operación de inteligencia. El cuerpo de Bin Laden fue envuelto en sábanas y cadenas de hierro y enterrado en el mar. Lo que este simbolizó también terminó con su muerte y al-Qaeda, que había aterrorizado al mundo, también fue enterrado con él. Todas las figuras significativas dentro de la organización [también] fueron asesinados o detenidos…
«Lo que se creyó ser un motivo detrás del terrorismo – la presencia militar estadounidense en Irak – también se creyó había llegado a su fin cuando [los Estados Unidos] se retiró.
«Creo que el problema aquí está relacionado con el diagnóstico del problema inicial. El terrorismo no era ni sobre los líderes o sus motivos, sino sobre una ideología motivada por predicadores, personalidades de los medios de comunicación, profesores y fuertes creyentes en el extremismo, quienes son más peligrosos que los bin Laden y Zarqawi. Esta gente es capaz de producir liderazgos y organizaciones alternativas, bajo diferentes consignas y en diferentes áreas. Inventaron a Abu Bakr Al-Baghdadi como alternativa a bin Laden y el Estado Islámico de Irak y Siria (EIIS) como una alternativa a Al-Qaeda. Siria se ha convertido en un nuevo campo de batalla y los vídeos de bin Laden fueron sustituidos por Twitter, Facebook y WhatsApp. Estos se han vuelto más peligrosos.
«La guerra ha regresado al punto de partida, [pero] los terroristas hoy se distinguen de sus predecesores. [Las organizaciones] no sólo han crecido en tamaño, sino que también tienen más expertos y son más influyentes. Derribaron un avión ruso utilizando una bomba supuestamente con 1 kg de explosivos y llevaron a cabo una serie de ataques terroristas en París. Una rama terrorista en Nigeria cruzó las fronteras de Malí y se apoderaron de un hotel tomando rehenes. Luego el EIIS afirmó que ejecutó un rehén chino y amenazó a Estados Unidos con operaciones inminentes. Todos estos actos terroristas que horrorizaron al mundo fueron cometidos en menos de un mes».
«Hoy el Islam extremista es también fascista, y se asemeja al nazismo, que se basa en los conceptos de discriminación y en la eliminación»
«Creo que existe una serie de errores cuando se trata de entender [el] «nuevo» terrorismo. El primer error es creer que una organización terrorista colapsa con el asesinato de sus líderes. Lo segundo es creer que las declaradas excusas son el motivo del terrorismo – particularmente vinculando estas excusas a los planes de liberación del pasado; por ejemplo, alegando que la retirada estadounidense de Irak provocaría el [fin] del terrorismo. Históricamente hablando, Al-Qaeda nació seis años antes de la invasión de Irak y se expandió aun más luego de la retirada de Estados Unidos.
«El tercer error es creer que la solución es retirarse de las zonas en crisis, tal como ocurrió en Vietnam. Los Estados Unidos retiraron sus tropas de Irak y se negó a entrar en Siria. El cuarto error es involucrarse en el juego sectario mediante apoyando la lucha entre chiitas o sunitas. El quinto y más importante error es adoptar un enfoque indulgente con ideologías extremistas, siendo este un problema importante y la fuente de poder del terrorismo.
«Después que Adolf Hitler se suicidó y tras la incineración de su cuerpo, los triunfadores de la guerra no solo levantaron la estandarte de la victoria sobre Berlín sino que también prohibieron la ideología nazi. Prohibieron su enseñanza o comercialización y también impidieron a aquellos que de cualquier forma están relacionados a este con la práctica de cualquier actividad social.
«Hoy el Islam extremista de también fascista y se asemeja al nazismo basado en los conceptos de discriminación y eliminación. Al igual que el nazismo, el Islam extremista se basa en la lealtad absoluta a una ideología y al odio y la hostilidad contra los demás, sean estos musulmanes o no. Si se quiere eliminar a Al-Qaeda, el EIIS y el Frente Al-Nusra, uno tiene que ir tras la ideología. Sin ello, podemos esperar que el próximo siglo este repleto de anarquía y terrorismo». [1]
«En el Medio Oriente, nuestra versión del fascismo nacionalista es el extremismo religioso, el cual es tan peligroso y destructivo»
En su artículo del 28 de mayo, 2015 Al-Rashed escribió: «No es coincidencia que en algunos países occidentales, cuyas constituciones estipulan claramente la protección de la libertad de expresión y el partidismo, el nazismo con carácter excepcional está prohibido en creencia y en la práctica y los que violen esta ley son castigados. Esto no es hipocresía o un retiro en el respeto a las libertades. El nazismo está prohibido porque es una ideología nacionalista extremista, fascista que representa una amenaza directa a la nación. Su historia sangrienta es moderna y su fuego aún arde bajo las cenizas. Las ideas extremistas están presentes en todas partes, pero ya que el extremismo nazi es muy peligroso, los países liberales que creen más en las libertades han decidido no tolerarlo.
«En el Medio Oriente, nuestra versión del fascismo nacionalista es el extremismo religioso, que es igual de peligroso y destructivo…
«Los nazis creen en elevar la raza blanca sobre todos las demás. El nazismo causó la destrucción de Europa, con 60 millones de muertos. Tras este desastre, la mayoría se encargó de no permitir que esta ideología extremista dominara en sus sociedades. Uno puede ser religioso, patriota y nacionalista sin estar comprometido con la eliminación de los demás.
«Tememos que nos encontramos al comienzo del camino de la destrucción en nuestra región al permitir que los extremistas impongan sus agendas sobre la sociedad… El enfrentar a estos grupos es responsabilidad de todos. Los gobiernos tienen importantes deberes que cumplir, su tarea principal es proveer protección de los males de los grupos extremistas que operan a través de fronteras…
«Los extremistas han sido exitosos en confundir la percepción de la gente hacia lo que es justo e injusto y quién es amigo o enemigo. Ellos también están tratando de dividir a la gente clasificándolos por secta, etnia, bien y el mal, en la medida de reforzar la idea de identidades alternas al amor por la patria de uno, que se supone se antepone ante la tribu y secta de uno y donde todos deberían tener los mismos derechos y deberes».
«En medio de esta atmósfera venenosa, el estado [nación] se ha convertido en el más amenazado, ni grupos ni minorías, tal como algunos piensan. La destrucción de la escalera civil y la división de las sociedades perjudica la columna vertebral del estado, su estructura, [mientras que] los grupos perseguidos siempre sobreviven, no importa cuán asediados, perseguidos y desplazados estén. Los estados han colapsado, pero estos grupos han sobrevivido a lo largo de los siglos.
«El extremismo peligroso está en expansión, y requiere de serias restricciones. No es aceptable para un profesor universitario, predicador de mezquita o empleado de un ministerio el incitar contra ciertos [sectores] sociales, ya que el gobierno es responsable de tales actos porque emplean a estas personas.
«El propio gobierno se niega a ser traicionado y castiga a todo el que viole sus leyes. Esos extremistas, así lo sepan o no, están destruyendo la estructura desde su base. Estos son más peligrosos para la sociedad que los enemigos extranjeros, que no cumplen cuando el pueblo está unido y tienen éxito cuando existen disputas internas y divisiones.
«Lo que [nos obliga a crear] una ley que criminaliza el racismo y el sectarismo es la postura colectiva de los clérigos, intelectuales y líderes sociales que expresaron su apoyo a la unidad y consideran el atentado suicida de la semana pasada en una mezquita chiita en la ciudad saudita de Al-Qadeeh como un ataque contra todos ellos. Decenas de escritores, pensadores y gente con una conciencia clara, escribieron en condena al ataque. Esta fue la campaña solidaria más grande que Arabia Saudita ha conocido. La declaración del rey contra el extremismo les ha animado a expresar su condena. Estas fuertes manifestaciones han desmentido afirmaciones extremistas acerca de su popularidad e influencia y confirmaron que el estado puede liderar un proyecto para eliminar el extremismo antes de que pudra el pilar más fuerte de la sociedad: su juventud». [2]
[1] English.alarabiya.net, 23 de noviembre, 2015. El artículo árabe apareció en el diario londinense Al-Sharq Al-Awsat el 22 de noviembre.
[2] English.alarabiya.net, 28 de mayo, 2015. El artículo árabe apareció el mismo día en el diario londinense Al-Sharq Al-Awsat.